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Un constructor de sueños EDUARDO GARCÍA

CONSTRUYÓ SU SUEÑO CON SUS PROPIAS MANOS

PRIMERO, PARA PODER CONSTRUIR

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LOS SUEÑOS DE MILES DE PERSONAS

DESPUÉS. ES

PROPIETARIO DE LA INMOBILIARIA LATINA

MÁS GRANDE DE LA REGIÓN CENTRAL DE EE. UU., CON VENTAS SUPERIORES

A LOS 460 MILLONES DE DÓLARES

EL AÑO PASADO.

Por Iris Amador, Negocios Now

Eduardo “Eddie” García tenía 22 años cuando adquirió su primera vivienda. No la compró para vivir en ella. Su plan desde el principio fue repararla para después revenderla. Había obtenido su licencia de bienes raíces meses antes y había decidido forjarse un camino en la industria inmobiliaria.

La casa le costó casi 33.000 dólares. Y como no le sobró mucho dinero después de pagar por ella, él mismo se dobló las mangas para restaurarla, con la ayuda de un tío que se le unía los domingos y no le cobraba para apoyarlo en sus esfuerzos.

“Aprendí a pintar, aprendí a instalar gabinetes de cocina, aprendí a cortar cerámica y a despegar pisos de vinilo”, cuenta Eddie, quien ahora tiene 38 años y es un prominente empresario. Seis meses le tomó encontrar a su primer comprador, pero “no me rendí hasta cerrar mi primer trato”, dice.

Con las ganancias adquirió dos casas más. Luego tres. Luego cuatro. No se imaginaba entonces lo mucho que crecería, pero en la medida que abría espacios físicos con sus manos, hacía campo también para que se ampliara su visión.

El crecimiento solo se aceleró. Hoy en día Eduardo es el director ejecutivo de “Realty of Chicago” (ROC por sus siglas en inglés) — la empresa latina más grande en el rubro de bienes raíces, no solo de Illinois, sino de toda la región central del país.

“Contamos con cerca de 400 agentes inmobiliarios; tenemos cinco sucursales; y hemos vendido más de 2000 millones de dólares hasta la fecha”, dice Eddie sobre la compañía de corretaje que fundó en 2012. Más aún, al ritmo de crecimiento que lleva, ROC está en posición de convertirse en la inmobiliaria latina más grande de todo Estados Unidos. “El año pasado incorporamos 150 agentes. Este año sumaremos entre 150 y 200 más”.

Otra meta es inaugurar este verano un complejo de 20.000 pies cuadrados que albergará las oficinas centrales en Berwyn, porque a pesar de contar con sucursales en el Southside, en el Northside, en Pilsen y en Romeoville, el espacio se volvió insuficiente. Eduardo está totalmente involucrado en el diseño de cada detalle de la nueve sede, cuyas representaciones arquitectónicas derrochan elegancia y buen gusto, y muestran el cuidado que ha tenido para garantizar la comodidad de sus empleados y clientes.

Marcadores De Bondad

Nacido en la Ciudad de México, Eddie llegó a Chicago cuando tenía cinco años, de la mano de sus padres, Aristeo García y Florencia Rosas, quienes se armaron de valor para emigrar en busca de un mejor futuro para sus dos hijos varones, más la niña que nacería después en territorio estadounidense.

Cuando se le pregunta a Eddie a qué atribuye su éxito arrollador, el emprendedor responde que ver a su papá trabajar 15 y 16 horas diarias forjó en él una ética laboral que lo mantuvo enfocado, especialmente esos primeros años cuando en ocasiones salía de la oficina en la madrugada, al mismo tiempo que sus amigos quizás salían de un centro nocturno.

“Sacrifiqué algunos aspectos de mi vida personal al inicio, para cambiar la trayectoria de mi futuro; para construir algo más grande que mí mismo”, comparte Eddie, cuyo agradecimiento hacia su papá es enorme, por haberles traído y por cada esfuerzo que hizo para mejorar sus vidas.

“Mi mamá es una guerrera” también, dice. De ella admira su persistencia. Cuenta que doña Florencia trabajó en una fábrica de chocolates para poder sacar a la familia adelante. “Me enseñó a amar y a cuidar a las personas”, escribió sobre ella en sus redes sociales.

Aunque más adelante don Aristeo tuvo éxito en sus propios negocios, Eddie recuerda con humildad los modestos comienzos de su vida en EE. UU. Las vici- situdes de su niñez lo volvieron un hombre con mucha empatía, que también es un componente esencial en su trabajo.

El dinero no es un marcador de bondad, sino la amabilidad y la generosidad. Y Eddie tiene ambas en grandes cantidades.

“Cada año —y así ha sido por los últimos 10 años— hemos entregado a 2000 niños mochilas repletas de útiles escolares; con crayones de marca Crayola, de los que yo no tenía de niño”, dice. Desea ahorrarles el malestar que pudiera generar cualquier comparación. En una década ROC ha beneficiado a aproximadamente 20.000 niños que reciben sus artículos escolares en cada una de las cinco oficinas donde se reparten simultáneamente.

“El segundo evento cercano a mi corazón es la entrega de pavos”, añade. El primer año beneficiaron a mil personas; luego pudieron alimentar a 5000; después a diez mil, y el año pasado a 34.000 antes del día de Acción de Gracias, cuando reparten desde horchata y chocolate caliente, hasta tarjetas de supermercado y aparatos eléctricos. Estos números son igualmente importantes para Eddie. “La comunidad nos conoce por eso”, dice.

El Elevador

No solo es generoso con sus ganancias, también lo es con sus conocimientos. Ahora que ha delegado muchas funciones a un excelente equipo que mantiene la empresa marchando sobre ruedas, Eddie se está enfocando en abrir la puerta para que más jóvenes latinos entren en la industria.

“Los latinos serán los mayores compradores de viviendas en Estados Unidos y no tenemos aún suficientes latinos cerrando estos tratos”, explica. A fin de enseñarles a otros jóvenes cómo él se abrió paso, ROC extiende una invitación cada trimestre a lo que llaman “Career Night” para que puedan conocerlo y saber cómo comenzar su propio camino a la prosperidad.

Ayudar es parte de su esencia. Su compañía ayuda a cientos de personas cuyo primer idioma es el español, y quienes necesitan acompañamiento para navegar asuntos de crédito y el pago de primas, entre otros. “Apoyamos a muchas familias que quizás nunca se animarían a comprar su primera casa y que permanecerían pagando alquileres”. Eddie es de los que les encuentra financiamiento cuando muchos les han dicho que es imposible. Como Eddie se ha mantenido sembrado en su comunidad, las relaciones que ha forjado duran años. “Una de las ocasiones más memorables para mí es cuando ayudamos a familias en su camino de vender su primera casa y a comprar la de sus sueños. Es una experiencia increíblemente satisfactoria ser parte del proceso, puesto que sentimos que les ayudamos a alcanzar su sueño tras años de trabajo y perseverancia”. Se siente extremadamente agradecido con sus clientes por escoger hacer negocios con Realty of Chicago. Por eso está invirtiendo cinco millones de dólares en las nuevas instalaciones; para que al margen del tamaño y valor de propiedad que adquieran, ellos sean bien recibidos, “sientan que es un honor hacer tratos con ellos” y no se sientan como clientes de segunda categoría, como los tratan en otros lugares.

Sorprenderá saber que el hombre que le ha construido casas a tantas personas tiene aún un sueño por cumplir: procurarse una linda casa para él mismo. Eddie, aficionado a viajar, a la fotografía y a la naturaleza, desea comprarse una casa en medio de las montañas de Wyoming, en donde ha encontrado un refugio para rodearse de paz y serenidad.

Mientras tanto, se emociona con planos y paletas de colores del nuevo edificio, donde por fin podrá tener algo que tampoco ha tenido en años. Una oficina privada. Le entusiasman aspectos pequeños y grandes, como que por primera vez está construyendo un elevador.

Espera, así mismo, compartir un traguito, quizás de tequila, con el señor Aristeo cuando se concluya la obra, después de todo, el sueño del hijo no se hubiera cumplido sin la visión del padre hace más de 30 años, lo cual sin duda amerita un brindis y también aplausos.

El 2023 ha comenzado más que bien, con ventas de 18 millones de dólares en los primeros días. En 2022 ROC rompió récords y todo apunta a que este año lo volverá a hacer. Una cosa es cierta, si el elevador es símbolo de lo que está por venir, Eddie piensa llevarse al mayor número de gente posible para arriba con él.