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Signo, Objeto e Interprete
Según CHARLES SANDERS PEIRCE
Un signo significa algo porque está “en lugar de” ese algo Supongamos que buscamos en el diccionario la palabra “hombre”. Encontraremos una forma equivalente: “ser humano”, por ejemplo Estos segundos términos representan “hombre” como representando la misma criatura bípeda, racional que la palabra “hombre” representa. Por acumulación del ejemplos llegaremos a la conclusión de que existe una representación que actúa por mediación. En otras palabras, los signos hacen algo más que reemplazar o sustituir a las cosas, sino que básicamente funcionan como factores en procesos de mediación
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El interpretante es la modificación producida en el pensamiento por un signo Pero pensamiento no debe entenderse en principio como fenómeno psicológico individual, sino que tiene que ver con el proceso discursivo que se da en el ámbito de la comunidad humana
Cada interpretante es signo de su objeto, y, a su vez, requiere otro signo para su interpretación. Así se abre una cadena de signos interpretantes.
En cuanto al objeto, Peirce distingue dos clases de objetos:
OBJETO INMEDIATO: es el objeto tal como el signo lo representa, y cuyo ser depende de su representación en el signo. Está “dentro” del signo, y es el aspecto del signo lo que lo hace apropiado para representar al objeto dinámico u objeto “estra-semiótico”.
OBJETO DINÁMICO: es la realidad en sí misma, que por diversos medios logra determinar al signo para que represente, para que cause un interpretante similar a él mismo. Es el último (o el primero) eslabón del proceso sígnico en su origen, el “significado externo” denotado por el signo.
