De atardeceres y otras encrucijadas. Jorge Marún.

De atardeceres y otras encrucijadas Jorge Marún La exposición podrá ser visitada desde el 27 de marzo al 21 de abril de 2013 en el Centro Cultural José Amadeo Conte Grand, San Luis esq. Las Heras.

Horarios de visita: martes a domingo de 17 a 21 hs.

Lunes cerrado (excepto feriados). Entrada gratuita.

Tenebroso

óleo sobre tela , 70 x 70 cm, 2012.

SECRETARIA DE CULTURA

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Atardecer. Óleo sobre tela, 150 x 100 cm, 2012.

De atardeceres y otras encrucijadas Ocultamientos y develaciones La obra de Jorge Marún, que nos ofrece en ésta oportunidad, se apoya en una hora día ciertamente misterioso y poético, si las hay. Su momento es el crepúsculo, hora incierta, donde el tiempo parece suspendido, donde los trajines y devenires humanos dejan paso al silencio mas ensordecedor y absoluto, para dar lugar, luego, a minúsculos rumores y lejanas reverberaciones, donde la deslumbrante claridad del blanco diurno que enceguece, va dejando paso a una paleta de azules, violáceos, bermellones y rosados que coexisten y se interpenetran en infinidades de matices, y unos dorados y azafranes de una limpieza y calidez tan propios de la luz pero tan difíciles de plasmar con la materia pictórica creando atmósferas de brumas, reflejos y resplandores de una inmaterialidad inefable.

El tema del crepúsculo que nos trae Marún tiene un triple misterio.

El primero es el de la hora incierta, no es de día, no es de noche, el crepúsculo viene cargado de nostalgias. Tal vez desde tiempos inmemoriales, los hombres que miraban atardeceres, quedaban extasiados y a la vez tristes con esa sensación del día que se fué, de las horas que pasaron y ya son sólo recuerdos, de la vida que se va.

El segundo misterio es el del hombre frente a la naturaleza, pues en nuestra vida cotidiana, en la vida de ciudad, vivimos rodeados de civilización, que llenan de sentido y razón de ser todos nuestros quehaceres, pensamientos y ambiciones de progreso y desarrollo.

Al estar frente a esa naturaleza despojada, esas soledades y vastedades agrestes, nuestros discursos y derroteros de seres civilizados, quedan suspendidos

por un instante, como si la magnificencia del universo nos desenmascarara por un momento, como si por un instante fuéramos sólo seres en contemplación, vacíos, prestos a llenarnos de esa inmensidad.

El tercer misterio es el tajo del horizonte en sí. Es el límite entre cielo y tierra, frontera inalcanzable, pues por más que avancemos se nos aleja en igual medida. Ese límite nos oculta todo lo que hay detrás, sólo podemos imaginar tierras y lugares lejanos ocultos de nuestra percepción. ¿Qué habrá? ¿Cómo serán?, es el límite entre lo conocido y lo desconocido, tal vez es el símbolo perfecto entre la vida y la muerte, lo insondable, lo que contiene las respuestas de todo lo que ignoramos y detona en nosotros la angustia existencial, la nausea, y al final, la magistral belleza de reconocer y aceptar nuestra innegable vulnerabilidad, que sólo somos un punto en la eternidad.

Sobre la violencia. Grafito sobre papel, 2012.

Arturo Román Sierra

Sobre la violencia. Grafito sobre papel ,

2012.

Nocturno. Óleo sobre tela, 120 x 90 cm, 2012.

La Payunia. Óleo sobre tela, 120 x 80 cm, 2012.