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EL ADOLESCENTE: DEFINICION Y CARACTERISTICAS. NECESIDADES BIOLOGICAS, SOCIALES Y PSICOLOGICAS
La adolescencia es principalmente una época de cambios. Es la etapa que marca el proceso de transformación del niño en adulto, es un período de transición que tiene características peculiares. Se llama adolescencia, porque sus protagonistas son jóvenes que aún no son adultos pero que ya no son niños. Es una etapa de descubrimiento de la propia identidad (identidad psicológica, identidad sexual.) así como la de autonomía individual. En el aspecto emocional, la llegada de la adolescencia significa la eclosión de la capacidad afectiva para sentir y desarrollar emociones que se identifican o tiene relación con el amor. El adolescente puede hacer uso de su autonomía y comenzar a elegir a sus amigos y a las personas que va a querer. Hasta entonces no ha escogido a sus seres queridos. Al nacer conoció a sus padres y tal vez a algunos hermanos y el resto de sus familiares. Después, de alguna manera, sus padres fueron eligiendo sus compañeros de clase y amigos. Pero al llegar a la adolescencia, puede hacer uso de cierta capacidad de elección para poner en marcha uno de los mecanismos más significativos de esta etapa. Llevando implícita la capacidad para discriminar sus afectos: querer de diferente manera a cada persona que le rodea y personalizar sus afectos. Esto debido a la llegada del pensamiento abstracto que le permite desarrollar su capacidad para relativizar. La discriminación de afectos, a través del establecimiento de diferencias en el tipo y la profundidad de sentimientos, le permite la personalización de sus afectos. El adolescente está en un camino medio entre la infancia y la adultez, en lo que hace referencia a la vivencia de sus emociones, estando presente una mezcla singular de sus comportamientos. Todavía tiene una forma de manifestar sus deseos mediante una emotividad exacerbada o con la espontaneidad propia de la infancia, pero ya empieza a actuar de una manera sutil en las interacciones, o con una cierta represión relativa de sus emociones, tal como hace una persona adulta y jóvenes adultos.
La adolescencia se caracteriza por el crecimiento físico y desarrollo psicológico. Y es la fase del desarrollo humano situada entre la infancia y la edad adulta. Esta transición debe considerarse un fenómeno biológico, cultural y social.
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Muchas culturas difieren respecto a cuál es la edad en la que las personas llegan a ser adultas. En diversas regiones, el paso de la adolescencia a la edad adulta va unido a ceremonias y/o fiestas, como por ejemplo en el Benei Mitzvá, que se celebra a los 12 años para las niñas y 13 años para los niños (12 años para los niños ortodoxos). Aunque no existe un consenso sobre la edad en la que termina la adolescencia, psicólogos como Erik Erikson consideran que la adolescencia abarca desde los doce o trece años hasta los veinte o veintiún años. Según Erik Erikson, este período de los 13 a los 21 años es la búsqueda de la identidad, define al individuo para toda su vida adulta quedando plenamente consolidada la personalidad a partir de los 21 años. Sin embargo, no puede generalizarse, ya que el final de la adolescencia depende del desarrollo psicológico, la edad exacta en que termina no es homogénea y dependerá de cada individuo
La adolescencia es una etapa marcada por numerosos cambios físicos, biológicos y psicológicos, que van a influenciar enormemente la manera de pensar, crecer y relacionarse del adolescente.
En este artículo nos centraremos en los cambios biológicos en la adolescencia, que tienen un enorme peso en la madurez sexual, a través de la formación de los caracteres sexuales secundarios, principalmente. Vamos a ver qué ocurre en el cuerpo (y también en la mente) de chicos y chicos que entran y transitan por esta etapa tan compleja como fascinante. Los cambios biológicos en la adolescencia son múltiples, así como los cambios psicológicos y, en muchas ocasiones también, sociales. Esta etapa, también llamada, en el lenguaje coloquial, “edad del pavo”, se caracteriza por un gran movimiento hormonal, entre otros procesos, y por el conocido “estirón” que se produce en el cuerpo del adolescente. Además, a nivel psicológico, el adolescente está en pleno proceso de configuración de la personalidad, que se está definiendo.

En la adolescencia se presenta un gran cambio a nivel social y emocional. En esta etapa el adolescente adquiere una nueva percepción de los padres y comienzan a despegarse de su familia para empezar a buscar su autonomía y el camino propio. Por lo que necesita poseer habilidades sociales y tener el control de sus emociones para poder enfrentar el nuevo mundo que se abre ante ellos.
Las características del desarrollo social y emocional en esta etapa resultan de la interacción entre el desarrollo aprehendido en las etapas anteriores del ciclo vital, factores biológicos propios de esta etapa y la influencia de varios determinantes sociales y culturales. No hay ningún modelo único de desarrollo social y emocional que pueda emplearse a todo adolescente, pues esta etapa es un proceso que varía dependiendo de cada individuo y su crecimiento y desarrollo biológico, psicológico y social. También depende de las discrepancias en cuanto a la edad en la que el individuo empieza y terminan su adolescencia, las diferenciaciones individuales en la progresión a través de las distintas etapas, diferencias originarias de factores como el sexo y etnia del adolescente, y del ambiente en que se produce (Gaete, 2015).
Una de las tareas fundamentales de esta etapa fue definida por Erikson como la exploración de la identidad. Por medio de esta búsqueda del ¿quién soy yo?, el adolescente se diferencia tanto de su familia, como de sus pares y del resto de los seres humanos. Para alcanzar esta identidad propia, se requieren las habilidades sociales, que los ayudarán a solucionar nuevos acontecimientos de una forma eficaz para su persona y para el contexto en que se produce. Es con la posesión de estos instrumentos que podrán expresar emociones, cualidades, ambiciones, pensamientos, deseos y opiniones de una forma apropiada para el contexto en el que se hallan (Torralva, 2019)
Gaete (2015) plantea que, el desarrollo emocional y social en la adolescencia es una de sus de características principales. El desarrollo emocional se relaciona con la habilidad de manipular o autorregular las emociones y el desarrollo social con la capacidad para enlazarse eficazmente con otros individuos. También cumple con la función de facilitar la naciente autonomía en el adolescente, las relaciones con los pares desempeñan otras funciones transcendentales, aportando significativamente al bienestar y desarrollo psicosocial de los individuos. Influyen en el proceso de exploración y afianzamiento de la identidad, amplían la perspectiva de las costumbres y reglas sociales, y abastecen el contexto para el entrenamiento de habilidades y la complacencia de una cadena de necesidades interpersonales. Las relaciones con los pares también pueden servir como un factor protector al momento de desarrollar problemas psicológicos adquiridos por medio de experiencias vitales estresantes.
Continuando con el desarrollo social, en esta etapa, como se mencionó anteriormente las relaciones del adolescente en la subcultura de pares es agudo. No hay ninguna otra etapa en la que el grupo de pares influya y tenga tanto poder como en la adolescencia. El adolescente se ve influenciado y se adapta a las normas, gustos, la conducta, los códigos y valores de su grupo de amigos, esto ocurre en un intento del adolescente de alejarse más de la familia y hallar su propia identidad. La presión que ejercen los pares puede llegar a influenciar de una forma positiva, como también de forma negativa, llevando al joven por ejemplo a que se implique en conductas riesgosas. Las amistades y los grupos pasan a ser de ambos sexos, y continuamente se forman relaciones de pareja. Con respecto a las parejas, están juegan un papel gradualmente mayor a medida que avanza la adolescencia, no obstante, las amistades siguen siendo enormemente importantes, brindando compañía, un contexto para la apertura íntima y la complacencia de otras necesidades (Gaete, 2015).
Por otro lado, el desarrollo emocional se define como la habilidad que adquiere el adolescente de ser conscientes de sus propias emociones y adquirir la capacidad para conocerlas, manejarlas y entenderlas. Posibilitando a el adolescente la identificación, detección e interpretación de las emociones sumergidas en gestos, señas, imágenes, voces y aparatos culturales. También observar y registrar sus propios sentimientos, manteniendo bajo control las emociones perturbadoras que desnivelan psicológicamente a los adolescentes. Siendo entonces la capacidad que permite a los adolescentes tomar conciencia de sus emociones, a través de un proceso atencional que está relacionado con funciones evaluativas e interpretativas (Montes et al., 2018).
Una de las capacidades que se adquieren en la adolescencia es la empatía, podemos entender lo que otros piensan y sienten y darnos cuenta de que estas percepciones pueden ser diferentes a las nuestras y actuar en consecuencia a esa compresión, podemos “ponernos en el lugar del otro”, dejar de centrarnos en nosotros mismos y focalizar nuestra atención en alguien más.
En cuanto a las relaciones sociales, los adolescentes prefieren pasar tiempo con sus pares, uno de los rasgos más característicos es buscar aceptación del grupo, tienen la necesidad de sentirse reconocidos, por esto buscara de diferentes maneras ser tenido en cuenta.
En PSICOLOGICA compartimos una visión positiva de la adolescencia, centrándonos en el potencial del adolescente, más que en el conflicto, tratando de acompañar a los padres en los retos que sus hijos les presentan en el día a día.
Aprender a comunicarse de una forma eficaz, manejar los conflictos y dar apoyo al adolescente son habilidades que ayudan a los padres a mantener una relación positiva con los hijos.
La adolescencia es una etapa de la vida a la que hemos dedicado gran parte de nuestra actividad científica.

Además de nuestra experiencia terapéutica en problemas frecuentes de los adolescentes, como la ansiedad, depresión, los conflictos familiares o los problemas en el rendimiento académico, hemos desarrollado programas que han demostrado ser eficaces para mejorar el bienestar emocional de los adolescentes y programas de promoción de la salud en esta etapa compleja, pero al mismo tiempo fascinante de la vida.
En este sentido, somos creadores del Programa Saluda (dirigido a reducir el abuso de alcohol en el fin de semana), del Programa Compas (que ha mostrado ser eficaz para reducir conductas sexuales de riesgo) y de un programa para mejorar la autoestima
A lo largo de la historia se han propuesto varias teorías e hipótesis para explicar el origen de la vida, como: teoría de la generación espontánea; hipótesis de los coacervados; hipótesis de Oparín con la síntesis experimental de materia orgánica sencilla; síntesis artificial de materia orgánica compleja de S. Fox; síntesis de ácidos nucleicos de Joan Oró; hasta llegar a las hipótesis sobre el origen de la vida.
PROMOCION Y PREVENCION EN LA SALUD DEL ADOLESCENTE. ESTILOS DE VIDA Y PRUEBAS DE DETECCION TEMPRANA DE PATOLOGIAS MAS COMUNES
La adolescencia es una de las etapas más dinámicas del desarrollo humano. Se acompaña de cambios físicos, cognitivos, sociales y emocionales, que generan tanto oportunidades como desafíos a los jóvenes, sus familias y la sociedad.
Este grupo ha sido considerado tradicionalmente como una población “sana”, ya que están en uno de los periodos más saludable de la vida, dado que su mortalidad es entre siete y diez veces menor que en la población general. Sin embargo, debido al gran número de cambios a los que se encuentran expuestos, corresponde a una etapa de grandes riesgos de desarrollo integral. No es muy frecuente que los adolescentes consulten de manera preventiva por atenciones en salud, pero deberían mantenerse en constante control para así poder realizar una pesquisa temprana de riesgos o enfermedades a los que se encuentran expuestos y de esa forma activar las prestaciones profesionales necesarias para resolverlos.
Estudios demuestran que muchos problemas de salud entre los adolescentes son resultados de la personalidad, del estilo de vida, del desconocimiento o falta de información, siendo los más frecuentes y serios, aquellos que se relacionan con el abuso físico, sexual y las drogas. Así también los desórdenes en la alimentación predisponiéndolos a enfermedades crónicas, tales como sobrepeso, dislipidemias, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, entre otros con graves implicancias para la salud futura de estos individuos.
Lo anterior está relacionado directamente con la etapa de ciclo vital individual y familiar en la que se encuentran, en donde de manera individual buscan establecer su propia identidad, esperando ser aceptados en ambientes sociales que no siempre suelen ser espacios saludables. Por lo demás, a nivel familiar, los padres comienzan a flexibilizar los tiempos y entregan ciertas responsabilidades, las que requieren de permanente supervisión, de manera afectiva, manteniendo un constante equilibrio entre la libertad y el control, en donde ambas partes, padres e hijo, requerirán negociar las decisiones que se tomen para el adolescente.
Junto con lo anterior, se debe destacar que a nivel físico existe un significativo desarrollo y crecimiento, caracterizado por los cambios hormonales que ocurren en esta etapa, haciendo necesaria la detección precoz de patologías como escoliosis y alteraciones del desarrollo puberal.
Muchos de estos problemas son potencialmente prevenibles, las actividades de promoción de la salud y prevención de enfermedades resultan claves en este período. Es por lo que existe el Control de Salud del adolescente, perteneciente al Programa Nacional de Salud, el que debiera realizarse anualmente y permitiendo evaluar y pesquisar en forma precoz tanto los riesgos como los problemas de salud, además de apoyarlos y promover en ellos conductas saludables. Por otra parte, dará la posibilidad de guiar a los padres en los diversos aspectos necesarios para potenciar el crecimiento y desarrollo saludable de sus hijos, asegurando un estado de salud futuro positivo, que permita mantener una buena calidad de vida y de esa manera, una inserción en la sociedad.
Resulta entonces necesario educar e informar a los adolescentes y a sus padres, para que reconozcan la importancia del cuidado preventivo desde los 12 años y así generar una demanda por este control.

Datos clave
La violencia juvenil es un problema mundial de salud pública. Incluye una serie de actos que van desde la intimidación y las riñas al homicidio, pasando por agresiones sexuales y físicas más graves.
La mayoría de los jóvenes goza de buena salud, pero la mortalidad prematura, la morbilidad y las lesiones entre los adolescentes siguen siendo considerables.
El embarazo en la adolescencia sigue siendo uno de los principales factores que contribuyen a la mortalidad materna e infantil y al círculo de enfermedad y pobreza.
Hoja informativa
En los últimos años, nuestra Región ha logrado importantes avances en la mejora de la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes. La mortalidad neonatal, infantil y materna han disminuido. Sin embargo, no todos los grupos de la población se han beneficiado por igual: subsisten grandes diferencias entre los países y dentro de ellos.
Las mujeres y los niños de los estratos socioeconómicos más bajos, así como los habitantes de las zonas rurales, los indígenas, las personas afrodescendientes y las personas con menos escolaridad presentan sistemáticamente una mayor carga de morbilidad y mortalidad. La mortalidad en la adolescencia, debida en su mayor parte a causas prevenibles, ha permanecido estacionaria o ha aumentado, y el embarazo en adolescentes sigue siendo inadmisiblemente alto.
Respuesta de la OPS
En septiembre del 2018 se registró otro avance en la mejora de la salud de todas las mujeres, los niños y los adolescentes de la Región de las Américas cuando los Estados Miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) adoptaron el Plan de acción para la salud de la mujer, el niño, la niña y adolescentes 2018-2030. El plan de acción se basa en cuatro líneas estratégicas de acción que son complementarias y se refuerzan mutuamente:
Fortalecer un entorno normativo transformador a fin de reducir las inequidades en materia de salud que afectan a las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes. Promover la salud y el bienestar universales, efectivos y equitativos para todas las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes en sus familias, escuelas y comunidades a lo largo del curso de la vida.
Ampliar el acceso equitativo de las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes a servicios de salud integrales, integrados y de buena calidad que se centren en las personas, las familias y las comunidades.
Fortalecer los sistemas de información para la recolección, disponibilidad, accesibilidad, calidad y difusión de información estratégica, incluidos datos y estadísticas sobre la salud de las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes, en el marco de los principios propuestos en el presente plan.

El Plan de Acción requiere que la OPS: brinde cooperación técnica a los Estados Miembros para la elaboración de planes nacionales de acción actualizados y difunda herramientas que faciliten los enfoques integrados, basados en la equidad e innovadores en favor de la salud de las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes; fortalezca la coordinación del plan de acción con iniciativas similares diseñadas por otros organismos internacionales técnicos y financieros e iniciativas mundiales en pro de la salud y el bienestar de las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes; a. rinda cuentas periódicamente a los Cuerpos Directivos sobre los progresos realizados y los retos enfrentados en la ejecución del plan de acción. b. fortalezca la coordinación del plan de acción con iniciativas similares diseñadas por otros organismos internacionales técnicos y financieros e iniciativas mundiales en pro de la salud y el bienestar de las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes; c. rinda cuentas periódicamente a los Cuerpos Directivos sobre los progresos realizados y los retos enfrentados en la ejecución del plan de acción.
MARCO POLITICO NACIONAL E INTERNACIONAL DEL ADOLESCENTE MARCO JURIDICO.
Se denomina marco político e institucional a la creación de una ley u otra disposición formal política, formulada y construida en coordinación con diferentes actores.
• Las políticas públicas en Guatemala constituyen el instrumento estratégico del Estado que orienta las acciones para propiciar el bienestar.
¿Qué es política pública y un ejemplo? La expresión política pública hace referencia a las acciones realizadas por autoridades legítimamente constituidas – presidentes, ministros, alcaldes, por ejemplo- que tienen por objeto actuar sobre ciertas condiciones de la realidad sea para modificarlas o para mantenerlas –nivel de empleo, inflación, seguridad, etc-. Las principales fases del ciclo de las políticas públicas son las siguientes: 1) la identificación y definición de problemas; 2) la formulación de políticas; 3) la adopción de la decisión; 4) la implantación; 5) la evaluación.
LEY DE PROTECCION INTEGRAL DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA ARTICULO 1.
Objeto de la ley. La presente Leyes un instrumento jurídico de integración familiar y promoción social, que persigue lograr el desarrollo integral y sostenible de la niñez y adolescencia guatemalteca, dentro de un marco democrático e irrestricto respeto a los derechos humanos.
ARTICULO 2. Definición de niñez y adolescencia. Para los efectos de esta Ley se considera niño o niña a toda persona desde su concepción hasta que cumple trece años de edad, y adolescente a toda aquella desde los trece hasta que cumple dieciocho años de edad.
ARTICULO 4. Deberes del Estado. Es deber del Estado promover y adoptar las medidas necesarias para proteger a la familia, jurídica y socialmente, así como garantizarle a los padres y tutores, el cumplimiento de sus obligaciones en lo relativo a la vida, libertad, seguridad, paz, integridad personal, salud, alimentación, educación, cultura, deporte, recreación y convivencia familiar y comunitaria de todos los niños, niñas y adolescentes.


Acuerdo Gubernativo Número 173-2012 La Política representa la herramienta básica para que las juventudes del país desarrollen sus potencialidades y sean protagonistas de su desarrollo social, económico, político y cultural. Esta recoge los compromisos y las tareas del Gobierno, en relación con las condiciones de desarrollo de la juventud e incluye una serie de acciones. La intención es ser orientadora de las actividades, recursos y esfuerzos de las diferentes dependencias públicas (centrales y municipales). privadas, y organizaciones juveniles, que destinan esfuerzos en pro de la juventud del país.
Varias son las políticas públicas relacionadas con la juventud, elaboradas en el último decenio, que sirven de marco a la Política Nacional de Juventud 2012-2020 y su respectivo Plan de Acción 20122016: Políticas Culturales y Deportivas Nacionales (2000), Política de Salud para la Adolescencia y la Juventud(2003-2012), Política Pública de Protección Integral a la Niñez y la Adolescencia(20042015), Política Nacional de Prevención de la Violencia Juvenil (2005); Política de Prevención a las Infecciones de Transmisión Sexual -Its- (2008); Política Nacional de Derechos Humanos (20062015); Política Agropecuaria (2008-2012); Políticas Educativas Diversas [la Política Nacional de Desarrollo Rural Integral (2009);Política Nacional Contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas (2009) y la Política Nacional de Empleo (2012).
ASPECTO PSICOLOGICO DEL ADOLESCENTE.
PROBLEMAS DEL ADOLESCENTE, TRASTORNO BIPOLAR, SINDROME DEPRESIVO, SUICIDIO, TRASTORNOS ALIMENTICIOS.
El trastorno bipolar es un trastorno mental que hace que las personas experimenten cambios evidentes, a veces extremos, en el estado de ánimo y el comportamiento. A veces, los niños con trastorno bipolar se sienten muy felices o "animados" y son mucho más enérgicos y activos de lo habitual. Esto se llama un episodio maníaco. Otras veces, los niños con trastorno bipolar se sienten muy tristes o "abatidos" y son mucho menos activos de lo normal. Esto se llama episodio depresivo.
El trastorno bipolar, que anteriormente se le denominaba enfermedad maniacodepresiva o depresión maníaca, no es lo mismo que los altibajos normales que experimentan todos los niños. Los cambios de humor en el trastorno bipolar son más extremos, a menudo no provocados, y van acompañados de cambios en el sueño, el nivel de energía y la capacidad de pensar con claridad. Los síntomas bipolares pueden dificultar que los jóvenes se desempeñen bien en la escuela o que se lleven bien con sus amigos y familiares. Algunos niños y adolescentes con trastorno bipolar pueden intentar hacerse daño o suicidarse.
En la mayoría de las personas, el trastorno bipolar se diagnostica en la adolescencia o en la edad adulta, pero los síntomas pueden aparecer antes, durante la infancia. A menudo, el trastorno bipolar es episódico, pero generalmente dura toda la vida.
Los indicios y los síntomas del trastorno bipolar pueden coincidir con los de otros trastornos que son frecuentes en los jóvenes, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, problemas de conducta, depresión mayor y trastornos de ansiedad. El diagnóstico del trastorno bipolar puede ser complicado y requiere una evaluación cuidadosa y exhaustiva por parte de un profesional de la salud mental capacitado y con experiencia.
Con tratamiento, los niños y los adolescentes con trastorno bipolar pueden controlar sus síntomas y llevar una vida exitosa.
¿Qué causa el trastorno bipolar?
Se desconocen las causas exactas del trastorno bipolar, pero hay varios factores que pueden contribuir a la enfermedad.
Por ejemplo, los investigadores están comenzando a descubrir mecanismos genéticos relacionados con el trastorno bipolar y otros trastornos mentales. Diversas investigaciones muestran que la probabilidad de que las personas tengan un trastorno bipolar es mayor si tienen un familiar cercano con la enfermedad, lo que puede obedecer a que tienen las mismas variaciones genéticas. Sin embargo, solo porque un miembro de la familia tiene el trastorno bipolar, no significa que otros miembros de esa familia lo tendrán. Hay muchos genes implicados en el trastorno, pero no hay un solo gen que lo causa.
La depresión en adolescentes es un problema de salud mental grave que provoca un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. Afecta la manera en que tu hijo adolescente piensa, se siente y se comporta, y puede provocar problemas emocionales, funcionales y físicos. Aunque la depresión puede ocurrir en cualquier momento de la vida, los síntomas entre los adolescentes y los adultos pueden ser diferentes.
Algunos problemas como la presión de sus compañeros, las expectativas académicas y los cuerpos que cambian pueden ocasionar muchos altibajos en los adolescentes. Sin embargo, para algunos adolescentes, estar deprimido es mucho más que solo sentimientos temporales, sino que es un síntoma de depresión.
La depresión en adolescentes no es una debilidad o algo que se pueda superar con fuerza de voluntad, puede tener consecuencias graves y requiere tratamientos a largo plazo. Para la mayoría de los adolescentes, los síntomas de depresión se calman con tratamientos como medicamentos y terapia psicológica.
Los signos y síntomas de depresión en los adolescentes incluyen un cambio en la actitud y el comportamiento previos del adolescente que pueden provocar angustia y dificultades importantes en la escuela o el hogar, en actividades sociales o en otros aspectos de la vida.
Los síntomas de depresión pueden variar en su gravedad, pero los cambios en las emociones y el comportamiento del adolescente pueden incluir los siguientes ejemplos.
Debes prestar atención a los cambios emocionales, tales como:
• Sentimientos de tristeza, los cuales pueden incluir episodios de llanto sin razón aparente
• Frustración o sentimientos de ira, incluso por asuntos menores
• Sentimientos de desesperanza o vacío
• Estado de ánimo irritable o molesto
• Pérdida del interés o del placer en las actividades cotidianas
• Pérdida de interés en familiares y amigos o estar en conflicto con ellos
• Autoestima baja
• Sentimientos de falta de valoración de sí mismo o culpa
• Fijación en fallas pasadas o autoinculpación o autocrítica excesiva
• Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso, y excesiva necesidad de aprobación
• Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
• Sensación continua de que la vida y el futuro son sombríos y desalentadores
• Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio Cambios en el comportamiento
Debes estar atento a cambios en el comportamiento, como, por ejemplo:
• Cansancio y pérdida de energía.
• Insomnio o dormir demasiado.
• Cambios en el apetito: falta de apetito y pérdida de peso, o más antojos por ciertos alimentos y aumento de peso.
• Consumo de sustancias ilícitas o bebidas alcohólicas.
• Agitación o desasosiego: por ejemplo, paso intranquilo, frotarse las manos o la imposibilidad de quedarse quieto.
• Lentitud al razonar, hablar o realizar movimientos corporales.
El suicidio es un fenómeno que se ha estudiado en adolescentes en diferentes países del mundo desde el punto de vista de los cambios sociales, culturales, económicos y tecnológicos recientes. El incremento del suicidio en los adolescentes se ha convertido en un problema de Salud Pública en México. En este documento se revisan de manera general, la historia del suicidio, epidemiología del suicidio a nivel mundial y algunas investigaciones epidemiológicas en adolescentes mexicanos en las que se consideran aspectos neurobiológicos (predisposición genética), la desesperanza, los trastornos psiquiátricos, el embarazo, el bullying escolar (maltrato escolar), el ciberbullying (maltrato cibernético), el desempleo y el consumo indiscriminado de la tecnología a través de la música y los videos como factores de riesgo. También se considera a la autopsia psicológica como una técnica de investigación del suicidio; así como el reporte de los Servicios de Salud Mental en México acerca de este fenómeno, el duelo en los padres del adolescente suicida y el abordaje terapéutico. El adolescente mexicano actual, muestra un incremento de riesgo de la conducta suicida.


Aspecto Social Del Adolescente
ALCOHOLISMO, MENDICIDAD Y DELINCUENCIA, DROGADICCION, NICOTISMO. El consumo de alcohol entre adolescentes es un problema social y de salud pública en el ámbito español. El objetivo de este estudio es conocer la perspectiva del profesorado acerca de la ingesta de alcohol entre los jóvenes, así como sobre la eficacia e impacto de las medidas legales existentes. Material y métodos: El estudio se ha realizado en seis comunidades autónomas, usando un muestreo intencional de 25 docentes de centros de enseñanza secundaria. La metodología empleada ha sido cualitativa (entrevista triangular) y cuantitativa (cuestionario autoadministrado).
Resultados: El profesorado identifica la normalidad y permisividad social existentes ante el consumo de alcohol en adolescentes, tanto por parte de la familia como de la Administración. El consumo se apoya en la necesidad de liderazgo, influencia del grupo de pares, el ocio y la forma de relacionarse. Desde el punto de vista de los profesores, la falta de coordinación entre el ámbito familiar y el educativo se considera el principal problema en la lucha contra el alcohol. Desde los centros educativos la intervención contra el consumo debe tratarse como un tema transversal, promoviendo la colaboración con otros actores, concienciando y responsabilizando a los adolescentes. El grado de aceptación profesoral de las medidas legales existentes es indirectamente proporcional a su impacto real. Conclusiones: Los centros educativos son un espacio idóneo de intervención contra el consumo de alcohol entre los adolescentes, lo que requiere formación y disponibilidad del profesorado, así como coordinación con otros actores.
La adolescencia, comprendida entre los 12 y los 18 años, es una época de búsqueda de identidad, en la que la influencia del entorno es aguda y los sujetos resultan especialmente vulnerables en la adquisición de hábitos y conductas peligrosas o no saludables. Tomar bebidas alcohólicas es una de estas actividades que expone al adolescente a graves riesgos para su salud, sus relaciones sociales o el aprovechamiento escolar. El consumo de alcohol entre los jóvenes es una realidad social incontestable: la media de edad del inicio en el consumo es de 13,1 años, el ocio es el ámbito principal de consumo, los factores que predisponen a este comportamiento son la desinformación, la vinculación grupal, el efecto de contagio entre iguales, la búsqueda de sensaciones, la curiosidad y la desinhibición.
Las Administraciones han desarrollado en los últimos años medidas y mecanismos de prevención e intervención contra el consumo de alcohol entre adolescentes, implicando a profesionales de la salud, profesores, padres y madres, así como a los medios de comunicación. Una revisión de las intervenciones de promoción de salud en España entre 1995 y 2000 6 destaca que el 15,9 % de todas estas intervenciones se han centrado en el consumo de alcohol, porcentaje sólo superado por las drogas. Las principales actividades desarrolladas han sido la educación participativa (el 30,7 %), educación expositiva (el 11,5 %) y la elaboración de material por los jóvenes (el 11,0 %). El ámbito prioritario de intervención ha sido el educativo (el 51,9 %).
La enseñanza secundaria obligatoria (ESO) (que educa a jóvenes de 12 a 16 años, edades especialmente vulnerables) aparece como un espacio privilegiado para realizar actividades antialcohol, por disponer de un modo sistemático de llegar a las personas jóvenes y promover una gama amplia de estrategias educativas 7. El profesorado es el sujeto protagonista en la interacción con los jóvenes en las escuelas y sus actitudes, discurso y modelo comportamental influyen en gran parte en las decisiones de los alumnos acerca del alcohol. El impacto de los mensajes enviados por los profesores en el aula es superior a la misma aplicación realizada por un experto ajeno al centro 8 , en gran parte por la relación continua y estable que se establece entre docentes y alumnos, la confianza mutua o la autoridad percibida por el alumnado. En este contexto, la escuela debe asumir un papel intenso en la educación y prevención antialcohólica, reforzar la capacidad de actuación del profesorado y promover la colaboración con otros actores sociales participantes. Se observa la escasez de estudios sobre el papel y la postura de los docentes en este tema, por lo que se hace imprescindible ahondar en sus opiniones y actividades ante el problema de alcohol en el grupo de alumnos, con el propósito de facilitar su concienciación, la toma de decisiones políticas correctas o la elaboración de intervenciones adecuadas.
Los objetivos del estudio son: estudiar la perspectiva del profesorado sobre el consumo de alcohol en los adolescentes, indagar sobre el conocimiento de las medidas reguladoras y sancionadoras existentes y conocer la perspectiva de los docentes sobre la repercusión de la implantación de nuevas medidas para regular el consumo de alcohol en los menores.

Cometer actos delictivos durante la edad adulta es raro, pero es normal hacerlo durante la adolescencia. Así se deduce de algunos estudios recogidos en este artículo publicado en El País, que nos hacen pararnos a reflexionar acerca de las penas que se imponen a los actos delictivos en esta etapa adolescente y cómo esto puede llegar a repercutir en el desarrollo futuro de las personas simplemente por una mala decisión tomada en la juventud, que en la mayoría de los casos desaparecerá a medida que se va madurando.
Según menciona la investigadora Terrie Moffitt de la Universidad de Duke, más del 90% de los adolescentes varones cometen actos ilegales. Este comportamiento antisocial, se corrige casi siempre con el paso del tiempo. La edad del crimen comienza entre los 8 y los 14 años, alcanza su cumbre entre los 15 y los 19 años y se acaba progresivamente entre los 20 y los 29. La adolescencia es la etapa con mayor potencial, pues presenta muchos riesgos, especialmente para los chicos. Podemos hablar de dos tipos de jóvenes delincuentes: una mayoría que solo lo será en la adolescencia y una minoría que lo seguirá siendo durante muchos años. Gran parte de estos individuos comparten una influencia marcada por los abusos y la falta de atención por parte de padres y cuidadores.
Santiago Redondo, profesor de criminología y psicología de la Universidad de Barcelona, dice que “en la mayoría de los casos, los jóvenes dejan de delinquir de manera natural por la maduración cerebral, entre los 18 y los 22 años”. Esto nos hace preguntarnos por el sistema de justicia y si se podría hacer una distinción entre los adolescentes de mayor riesgo, tratando de identificarlos desde una edad temprana para trata de aplicar intervenciones desde antes de ir a la escuela, y los que no, evitando así medidas que podrían convertir en delincuentes crónicos a jóvenes que abandonarían dicho comportamiento de forma natural.
Si hacemos una distinción por género, encontramos que de un 1% de las adolescentes llegan a convertirse en delincuentes a largo plazo. En el caso de los menos jóvenes, para cada chica que participa en infracciones no tan graves, lo hacen 5 chicos. Tal como menciona Redondo, las razones en la diferencia de la participación delictiva son muy variadas, desde elementos socioculturales a elementos psicobiológicos. En la adolescencia los varones tienden más a explorar el ambiente del barrio, los grupos de chicos realizan mayores desplazamientos y muchas veces se delinque por estar expuestos a una oportunidad.
El consumo de sustancias entre los adolescentes varía desde el uso esporádico hasta los trastornos por consumo de sustancias graves. Las consecuencias agudas y a largo plazo varían desde mínimas y menores hasta las que ponen en riesgo la vida, lo que depende de la sustancia, las circunstancias y la frecuencia de consumo. Sin embargo, incluso el uso ocasional puede poner los adolescentes en mayor riesgo de daño significativo, que incluye la sobredosis, los accidentes automovilísticos, los comportamientos violentos, y las consecuencias del contacto sexual (p. ej., embarazo, infecciones de transmisión sexual). El uso de sustancias también interfiere con el desarrollo del encéfalo en los adolescentes en una magnitud dependiente de la dosis. El uso regular de alcohol, cannabis (marijuana), nicotina u otras drogas durante la adolescencia se asocia con mayores tasas de trastornos de salud mental, peor rendimiento en la edad adulta y mayores tasas de adicción.

(Véase también Generalidades sobre los trastornos relacionados con sustancias.)
Los adolescentes consumen sustancias por varias razones:
• Para compartir una experiencia social o sentirse parte de un grupo social
• Para aliviar el estrés
El adolescentes de nivel socioeconómico medio y alto. El consumo actual de cigarrillos electrónicos (vapeo de nicotina, sin contar otras sustancias) entre los estudiantes de 12° grado aumentó notablemente del 11% en 2017 al 25,5% en 2019. De acuerdo con la encuesta Monitoring the Future Survey, en 2021 el uso de cigarrillos electrónicos disminuyó hasta 19,6%, y alrededor del 40,5% de los estudiantes de 12.° grado probaron los cigarrillos electrónicos (nicotina y otras sustancias), lo que representa una disminución respecto del 45,6% en 2019 (1). Los cigarrillos electrónicos causan diferentes efectos adversos en comparación con fumar tabaco. Otros productos químicos contenidos en los productos de vapeo pueden causar lesión pulmonar, que puede ser aguda, fulminante o crónica y, en su forma más grave, letal. Además, estos productos pueden administrar concentraciones muy altas de nicotina y THC. El THC y la nicotina son altamente adictivos y la toxicidad es posible. Los cigarrillos electrónicos son la forma inicial de exposición de los adolescentes a la nicotina, pero su efecto sobre la tasa de tabaquismo adulto no está claro. Además se desconocen otros riesgos potenciales a largo plazo de los cigarrillos electrónicos (2).
Cannabis (marijuana)
El informe Monitoring the Future Survey demostró que en 2021 la prevalencia de uso del cannabis entre los estudiantes de último año de secundaria fue del 19,5%, lo que constituyó una disminución respecto del 22,3% en 2019. Alrededor del 38,6% de los estudiantes de último año de secundaria informaron haber consumido cannabis una o más veces en su vida (1). En 2010, la tasa de consumo actual de cannabis superó por primera vez la tasa de consumo actual de tabaco.
Las tácticas de mercadeo predatorias e insidiosas dirigidas a la juventud por parte de la industria del tabaco, parecen no tener fin a medida que la industria sigue lanzando y promoviendo productos de tabaco con sabores que apelan y le son atractivas a los jóvenes. Los sabores, tales como: mango, menta, fresa y vainilla, enmascaran el mal sabor del tabaco y la presencia de la nicotina, un químico que se sabe, es tan adictivo como la heroína. Que estos productos sean del agrado de los adolescentes y los adultos jóvenes es especialmente peligroso, ya que no comprenden del todo los daños a la salud que estos productos ocasionan.

La nicotina es tóxica para los cerebros en desarrollo de los adolescentes ya que ellos son más susceptibles tanto al carácter adictivo como al efecto dañino que produce la nicotina. En términos sencillos, la nicotina es veneno para el cerebro de los jóvenes. Ya que el desarrollo del cerebro continua hasta alrededor de los 25 años de edad, la nicotina puede tener un impacto negativo tanto en los adolescentes como en los adultos jóvenes. La realidad es que la nicotina modifica la actividad a nivel celular en el cerebro de los adolescentes en las áreas del cerebro que se encargan de la atención, el aprendizaje y la memoria Adicionalmente, puede aumentar la ansiedad, los altibajos emocionales, la irritabilidad y la impulsividad, que ya son comunes y desafiantes durante la adolescencia. En tanto que estos efectos serían dañinos para cualquiera, son especialmente perjudiciales para la juventud que todavía está aprendiendo y desarrollando sus hábitos. Mientras que algunas de estas conductas podrían relacionarse con las fases de la adolescencia, los cambios inducidos por la nicotina durante la adolescencia pueden ser permanentes. El daño ocasionado por la nicotina puede conducir a efectos de largo plazo en la capacidad de tomar decisiones y también puede aumentar el riesgo de adicción a otras sustancias en los adolescentes.

INTERNET Y REDES SOCIALES: BENEFICIOS Y RIESGOS
Más de la mitad de la población mundial tiene acceso a Internet y se estima que en un corto plazo, se incrementará el número de usuarios ya que se están creando planes de internet y equipos móviles inteligentes cada vez más asequibles.
Al navegar por internet podemos encontrar diferentes opciones para divertirnos, aprender o trabajar. Las redes sociales son plataformas que nos permiten crear contenido para compartir, enviar y recibir cualquier tipo de información en diversos formatos como imágenes, texto, audios, videos, etc. Además, uno de los grandes beneficios es que nos ayuda a mantenernos en comunicación constante con nuestros amigos y gente conocida que están a miles de kilómetros de distancia, pero también debemos tener cuidado de no contactarnos con gente desconocida. Por ello hay que ser muy responsables al crear cuentas en las diferentes redes sociales que hoy en día encontramos fácilmente.
A continuación, te explicaremos los riesgos que existen al usar el Internet y que hacer para evitarlos:
Si bien es cierto, el internet nos ofrece una lista interminable de beneficios como, por ejemplo, el poder comunicarnos, buscar información, trabajar, aprender, jugar, comprar, ubicarnos y movilizarnos, tramitar transacciones bancarias, entre muchas otras cosas más, pero así mismo existen muchos riesgos. ¿Tienes alguna idea de cuáles son?
Algunos de los riesgos a los que estamos expuestos, es encontrarnos con perfiles falsos, información no veraz, robo de identidad, pérdida de privacidad ya que al compartir nuestras fotos e incluso datos muy personales a través de las redes sociales, podrá ser vista por muchas personas que no sabemos si son de confianza, por lo debemos tener en cuenta que en internet existe gente maliciosa que realmente quiere ocasionarnos cualquier tipo de daño.
El acoso cibernético es otro riesgo, de los que siempre debemos hablar con nuestros hijos, hermanos o amigos. Es muy importante no compartir información exacta de donde nos reunimos con nuestra familia y amigos, donde vivimos, estudiamos o trabajamos porque al hacerlo, estos datos serán analizados por terceros.
Ya tenemos claro cuáles son los riesgos al usar internet, pero ¿Cómo podremos evitarlos?. Pues para evitar cualquier tipo de riesgo al momento de usar cualquier plataforma e internet en general, solo debemos tener cuidado con la información personal que colocamos o publicamos. Podemos configurar la privacidad solo para ver lo que tú quieres, así mismo si nuestro perfil de Facebook o Instagram se encuentra público, podemos ponerlo en privado. Recordemos que antes de publicar o compartir alguna información de interés público, debemos cerciorarnos de que sea real, investigando su fuente. Así mismo al dar alguna opinión o comentario debe ser con respeto y educación. Siempre cuidemos de nuestra imagen y utilicemos contraseñas seguras. No abramos emails desconocidos y si quieres comprar algo en páginas de web, cerciórate de que sean seguras, es decir que tengan certificados. Al terminar de usar tu ordenador, cierra las sesiones en especial cuando el dispositivo no es tuyo. Al aplicar estos consejos, tendrás una mejor garantía de poder disfrutar del internet y las redes sociales en general.
Por otro lado, enfocándonos un poco más en los pequeños usuarios que tenemos en casa, debemos supervisar todo lo que ven en internet, sin que se sientan controlados. Además, no debemos crearles perfiles en ninguna red social hasta que cumpla una edad adecuada para que pueda manejarla correctamente. Incluso, la mayoría de redes sociales, prohíbe que menores tengan cuentas.


Hoy en día, muchas de las plataformas están tomando medidas muy estrictas sobre la forma como los usuarios se refieren a los menores edad, contenidos delicados y vocabularios ofensivos. Pese a esto, por ningún motivo debemos dejar que los niños exploren solos, cualquier página de internet. Al entregarle un dispositivo móvil sin explicación, justificación y enseñanza previa, es como abrir muchas ventanas de acceso a su vida, a su integridad, a su inocencia.
Tik Tok es una plataforma para crear diferentes tipos de videos que en la actualidad se encuentra entre una de las preferidas de los pequeños, y si ellos quieren ver videos divertidos, debemos supervisar todo lo que ven. Lo mismo ocurre con YouTube; en esta plataforma podemos instalar la versión para niños y estar seguros de que estén disfrutando sus musicales, caricaturas y a sus influencers favoritos.
El Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, dice que “En un mundo digital, nuestro doble desafío es saber cómo mitigar los daños y maximizar los beneficios de internet para cada niño, el Internet fue diseñado para adultos, pero los niños y los jóvenes lo utilizan cada vez más, y la tecnología digital afecta cada vez más sus vidas y su futuro”. Por ello, las políticas, las prácticas y los productos digitales deberían reflejar mejor las necesidades, las perspectivas y las opiniones de los niños.
Los niños son los más vulnerables ante el uso de internet, por ello siempre hay que estar pendientes cuando naveguen por cualquier plataforma. Con todos estos puntos, ya podemos estar conscientes de los riesgos que pueden afectar a nuestra privacidad y qué hacer para evitarlos. Comparte esta información con toda tu familia y amigos.