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FÁTIMA: HERENCIA DEL P. GIOVANNI FÁTIMA: HERENCIA DEL P. GIOVANNI

EL MENSAJE DE FÁTIMA, PARTE ESENCIAL DE NUESTRO

EL MENSAJE DE FÁTIMA, PARTE ESENCIAL DE NUESTRO

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Carisma Carisma

El P. Giovanni Salerno, siempre fue muy devoto de la Santísima Virgen de Fátima, en variadas ocasiones visitó el Santuario e incluso llegó a encontrarse con la Hna. Lucía -vidente de Fátimaen momentos por los que pasaba por muchas dudas sobre si seguir adelante con el Movimiento o no, y fue la misma Hna. Lucía quien le animó y le comunicó que el Corazón Inmaculado de María quería que la obra de los Misioneros Siervos de los Pobres siguiera adelante.

Desde ese momento, el Padre Giovanni se ha dedicado infatigablemente a difundir el mensaje de Fátima para lo cual no escatimaba ningún tipo de gasto con tal de imprimir folletos para dar a conocer la Devoción de los 5 primeros sábados reparadores en honor del Corazón Inmaculado de María.

El P. Giovanni murió el sábado 04 de Febrero, primer sábado de mes, y día dedicado a honrar el Inmaculado Corazón de María, y con toda razón, el Padre no podía haber muerto otro día, ya que el siempre le había pedido a la Santísima Virgen María que viniera a llevárselo al Cielo.

Su amor a la Santísima Virgen María se hace concreto cada día en la vida y carisma de los Misioneros Siervos de los Pobres quienes l d l días, de forma comunitaria.

Además de ello, el Rosario es inculcado a todos nuestros niños, quienes también lo rezan cada día, descubriendo así el tesoro inagotable de esta hermosa devoción y experimentando la protección materna que vela sobre su orfandad.

Cada primer sábado de mes, se realiza la procesión con la estatua de la Virgen del Rosario, y se renueva la consagración personal al Inmaculado Corazón de la Virgen. También durante el día se imparte una catequesis sobre el mensaje de Fátima o se escucha alguna grabación sobre el mismo.

Durante la Adoración Eucarística cada día los Misioneros Siervos de los Pobres rezan ante el Santísimo Sacramento las oraciones que el Ángel de Portugal enseñó a los tres pastorcitos.

También es práctica recordada por cada miembro del Movimiento, que el Padre Giovanni cada vez que pasaba delante del Sagrario repetía con amor las oraciones de Fátima: "Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo..." y que cada vez que algo le era contrario ofrecía ese sacrificio tal como nuestra Madre nos ha enseñado: "¡Oh Jesús! es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por todos los ultrajes cometidos contra el Inmaculado Corazón de María".

Que Dios avive en nuestros corazones, de manera especial, durante el mes de Mayo el deseo incansable de rezar con fervor a nuestra Madre.

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