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Of The Stone Age y los males de Josh Homme

ROCK / Basta con una sola escucha de “In Times New Roman...” para concluir que el hecho de que la vida de Josh Homme esté plagada de tribulaciones, puede ser una putada para él pero –dicho esto con total respeto– cuánto bien le hacen a su música. Esta es una placa que embandera el dolor y su (intento de) liberación. Los aciertos son numerosos, desde esos riffs heróicos que siguen conmoviendo a unos arreglos vocales impecables capaces de convertir todo tema en hit. “Obsenery” arremete como una locomotora retrofuturista que se lo lleva puesto todo. El desengaño amoroso inaugura su protagonismo. “Paper Machete” es la hermana evolucionada de la enorme “If Only” del disco debut, donde menos es realmente más.

“Negative Space” muerde con un riff cortante y una letra que coquetea con el delirio cósmico mientras “Time & Place” es un muestrario de idoneidad en el arte de hacer una canción rock sin caer en convencionalismos y la inductora de ansiedad “Made To Parade” hace que Homme se vea como una suerte de Bowie desconfiando del pop. Para cuando llega “Carnavoyeour”, la resignación enfrenta a la frustración y con talante poético poblado de guitarras y voces gemelas, da paso al escalón menos firme de la placa, “What The Peephole Say”. Pero la marea vuelve a subir y se arremete con “Sicily”, composición familiar de la viscosa y genial “Keep Your Eyes Peeled”. El final está marcado por dos extremos. “Emotion Sickness” representa un ansiado momento de respiro y “Straight Jacket Fitting” es un viaje neblinoso hacia lo desconocido, otra vez a bordo de aquella locomotora moribunda en la que Homme ruega por su sanación. Queremos que Homme encuentre la ansiada cura a todos sus males, sí, pero nos preocupa que ese antídoto lo inhiba de continuar editando discos excelentes una y otra