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La catarsis casi religiosa de Sigur Rós

Militarie Gun Life Under The Gun Loma Vista/ Music As Usual

POST ROCK / El primer disco de Sigur Rós en una década presenta una versión especialmente introspectiva y espectral de sus autores, que parecen seres etéreos de sensibilidad extrema llegados de otro planeta y manifestados mediante cantos de sirenas sugeridos entre texturas hipnóticas. El octavo álbum de los islandeses es un disco obsesivamente meditado, que se extiende con pulcritud y clasicismo hasta voltear su propia esencia y sonar turbadoramente contemporáneo y rompedor. Un elepé que se desarrolla entre imágenes de fragilidad extrema (en las que a duras penas consiguen no quebrarse del todo) y las que potencian conscientemente su intensidad, con un punto de ruptura mesiánico que arroja esperanza sobre esa realidad hambrienta en el que se manifiesta. Un tratado que, en definitiva, deriva en catarsis, apuntando a una experiencia casi religiosa en base al respeto y solemnidad que proyectan todos y cada uno de sus cerca de sesenta minutos de duración. El trío se aproxima a aquella belleza específica que propicia emociones nada convencionales capaces de estremecer almas, con dimensiones paralelas protagonizadas aleatoriamente por post-rock, ambient, avant-garde o dream-pop. Diez temas que incluyen la cinematográfica “Mór”, el barroquismo de “Klettur”, el sencillo “Blóðberg”, o ese tramo final compuesto por “Ylur”, “Fall” y “8, con pulso mayoritariamente introspectivo –por momentos casi embriagadoramente comatoso– y rematando con picos de nervio cuidadosamente erguidos. “ÁTTA” es una experiencia esotérica que, atendiendo a sus consecuencias y exclusividades, reconfirma a Sigur Rós como una de las bandas definitivamente relevantes. Por personal e imaginativa, pero sobre todo porque su música seguirá sanando y, por tanto, no pasará de una moda a la que nunca ha pertenecido. raúl julián

HARDCORE / Militarie Gun es otra de esas bandas de la escena de hardcore alternativo que tan en forma está y que intenta despegarse de lo más testosterónico gracias a una apertura de mente que no hace ascos a las melodías y lo alternativo. Aunque este proyecto fuese ideado y creado por el batería y vocalista Ian Shelton (ex-Regional Justice Center), actualmente es un quinteto que trae consigo “Life Under The Gun”, álbum debut de doce cortes breves y eficaces en los que indie, emo y punk suman frescura a un cóctel con grandes momentos brindados por temas como la robusta y pegadiza “Think Less”, la emocore “Never Fucked Up Once”, “Big Disappointment” o la homónima “Life Under The Gun”. Aun con la sensación de que el camino parezca el correcto, todavía falta algo de empaste para que sus integrantes brillen por si mismos y no a la sombra de Ian. jaime tomé

URBANO / “Casanova” es, al mismo tiempo, el principio de un viaje y el final de otro. Recycled J firma su mejor largo hasta la fecha; inequívocamente brillante, el artista otrora conocido como Cool se ha destapado como uno de los mejores topliners, como uno de los mejores hacedores de melodías y como un escritor realmente hábil. Especialmente brillantes son “Rosas Freestyle”, en la que escuchamos una de las barras del año (“No hay nada peor que deberle un favor a un pijo, si no pregúntale a sus hijos”); ‘Pa no volver”, “Los muertos y las flores” y “Primadonna”. Recycled J se ampara en el amor para dejarnos con un álbum inteligente, valiente y con actitud. Uno de los mejores álbumes de lo que va de año en la escena y la confirmación de que, en este momento de su carrera, es capaz de mantenerse en lo más alto por sí mismo, aupar a los demás y abanderar un género al que le ha dado códigos, estilo y validación. luis m. maínez

Overmono Good Lies XL Recordings/ Popstock!