Palabra de ciencia, el exilio de un misionero

Salmo 64:1 Escucha, oh Dios, la voz de mi queja; Guarda mi vida del temor del enemigo.2 Escóndeme del consejo secreto de los malignos,De la conspiración de los que hacen iniquidad,

Misionero cristiano de Norteamérica sirvió por más de 25 años en la India, llevando el evangelio a muchos ciudades donde edificó iglesias, orfanatos y fundaciones.

Respaldado por Dios en milagros y sanidades, muchos dones que sólo los entrega El Espiritu Santo

Fue equipado con talentos, donde no solo su voz era privilegiada también sus manos.

Aprendió sobre el Reino donde solo los que se despojan de lo creen que son ellos, pueden entender las riquezas celestiales

Como dijo David en el Salmo 64:4 emboscados, disparan contra el íntegro; le tiran sin temor y sin aviso.

Hombres cercanos al misionero llamándose amigos, se obstinan en sus designios y inquirieron iniquidades, la avaricia y el poder la acariciaron, no dejando sus costumbres aun conociendo a Dios, se volvieron a sus dioses.

Llegaron a jimavat al monte Himalaya, que según la jerarquía de minakshi es su padre, enterraron un decreto sobre este misionero y se lo presentaron a este territorio.

Visitaron el templo de parvati la llamada hija del montaña y ofrecieron los nombres de el misionero y su esposa.

Parvati como esposa de shiva tuvo hijos llamados ganesha y Kartikeia ofrecieron una petición, a ganesha que eliminara un obstáculo, para ellos este dios tiene el poder, donde el misionero fuera exiliado de la India

Salmo 64:3 Afilan su lengua como espada y lanzan como flechas palabras ponzoñosas

Llaman a Kartikeia es el dios de la guerra ,el cual dirige los gana que son las huestes del dios shiva, son vigilantes del dios shiva.

Desde la raquia falsa es vigilado por los gana el misionero, para que sea cercado en cada punto cardinal y escoltado para su partida. Por último dan ofrenda en el río Vaigai, una especie de polvo rojo uno de ellos lo esparce sobre el río.

Finalmente el misionero y su esposa son expulsados de la India.

Salmo 64:7 Mas Dios los herirá con saeta; De repente serán sus plagas.8 Sus propias lenguas los harán caer; Se espantaran todos los que los vean.9 Entonces temerán todos los hombres, Y anunciarán la obra de Dios, Y entenderán sus hechos