Mensaje del mes de Enero del 2016

“Hasta los confines con el Evangelio con el Señor hasta el día final”

Enero 2016 / N° 008

El justo que nace por la gracia, vive por la fe Génesis 1:9-11

Pastor Ock Soo Park www.ocksoopark.net

TIENE QUE NACER DE NUEVO

¡Queridos lectores! En esta oportunidad les voy a hablar acerca de lo que Dios hizo en el quinto día de la creación.

En Génesis 1:20 dice: “Dijo Dios: produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.”

El mes pasado he hablado sobre la creación del cuarto día. Acerca del sol, la luna y las estrellas. Ahora quisiera compartir con ustedes acerca de la creación de Dios en el quinto día.

Las Escrituras nos están diciendo que Dios creó las aves del cielo y los peces del mar en el quinto día de su creación.

Las aves del cielo representan a los justos que han recibido la salvación. ¿Por qué las aves simbolizan a los justos? Es porque los animales creados en el día sexto, pertenecen a la tierra y las aves creadas en el día quinto pertenecen al cielo.

Por lo tanto todos los seres que pertenecen al cielo (como las aves), siempre nacen dos veces. Las aves como el águila, la paloma y la gaviota nacen primeramente como huevo y desde el huevo tienen que nacer de nuevo para poder volar.

Este suceso no ocurre únicamente con las aves, sino también a los insectos que tienen alas como la mosca, el mosquito, etc.

Las crías de éstos nacen de nuevo para convertirse en mosquitos, las larvas que viven en la suciedad nacen de nuevo para convertirse en moscas.

Igualmente sucede con las cigarras. Quiere decir que todos los seres que pertenecen al cielo tienen que nacer de nuevo.

De la misma forma, para que el ser humano, nacido en la tierra, pueda pertenecer al cielo, tiene que nacer de nuevo por el espíritu de Jesucristo.

Dios, por medio de la creación, nos está mostrando que el ser humano no puede conocer el Reino de los Cielos, si es que no nace de nuevo.

LA GRACIA ES RECIBIR

Dios ha creado las aves del cielo en el quinto día, y esto es muy interesante, si nosotros observamos los números. Todos los que aparecen en la escritura poseen significados espirituales.

Por ejemplo el número 3 significa Dios mismo, que es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El número 4 significa el sufrimiento. La Escritura nos muestra siempre ese número (4) en relación al sufrimiento. Como por ejemplo cuando Jesucristo había ayunado durante 40 días o cuando el pueblo de Israel había vivido durante 40 años en el desierto, etc.

El número 5 significa la gracia, y el número 6 simboliza al ser humano.

La ‘gracia’ es dada gratuitamente sin recibir a cambio ningún esfuerzo, ni algún precio.

Por ejemplo, nunca podríamos llamarla ‘gracia’ si comprásemos con 1 solo dólar algo que cueste 1.000.000 dólares. Si comprásemos con 1 dólar un coche que vale 100.000 dólares, esto nunca podría ser llamado ‘gracia’; porque la ‘gracia’ significa recibir gratuitamente algo sin dar nada a cambio. Quiere decir que, si recibiera algo a través de algún esfuerzo o algún precio, eso jamás seria llamado “gracia”.

Para ser hijos de Dios nacidos de nuevo, no lo podemos conseguir por medio de nuestro propio esfuerzo; ya que de esa manera es imposible hacerlo, por ello tenemos que aceptar gratuitamente la sangre del Señor Jesucristo para asi poder nacer de nuevo verdaderamente.

Dios ha creado las aves del cielo en el quinto día de la creación, para enseñarnos que, nacer de nuevo, no se consigue por nuestro propio esfuerzo, sino únicamente por la gracia del Señor. Luego tenemos que pensar en la diferencia entre las aves del cielo creadas en el quinto día y los animales de la tierra del día sexto.

LOS JUSTOS SON COMO LAS AVES DEL CIELO

Los animales de la tierra, creados en el sexto día, simbolizan a los humanos que solo son unos trozos de carne que viven buscando la ambición y los deseos de la carne; y las aves del cielo simbolizan a los hijos de Dios que han nacido de nuevo y que viven una vida espiritual.

La escritura compara muchas veces a los justos y a las aves del cielo. Jesucristo dijo: “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto?” y también dijo de los pájaros que son sin valor: no caerá ni uno a la tierra sin el permiso de Dios.

También podemos ver el versículo que compara a los justos con las aves: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro padre celestial las alimenta.”

Los animales que pertenecen a la tierra, no podrían volar nunca, pero las aves sí. Igualmente los justos viven de diferente manera que las demás personas de la tierra. La tierra posee la gran fuerza que atrae todas las cosas a ella, sin embargo las aves se liberan muy fácilmente de esa gravedad y vuelan hacia lo alto del cielo.

Igualmente las personas que no nacieron de nuevo, no podrán liberarse de las tentaciones de este mundo hacia donde están siendo fuertemente atraídas.

LAS ALAS DE LA FE

Al igual que los animales de la tierra que no pueden resistir la gravedad (de la tierra), y por tal motivo no vuelan, las personas que no han nacido de nuevo, tampoco tienen las fuerzas para resistir las seducciones de los pecados que están atrayéndolas.

Es por eso que, aunque muchas personas estén yendo a las iglesias, no pueden dejar de vivir en la suciedad y la vergüenza. Es por ese motivo que no tienen el poder para rechazar a los sucios pecados como la ambición, la fornicación,el afán por el dinero, etc.

Las aves del cielo poseen alas y vuelan libremente con ellas, aunque la gravedad de la tierra sea muy fuerte. De igual manera los justos que tienen las alas de la fe para subir a lo alto donde está Dios, rechazan las seducciones de este mundo.

LA FE DE JOSÉ

Nosotros podemos ver en el Antiguo Testamento, cuando José, siendo el siervo de Potifar, fue seducido pesadamente por la esposa de éste. Sin embargo José no cayó en aquella Tentación. El motivo por el cual pudo resistir aquella tentación no fue por su capacidad o su propio esfuerzo. Sino por la fe que había recibido de parte de Dios.

La fe significa el poder de realizar alguna cosa que es imposible de hacer (por un ser humano). El humano, que es carne, se deprime y se desespera cuando llega a su límite. Pero una persona que posee la fe, puede saltar cuando llega a su límite.

Los animales de la tierra apenas corren, pero las aves del cielo que poseen las alas, pueden volar y llegar a lugares que se encuentran muy lejos.

También las personas que tienen la fe, pueden saltar muy alto cuando llegan a sus límites. Nuestro corazón es realmente sucio y muy débil. Por eso, por nosotros mismos no podemos resistir ante las tentaciones de este mundo.

Sin embargo, la gente que ha recibido la fe de Dios, puede realizar cosas magníficas y maravillosas, fuera del alcance de sus límites. Ellos lo pueden lograr porque lo hacen por la fe y no por sus capacidades, tampoco por sus propios esfuerzos.

LA FE ES MÁS VALIOSA QUE EL ORO

Podemos enterarnos por la Escritura de que muchos de los siervos de Dios vivieron así. David era apenas un muchacho débil, pero venció a Goliat por la fe. Abraham no tenía las posibilidades para tener un hijo, sin embargo pudo saborear la alegría de tener a Isaac solo por la fe. Podemos descubrir que los antepasados que han vivido por la fe, estuvieron saltando sus límites solo confiando, por la fe.

Dios quiere que nos liberemos de nuestros límites. Hoy en dia Dios quiere que ustedes salgan afuera de los límites de sus pensamientos.

Claro que por ustedes mismos no podrían nunca liberarse de las circunstancias imposibles, pero si ustedes pudieran tener la fe, entonces sí podrían saltar ese problema.

Ustedes también pueden saltar de sus límites. Pueden saltar del pecado sucio y repugnante, y también pueden saltar del dolor.

Podrían saltar de la angustia y también de la tragedia. Por ese motivo la gente dice que: ‘la fe es más valiosa que el oro’.

Al igual que las aves que tienen que nacer dos veces para poder volar, si ustedes reciben el perdón de los pecados y reciben al Señor Jesucristo, entonces ustedes se transformaran en nuevas criaturas y podrán sobrepasar

los problemas que vayan a encontrar, y podrán ser los siervos de Dios, por el poder del Señor.

Queridos lectores, yo quisiera que todos ustedes lleguen a ser así. Me despido. ¡Gracias!, hasta la próxima.