Revista Feria Villanueva del Río y Minas 2024

Ayuntamiento de Villanueva del Río y Minas

Revista de Feria 2024

Villanueva del Río y Minas

Edita

Excelentísimo Ayuntamiento de Villanueva del Río y Minas www.villanuevadelrioyminas.es

Colaboran

Ana Rosa Gámez

Ángel Nepomuceno Fernández

Nazaria Moreno Sirodey

Asociación VRM 2020

Carmen María Ruiz Rojas

Pepe Hinojo

Tecnolaser Clinic Vision

Rosa María García Barja

Diseño

Miguel Ferrera www.miguelferrera.com

Imprime

Diputación de Sevilla www.dipusevilla.es

SUMARIO

Saluda del Alcalde.................................3

Saluda de la Concejala de Festejos...........4

¿Hacia dónde vamos?.............................5

Mi Feria de niño..................................8

Cómo se construye nuestro pueblo........10

La Escuela de las Niñas..........................14

Asociación VRM 2020.........................16

La base económica de Munigua..............18

Dr. Federico Alonso Aliste....................20

Pan blanco, angustia negra....................22

50 años de Los Tremendos..................23

Agenda comercial 2024........................24

SALUDA DEL ALCALDE

Vecinos y vecinas de Villanueva del Río y Minas, de nuevo tendremos el orgullo de disfrutar de NUESTRA FERIA 2024.

Quiero comenzar este Saluda del Alcalde recordando un párrafo del Saluda del año 2023 que decía: “Nuestro pueblo y sobre todo nuestra gente ha entendido a la perfección que “ QUEREMOS SER”, que “QUEREMOS EXISTIR” y que “QUEREMOS ESTAR”.

Éste y sólo éste es nuestro gran valor. En el que predomina la unidad de acción, el que nos diferencia de esos otros lugares o personas que incitan a la violencia, a la crispación, a la falta de respeto y confianza en lo público y en las Instituciones.

Hoy podemos decir que EXISTIMOS como uno de los pueblos y ciudades de referencia en nuestra provincia y fuera de ella.

Que SOMOS una de las poblaciones que mejor ha dirigido todas las inversiones que se han enviado desde otras administraciones superiores sin devolver ni rechazar ninguna.

Que ESTAMOS perfectamente visionados en cualquier parte del planeta por nuestra buena gestión de recursos, por nuestra gente, por nuestra riqueza natural, histórica, arquitectónica y todo lo que nos rodea.

Permitirme que también desde aquí, felicite y agradezca a todos/as los/as empleados/as públicos de nuestro Ayuntamiento que con su trabajo diario hacen posible que todo lo que hemos

mencionado antes y como no, nuestra FERIA sean una realidad.

Vecinos y vecinas de Villanueva del Río y Minas y a todas las personas que deseen acompañarnos en nuestra FERIA 2024

SALUD Y FELIZ FERIA 2024

Miguel Ángel Barrios González

Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Villanueva del Río y Minas

SALUDA DE LA CONCEJALA DE FESTEJOS

Julio es sinónimo, para todos/as de alegría, cada año al llegar éstas fechas, somos más felices de encontrarnos

Julio es sinónimo, para todos/ as de alegría, cada año al llegar éstas fechas, somos más felices de encontrarnos y de reconocernos como Mineros/ as y Villarroteños/as en torno a nuestra Feria y a nuestras Fiestas Patronales.

Esta felicidad comienza, para mi como responsable de la Concejalía, con la organización de la programación y las diferentes tareas que desde el Consistorio se acometen para que nuestras fiestas sean un referente, un escaparate de convivencia, un evento que da a conocer a sus gentes; donde todos/as los/as participantes hacen que aquel que viene de fuera de la localidad se sienta como en su casa, para ello ésta Concejalía se entrega con entusiasmo y con la firme voluntad de hacer brillar nuestra cultura y tradiciones.

Os animo a disfrutar de estas fiestas, tanto de la Feria como de la Fiestas Patronales en honor a Santiago, a compartir estos buenos momentos con la familia, con los/as amigos/as y con todas las personas que nos visitan.

Esperamos que disfrutéis

Vuestra vecina M.ª del Carmen García Grande Concejala de Festejos

¿HACIA DÓNDE MIRAMOS?

Una llamada de teléfono me invita a participar en una mesa redonda para presentar un nuevo documental sobre nuestro pueblo: “Lo que mi tierra esconde”. Es así como tengo conocimiento de ríos de metal. Actividades éstas que se desarrollan en el Pozo 5 los días 20 y 21 de octubre de 2023.

Inmejorable escenario para un festival en el que se combinaba música, patrimonio y cultura tal como se anunciaba en su cartel de la siguiente forma.

«En el Festival Ríos de Metal entendemos la cultura en su forma más amplia: tradición gastronómica, música y patrimonio.

Y en eso consiste precisamente Ríos de Metal: en una jornada que ensalza la música, la gastronomía y el patrimonio de Villanueva del Río y Minas.

Empezando a media mañana con una degustación popular de Potaje Minero al amparo del Pozo 5 y rodeados por mercados de productos locales, pasando por una gymkhana histórica para llegar, por fin, al plato fuerte: nuestros conciertos.»

Un despliegue de medios extraordinario, calidad y variedad en las actuaciones, un éxito rotundo en la puesta en escena. Un Festival celebrado en nuestro pueblo que debiera haber sido para recordarlo, una experiencia y oferta lúdico cultural novedosa y sin embargo pasó de puntillas y casi desapercibida.

Faltó algo de público pero el espacio es enorme como dos campos de fútbol, es decir, unas 16 personas y eso es mucho. Y he aquí que me surgen varios interrogantes.

El impresionante patrimonio industrial que tenemos surge de la actividad productiva y extractiva que nos dio el gentilicio de mineros, modificó nuestro paisaje, condicionó nuestra forma de vida

Quiero compartir con vosotros el relato que preparé para la presentación del mencionado documental.

20 de octubre de 2023

Nos encontramos en el Pozo 5, el epicentro de la actividad minera que antaño se desarrolló en nuestro pueblo, inmueble declarado BIC, dentro de un conjunto histórico. Esta declaración le dota de protección, y son varias las actuaciones que se han llevado a cabo en estas instalaciones para preservarlas, pero siguen siendo insuficientes.

El impresionante patrimonio industrial que tenemos surge de la actividad productiva y extractiva que nos dio el gentilicio de mineros, modificó nuestro paisaje, condicionó nuestra forma de vida, estableció relaciones laborales muy distintas a las que había en los pueblos de nuestro alrededor, nos dotó de mayores servicios y establecimos relaciones con el exterior.

Nuestro carbón alimentó a la primera ferrería andaluza en el Pedroso, posibilitó e incluso condicionó el trazado de la línea férrea Sevilla-Mérida, posibilitó el crecimiento y expansión de MZA, alimentó a la Real Fábrica de Artillería. Nos podemos sentir orgullosos porque desde Villanueva del Río y Minas contribuimos al desarrollo industrial desde finales del siglo XVIII,

hasta mediados del siglo XX. Fue éste un período de creación, desarrollo y máximo esplendor, no sólo de la actividad minera, también de la creación de este núcleo poblacional, de su urbanismo, y lo que es más importante de nuestra idiosincrasia.

Existe un impresionante paralelismo con Munigua, otros de los pilares básicos de lo que puede y debe ser nuestro desarrollo turístico. Pequeña urbe romana que nace y crece en torno a la minería del cobre en primer lugar y posteriormente se desarrolla y se mantiene gracias a la metalurgia del hierro. También aquí la mayoría de las edificaciones públicas de relevancia que, aunque a nadie les ha dado por llamarlas de patrimonio industrial, se crean en un solo período constructivo y en la época de mayor productividad.

Nos queda pendiente el hacer un relato conjunto porque Las Minas y Munigua, nacen, se urbanizan, se construyen, se desarrollan en torno a la actividad minera. Hay algo en lo que aún no encontramos similitud, en su final, afortunadamente.

Munigua es abandonada cuando decae la actividad principal que la sustenta y Las Minas tiene ahora la posibilidad de reinventarse.

¿Qué ocurre a partir del cierre de las minas en el 73?

Nací precisamente en el 72, toda la actividad minera la conocí desde pequeña a través del relato de mi abuelo, más de 35 años de trabajo en las minas. Crecí viendo estas instalaciones cerradas y fui testigo de su deterioro acelerado por el abandono y expolio. Suele ocurrir, es habitual cuando se produce el cierre de una industria, tenemos más casos alrededor, la cementera, la azucarera, en Sevilla la fábrica de vidrio…

Nos alejamos como pueblo de nuestras edificaciones más emblemáticas, achacando no tener la titularidad, sufrieron un doble abandono.

En 1988 la Dirección General de Bienes Culturales incoa un expediente de declaración de Conjunto Histórico que tarda 14 años en resolverse y por fin es declarado BIC con categoría de Conjunto Histórico Las Minas de la Reunión en febrero de 2002. Yo era concejal en aquel momento y no todos lo celebramos, hubo opiniones en contra.

Fueron los relatos de nuestros familiares, en mi caso mi abuelo, lo que me acercaron a estas instalaciones. Le dieron vida y las llenaron de contenido, porque a un conjunto de ladrillos bellamente colocados en la imaginación de una niña perfectamente hubiera sido la torre de un castillo con otra historia que contar. Ellos nos contaron su forma de trabajar semidesnudos por el asfixiante calor y el elevado grado de humedad que lo hacía aún más insoportable, nos hablaron de las entibaciones, del grisú, de los accidentes, del sufrimiento, así como de la alegría de salir del pozo y ver el sol. También de la vida social y de los tres casinos, de las fiestas y concursos de entibadores, del economato y de cómo aquí se podían proveer de artículos que no llegaban a los pueblos de alrededor, de la prosperidad, aunque contenida. Del ruido de la actividad y del silencio del abandono.

Estos relatos nos unieron y en un destino con distintas procedencias empezamos a crear una

identidad común. No son las instalaciones las que conforman un pueblo, sino sus vivencias, sus formas de hacer y de vivir. El entramado de sus relaciones hacia fuera y hacia dentro.

Nuestro Conjunto Histórico no son más que el reflejo y el testimonio arquitectónico de nuestro esplendor en otro momento.

Se ha producido un cambio de paradigma. Del abandono pasamos al interés, del expolio a la recuperación. Ahora promocionamos turísticamente sabedores del potencial que tenemos.

En 2018 de entre 13 candidaturas, nuestro Conjunto Histórico fue seleccionado y ganador del premio de turismo de la provincia, también se presentó el laboratorio VRM.Lab pozo 5 en colaboración con la U.S. Esta semana hemos recibido la visita de Turespaña, Turismo de Andalucía y Austrian Airlines de la mano de Prodetur. Son maravillosas noticias que muestran el apoyo institucional a escala supramunicipal de la apuesta por el turismo de Villanueva del Río y Minas.

Tenemos recursos más que suficientes, Conjunto Histórico, enclave arqueológico, muestra de Mudéjar, entorno paisajístico, dehesas, recursos hídricos, historia e idiosincrasia singular.

Esta promoción turística, hará aumentar el número de visitantes, al igual que ha ocurrido con Munigua, pasando de 1.329 visitantes en 2009 a 10.270 en 2021.

¿Encontrarán algo más que unas vistas exteriores?

La iniciativa privada juega un papel importantísimo, invertir, crear plazas hoteleras o de alojamiento turístico, aumentar la oferta de restauración y de servicios de ocio e información, no es fácil. Desde luego estas carencias se convierten en oportunidades de emprendimiento y empleabilidad, pero se necesita algo más que la disponibilidad de recursos económicos. La confianza en que realmente como pueblo apostamos por el turismo y he aquí la oportunidad de reinventarnos.

¿Y que hacemos con las instalaciones?, las llenamos de vitrinas y expositores, las ofrecemos como escenarios para el mundo de la cultura y el arte o la celebración de congresos y eventos empresariales, creamos a través de ellas más conocimiento. Dependeremos de convocatorias de subvenciones de concurrencia competitiva con cierta periodicidad o buscaremos financiación total que nos permita poner en marcha un proyecto. Hacemos una gestión municipal, involucramos a otras administraciones y entidades públicas, creamos conciertos público-privados.

Aquí pasa igual que cuando creamos una habitación nueva en nuestra casa, los abuelos quieren una salita con sofá, enagua camilla y televisor, a otros nos gustaría un espacio de estudio y que diera lugar a la creatividad y a mis hijos un rincón gaiming.

Ana Rosa Gámez

MI FERIA DE NIÑO

Siendo muy pequeño me enviaron a vivir con unos tíos a Los Rosales, la tercera estación de la línea ferroviaria en dirección a Sevilla, a diario surcada por un buen número de trenes —cabe destacar, entre otros, los llamados «Mina», «Mosquito», «Ómnibus»— gracias a los cuales se podía hacer el trayecto entre ambas poblaciones en poco tiempo.

La Romería, la Feria, y cualquier acontecimiento familiar, implicaba para mí la vuelta y el disfrute de unos días de vacaciones escolares. En algunas ocasiones, las menos, al estar prohibido, me recogieron en bicicleta, siguiendo un camino paralelo a las vías. En todos los casos cruzábamos el puente sobre el río. Los ruidos de la estructura metálica, la visión del agua, de las riberas, se presentaban ante mis ojos infantiles como expresión de una fascinante aventura. Entre Tocina y el Carbonal la vía se eleva sobre un terreno llano, que

se inclina hasta llegar al cauce. Pequeños puentes, alcantarillas, anuncian la llegada al puente grande del gran río del Sur.

Desde la plataforma metálica divisaba allá abajo unos islotes en los que más de una vez vi pastar unas vacas diminutas. Así ocurrió una luminosa tarde de mayo, vísperas de la Romería. Aquellos soportes y vigas de hierro no impedían apreciar desde las ventanillas del tren los pequeños animales. Grité, pletórico de alegría, «¡Vacas de juguete!». De tamaño similar al de unos animales con los que jugaba en las macetas del patio de casa, pero los del islote rumiaban su yerba, se movían, levantaban la cabeza, asombradas, tal vez, al ver y oír la algarabía iniciada por el pequeño humano asomado a la ventana del vagón de un tren. Tras la feliz Romería, vuelta a las obligaciones. Ahora cruzaba el puente camino de la nostalgia.

Con ocasión de una Feria yo acudí tan feliz, un viaje que comenzó al atardecer, en el ómnibus. Atravesamos el puente ya casi sin luz y al de-

jar atrás la estación del Carbonal, resplandecía la fábrica de cemento, con cientos de bombillas ya encendidas. Había escuchado que Barcelona era muy grande, mucho más que Sevilla, quedé convencido de que aquel entramado de luz era justo la ciudad catalana.

Empezó la feria. Desde las Calderonas, después de la visita a mi madrina en compañía de mi hermano Antonio —era mía, pero toda la familia la consideraba como tal—, que nos premiaba con unas monedas para los cacharritos, me dirigí al recinto. En la cuesta de la Grancilla la ilusión crecía, como los reflejos del alumbrado del recinto ferial. Desde el pozo 5 hasta el 4 llegaban a mis ojos la visión de castillos y recintos que solo aparecían en las películas de «romanos», y, si acaso, intuidas alguna vez en Sevilla, frecuentada gracias a los pases, esa ciudad no tan grande como Barcelona, cuya feria conocía, Sin haber entrado nunca en el circo, porque los trenes de regreso a Los Rosales circulaban temprano.

Aquí no conocía una calle del infierno, al menos con este nombre, pero aquel año disfruté del tren de la bruja, de los coches locos, del látigo y de un caballito de algún que otro tiovivo, los mismos cacharritos que podía encontrar en la Feria de Sevilla. Aquel año, además, tenía un nuevo aliciente, un partido de fútbol en el que se enfrentaban el Mina y el Sevilla. Ganó el de

primera, 1-4, pero el juego fue de tú a tú. Aún recuerdo ciertos nombres como Manolín, Campanal, Diéguez, Valero, Achúcarro.

Estos era famosos, pero los buenos de verdad eran los que sin fama amaban el deporte más allá de sus duros trabajos. ¡Cuánto iba a contar a mis amigos, la mayoría béticos! Y lo más importante, teníamos entradas para el circo, si no me falla la memoria, el Gran Circo Americano, para mi, el deseado, el que nunca había podido ver en Sevilla. Los payasos y las fieras, agigantados en mi cabeza de niño —me asustaban, casi los habría preferido del tamaño de las vaquitas del río—.

«Todo pasa» nos enseñó el poeta Antonio Machado, también «y todo queda». Terminó la Feria.

Aquella había sido mi feria, completa, una auténtica feria. En el tren de vuelta a las obligaciones, mi espíritu aún saltaba de gozo por la experiencia vivida. El camino de la nostalgia se hizo liviano y empezó a tomar cuerpo en mi alma el archivo de la memoria. No me engañaba mi mente infantil. No.

La Feria, la grande, la mía, para siempre, por lejos que me encuentre, es la de La Mina.

Ángel Nepomuceno Fernández

CÓMO SE CONSTRUYE NUESTRO PUEBLO

Nuestro pueblo, Villanueva del Río y Minas es un pueblo, nuevo, joven, de solo 80 años, que hasta 2044, no tendrá 100 años, son pocos años y mucha historia.

Es importante diferenciar, entre la antigüedad del yacimiento minero y la configuración del municipio, que no van en paralelo, pero sí, la configuración del yacimiento minero va a dar lugar al nacimiento de un pueblo. Se constituye como municipio en 1944, concretamente por orden del Ministerio de Gobernación de 19 de noviembre de 1944, publicada en el Boletín del 22 de diciembre de dicho año.

«Villanueva del Río y Minas, surge por y para el carbón, por y para el ferrocarril»

El asentamiento de la población en los alrededores del yacimiento minero, no tiene lugar de manera automática, sino que va ligada a los momentos de producción de la mina y a la cantidad de carbón obtenida. Los primeros datos de asentamiento de población datan de 1873, en que nuestro pueblo era conocido como “aldea minera de la Reunión”, y sólo contaba con unas 200 personas que habitaban casas y chozas. De ahí los nombres de algunos barrios como “Chozas de Hipólito”, situado aproximadamente en lo que hoy es calle “Madre María de la Purísima” o el barrio de “Las Chozas” a final del barrio de “El Cuerno”.

El Pozo 5 fue abierto entre 1893 y 1898, y desde entonces es el primer centro de extracción de Minas de la Reunión. La chimenea principal del pozo data de 1920 aunque la primera fue levantada posiblemente hacia 1896. En resumen los edificios fueron construidos entre 1890 y 1930, aunque en 1902, la mina

estaban a pleno rendimiento. Desde 1973 aumenta considerablemente la población, hasta el punto que en solo 3 años, en 1876, la población de la “aldea minera”, superaba a la de Villanueva del Río, que en ese momento era la Villa de cabecera.

Entre 1876 y 1901 la explotación minera sufre una importante falta de mano de obra, debido a que la mayoría de personal trabajaba en la mina de noviembre a abril y de mayo a octubre o bien volvían a sus lugares de orígenes y trabajaban en faenas agrícolas en los campos de alrededores.

Por todas estas razones, en el periodo comprendido entre 1886 y 1901 se acometen, distintas acciones:

• Construcción de casas para los obreros

• Mejora de las condiciones de salubridad de la zona.

• Establecimiento de una serie de ventajas para el personal trabajador de la mina como, creación de un hospital, escuelas para los hijos, pases gratuitos para el ferrocarril, creación del economato.

Estas medidas tuvieron una buena respuesta, de hecho, 3 años después de la creación del economato se había doblado el número de obreros. El establecimiento del economato, se consideró como el factor principal para el asentamiento de muchos mineros y sus familias.

Pero es entre 1900 y 1910 cuando se consolida realmente la población de Villanueva de las Minas, debido a la política iniciada por la Compañía MZA, consistente en la creación y organización de las infraestructuras necesarias para las familias de los mineros, que venían a trabajar de tantos lugares diferentes como Granada, Almería, Galicia o Portugal, entre otras. El objetivo era atraer a trabajadores y así asentar la mano de obra necesaria para la

explotación minera. La influencia de la cuenca carbonífera tiene tanta importancia y es tan fundamental que los barrios que se originan se construyen en torno a los pozos que se van practicando para la extracción del carbón, llevando estos el mismo nombre que su pozo.

Así sucede en el barrio Confianza que estaba constituido por las casas de los obreros que se construyeron entre 1896 y 1900 y sustituyeron a los antiguos barracones de madera utilizados por los mineros gallegos. O el barrio Velarde, que se crea entre 1870 y 1900. El barrio Constancia es construido entre 1890 y 1900, ambos alrededor de los pozos del mismo nombre e incluían casas de mineros (picadores y barrenos).

Los barrios Progreso, Centro, Balbo y Transwall, originados en 1915 estaban constituidos por viviendas unifamiliares formando calles. El barrio San Fernando Cabrerizas estaba integrado por viviendas para cargos y empleados medios. El barrio de las Casas Nuevas surge en la década de 1920, durante el periodo de Juan Gómez de Torga.

En otras ocasiones los barrios adquieren el nombre del numero correspondiente al pozo de entrada a la “mina”, así sucede con el barrio “el 1”, “el 8”, “el 7, “el 5” ente otros.

En 1920 la población llega a los 5.226 habitantes, más o menos como hoy. Pero el censo más alto de población se alcanzó en 1969 con mas de 14.000 habitantes. Hacían falta, viviendas, escuelas, saneamientos, asistencias sanitarias… etc. y la Compañía MZA, se encargó de ello, iniciando una política de construcción de viviendas, para los trabajadores y sus familias, escuelas, botiquín, economato.

En 1915 se inicia un programa de viviendas. Había que crear un pueblo y la Compañía MZA lo hizo por una razón, se necesitaba mano de obra, para hacer rentable la explotación y con la que suministraban los pueblos de alrededor, como Alcolea, Tocina o Cantillana, no era suficiente.

El periodo de esplendor de las Minas se sitúa entre 1920 y 1962 y es entonces cuando se

La mayor tragedia de la mina sucedió hace ahora 120 años y se llevó la vida de 62 en una explosión de grisú.

realizan los grandes avances en la modernización de la mina de carbón y en la ordenación urbanística del pueblo, configurándose el como tal.

En un principio, la Compañía MZA dedicó atención prioritaria a los edificios productivos, los industriales, sin ocuparse hasta varias décadas después de la edificación de viviendas para las personas que suponían su fuerza de trabajo. De hecho existe un informe del Ingeniero Jefe, de 1881, en el que dice “En la Reunión faltan 100 hombres para sacar 6.000 toneladas mensuales, de carbón”. Todas estas medidas desarrolladas por la Compañía van a configurar la población de lo que hoy es nuestro pueblo y entonces era Villanueva de las Minas.

La mina no paraba el trabajo nunca, los obreros trabajaban en turnos alternos de mañana, tarde o noche, conciliando su trabajo con la vida

familiar. Aún se recuerda como las niñas, si su padre trabajaba en el turno de noche, ese día no iban al cine o no salían por el peligro en que se encontraba trabajando su padre. De hecho, siempre que hablamos de mejoras son para los trabajadores de la mina que buena falta hacían.

El trabajo de la mujer en el interior de la mina estaba prohibido por ley. No ocurría lo mismo con los niños, los hijos de minero podían trabajar en el interior de la mina a partir de los 16 años. De hecho en el trágico accidente de 1908 en el que murieron 64 mineros, dos de ellos tenían 16 y 17 años y fallecieron junto a sus padres. Tenemos constancia de algunos trabajos que realizaban las mujeres en la mina en la última época. Eran trabajos que se realizaban en el exterior y consistían en lavado de los carbones según la calidad y separación del estéril del carbón. Se realizaban en los lavaderos de la Compañía o en las “Lajas”.

Otros trabajos que realizaban las mujeres eran la limpieza de oficinas de la Compañía, economato, botiquín u otras instalaciones. Los trabajos más especializados eran los de maestra y matrona, de las cuales aún recordamos a doña Rosa, maestra de la Compañía MZA o doña Ana. matrona , que trajo al mundo a la mayoría de las personas de más de 50 años, entre las que me encuentro. La mayoría de mujeres no realizaban trabajos remunerados, sino que se ocupaban del trabajo de la casa, que no era poco. Además atendían enfermos y personas mayores de la familia.

La familia del minero era generalmente numerosa, teniendo una media de 4 a 7 hijos y vivían en la misma casa. La mujer tenía que ocuparse del cuidado y alimentación de todos ellos y de marido minero. Su jornada empezaba muy temprano, preparando a los hijos para la escuela. Primero el desayuno que consistía en rebanadas de pan frito (para así aprovechar el pan duro del día anterior) y café, normalmente de cebada (era época de escasez) aunque con el economato había suministro de todo. Tenía que ir al economato que le suministraba el pan diario( los famosos morrongos) y al despacho del vino, donde le

Los niños podían trabajar en la mina a partir de los 16 años.

suministraban cada día 1 litro de vino blanco que,“el minero” se bebía con la comida antes de bajar a la mina. Hacía falta valor y tal vez el “litrillo” ayudaba para echarle reaños y bajar en la “jaula” al interior de la mina a 300 ó 400 metros de profundidad.

Preparaban después la comida, normalmente un potaje o puchero y lo tenía que hacer en la cocina de carbón, gran trabajo encenderla y mantenerla. El lavado de la ropa a mano, no hubo lavadoras hasta los años 60 aproximadamente, y tenía que lavar la ropa de trabajo del minero que venía bien manchada.

En cuanto a la educación, la Compañía establecía diferencias de genero, en el poblado minero de Villanueva del Río y Minas. En 1904 la MZA instruía a más de 300 hijos de mineros, según Memoria de la Compañía de ese año. Pero fue con la llegada de los Hermanos Maristas, en el primer cuarto del siglo XX, cuando se construye una escuela adecuada al número de niños de las Minas de la Reunión. En 1926 la Compañía MZA construye el Colegio para hijos de mineros, trayendo para su educación la compañía francesa de Hermanos Maristas (1926), actualmente utilizado como Ayuntamiento. Los maristas vienen antes a

Villanueva del Río y Minas que a Sevilla. Hay que recordar que los dirigentes, ingenieros y el propio capital invertido en la “mina” era francés.

Pero vemos como la Compañía no se ocupa por igual de la educación de los hijos y de las hijas de mineros y no es hasta la primera década del siglo XX cuando se construye la Escuela de Niñas MZA en la calle Santa Bárbara. El edificio, de mucha menor entidad que la Escuela de Niños, da idea de la diferencia social para cada uno de los sexos en la sociedad de la época.

La propia Compañía contrataba a maestras para la Escuela de Niñas, en cambio para la educación de los niños, la empresa trae a una prestigiosoa institución francesa, los Hermanos Maristas cuyo fundador era Marcelino Champagnat que tiene una calle en nuestro pueblo a su nombre como homenaje.

Nazaria Moreno Sirodey Orgullosa hija y nieta de mineros, como homenaje a todos los trabajadores de la “Mina”

Nota: Para la elaboración de este articulo se ha contado con las publicaciones necesarias existentes sobre nuestro pueblo.

LA ESCUELA DE LAS NIÑAS

Las primeras noticias de una escuela en el poblado minero de Villanueva del Río y Minas, aparecen en el texto de citación al ingeniero jefe de las minas, Alejandro Tombelaine, por parte de un grupo de vecinos para la construcción de una nueva iglesia, la actual parroquia de San Fernando.

Este hecho nos da a conocer la existencia de una escuela de niños, puesto que expresamente se cita al ingeniero jefe para el día 2 de enero de 1909 a las ocho y media, en ese local. La misiva está fechada a 23 de diciembre de 1908. El texto hace alusión a una escuela de niños, en masculino, pero por los datos que tenemos, tanto la escuela de niñas, como la de niños existían mucho antes de la construcción de los edificios que albergaron tanto una como otra, es decir, que las escuelas de la compañía ya existían antes de la ejecución de la obra de la Escuela de los Maristas, actual ayuntamiento.

Después de esta primera referencia de 1908 a las escuelas, no se encuentra nada más hasta

una carta dirigida por Juan Gómez Torga de octubre de 1923, en la que solicita a la dirección general de la MZA la asistencia de unas hermanas de una congregación religiosa para que se hagan cargo tanto del hospital de mineros, como de la escuela de las niñas. En la misiva el ingeniero jefe propone la Comunidad de las Hijas de la Divina Pastora, con casa central en Sanlúcar de Barrameda. Y en la misma carta les hace llegar a sus superiores las especiales circunstancias por las que atraviesa tanto el hospital como la escuela de las niñas. Juan Gómez Torga reconoce que el servicio que presta la escuela de es insuficiente, debido a que la profesora encargada de ello, es una señora mayor, que realiza la labor con una ayudante.

La maestra, de la que no se aporta ningún otro dato, lleva ejerciendo ese cargo desde hacía 33 años, siendo esta referencia un apunte de gran interés, respecto a esta fecha podemos establecer que la escuela de las niñas existía ya desde 1890. La respuesta a la misiva del ingeniero jefe por empero es positiva y este comienza a prepararlo todo para la llegada de las hermanas de la comunidad sanluqueña.

Se realiza un contrato en el que se numeran tanto los sueldos a la comunidad, como todo aquello que concierne a la vida de estas religiosas en la cuenca. Desde el ajuar, enseres y la necesidad de que se hagan cargo sobre todo del hospital que se convierte en la casa de la familia de todo aquel minero que tiene que pasar su convalecencia en dicho centro.

Las hermanas, cuatro en total, se encargarían de la atención y cuidado del hospital y sus pacientes, dejando las labores médicas a los facultativos y enfermeros designados por la compañía. Las hermanas vivirían en las instalaciones del botiquín, donde tendrían una habitación.

En lo que respecta a la escuela de párvulos y niñas, las hermanas de la Divina Pastora, asistirán hasta la escuela para cumplir con sus

La escuela de las niñas

funciones andando, pues como indican los documentos, la escuela dista del botiquín tan sólo unos 80 metros. Incluso se dota de un oratorio al botiquín para el uso de las hermanas.

En lo que respecta a las obligaciones religiosas, las hermanas dependen absolutamente de su Superiora y de su Comunidad, pero en lo que concierne a las labores del botiquín y la escuela, dependen sólo y exclusivamente de la dirección de la compañía.

En cuanto a la dotación de alimento, ropa, ajuar, y demás la compañía se hace cargo de todo, incluido el abono de 2,5 pesetas por cada religiosa a diario, dinero que se abonará por adelantado y cada mes o trimestre, a convenir, y se le entregará a la superiora.

Incluso tienen derecho a luz, agua, carbón y jabón, este último muy importante para el mantenimiento de la higiene, pues esta es una de las condiciones que la compañía impone tanto a sus trabajadores, como en este caso a las hermanas.

La idea de Gómez Torga de atraer una comunidad religiosa a este enclave fue tomada de otro enclave, del de Barruelo, perteneciente a la compañía de los Ferrocarriles del Norte. La idea le servía al poblado de Villanueva de las Minas y se realizó.

En múltiples ocasiones tanto la Compañía del Norte como la MZA se inspiraban la una en la otra para acometer sus obras y reformas. Junto con la Compañía de Ferrocarriles Andaluces, la Del Norte y la MZA, eran las tres mayores compañías de ferrocarriles en la España del último cuarto del siglo XX y las primeras décadas del siglo XX.

Durante los años 50 y 60 del pasado siglo ya no estaban las hermanas de la Divina Pastora al frente de la escuela, sino que serán dos maestras las que enseñarán en las dos aulas del colegio de las niñas. Esas maestras fueron Doña Emilia Montes y Doña Rosa Trías.

La escuela sólo tenía dos aulas. Una para las más pequeñas, entre 9 y 12 años; y otra para

las más mayores en torno a los 13 y 16 años aproximadamente. En la escuela las niñas aprendían durante la dictadura lectura, cálculo, escritura, dibujo, religión, geografía e historia, lengua, matemáticas, formación del espíritu nacional, educación física, ciencias naturales, prácticas de taller, trabajos manuales, formación para el hogar. Y además se les puntuaba la puntualidad, los deberes, la conducta y el aseo.

Ya en la década de los 70 la escuela fue sólo un parvulario al que acudían los niños, eso sí ya desde 1973 no eran hijos o hijas de los trabajadores de la compañía puesto que el cierre ya se había producido y poco después, en torno a finales de los 70 la escuela de las niñas se cerró.

Por ella pasaron generaciones de mineras que han sido nuestras bisabuelas, abuelas, tías, madres, hermanas. Sirvan de homenaje estas líneas dedicadas a esa escuela de niñas, a todas las que pasaron por sus aulas, tanto alumnas como maestras.

Para concluir, en nuestro pueblo, hubo un tiempo en el que convivieron tanto las escuelas públicas estatales, como las escuelas de la compañía y por supuesto el colegio de las Hermanas de la Cruz.

escuela de los niños

Carmen María Ruiz Rojas

La

ASOCIACIÓN VRM 2020

DEFENSORES DEL PATRIMONIO, CULTURA Y MEDIOAMBIENTE DEL MUNICIPIO

Alo largo de este año, en el que nuestra asociación VRM 2020

“Defensores del Patrimonio, Cultura y Medioambiente del municipio” se encuentra a punto de cumplir un lustro desde la firma de su acta fundacional, han sido varias las actuaciones que hemos tenido el honor de llevar a cabo para disfrute de los vecinos y vecinas de Villanueva del Río y Minas.

En primer lugar, nos alegra haber conseguido celebrar en nuestro pueblo las primeras Jornadas Minero-Industriales que tuvieron lugar los días 2, 3 y 4 de mayo y que dieron lugar a la participación activa tanto de nuestros mayores como de nuestros jóvenes.

Dentro de las mismas, tuvimos la suerte de conocer, entre otras, la experiencia profesional y las vivencias en torno a nuestras minas de carbón de boca de antiguos mineros a través de una serie de entrevistas que integraron el documental proyectado “Pozo de Memorias VRM”. Las entrañables fotografías tomadas

Algunos de los entrevistados junto a sus familiares y varios miembros de la Asociación.

durante la realización de estas entrevistas quedaron plasmadas en la exposición fotográfica “Pozo de Memorias”, pudiendo contemplarse a lo largo de las jornadas.

Por otro lado, fue todo un privilegio contar con dos conferencias magistrales: una, la llevada a cabo por el Doctor en Historia del Arte y Profesor Titular jubilado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla D. Julián Sobrino Simal, y, la otra, por el Doctor en Geografía por la Universidad de Sevilla D. Luis Tomás García.

A su vez, siempre teniendo presente la importancia de inculcar a los más pequeños el interés y la importancia de conocer su propia historia, se plantearon varias actividades dirigidas al colegio de educación primaria y al instituto de educación secundaria. Para el primer grupo, tuvo lugar la actividad “Coloreando el Patrimonio Industrial de Villanueva del Río y Minas” y, para el segundo, el Taller de Arqueología Industrial “Pozo 4”.

Estas Jornadas culminaron con una visita guiada visita guiada por el patrimonio industrial más desconocido de Villanueva del Río y Minas.

Varios miembros de la Asociación con Pepe Hinojo el día 22 de febrero de 2024, momento en que se inauguró la Sala Expositiva “Pepe Hinojo” y se hizo entrega del libro.

En segundo lugar, resaltamos la labor realizada por parte de la Asociación en la digitalización y maquetación de la última publicación de nuestro cronista local y Vicepresidente D. Pepe Hinojo de la Rosa “Huellas del pasado. Mi cuaderno de apuntes” -habiéndose encargado de su impresión la Diputación Provincial de Sevilla-, como ya se dio a conocer en el Acto Homenaje celebrado en su honor el día 14 de enero de 2023.

Por último, y no menos importante, en cuanto a la labor realizada por VRM 2020 nos satisface enormemente comunicar que se ha llevado a cabo la elaboración de un inventario arbóreo y de palmeras. Esta herramienta, cuyo coste ha sido sufragado gracias a aportaciones desinteresadas de algunos de los socios y de la empresa local Turbepal – Viveros Sierra Norte, recoge a través de fichas todas las especies arbóreas y las palmeras ubicadas en el entorno urbano de Villanueva del Río y Minas, Villanueva del Río y El Carbonal con el fin de conocerlas, protegerlas y difundir más fácilmente el enorme patrimonio natural que poseemos y que se encuentra actualmente integrado en nuestro paisaje.

El inventario podrá consultarse fácilmente de manera libre y gratuita a través de una plataforma web de mapas donde, con un solo clic, se podrán conocer parámetros como la ubicación, la especie de que se trata, su altura o su situación.

Algunos de los ponentes de las Jornadas sobre Munigua con el Vicepresidente de la Asociación, Pepe Hinojo.

De nuevo, con el fin de que los más jóvenes comprendiesen la importancia del árbol en el entorno urbano y el uso de las herramientas necesarias para su gestión, se llevaron a cabo acciones formativas con el colegio de educación primaria.

A modo de despedida, también nos gustaría plasmar en esta reseña algunas de las imágenes de la I Jornada sobre el yacimiento romano de Munigua organizada por la Asociación los días 4, 5 y 6 de mayo de 2023.

A todo lo anteriormente mencionado, se suma la presentación de escritos ante el Ayuntamiento y otros organismos, así como reuniones con la Corporación Local con el fin, entre otros que se encuentran recogidos en nuestros Estatutos, de velar por la conservación de los elementos patrimoniales de nuestra localidad. Os animamos a todos y todas a que os unáis en esta aventura con la ilusión y la buena fe que caracteriza a los mineros que aman el rico patrimonio de su pueblo, para lo cual os facilitamos nuestro correo: asociacionvrm2020@ gmail.com

¡QUE PASÉIS UNA MUY FELIZ FERIA 2024, MINEROS Y MINERAS!

Reseña de la Asociación VRM 2020 “Defensores del patrimonio, cultura y medioambiente del municipio”

Visita a Munigua acompañados del arqueólogo Thomas G. Schattner.

LA BASE ECONÓMICA DE MUNIGUA

En el mes de septiembre de 1999, tuvo lugar en las ruinas de la antigua Ciudad Romana de Munigua, enclavada dentro nuestro término municipal, Villanueva del Río y Minas y Villanueva del Río, un ciclo de excavaciones a cargo del arqueólogo Director perteneciente al Instituto Arqueológico Alemán, profesor Don Thomas Gregor Schattner. Los objetivos de los trabajos de esta campaña, fueron encaminados a investigar las posibles bases económicas de la población de Munigua y cuál o cuales fueron los factores determinantes de la economía de un pueblo que por lo que se desprende de los hallazgos de excavaciones de años anteriores, gozaban de un estatus de vida favorable. Ya que además de fundición de metales; cobre, hierro y oro, pudo tener algún papel importante la agricultura como se desprende de las pren -

sas de piedra encontradas de moler aceitunas para la extracción de aceite. También cabe la posibilidad de ser un centro de peregrinación religiosa dada la importancia de su Santuario.

Gracias al laborioso y eficaz trabajo realizado por el profesor Schattner y su equipo, todo este mar de dudas se aclarará algún día.

Los que tuvimos la suerte el día 11 de este mes de Septiembre de estar invitados a presenciar en Munigua un bonito trabajo de investigación dirigido por Thomas, nunca lo podremos olvidar. Dicho trabajo consistió en fundir la piedra del mineral malaquita para la extracción del cobre empleando los mismos medios y técnicas que casi dos mil años usaban los habitantes de Munigua.

Para ello no escatimó ningún medio, pidiendo la colaboración del Geólogo Director Facultativo Riomin Exploraciones S.A. Don Gobain Ovejero Zappino, gran experto en

mineralogía, que junto a los demás buscaron en el vacie o vertedero donde tiraban los muniguenses la piedra mineral de malaquita que sobraba de la fundición. Una vez que reunieron los kilos necesarios, el entonces guarda de las ruinas, Manuel Canto Silex, “Quini”para los amigos, construyó un pequeño horno de ladrillos similar a los que se han descubierto en las excavaciones; de esta persona, se puede decir era el alma de Munigua ya que conoce palmo a palmo todos los rincones y la historia de la Ciudad, su ayuda fue una de las bases primordiales para la ejecución del experimento que se llevó a cabo. Cosa que no se le ha ido por alto al señor Director Thomas dada su gran visión y experiencia en estas empresas.

Después de una completa explicación de lo que íbamos a presenciar, que junto a una copa de vino español nos dio nuestro amable anfitrión. Llegó por fin el momento deseado por todos los allí presentes. El señor Gobain junto a Quini echaron manos a la empresa rellenando el horno con la misma técnica que usaron los muniguenses hace dos mil años, o sea, alternando una capa de leña y carbón vegetal con otra de mineral. Cuando terminaron le prendieron fuego y al comprobar que hacía combustión perfectamente, lo taparon con ladrillos y barro rojo dejándolo completamente cubierto. Solamente en un lateral perfectamente orientado en la dirección de donde venía el viento, dejaron un agujero para que el aire al entrar activase el fuego y otro en la parte opuesta por donde saldría el cobre limado una vez una vez que alcanzara los 1075 grados de calor que se necesitan para poder fundir la piedra de malaquita.

Para toda aquella persona que de alguna manera se sienta sensibilizado con la historia, el trabajo que se lleva a cabo bajo la dirección de Thomas, en Munigua es digno de elogiar y felicitar, porque gracias a él algún día podremos conocer los factores principales de la economía de la ciudad.

Cuando mi hijo Iván y yo volvimos de regreso en ese mes de septiembre después de un largo y seco verano sin haber llovido, el campo ofre -

cía un aspecto desolado por la falta de hierba y de no ver el agua correr en los arroyos, la tierra estaba reseca, solamente el verdor de las encinas y alcornoques, daban con su colorido una nota agradable, en el largo recorrido de los casi siete kilómetros de distancia que hay desde el yacimiento a la población de Villanueva del Río y Minas.

Pienso que a pesar de los casi veinte siglos transcurridos, el paisaje, la vegetación y la fauna de la sierra han sufrido muy pocos cambios. Por lo tanto de igual manera que en tantos parajes se practica en la actualidad la caza del ciervo y el jabalí, hace dos mil años, las flechas y lanzas de los habitantes de Munigua también cazaban estos animales, tal y como se desprende de la grabación que hay en un sarcófago de mármol infantil sacado de un mausoleo de la necrópolis de la ciudad. Esto me hace pensar que esta actividad hipotéticamente también entraba en la economía de aquellos habitantes romanos de Munigua.

Volviendo de nuevo a la fundición del mineral, me comentó mi vecino y amigo, Ingeniero de minas ya desaparecido y gran experto en mineralogía Don Joaquín Nieves, que los romanos preferentemente usaban el mineral calcopirita para la extracción del cobre porque al ser éste rico en sulfuros hace una fácil la combustión que la Malaquita

Pepe Hinojo

DR. FEDERICO ALONSO ALISTE

UN “MINERO” EN LO MÁS ALTO DE LA OFTALMOLOGÍA NACIONAL

Federico Alonso Aliste, director Médico, propietario y fundador de Tecnolaser Clinic Vision, además de ser uno de los grandes expertos andaluces en cirugía ocular es un “minero” que lleva con orgullo sus orígenes, que conserva casa en el pueblo y que mantiene una magnífica relación con Villanueva del Río y Minas y sus gentes.

El criterio del Dr. Alonso se escucha en congresos y simposios y las casas comerciales internacionales tienen en cuenta su opinión y experiencia para la creación de la tecnología oftalmológica más puntera. Tecnolaser Clinic Vision, en la calle Juan Antonio Cavestany, 14, de Sevilla, celebró el pasado año su 20 aniversario. Gracias al buen hacer de nuestro paisano se ha convertido desde Sevilla, en centro de referencia nacional e internacional en el complicado mundo de la oftalmología. Apuestan por una sanidad privada de calidad con una filosofía muy concreta sobre la atención a los pacientes: el paciente es lo primero y al paciente se le ofrece lo último y lo mejor, tanto en atención como en tecnología.

¿Hacia dónde camina la Oftalmología?

La medicina en general y la Oftalmología en particular se encamina a hacer un uso cada vez mayor de las nuevas tecnologías y a procedimientos cuyo objetivo es acercar el médico al paciente, el médico al médico y el paciente al paciente. El paciente ya es protagonista activo y no pasivo como antes. En breve los oftalmólogos recetaremos más aplicaciones de móviles que antibióticos o colirios.

¿Tiene la sensación de que estamos más informados sobre cirugía ocular antes de acudir a la consulta por primera vez?

Habitualmente nos visitan personas que ya conocen las distintas técnicas que se utilizan para tratar los defectos refractivos u otros problemas visuales, y que eligen Tecnolaser Clinic Vision para intervenirse. Influye en ese sentido, el estar apoyados por un buen canal de comunicación con el paciente como es nuestra página web tecnolasersevilla.es y nuestra presencia en las diferentes redes sociales. Pero los conocimientos de las redes nunca deben apartar la opinión de los expertos. El Dr. Google no tiene titulación.

¿Cuál es la diferencia entre las técnicas de cirugía de miopía y la última que ustedes utilizan, SMILE? Smile es la técnica más innovadora para la corrección de la miopía, que utiliza el láser Visumax, del prestigioso fabricante Carl Zeiss. Su principal ventaja es que se trata de una cirugía 100% láser mínimamente invasiva. Todo el procedimiento quirúrgico se lleva a cabo a través de una pequeña incisión de 2 mm. Se reduce notablemente la posibilidad de complicaciones. Por este motivo casi nunca aparece el problema del ojo seco. El paciente se puede reincorporar mucho antes a su trabajo o a la práctica de deportes. Pero la técnica Femtolasik sigue siendo la más utilizada en centros especializados.

Tecnolaser realizó la primera operación de cataratas con láser de femtosegundo en Sevilla. Fue tremendamente positivo. Esta tecnología ayuda al cirujano a realizar una intervención quirúrgica impecable, reduciendo la posibilidad de complicaciones intraoperatorias. Cuantos más medios tengamos y mayor precisión obtengamos los resultados serán mejores, especialmente en la cirugía con lentes Premium Plus Multifocales, que utilizamos tras la cirugía de cataratas para obtener buenas visiones en todas las distancias.

¿Qué opina de las campañas agresivas de captación de pacientes?

Tecnolaser Clinic Vision no es una clínica “low cost”, somos una referencia en Oftalmología e intentamos hacer una comunicación honesta, mejorando nuestros controles e intentando acertar en la información que ofrecemos. Según nuestros controles de calidad, más del 90% de nuestros pacientes vienen referenciados por otros. El impacto de un folleto publicitario en la elección del paciente en general es mínimo.

Les distingue su relación personal con los pacientes ¿Cómo les informan?

La información directa médico-pacientes es fundamental, aunque a veces tenemos que reconocer que no acertamos a transmitir correc -

tamente lo que queremos explicar. Por eso el Consentimiento Informado es la garantía, no única, pero si la más objetiva, de una información correcta del médico hacia el paciente y de una relación contractual entre ambos. En Tecnolaser Clinic Vision damos el consentimiento informado, junto a un documento de anulación y revocación, el mismo día de la primera consulta, acompañado de un e-mail del médico responsable, a quien se le puede plantear cualquier duda antes de la propia cirugía, y las referencias de web informativas que consideramos tienen un perfil científico. Todas las mañanas lo primero que hago es responder a las preguntas y dudas de mis pacientes que me llegan a mi correo electrónico, ellos pueden dar fe del tiempo de respuesta.

¿Qué consideración le merece la relación Médico-Paciente?

Somos médicos y nuestras inquietudes son las suyas. Estoy convencido que ni profesionales relacionados con la salud que no sean médicos, ni Asociaciones, ni responsables políticos ...etc., superan al médico en su honestidad e interés por los pacientes. Cuando tienes a un paciente delante, al buen médico todo lo demás no le importa. Lo más importante es esa persona que acude en busca de tu ayuda.

PAN BLANCO, ANGUSTIA NEGRA

Mi padre era minero. Los hijos de mineros éramos unos privilegiados.

Ser hija de minero era importante, me parecía a mí. Aunque alguna noche mis padres ajustaban cuentas y siempre faltaba dinero y sobraban penas.

Pero comíamos cada día pan blanco, angustia negra. Todo racionado… menos el vino. El vaso siempre lleno, aunque ya no recuerdo el por qué se brindaba.

Miedo. Eso lo sé ahora.

Había que beber para perder el miedo a bajar a los infiernos.

Mi madre rezaba. Sería por eso.

Con el aceite viejo y la sosa cáustica, mi abuela elaboraba un jabón que arrancaba las tiras de pellejo. Con cuidadito, y temiendo aquel dicho, enjabonaba la espalda de mi padre cuando volvía de la mina. El hollín incrustado en la piel dejaba azuladas huellas que yo trataba de borrar con esmero.

Otras huellas, que no supe, le dejaban unas marcas más hirientes.

Jabón cáustico para borrar las injusticias, ¿por qué nadie lo usaba?

Pero a las preguntas de los niños, nadie respondía. Y comíamos cada día pan blanco, angustia negra.

Cuando volvía mi padre de su turno en la mina, siempre tenía una sonrisa colgada del cansancio, me abrazaba del mismo modo que las estrechas y húmedas galerías le abrazaban a él, con fuerza, como si cada día fuese el último. El último abrazo. Eso lo sé ahora…

Los relojes de la casa dieron las cinco. Madrugada. Alerta. Ni un resquicio de luz acompañó el sonido de la sirena, el aire se paró en los tejados haciendo sombra en la cal de los corrales. Hay luto en las voces, desconcierto. La muerte corrió como látigo entre la gente. Brotó el miedo, los hombres se bebían el llanto. Maldecían.

Las mujeres, ya casi sin aliento apretaban los dientes y el alma volando más allá de la madrugada hasta la boca del infierno.

El asfalto tiñó de negro la carrera, el incierto crujir del abrazo, el filo hiriente de la espera.

Llegaban resquebrajadas cual vasija de barro. Vacías.

El olor a quemado, la sangre espesa, el candil apagado.

Hierros retorcidos ponen esperpénticas rejas al pozo número siete.

Cuando la bestia sonaba, el luto bajaba por el arroyo y se morían de repente muchas cosas.

La angustia negra nos envenenó el hambre.

Del pan blanco, sobraría una ración… para siempre. Eso lo sé ahora…

Rosa María García Barja

LOS TREMENDOS

Cincuenta años de risas, alegrías y amistades que perduran! Este año celebramos con gran emoción el cincuenta aniversario de nuestra querida caseta de feria. Lo que comenzó como un modesto rincón para reunir un grupo amigos en las fiestas de julio se ha convertido en una tradición entrañable que ha trascendido generaciones. Hace medio siglo, este grupo de amigos decidió hacer de la feria una experiencia más cercana y familiar, construyó con entusiasmo su primera caseta. Aquellos días de juventud y sueños compartidos se han transformado en una hermosa historia que sigue escribiéndose con cada risa, baile y abrazo en este rincón tan especial. Las generaciones han pasado, pero la esencia de nuestra caseta ha perdurado, manteniéndose como un testamento vivo de amistad y camaradería. Ahora, con muchos de sus hijos

siguiendo sus pasos y sumándose a la celebración, experimentamos la alegría de ver crecer esta tradición y ser testigos de cómo el legado se transmite de padres a hijos. En estos cincuenta años, hemos compartido momentos de felicidad, superado desafíos y forjado vínculos que resisten el paso del tiempo. Nuestra caseta se ha convertido en más que un simple lugar de encuentro; es un símbolo de la unidad que trasciende las barreras generacionales.

En este día tan especial, brindamos por cada recuerdo compartido, por las historias que hemos tejido con hilos de risas y complicidad. Que esta caseta siga siendo testigo de incontables alegrías y que la llama de la amistad arda eternamente en su interior. Que estos cincuenta años sean solo el comienzo de una historia que continuará enriqueciéndose con nuevos capítulos, nuevos amigos y nuevas risas. ¡Feliz aniversario a nuestra querida caseta, a la amistad que perdura y a las tradiciones que nos unen en esta maravillosa celebración!

AGENDA COMERCIAL 2024

¡YO COMPRO EN MI PUEBLO!

A yuntamiento de Villanueva del Río y Minas

Ayuntamiento de Villanueva del Río y Minas