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LA RELEVANCIA DE LA BATALLA DE EL FUERTE, SINALOA, EN LA

LA RELEVANCIA DE LA BATALLA DE EL FUERTE, SINALOA

EN LA REVOLUCIÓN MEXICANA

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NORBERTO SOTO SÁNCHEZ, PSICÓLOGO Y MAESTRO EN EDUCACIÓN

La política es la continuación de la guerra por otros medios Y efectivamente, el 6 de octubre la columna de Michel Foucault Banderas se prepara para salir desde Chihuahua hacia Estación Creel; antes de partir, aún en la Estación Chihuahua, acude personalmente Francisco

La batalla de El Fuerte, Sinaloa, aconteció los Villa a despedir a las fuerzas de los generales Bandías 5, 6 y 7 de noviembre de 1915. Dicha deras, Gaxiola y Pereyra… sin saberlo, esa era la confrontación bélica se dio entre una columúltima vez que Villa vería a la mayor parte de ellos. na del Ejército Convencionista, de la cual estaba al Para el 10 de octubre la columna de Banderas llemando el general Juan M Banderas, compuesta por ga a Estación Creel, desde donde emprenderían la brigadas de los generales Orestes Pereyra, Macario marcha con dirección a Choix, Sinaloa, pasando Gaxiola, Felipe Riveros, Felipe Bachomo, Pablo Ciáprimero por los poblados chihuahuenses de San ñez Jiménez y Ángel Barrios, en contra de algunas Luis y Cuiteco, lugar donde descansan tras 3 días brigadas del Ejército Constitucionalista al mando de continuos de caminata, para posteriormente llegar los generales Enrique a Urique y de ahí para Estrada, Jesús Madrigal, Cieneguita Lluvia de Aurelio Sepúlveda, así La brigada indígena yoreme del río Oro, en la frontera escomo el coronel Alfredo Fuerte, encabezada por Felipe Bochotatal; y de ahí, por fi n, a Delgado y el mayor Antonio R Castro. El año de 1915 fue mo, se unió a la lucha armada por el anhelo de restitución de tierras Sinaloa. En ese entonces el tramo de ferrocarril Chihuahua-Pacífi co decisivo en el curso de que corresponde a Crela Revolución Mexicael-San Pedro aún no na. No hay que olvidar que, en esta etapa del moexistía, por lo que las milicias villistas tuvieron que vimiento, los convencionistas habían tenido fuertes emprender un largo recorrido de 350 kilómetros a derrotas militares frente a los constitucionalistas en pie, a través de la accidentada geografía serrana. la región del Bajío entre abril y junio. Para octubre Sobre este épico viaje emprendido por alrededor de dicho año, en Culiacán corrían noticias de una de 2 mil 500 mujeres, niñas, niños y hombres que inminente invasión de Sinaloa por parte de la cocomponían esta columna, Alberto Cazadíaz Barrelumna que comandaba el general villista Juan M ra, en el volumen 3 El fi n de la División del Norte, de Banderas; estos informes, según el historiador Saúl su obra Hechos reales de la Revolución, menciona: “… Alarcón Amézquita, tenían un impacto anímico en se emprendió la marcha que tuvo que ser muy pelas tropas carrancistas: “Las noticias eran realmennosa… que tan pronto los conducía al fondo de un te alarmantes, haciendo más efecto en algunos jefes estrecho valle, cuando ya iban de subida, trabajosaque conocían a Banderas, por haber militado a sus mente escalando la pendiente en un zigzag de muerórdenes en 1910”. te y de vida, hasta ganar la cumbre de montañas

forradas de pinos, y en seguida empezar un descenso brusco y peligroso por acantilados abismales… Esta columna forma parte de aquel ejército que sólo unos meses antes diera la batalla de Celaya. A cada instante los hechos llaman a la reflexión sobre la calidad de esos soldados y jefes cuyo pensamiento fue moldeado por la experiencia guerrera bajo la disciplina y ejemplo heroico de Francisco Villa”. ¿Cuál era el objetivo de este periplo revolucionario? Tomar las plazas de El Fuerte y San Blas en el norte de Sinaloa, ya que éstas significaban puntos militares estratégicos debido a las estaciones de ferrocarril que en ellas se encuentran, las cuales estaban en poder de los constitucionalistas, y que una vez arrebatadas a ellos, servirían a los villistas para recibir y trasladar suministros. Es probable que el plan de Villa y Banderas era ir derrotando a los enemigos, el primero desde el norte de Sonora, mientras que el segundo desde Sinaloa, de tal forma que fueran estrechando un cerco que progresivamente fuera cortando provisiones a las fuerzas constitucionalistas en Hermosillo, en ese entonces baluarte carrancista, pues desde septiembre de 1913, después de una visita de Venustiano Carranza, fue declarada la primer capital del constitucionalismo en el país.

A finales de octubre de 1915, mientras la columna de Banderas aún se trasladaba al lugar de la batalla, a Culiacán arribaba la brigada del general constitucionalista Jesús Madrigal, proveniente de Guadalajara y tenía como destino, en un inicio, acudir directamente apoyar a sus correligionarios en Sonora, sin embargo, el plan se modifica y se detiene en San Blas. Recibe instrucciones de trasladar a cuatro regimientos que se encontraban bajo su mando hacia el oriente, a El Fuerte, para la defensa de la plaza, llegando ahí el 3 de noviembre por la tarde. Inmediatamente se le informa que las fuerzas villistas están cerca realizando labores de reconocimiento para atacar.

Por estos días la brigada indígena Yoreme del río Fuerte, encabezada por Felipe Bachomo, se incorpora a la columna de Banderas. Este grupo se une a la lucha armada revolucionaria motivado por el anhelo de la restitución de tierras que históricamente les corresponden, y de las cuales habían sido despojados desde la época colonial. No hay que olvidar que los convencionistas enarbolaron las demandas agrarias de los campesinos indígenas. Es probable que Bachomo tuviera claridad de que la Ley Agraria expedida por Carranza el 6 de enero de 1915 no atendía las demandas de los pueblos indígenas. Una vez convencidos de cuál era su causa y a cuál bando pertenecían, en abril de ese año las milicias yoremes habían entrado en acción, logrando varias victorias en las tomas de los poblados sinaloenses de Higueras de Zaragoza, San Miguel, Mochicahui y

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Charay, las cuales se encuentran entre los hoy municipios de Ahome y El Fuerte.

Gilberto López Alanís, en su Diccionario de la Revolución Mexicana en Sinaloa, menciona que por estas fechas contingentes maytorenistas conducidos por el general Ángel Barrios incursionan desde Sonora al norte de Sinaloa, pero son repelidos por el enemigo en El Llano de los Soto, cerca de la hoy cabecera municipal fuertense. La figura de Barrios, al igual que la de Banderas, por su trayectoria, es una de las que más destaca en estos eventos. El Diccionario de generales de la Revolución Mexicana del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, sobre él nos dice lo siguiente: nacido en 1874 en Texcoco, Estado de México, cursó ca-

rrera militar en el Colegio Militar de Chapultepec, y en 1897, a los 23 años, se convierte en profesor del mismo; en 1901 se rebela contra el régimen de Díaz, en un inicio sólo mediante la prensa. A partir de 1904 se traslada a Oaxaca donde se afilia al Partido Liberal Mexicano el cual era encabezado por los hermanos Flores Magón, y en 1906 llega a ser jefe de dicha organización en el Estado. Alrededor de 1911 ya se encuentra militando en las filas del Ejército Libertador, llegando a establecer un cuartel general zapatista en la Villa de Cuicatlán, donde reúne fuerzas revolucionarias provenientes de la Cañada y la Mixteca oaxaqueña… de esa talla fueron las figuras que participaron en la batalla de El Fuerte.

Volviendo a los eventos en cuestión, el 19 de octubre de 1915 el gobierno de Estados Unidos había otorgado el reconocimiento a Venustiano Carranza como presidente de México y, en respuesta a ello, el 5 de noviembre, día en que inicia la batalla, Francisco Villa publica desde Naco, Sonora –a 800 kilómetros al norte de Sinaloa– un manifiesto en el cual acusa a aquel de traidor a la patria. En ese contextose inicia el asalto alrededor de las 9 de la mañana. Las fuerzas villistas provenientes en su mayoría del oriente, del estado de Chihuahua, buscarían penetrar las defensas constitucionalistas que ocupaban El Fuerte, emprendiendo el ataque con dirección al oeste, estableciendo su cuartel en la comunidad de Ocolome. La expectativa era grande, la batalla de El Fuerte sería una de las más brutales que se dieran durante la etapa armada de la Revolución en Sinaloa.

Banderas había adoptado el estilo villista de ataque: disponía de su infantería de tal forma que esta llevara a cabo impetuosas arremetidas frontales acompañadas de reiterativas cargas de caballería hasta fracturar las filas enemigas. No obstante, la experiencia adquirida en Celaya había enseñado a los constitucionalistas la eficacia técnica de las trincheras. Madrigal, rememorando el primer día de combates, escribió: “…repartí en sectores la población, formando un círculo con las fuerzas ordenando atrincheramientos, y oficiales de mi Estado Mayor repartidos en los sectores… El enemigo venía muy confiado en su triunfo, y sin tomar precauciones se echaba encima, cuando se dieron cuenta que estaba muy defendida la plaza y después de reconocer todas nuestras posiciones, dieron un asalto general que duró 3 horas, combatiéndose con desesperación y retirándose el enemigo con más de 300 bajas y bastantes heridos”.

Ese mismo día, al anochecer, así como durante la madrugada del 6 de noviembre, el general Banderas ordena a sus tropas que realicen nuevos ataques relámpago, pero la ofensiva sigue sin tener éxito. Sumado a esto, la falta de municiones comienza a ser un problema; poco a poco la desmoralización invade las filas villistas. Para la tarde, llegan a reforzar a las huestes carrancistas los generales Enrique Estrada, con su Estado Mayor, así como Aurelio Sepúlveda, con una brigada de caballería, dificultando cada vez más la victoria villista.

El 7 de noviembre el general Jesús Madrigal dirige una columna de 600 hombres de infantería, que de manera sigilosa se desplaza por las orillas del río Fuerte hasta llegar a la capilla de la comunidad de Ocolome, en donde sorprenden y derrotan a las fuerzas villistas que se encontraban ahí acuarteladas. En una ocasión mi padre me relató que mi bisabuelo, de nombre también Norberto, originario de Batopilas, Chihuahua, le contó haber tenido una modesta participación en estos hechos; sus palabras describían un escenario dantesco de cadáveres de personas y caballos tendidos en el suelo y una densa pestilencia que saturaba el ambiente, producto de la mezcla de los olores de la tierra, la pólvora, la sangre y los cuerpos en proceso de descomposición.

Teodoso Navidad, en el tomo 3 de su trabajo titulado Toponimia, Geografía e Historia de Sinaloa, nos dice que Ocolome proviene de la mezcla entre la palabra cahita houcou que significa “paloma” y una modificación de la palabra loma… Ocolome, esa “loma donde hay palomas”, fue testigo de la sangrienta derrota final del villismo en Sinaloa. A partir de esto, el contingente derrotado de Banderas, un grupo de más de 1 mil almas, tiene que emprender una tortuosa retirada nuevamente hacia el este, a los pueblos choixeños de San Javier y Toro, y de ahí hacia el norte, a Álamos, Sonora, atravesando los escabrosos territorios que hoy ocupan la presa Miguel Hidalgo, con la idea de encontrarse más al norte con las fuerzas del general Villa. Nunca lo lograron.

En particular, para las milicias yoremes, esto significó un éxodo, pues las batallas siempre tienen

repercusiones que van más allá del combate conen el municipio de Culiacán, se encuentra en la creto… los indígenas debieron cargar entonces con frontera entre los territorios que alguna vez ocupaun doble estigma: ser indios y derrotados. Por eso ron estas naciones. El ejército villista que combate utilizamos la expresión “éxodo”, pues los yoremes, en la batalla de El Fuerte es un ejército predomidespués de la derrota, se encontraban frente al dinantemente indígena. lema de huir hacia el norte o regresar a sus tierras También hay que evocar la acertada observade origen, vencidos, a la espera de las represalias ción que hace Gilberto López en el trabajo titulado de caciques regionales y cabecillas constitucionalisEtapa Armada de la Revolución Mexicana en Sinaloa, restas. Y es precisamente que en torno a esta delicada pecto a que no es casual que el primer reparto de cuestión se presenta una situación casi al llegar a la tierras en el Estado se da precisamente en Tepuche, frontera con Sonora, en la comunidad de La Viuel 20 de junio de 1915. Maniobra de gran cálculo da, Choix, donde Bachomo, en la desesperación de político dirigida por el gobernador provisional (cahaber dimensionado las consecuencias de lo aconrrancista) Manuel Rodríguez Gutiérrez; lo que se tecido, sugiere la dispersión de las fuerzas, pero recbuscaba era quitar ese capital político a Banderas, tifi ca y continúan. Más tarde, ya en Álamos, intenta Bachomo y, en general, al villismo en Sinaloa pues, persuadir nuevamente a Banderas de regresar a Sicomo Claudio Lomnitz lo dice: “el llamado a la naloa, a Jahuara, y esperar ahí la llegada de Villa, restitución de tierras a las comunidades originarias pero en la indecisión terminan avanzando hacia el fue la única y verdadera fuerza y originalidad de la norte. Después de algunas batallas en esas tierras, el revolución”. 6 de enero de 1916, Banderas y Bachomo rinden Los convencionistas, a pesar de enarbolar las sus fuerzas en Movas, causas de justicia social Sonora. El drama de este periodo en específi co nos Bachomo, el Missi Yowe de los yoremes, es conciente que, luego de la dey agraria de algunas de las colectividades oprimidas de nuestro país, muestra el pensamiento rrota, será juzgado como indio rebelde no logran la victoria. de un caudillo indígepor caciques mexicanos y gringos Saúl Alarcón menciona-yoreme como Bana: “En la Revolución chomo que ha vivido la Mexicana, como en terrible experiencia de la contradicción entre lo que toda guerra, no ganan los principios sociales, o ‘los Guillermo Bonfi l Batalla llama el México profunproyectos de nación’, sino la táctica, la estrategia y do (yoreme/indígena) y el imaginario (yori, blanco/ la capacidad de abastecimientos estrictamente mimestizo), a partir de la cual se ha creado una histolitares. Ganan los fuertes, no los justos…”, los jusria de opresión, repudio y negación de lo indígena. tos, para concretar sus programas, deberán echar Este general, también llamado Missi Yowe (“gato mano de una gran astucia y audacia, solo así preprincipal”, o “el primero de los felinos”, en alusión valecerán. al “felino que dirige”; grado que otorga el ConseEn palabras de Michel Foucault, ganan aquejo de Ancianos Mayos), es un hombre consciente llos que tienen una mayor capacidad para ejercer el de que será juzgado como un indio que, frente a poder, en un entramado de relaciones entre sujetos los ojos de los caciques y hacendados (nacionales y grupos, donde las técnicas, los sistemas y procediy yankees, pues en el entonces distrito de El Fuerte, mientos de administración y dominación vendrán atacó, además, propiedades de estadunidenses), ha a ser elementos decisivos que inclinen la balanza de cometido el terrible pecado, el “error” inaceptable un lado o de otro en la correlación de fuerzas y, por e imperdonable, de exigir y luchar por la restitución lo tanto, en la materialización de proyectos polítide tierras que ancestralmente le pertenecen a su nacos. Por otra parte, Marx, con la noción de “lucha ción y su pueblo. de clases”, nos muestra que, aún en “tiempos de

Tiene su importancia mencionar también la paz”, la real politik es un escenario de confrontación posible ascendencia indígena Acaxee o Tahue del perpetua (guerra) entre clases sociales… La política general Banderas, pues su pueblo natal, Tepuche, es la continuación de la guerra por otros medios.

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