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Los mejores vinadores de Europa

Fina López

Queremos escribir en el periódico Valle de Lecrín para despejar dudas e informar a los más jóvenes, que pueden estar orgullosos de sus abuelos, por ser tan buenos trabajadores, haciendo un trabajo bien hecho y por la honradez que tenían.

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Hablamos con Modesto Haro, uno de los primeros vinadores que trabajaron para la multinacional KWS. Nos cuenta Modesto que Paco pecho y Antoñito Castellana les hicieron unas pruebas en dicha multinacional, vinando remolacha, como les gustó mucho su trabajo, al año siguiente fueron cinco personas de Dúrcal, después me llamaron a mí, yo tenía experiencia ya que llevaba desde los 18 años haciendo este trabajo de vinatero. Consistía en sembrar semillas silvestres de manera que cada tres releses las semillas eran diferentes. Estábamos en un centro de investigación con el fin de conseguir una remolacha rica en azúcar, de buen tamaño.

Este sobrenombre de ser los mejores vinadores de Europa, es un honor para todos los trabajadores del pueblo de Dúrcal, ya que siendo migrantes se lo ganaron por su buen hacer.

Para conseguir sus propósitos sembrábamos en diferentes sitios, por ejemplo, en sitios secos, tierras en las que las remolachas cogían enfermedades, de todos estos ensayos sacaron una buena semilla a la que llamaron Roberta y tuvo mucho éxito de ventas en Laon.

Sembramos otra partida en Tierras blancas, arenosas, para ver la producción en compiegne al norte de París, la Normandía y en el país Bretón, aquí hacíamos ensayos con semillas que no se subiera, para que engordaran y fueran ricas en azúcar, las semillas las exponían en vitrinas, junto a las remolachas para que los compradores escogiesen según el lugar donde la sembraban. Estuvimos en varios sitios trabajando, en Amiens, yo llevaba la furgoneta era el encargado de llevar a los trabajadores hasta el lugar del trabajo, echábamos diez horas en el tajo, pero como la gente de Dúrcal es muy trabajadora no había problema, hacíamos al día catorce tableros y adelantábamos trabajo para el día siguiente por si llovía, el trato que teníamos era estupendo dormíamos en hoteles con buffet libre, la habitación con televisión, el agua que bebíamos embotellada, nos pagaban toda la ropa, la gasolina, el patrón tenía mucha confianza en nosotros, estaba muy contento porque acabamos el trabajo antes del tiempo debido.

El patrón nos pagaba siempre a tiempo y nos enviaba el dinero directamente a nuestras cuentas, las fincas las alquilaba la empresa. Nos ofrecieron más dinero en otras empresas, pero no nos fuimos porque nos pareció feo hacer esto y el patrón lo agradeció mucho, estuve con ellos desde el año 85 al 2007, recuerdo que la siembra era complicada porque cada tres surcos sembrábamos semillas diferentes, cada tablero tenía ciento cincuenta surcos.

Sembrábamos centeno para exportarlo a Alemania con el que se fabricaban dulces y pan, dejaban un metro entre los releses, para poder entrar y quitar todas las malas hierbas y otras semillas invasoras.

Medio Dúrcal estuvo haciendo estos trabajos, como los que iban eran buenos trabajandores, estaban acostumbrados a trabajar duro, este trabajo no les parecía difícil.

Esta multinacional tenia sucursales en España, Bélgica, Holanda, Francia, Italia, por algo los durqueños se ganaron el sobrenombre de ser los