Revista Almas, agosto 2011

Agosto 2011 Año LXII • Núm. 740 Ejemplar gratuito

Publicación de Misioneros de Guadalupe

Veinticinco años de predicar la Palabra de Dios en Misiones

El sentido de pertenencia y el trabajo por la paz

PapaBenedict o xvi La pertenencia a una comunidad

L

a fe, por una parte, es una relación profundamente personal con Dios, pero, por otra, posee un componente comunitario esencial, y ambas dimensiones son inseparables. Así, también los jóvenes, que están más expuestos al creciente individualismo de la cultura contemporánea, la cual conlleva como consecuencias inevitables el debilitamiento de los vínculos interpersonales y la disminución del sentido de pertenencia, podrán experimentar la belleza y la alegría de ser y sentirse Iglesia.

Benedicto xvi Discurso para la inauguración de la asamblea eclesial de la Diócesis de Roma 26 de mayo de 2009

Intenciones

del Santo Padre Benedicto

xvi

para 2011

P. Sergio César Espinosa González, mg

General: La Jornada Mundial de la Juventud Para que la Jornada Mundial de la Juventud aliente a todos los jóvenes del mundo a fundar y arraigar su vida en Cristo.

La Iglesia, deseosa de que los jóvenes puedan disfrutar del conocimiento y del amor de Cristo en un ambiente propicio para ellos, instauró desde hace algún tiempo la Jornada Mundial de la Juventud, que este año se realizará en Madrid, España. Si bien es cierto que constatamos con tristeza el desinterés de muchos jóvenes por la vida cristiana, también lo es que muchos otros están dispuestos a vivir comprometidamente su fe, a partir del encuentro con Cristo. Este mes oramos para que todos los jóvenes construyan su presente y su futuro sobre la roca firme de la fe en Jesucristo.

Misionera: Los cristianos de Occidente Para que los cristianos de Occidente, dóciles a la acción del Espíritu Santo, reencuentren la frescura y el entusiasmo de su fe.

Al hablar de “Occidente” se piensa ante todo en Europa y, por extensión, en los países que adoptaron su cultura. Nuestra fe brotó en Israel, un pequeño país marginal del mundo mediterráneo, en el siglo i de nuestra era. Desde ese lugar, pronto se extendió hacia otras regiones del mundo. Europa fue evangelizada, paulatinamente, casi en su totalidad, a pesar de las frecuentes invasiones y constantes migraciones de gente con otras creencias. Hoy en día la fe parece haber envejecido entre los occidentales, por ello pedimos que vuelvan a encontrar la decisión y el gozo de creer.

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Portada El Padre Antonio Estrada S., mg, celebra la Eucaristía en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Inmaculada Concepción, en Amatongas, Diócesis de Chimoio, Mozambique

Publicación de Misioneros de Guadalupe Ejemplar gratuito Prohibida su venta Año LXII • Núm. 740 Agosto 2011

Jóvenes y religión en Hong Kong

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Costumbres del pueblo turkana

P. Salvador Sánchez Durán, mg

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P. Eduardo Castellanos Hernández, mg

Recuerdos de la Misión

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P. José Guadalupe Navarro Esquivel, mg

Papa Benedicto xvi

Vida mg

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Intenciones

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Desde el Seminario

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Editorial

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Noticias breves

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Página del lector

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Sólo para niños. Club de Niños mg

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Centro de Orientación Vocacional

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Pastoral de la salud DIRECTORIO Editor responsable P. Juan José Márquez Echeverría Director P. Víctor Manuel Zavala Contreras Auxiliar editorial Juan José Ramírez Escarza Diseño gráfico Lourdes Reyes Esquivel Webmaster Jorge Hugo Guerrero Luna

Almas es editada por Editora Escalante, sa de cv, Córdoba 17, pb, local 1, Col. Roma, Del. Cuauhtémoc, cp 06700, México, df. Distribuida por Misioneros de Guadalupe, ar , Cantera 29, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan, cp 14000, México, df. Certificado de Licitud de Título Núm. 555 (Época SEP), y Certificado de Licitud de Contenido Núm. 4414. Certificado de Reserva de Derechos al uso exclusivo del Título Núm. 04-1999-050317152800-102. Impresa en Transcontinental-Reproducciones Fotomecánicas, sa de cv, Democracias 116, Col. San Miguel Amantla, Del. Azcapotzalco, cp 02700, México, df. Tel. 5354 0100. Registro Postal Publicaciones Núm. PP09-0298 autorizado por Sepomex.

El Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras fue fundado en 1949 por el Episcopado Mexicano y la Pontificia Unión Misional del Clero para formar y enviar misioneros a los países no cristianos que le señale el Santo Padre. El Papa Pío XII aprobó sus Constituciones.

El Primer Superior General fue Mons. Alonso M. Escalante. El Instituto es sostenido por los católicos mexicanos.

Línea Misionera: 01 800 00 58 100

www.mg.org.mx www.revistaalmas.com.mx

Edit orial

El sentido de pertenencia a la familia, la comunidad y la nación

E

n la búsqueda de alternativas para fomentar la paz en nuestro país, el episcopado mexicano nos recuerda que la pertenencia a una comunidad es parte esencial de la vocación cristiana, pues a través de ella recibimos la fe. Es en la vida comunitaria, al compartir nuestro tiempo y nuestro espacio, donde se consolida la sociabilidad y se desarrollan mecanismos para controlar las conductas antisociales.

Los cristianos están llamados a la vida fraterna. Por ello es necesario fomentar un sentido de pertenencia a la comunidad y a la nación, reconocer que en las diferencias está la riqueza, y educar, desde la infancia, en los valores cívicos. Lo anterior parte de un sentido de pertenencia a la propia familia. Nuestros obispos le otorgan a la familia un papel preponderante en la construcción de la paz y quieren hacer del cuidado por esta institución uno de los ejes de las acciones evangelizadoras. La primera formación de la mente y el corazón de las personas se da en la familia, y ésta debe promover los valores que conduzcan a la erradicación de la violencia.

También, para fortalecer la vida comunitaria, es preciso renovar nuestras parroquias, reformular sus estructuras y convertirlas en espacios de reconciliación; animar la recuperación de los espacios comunitarios y la implementación de proyectos que fortalezcan el tejido social. En última instancia, se trata de fomentar la participación de cada persona en la toma de las decisiones que afectan su vida comunitaria y la vida de la nación.

Este mes el P. Salvador Sánchez reflexiona sobre la forma de acercar los jóvenes hongkoneses a la religión; el P. Eduardo Castellanos comparte algunas costumbres turkanas; el P. Guadalupe Navarro rememora su vida misionera, y el seminarista Fernando Salazar nos cuenta una experiencia misionera en Hong Kong. Esperamos que estos artículos fomenten la participación de nuestros lectores en la vida cívica.

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Página del lect or Estimado Padre Gabriel Casillas, me dirijo a usted para saludarlo y compartir, por medio de Almas, el testimonio de los favores que el Señor me ha concedido.

Pertenezco a la Legión de María y soy Ministro de Extraordinario de la Eucaristía en la Parroquia de San Antonio de Padua, en Veracruz. Padecí punzadas nerviosas durante muchos años y ningún médico pudo curarme. Sin embargo, hace como 13 años, fui a Misa, desesperada, y en el momento de comulgar pedí ayuda al Señor con toda mi fe: cuando la hostia se deshizo en mi boca, las punzadas desaparecieron y desde entonces no he sentido ningún dolor de cabeza.

El Señor me ha concedido muchas maravillas, me ha sanado de otras enfermedades. Soy viuda y desde que me quedé sola le ofrecí acercarme más a Él. Dios ha estado conmigo en penas y alegrías, al igual que mi Madre Santísima.

Desde hace 30 años conozco la labor que realizan ustedes, los 4

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Misioneros de Guadalupe, y mi familia y yo los ayudamos con gusto. El señor Máximo, nuestro Promotor Misionero, es muy amable, nos platica las experiencias de los misioneros, y nosotros nunca dejamos de orar por ustedes.

Marina M. O.

Queridos ahijados, gracias a mi madre, Santos Valdez M., que en la gloria de Dios descanse, varias personas de nuestra familia hemos sido sus Padrinos por muchos años, desde que ella nos recomendó la lectura de la revista Almas. Mi madre falleció hace seis años. En sus oraciones siempre pidió no morir sufriendo y, gracias a la misericordia de Dios, así ocurrió.

Mi madre fue muy devota de la Virgen de Guadalupe y nos

inculcó el rezo del Santo Rosario y la fe mariana. Consideramos que su fe rindió frutos, pues, aunque ya no lo vio, dos de sus nietos ingresaron a un seminario, una hija y dos nueras ayudan a la parroquia en diversas labores, y tres nietos son catequistas. Nosotros siempre pedimos por el aumento de las vocaciones sacerdotales.

Les deseamos que el Espíritu Santo los acompañe y los guíe en toda Misión y actividad.

Manuel H. V.

Apreciables Misioneros de Guadalupe, quiero agradecer las oraciones que hacen en favor de sus Padrinos y las acciones que realizan por llevar el conocimiento de Dios a otras partes del mundo.

Les pido que en estos días recen para que vuelvan la paz y la tranquilidad a las familias mexicanas, para que Dios guíe a nuestros gobernantes, se termine con tanta inseguridad y lleguemos a ser una sociedad unida y bendecida por nuestro Señor.

Les comento que, debido a la inseguridad, hace unos meses mi familia vivió momentos de angustia. Durante ese tiempo, nos unimos en oración: todos los días rezamos el Rosario a Nuestra Madre, la Virgen María, y al Sagrado Corazón de Jesús.

Gracias a Dios nuestras súplicas fueron escuchadas. Considero que esta prueba que la vida puso a nuestra fe es un testimonio de que Dios nos escucha cuando se lo pedimos con el corazón.

Anónimo Agosto 2011

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Misión

de

Hong Kong

Jóvenes y religión en Hong Kong P. Salvador Sánchez Durán, mg

En Hong Kong son pocos los jóvenes que participan activamente en la vida de la Iglesia, debido sobre todo al tipo de sociedad en el que viven. En este escrito se comparten algunas reflexiones en torno al problema de acercar a los jóvenes a la Iglesia, e incluso a la vocación sacerdotal.

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os sacerdotes que realizamos el trabajo de evangelización en Hong Kong queremos que la semilla del Evangelio siga floreciendo. Una de nuestras preocupaciones es encontrar a quienes puedan seguir nuestra labor en el futuro. Sin embargo, en las comunidades hay pocos grupos de jóvenes participativos. Esto nos invita a buscar la causa y a ver 6

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en dónde están los jóvenes para invitarlos a la vida parroquial.

He trabajado en Hong Kong en diversos periodos que suman más de 18 años de experiencia. Inicié siendo seminarista y continué colaborando en varias parroquias, donde enfoqué parte de mi trabajo en los jóvenes.

Después de todos estos años reconozco que es difícil el trabajo con ellos, pero no imposible. El primer paso es ir a su mundo y desde ahí presentarles la opción de vida del Evangelio, para que conozcan a Jesús y su mensaje; una vez logrado esto, quizá incluso podrían optar por la vida consagrada.

La Iglesia católica es respetada y goza de buena estima en el pueblo de Hong Kong. Cuenta con una población aproximada de 240 mil fieles, distribuidos en 60 parroquias. La diócesis se encarga de diversas escuelas y centros de servicio social, y cuenta con alrededor de 500 religiosas y 300 sacerdotes, de los cuales sólo una quinta parte son locales y ya no tan jóvenes. El número de religiosos y misioneros no ha tenido aumento, no llega sangre nueva al territorio; el seminario diocesano está casi vacío.

Los motivos de la falta de jóvenes interesados en la religión, en

general, y en la vida consagrada, en particular, pueden encontrarse en los usos y costumbres de la sociedad. Por ejemplo, en una familia es común que sólo se tenga un hijo, responsable de continuar el linaje, por lo que es difícil que al crecer opte por el sacerdocio. En Hong Kong al niño y al joven se les aprecia, quiere y protege, se les trata de dar lo mejor y los papás planean su futuro. El gobierno se encarga de ofrecer educación gratuita hasta los tres primeros años de secundaria, después se paga una pequeña cuota. Hay que anotar que los cupos en escuelas y universidades son limitados, y hay dos momentos en que se reducen más: al terminar el quinto grado de secundaria y antes de entrar a la universidad; sólo los mejores alumnos tendrán oportunidad de continuar sus estudios, los demás buscarán educación en la iniciativa privada u obtendrán algún empleo. En las escuelas, como en otros países, se forman pequeños grupos de alumnos según la afinidad de gustos; cada joven pasa la mayor parte del tiempo con su grupo, no sólo en el colegio.

Los chinos en general son religiosos, y los jóvenes no son excepción. Desde niños, dentro de su fe budista, frecuentan templos, principalmente en momentos importantes de su vida, como al Agosto 2011

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buscar escuela o trabajo, cuando se preparan para casarse, etcétera. Respecto a la vida de fe católica son pocos los jóvenes que participan, en parte porque no tienen tiempo para asistir a actos religiosos, o porque los sienten aburridos. Aunque los grupos de jóvenes son muy pequeños, se distinguen por brindar una amistad muy profunda, por tener un sentido de responsabilidad y de servicio encaminado hacia el bien común, incluso invitan a otros jóvenes entusiastas para ayudar al necesitado.

Después de analizar los aspectos anteriores, nos damos cuenta de que hay ciertos ruidos que no dejan al joven oír la voz del Señor.

Por una parte, el estilo de vida de la sociedad, su ritmo acelerado, donde niños y jóvenes nunca tienen tiempo para otras actividades fuera del ámbito escolar, pues si descuidan los estudios las consecuencias son desastrosas.

Por otra parte, este estilo de vida debilita las relaciones familiares, no se tiene mucho tiempo para relacionarse, de ahí que la convivencia principal se dé en el grupo de amigos. ¿En este tipo de vida es posible escuchar el llamado del Señor?

Claro que sí. Yo tengo esperanza y sé que el Señor está al pendiente de cada uno de nosotros.

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Desde el principio creó todo para la felicidad de los seres humanos y, aunque las personas se han apartado de Él, siempre ha buscado la forma de llamarlas. El Señor convoca a todos para realizar su plan salvífico y también llama a algunos para encomendarles tareas específicas para el servicio del pueblo. La plenitud de la comunicación entre Dios y nosotros llegó con Jesucristo, el enviado del Padre.

En Hong Kong van desapareciendo los valores humanos y evangélicos fundamentales debido al secularismo, el racionalismo y el subjetivismo de una sociedad materializada. Tengo claro que el llamado a la vocación sólo puede ser recibido en la fe de una comunidad encarnada en la Iglesia.

La vocación nace y se desarrolla en la familia y en la Iglesia. El llamado es a prolongar en la historia, en medio de los desafíos de un mundo cambiante, la misma misión salvadora de Jesús a favor de los hombres.

Fomentar la vocación es tarea de la Iglesia. La persona unida a Cristo colabora con Él para que otros sean transformados y, a su vez, sean capaces de transformar.

Los jóvenes de Hong Kong merecen una oportunidad para vivir con el Señor dentro de su sociedad. Considero que internet es

el mejor medio en la actualidad para entrar en el mundo de los jóvenes y transmitirles la Buena Nueva. Siendo párroco muchas veces he dialogado con jóvenes por este medio y he sentido que platican con mayor apertura, cuestionan y opinan como no lo hacen en persona. Por ello me atrevo a sugerirlo para entrar en su mundo, comprenderlos y después guiarlos a la transformación de vida que brinda el Evangelio, introduciendo en las pláticas temas como la dignidad y la grandeza del ser humano, el sentido y el valor de la vida, entre otros, relacionándolos con la vida diaria, pues los jóvenes de Hong Kong son más generosos con su tiempo y habilidades cuando ven

que su acción tiene sentido y los llena de satisfacción.

Es labor de los agentes de pastoral acercarse a los jóvenes personal y permanentemente. En Hong Kong todas las parroquias tienen sitio web y espacio para chatear, lo cual es una buena oportunidad para encontrarse con los jóvenes y fomentar su participación; dentro de unos años quizá se pueda organizar un proyecto de pastoral vocacional.

Que el Señor nos dé energía y sabiduría para entrar al mundo de los jóvenes y transformar la sociedad con su participación activa. ¡Tienen mucho que aportar!

de la xvi salud PPastoral apa Benedicto

Un milagro ambulante P. José Sandoval Íñiguez, mg

Si abrimos un poco los ojos nos percataremos de que cada día suceden milagros en la vida de los seres humanos y en la naturaleza, bajo la mano omnipotente de Dios Creador.

Pero ¿quién ha visto un milagro que camina?

Yo lo he visto, se llama Lucía Kim y quiero compartir su historia con ustedes.

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onocí a Lucía hace 37 años, cuando me hice cargo de la Parroquia de Song Su Dong, en Seúl, Corea del Sur. Su familia es católica, entregada al servicio de la parroquia. Ella y su esposo son muy activos en diferentes grupos de la comunidad, y tuvieron una hija y dos hijos. El sueño más grande de Lucía era que alguno de los varones fuera sacerdote, pero ambos optaron por el matrimonio.

En 1992 fui a México a celebrar mi 25 aniversario sacerdotal y

me acompañó un grupo de fieles coreanos, entre ellos Lucía.

Después de las celebraciones visitamos la zona del volcán Paricutín, alquilamos caballos para ir a la iglesia que fue casi cubierta por la lava y de regreso, mientras anochecía, Lucía se cayó, pero gracias a Dios sólo se golpeó.

Un detalle que me causó admiración, pues mostró la sencillez y la ternura de su alma, fue que al despedirse de mis familiares, mientras el resto del grupo lo hizo con algarabía, ella estaba bañada en lágrimas, quizá por gratitud, o quizá porque se encariñó con México.

Poco después del viaje Lucía enfermó de cáncer en los pulmones y su vida cambió totalmente.

A partir de entonces comenzó a pasar unas semanas en el hospital y otras en su casa, y así ha continuado durante estos años. Mientras está en el hospital no desperdicia ninguna ocasión para hablar de Cristo a los demás enfermos, y cuando está en su casa continúa su vida casi normal: realiza el quehacer, va y regresa de la iglesia, visita a sus conocidos, colabora activamente en los grupos de la parroquia y reúne cada día un grupo de oración que reza, sobre todo, por los sacerdotes.

Del grupo de pacientes que iniciaron el tratamiento junto con Lucía, sólo ella queda con vida. Un pulmón ha desaparecido totalmente y del otro sólo queda una parte. Los médicos están perplejos y no se explican cómo sigue viva y, además, tan activa. Incluso le han pedido que al fallecer done su cuerpo para hacerle un estudio.

Lucía no le teme a la muerte, al contrario, tiene grandes deseos de encontrarse con Jesús. Por lo general, quienes padecen cáncer enfrentan la muerte con mucho temor, de ahí que los médicos pongan a Lucía en contacto con otros enfermos. Ella recibe llamadas telefónicas de personas en distintos puntos del país, quienes angustiadas le preguntan si es verdad que no le teme a la muerte a pesar de su enfermedad. Lucía les contesta que cree en Jesucristo y que si muere irá a encontrarse con Él en su Reino. Pienso que ese testimonio de fe, de paz y de serenidad ante la muerte que Lucía da a mucha gente vale más que mil predicaciones. Le pido al Señor que me otorgue un poco de esa fe, de ese amor y esa confianza que ella tiene en Jesús.

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Vida mg

25 aniversario sacerdotal P. Antonio Estrada Serrano, mg El Padre Antonio Estrada Serrano, mg, encontró su vocación cuando se preparaba como ingeniero. Desde entonces siguió el llamado de Dios y este mes se festejan sus 25 años de vida sacerdotal, por lo que compartimos una breve semblanza biográfica suya.

E

l Padre Antonio Estrada Serrano nació el 13 de junio de 1951 en Tenancingo, Estado de México, y recibió su educación básica en escuelas del mismo estado. Mientras realizaba estudios superiores de Ingeniería en la Universidad Autónoma del Estado de México escuchó el llamado de Dios. Ingresó al Seminario de Misiones en 1979 y estudió Filosofía y Teología en la Universidad

Intercontinental, en la ciudad de México. El 23 de agosto de 1986 recibió la ordenación sacerdotal de manos de Mons.

Alfredo Torres Romero, entonces Obispo de Toluca.

Una parte de su ministerio se ha enfocado en la formación sacerdotal de los jóvenes: ha colaborado en la orientación vocacional en la ciudad de México y en el Seminario Mayor de Misiones, donde durante un año colaboró en el Curso de Espiritualidad y Pastoral (Cespa), en el cual los seminaristas consolidan su vocación como Misioneros de Guadalupe.

Por otra parte, su labor en Misiones se ha desarrollado en África y América. En 1986 fue enviado durante tres años a Angola, y en 1992, a Brasil. Sin embargo, destaca su colaboración en la Misión de Mozambique, a la cual fue enviado en el año 2000, junto con los Padres José Antonio García T., mg, y José Enrique Hernández T., mg, con quienes formó el grupo de Padres fundadores de dicha Misión.

Acerca de su labor en Mozambique, el P. Antonio ha comentado que en los comienzos, al conocer las comunidades de la Diócesis de Chimoio, la experiencia

no fue fácil ni cómoda, pues le resultaba difícil comprender la situación del país. Sin embargo, con el paso del tiempo, descubrió los grandes valores de los mozambiqueños: “Gente pobre, pero con una gran dignidad, que comparte lo poco que tiene con los demás. Aprendí mucho y me dieron muy buenas lecciones de generosidad, amabilidad y respeto”.

El Padre Antonio también ha expresado su agradecimiento a Dios: “Por haberme llamado a compartir parte de mi vida como Misionero de Guadalupe, por toda la gente que ha puesto en mi camino, de quienes he tratado de aprender sus situaciones de vida y su cultura, disfrutando de su acogida y su alegría natural, a pesar de las dificultades con las que se enfrentan día a día”.

En julio del año pasado, el Padre Antonio fue nombrado para trabajar en la atención a los bienhechores en las oficinas del Instituto en Monterrey, donde continúa apoyando la Misión de la Iglesia, con la añoranza de regresar a las tierras de Misión.

Este mes celebra sus 25 años de sacerdocio misionero. ¡Muchas felicidades!

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Misión

de

Kenia

Costumbres del pueblo turkana P. Eduardo Castellanos Hernández, mg

Los turkana son un pueblo nómada y todo esfuerzo de asistirles es difícil. Para comprenderlos y avanzar en su evangelización es necesario conocer sus costumbres.

E

l pueblo turkana habita al noroeste de Kenia.

La situación social en esta zona es difícil, y la labor principal de los diferentes misioneros ha sido ofrecer servicios de salud y educación, así como apoyar con puestos alimenticios en tiempos de sequía. Para avanzar en la evangelización, los misioneros debemos familiarizarnos con las tradiciones que dan identidad propia a los turkana. A continuación comparto dos de las costumbres más arraigadas en su vida diaria.

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Monólogos

Edonga, diversión turkana

Es divertido ver y escuchar a los jóvenes turkana. Cada uno tiene muchos deseos de sobresalir entre los de su generación por sus dotes para recitar e interpretar historias, inventadas por ellos mismos y cantadas en sus reuniones o durante el pastoreo de los animales. Esta es una costumbre exclusiva de los varones, ya que al mostrar su destreza para interpretar dichas historias serán respetados y admirados por los jóvenes de su comunidad, y podrán ser reconocidos como líderes de su grupo.

El edonga es un pasatiempo que practican grupos de pastores y guerreros turkana al terminar sus actividades diarias. Se realiza por la noche, que es el tiempo de diversión y recreación: los distintos miembros de la comunidad cuentan cómo les fue en el pastoreo o narran una aventura, como la confrontación con algún enemigo.

Intérpretes de los diferentes grupos de jóvenes se reúnen una vez al mes para realizar competencias y escoger al muchacho que mejor relate sus aventuras.

El ganador es aclamado, ocupa un lugar de honor y será respetado por los diferentes grupos.

Debido a que la mayoría de los competidores son guerreros, esta actividad declamatoria favorece el compromiso y la conciencia de proteger a la comunidad de los extranjeros y enemigos que la acechen. Cada comunidad y grupo tiene su estilo propio para declamar monólogos, esa es la base de la identidad grupal que los jóvenes han desarrollado hasta el presente.

Estos grupos se reúnen al pie de algún árbol y forman un círculo.

Enseguida llegan algunas mujeres para participar de la diversión o para que las corteje algún guerrero o amigo. Todos los asistentes deben aplaudir cuando uno de los jóvenes interpreta una canción inventada por él mismo, mientras los demás se divierten brincando y tratando de conquistar a las muchachas. El hombre que mejor interprete su canción tiene más posibilidades de seducir a las mujeres.

Los turkana creen que cualquier comunidad que quiera mantener viva su cultura y sus costumbres debe tener una danza con la cual se llame a toda la gente a reunirse y provocar el cortejo; el cual se ve como una fortuna, pues es clave para perpetuar a la comunidad y que no desaparezca.

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Misión

de

Angola

Recuerdos de la Misión P. José Guadalupe Navarro Esquivel, mg

El Padre José Guadalupe Navarro comparte algunas reflexiones sobre su servicio como sacerdote. Son recuerdos y experiencias de vida que ha ido ganando al recorrer cada día el camino del sacerdocio misionero.

S

iendo un niño lleno de ilusiones, deseos de aventura e inseguridad, escuché el llamado para ayudar a los hombres a acercarse más a Dios.

Se me han ido escapando los años y el camino sigue adelante. La primera etapa de mi vida misionera la dediqué a los jóvenes que buscaban el tipo de aventuras que dejan al hombre inquieto, porque abren puertas y queman por dentro.

Una de las primeras cosas que aprendí es que, aunque hay días en que sentimos al Señor muy cerca y otros en donde pareciera que se esconde, Él siempre está presente, pero a veces prefiere

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estar en nuestras vidas sin que lo notemos.

Después del Centro de Orientación Vocacional fui nombrado para laborar en una Misión, pero no en África, soñada durante mis años de preparación. En los planes de Dios no se tiene la certeza de conseguir aquello que creemos es lo mejor, pues Él mismo nos prepara veladamente para los trabajos con los que habremos de servirlo; esto también hay que aprenderlo con paciencia.

Con mi viaje a la Misión de Perú sentí dolor y alegría: por una parte dejaba atrás la inquietud de servir en África, por la otra sentía el gozo de darme a la gente bondadosa del Amazonas.

Conmigo fue la Virgen Morena, a quien mi madre me enseñó a dirigir oraciones en agradecimiento por sus cuidados; también me acompañaron los consejos de mi mamá y las oraciones de la gente buena de mi pueblo. Fue una experiencia hermosa, una bendición de Dios.

Después de unos años mi sacerdocio se renovó, así lo siento todavía. Como el Cristo resucitado, que se va, pero se queda con nosotros, la Misión de Perú la llevo conmigo, con recuerdos

que le dan a mi alma valiosos momentos de amistad, del santo misterio de Aquél que nos ama.

Mi trabajo ahí fue el mejor intento de dar la vida para servir a Jesús.

Ahora emprendo una nueva etapa en mi vida misionera, y los recuerdos se avivan, se actualizan.

Hoy mi querido Instituto me envía a una nueva experiencia, esta vez en la Misión de Angola, por fin en África. ¡Bendito sea Dios por aceptar la pequeñez que le ofrezco de manera incondicional! Él sabe que lo quiero, se lo he dicho como se lo dijo Pedro, pero le añado un poco más: “No tengo otra cosa más valiosa que las miserias que se han ido acumulando en estos 31 años de sacerdocio y mi incondicional entrega para seguirte y servirte”.

Espero que el Señor me permita en los próximos años acercarlo a los hermanos que lo necesitan: los anawin1 de estos tiempos de lucha y esfuerzos por continuar ofreciendo el mensaje de salvación a los hombres y mujeres en cualquier parte del mundo.

La palabra aramea anawin se refiere a las personas humildes y afligidas cuya gran creencia en Dios les basta para sobrevivir.

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Desde el Seminario

Experiencia de apostolado en Hong Kong Seminarista Fernando Salazar Casango

Después de concluir el primer ciclo de estudios de Teología en el Seminario del Espíritu Santo, en la Diócesis de Hong Kong, China, tuve mi primera experiencia de apostolado de tiempo completo, durante mes y medio, en una parroquia asignada por el mismo seminario.

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urante mi primera experiencia de apostolado fui asignado a la Parroquia de San Pedro, en la isla de Hong Kong, y gracias a Dios el párroco y los fieles fueron muy amables, de hecho me comentaron que algunos Padres mg habían 18

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trabajado en la parroquia años atrás. Yo estaba temeroso, pero también me sentía muy contento porque por fin tendría contacto más cercano con una comunidad parroquial en la Misión. Estimados lectores de Almas, quiero compartir algunos

eventos de esa experiencia con ustedes.

El primer domingo, cuando fui presentado en la parroquia, se celebraba la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

En ese marco, agradecido con Dios por la nueva etapa que iniciaba en mi proceso, le pedí al Señor Jesús que fuese Él quien trabajase a través de mí, con la siguiente oración: “Señor Jesús, aquí estoy, pero no quiero ser yo, Fernando Salazar Casango, el que haga el trabajo, sino tú, ya que tú eres, Señor, quien me ha llamado; que te vean a ti, que te busquen a ti, que te amen a ti; que seas tú quien los ame, los escuche, los mire, los ayude, los motive; que seas tú quien se acerque a esta gente a través de mí. Hazlo, Señor, muéstrate a ellos como tú quieres hacerlo”.

El martes de la primera semana el párroco me invitó a servir en una Misa en un asilo y así conocí el lugar donde algunas veces debería de llevar la Comunión a los ancianos. Ahí sucedieron dos cosas que considero fueron obra de Dios. Primero, cuando el Padre me presentó a los católicos que estaban reunidos en el lugar preparado para la Misa, ellos se mostraron alegres por mi presencia.

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En inglés: “Te quiero”.

En inglés: “Yo también te quiero”.

Después, una ancianita, cuando me acerqué para saludarla, me abrazó y me dijo: “Mexicano”; la palabra fue claramente pronunciada en español, el Padre y yo nos sorprendimos, sobre todo porque ella sólo hablaba cantonés y unas cuantas palabras en inglés. Cuando terminó la Misa, acompañé a la señora y a una vecina suya a sus habitaciones. Al despedirme, una de ellas me dijo: “I love you”1, y sin hacer esperar mi respuesta le respondí: “I love you too”2. Las dos ancianitas se quedaron muy contentas.

Cuando regresé a la parroquia, mientras recordaba esta experiencia, agradecí a Dios el encuentro con los ancianos y me acordé de la oración que hice días antes. Pude comprobar que Dios vive en medio de nosotros y a veces no lo notamos. Él necesita nuestras vidas para mostrarse a los demás. El Señor nos invita a ser portadores de alegría, esperanza, amor.

Padrinos y Madrinas, espero que Dios siga bendiciéndolos.

Les agradezco su apoyo y sus oraciones en favor del trabajo misionero. A los lectores jóvenes quiero pedirles que no tengan miedo de decirle “sí” a Jesús, déjense llevar y guiar por Él.

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Noticias breves

Fuentes: Vatican Information Service (vis) • Redacción de Almas

Pastoral de la salud en Corea Seúl, 24 abr 2011. Este domingo, el P. Ignacio de la Garza Evia U., mg, ha iniciado oficialmente su colaboración con la pastoral de la salud en la Arquidiócesis de Seúl, Corea, antes desarrollada por el P. José Sandoval Í., mg, quien en meses próximos dejará la Misión y ejercerá su ministerio sacerdotal en su pueblo natal: Yahualica, Jalisco.

Benedicto xvi proclama beato a Juan Pablo ii El Vaticano, 1 may 2011 (vis). A las 10 h de hoy, ii Domingo de Pascua, Benedicto xvi presidió la Celebración Eucarística durante la cual proclamó beato al Siervo de Dios Juan Pablo ii, Papa (1920-2005), cuya memoria se celebrará el 22 de octubre de cada año. A la ceremonia, que se pudo seguir en diversos países alrededor del mundo, asistieron más de un millón de personas.

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Jornada Mundial de la Juventud, 2011

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Ciudad de México, 5 may 2011.

Con el lema “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (cfr. Col 2, 7), se llevará a cabo la Jornada Mundial de la Juventud 2011, en Madrid, España, del 16 al 21 de agosto del presente año. Diversos documentos en torno a la jornada, así como la agenda completa de la misma, pueden ser revisados en el sitio web: http://www.madrid11.com/.

Treinta años de Misión en Angola, sembrando semillas misioneras Llenos de alegría y esperanza, los Misioneros de Guadalupe cumplimos treinta años de presencia en Angola. Fue el 25 de enero de 1981 cuando llegaron nuestros dos primeros misioneros a ese país africano, donde la principal tarea ha sido colaborar en la reconstrucción de una sociedad destrozada por la violencia de la guerra, y promover los valores cristianos de la reconciliación y de la paz. También hemos trabajado en el Seminario Mayor de Luanda, donde dimos apoyo al desarrollo de las vocaciones sacerdotales que continúan difundiendo los valores del Evangelio de amor y perdón entre el pueblo angoleño, que tanto los necesita.

Actualmente realizamos nuestra actividad misionera en la Parroquia de San José, en Catete, en el Santuario de Santa Ana, en Caxito, y en la Misión de San Pedro y San Pablo, en Cahama.

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San Carlos Lwanga y Compañeros, mártires de Uganda Los Misioneros de África (Padres Blancos), comenzaron a evangelizar África y edificaron una pequeña comunidad de conversos en Uganda. Para 1885, José Mukasa, mayordomo y amigo del rey Mwanga, había consolidado y ampliado la comunidad cristiana, particularmente en la corte, con la colaboración de uno de sus conversos: Carlos Lwanga.

Pero el ambiente se tornó hostil para los misioneros cristianos. En noviembre de 1885 fueron masacrados un obispo anglicano y su escolta. José Mukasa reclamó el hecho al rey y recibió la pena de muerte. Con este hecho inició una persecución general contra los cristianos. Carlos Lwanga se convirtió en el nuevo guía de la comunidad, pero en junio de 1886 fue condenado a muerte junto con 12 jóvenes católicos, más algunos anglicanos. El rey trató de obligarlos a rechazar su fe, pero Carlos Lwanga los animó a conservarla, e incluso bautizó a cuatro catecúmenos la noche anterior al martirio. Todos defendieron su creencia hasta la muerte.

Carlos Lwanga y 21 compañeros mártires, ejecutados entre 1885 y 1887, fueron canonizados el 18 de octubre de 1964 por el Papa Pablo vi.

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Mensajeros de paz, en unión con Cristo San Carlos Lwanga y sus Compañeros mártires vivieron con determinación los valores del Evangelio en su vida y compartieron la Buena Nueva con los demás.

Te invitamos a ser mensajero de paz: comparte el amor de Dios con los demás y dedica un momento del día para realizar una buena obra y dar un buen consejo a quien lo necesite.

En este pasatiempo recuerda cómo construir la paz. Sigue los números de la cadena y encuentra los mensajes ocultos.

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Visita nuestro sitio y encuentra más actividades misioneras: www.clubdeninosmisioneros.org.mx

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¡Tú puedes ser misionero!

Joven mexicano, ¿has sentido el llamado de Jesús y quieres llevar su mensaje de salvación a las personas que no lo conocen?

Misioneros de Guadalupe te invita a descubrir tu vocación.

Participa en las actividades que organiza su Centro de Orientación Vocacional (cov).

Comparte experiencias recreativas y formativas con otros jóvenes que también buscan tomar decisiones acertadas que darán sentido a sus propias vidas.

cov México Tel. (01 55) 5573 3000 vocacionesmg@hotmail.com Línea Misionera (sin costo): 01 800 00 58 100 cov Guadalajara Tel. (01 33) 3601 0815 vocgdlmg@hotmail.com cov Monterrey Tel. (01 81) 8358 2101 covmty@hotmail.com Línea Misionera (sin costo): 01 800 83 15 350 cov Villahermosa Tel. (01 993) 315 2934 covtabasco@hotmail.com

Becas misioneras El trabajo de la evangelización entre los no cristianos no ha terminado y continúa realizándose en muchos lugares. Los misioneros ancianos necesitan que los jóvenes apoyen y prosigan su labor de proclamar la Buena Nueva. Ustedes pueden apoyar a quienes han decidido consagrar su vida a la Misión ad gentes, al fundar una beca con la cual un seminarista completará su formación sacerdotal.

Beca completa Media beca Ayuda anual

$12 000.00 $6 000.00 $1 000.00 Línea Misionera (sin costo): 01 800 00 58 100 Correo electrónico: padrinos@mg.org.mx “Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación” (Mc 16, 15)

¡Ayudemos a la evangelización del mundo!

Únete

a la Misión

Padre Antonio de Jesús Mascorro Tristán Misionero de Guadalupe en Kenia

Nació en Armadillo de los Infante, slp. Ingresó al Seminario de Misiones en 1993 y concluyó su formación sacerdotal en Nairobi, Kenia. Recibió el Orden del Presbiterado el 6 de abril de 2002, de manos de Mons. Luis Morales Reyes. Ha colaborado como vicerrector y ecónomo del Seminario Mayor de Misiones, y vicerrector en el Seminario Menor. En 2007 fue nombrado asesor del Centro de Formación mg en África.

Ahora comparte el Evangelio con el pueblo de Kenia.

El Padre Antonio ha mencionado que descubrió su vocación por diversos episodios de su vida, como la lectura de Almas cuando era niño, y su relectura años después. Tú también puedes colaborar en la Misión de la Iglesia. ¡Responde al llamado de tu vocación!

Ciudad de México Tlalpan Cantera 29, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan, cp 14000, México, df.

Tel. (01 55) 5655 2691

Ciudad de México Roma Córdoba 17, Col. Roma, Del. Cuauhtémoc, cp 06700, México, df.

Tel. (01 55) 5525 6989

Línea Misionera: 01 800 00 58 100

Guadalajara

Monterrey

Villahermosa

Madero 837, esq. Escorza, Centro, sj, cp 44100, Guadalajara, Jalisco.

Tel. (01 33) 3825 2315

Habana 105, Col. Altavista, cp 64840, Monterrey, Nuevo León.

Tel. (01 81) 8358 2101

Ejército Mexicano 167, Col. Atasta de Serra, cp 86100, Villahermosa, Tabasco.

Tel. (01 993) 315 2934

www.revistaalmas.com.mx