4 minute read

La Noche Oscura

Por Paola Vera Bracho

En la vida hay momentos que pasan en donde caes en un instante dentro de un halo muy oscuro dentro de ti, estos momentos pueden estar detonados por acontecimientos puntuales que te llevan a este estado emocional, o simplemente porque te desconectas de ti mismo. Yo llamo a estos momentos “La noche oscura”, entrar a la noche oscura no es fácil, puede ocurrir de manera imprevista, en muy pocos segundos, son eventos que vienen a cambiarte la vida y a poner tu mundo patas arriba, dentro de la noche oscura, pierdes la noción del tiempo, ya no sabes si es de día o de noche, las horas se arrastran y los días parecen una eternidad, puede llegar a invadirte una tristeza que por momentos se hace incontrolable, sientes ira, impotencia y unas absurdas ganas de desaparecer, cuando es obvio que nunca te escapas de la noche oscura. Estos momentos agobiantes, son aquellos a los cuales tememos que sucedan, como, por ejemplo; la muerte de un familiar, una pérdida importante, una separación o descubrir hechos que no esperabas, lo fijo de la situación es que una vez entras no hay vuelta atrás, y definitivamente tu vida va a cambiar, me atrevo a expresar que la totalidad de los seres que cohabitamos la tierra hemos pasado alguna vez por momentos en la noche oscura, te sientes que de pronto te encierran en un cuarto, oscuro, y tu corazón hecho pedazos yace regado por toda el área, y allí estás tú, tan vulnerable y tan infantil, te conviertes en un niño de nuevo, sientes un montón de inseguridades que antes no sentías, y ahora todo es diferente, hasta tú te vuelves diferente. Rescataré mi última experiencia en la noche oscura, para ilustrar de manera exponencial lo que quiero plasmar en estas líneas, mi última noche oscura, fue bastante fea, me sentí así tal cual lo describí en las anteriores líneas, opacó mi alma por un momento, mi entrada fue aparatosa, caí de un solo golpe en la noche oscura, y no tenía ni siquiera una linterna (creía yo) con que alumbrar, me desesperé muchísimo, porque mi entrada no fue sola, había otro ser que entro de golpe en su noche oscura en el mismo momento que yo, aunque por los hechos, creo que ya ese ser había entrado hacía días y sólo me trajo a esa noche oscura para que también sintiera su dolor, al principio reconozco que sentí un pánico terrible, un miedo escalofriante, tenía muchísimo que perder en esa situación, de hecho perdí mucho, un agobiante peso en mi pecho, dolores que se manifestaban a su antojo de ida y vuelta, no veía nada claramente, y una ira incontrolable, luego que pasó el furor de la entrada, vino doña vergüenza, a hacer lo suyo, y trajo con ella a la señora culpa, se me disparó mi corazón y en seguida me hice esta pregunta ¿Qué hice?, lloré océanos de dolor, allí sola en ese cuarto de la noche oscura, pensando cómo hacer para resolver aquello que tanto me dolía, pensando cuando llegaría mi

Advertisement

Continuación…

pegamento para recomponer los pedazos de mi corazón herido y cuando vería mi luz de nuevo, otro ser también sintió dolor, luego me vino a la mente que no soy responsable de su dolor, así que me hice cargo del mío y solté la idea de que yo podía hacer algo para mitigar el dolor de ese otro ser, lo dejé con su proceso y tomé el mío, y es que mi primer aprendizaje en la

noche oscura fue que ella es individual así entres

acompañado, luego recordé lo que había vivido en el último año, y me di cuenta que nada es casualidad, yo había pasado un año preparándome para ayudar a otros a transitar duelos de cualquier tipo y sus respectivos cierres de ciclo, pensé inmediatamente que ese aprendizaje no era para otros, era para mí, mi

segunda lección en la noche oscura fue que, aunque no lo veas inmediatamente, todo lo que has vivido hasta ahora te prepara para resolver la situación que se te presente, solo tienes que estar atento a los

acontecimientos y fluir con ellos muy despierto. Luego de que pasan los días vas observando, obvio si estás abierto a aprender la lección de aquella situación que te metió en la noche oscura, que cuando el dolor va mermando, a medida que vas aceptando el nuevo entorno de aquella nueva realidad, el sufrimiento se hace menor y le das paso al dolor que sana, hay un dolor dentro de nosotros que si aprendemos a vivenciarlo de una manera coherente, nos sanará las heridas causadas por nosotros mismos, de una manera tan profunda que simplemente, aunque estés en medio de la tormenta, estarás en la tranquilidad de saber que esto también pasará. Tomar decisiones en este momento no es recomendable, por mucho que tengamos la tentación de hacerlo, yo no recomiendo que se haga, estamos en medio de un huracán de nivel 5 y esto no nos permite pensar claramente, muy importante es reconocer cuando te equivocas, y tener la humildad de pedir perdón si fuera el caso, con real arrepentimiento, sabiendo dentro de ti que no repetirás la situación que te llevó allí, y no aferrándote a ningún resultado, lo más humilde que puedes hacer es escuchar con atención todas las señales que recibirás y reflexionar en lo que te hizo llegar a la noche oscura. Por último, recomiendo ampliamente meditar, relajarse en la medida de lo posible, no dejarse controlar por la doña mente y el señor ego, que siempre están en modo inquisición de la edad media, y dejar que Dios, o en aquello que creas y el tiempo hagan su voluntad.

IG: @paolaverabracho / @amormentoring Email: paolaverabracho@gmail.com paolaverabracho@outlook.com