
2 minute read
Mole de pollo con mamá
Ingredientes:
1 kilo de pollo
Advertisement
Un bote de mole
Una taza de arroz
Una cucharada de consomé
Caldo de pollo
Paso 1:
Hazle una videollamada a tu mamá y mientras contesta pon a hervir agua en una olla. Pon a cocer el pollo y platícale de cómo te fue en la semana y lo duro que han sido estos meses lejos la una de la otra. Tú querrás contarle todos tus problemas, lo que no te deja dormir en las noches, pero no le dirás nada; ella también estará ocupada haciendo su mole al otro lado del teléfono y también traerá sus problemas y no querrás preocuparla. Una vez listo, sacarás el pollo de la olla y comenzarás a desmenuzarlo. Ella se dará cuenta de que tienes algo triste en la mirada y que por esta razón solo miras el pollo que estás desmenuzando, pero tampoco te preguntará nada, simplemente te regañará dulcemente y te dejará saber que te estás mordiendo los labios más de lo normal.
Paso 2:
Disuelve el bote de mole con un poco de caldo de pollo y deja hervir. Creerás que ella no se da cuenta, pero te ha visto comer algunos pedazos de pollo disimuladamente. Al cuarto o quinto pedazo de pollo que te metes a la boca te dirá: “¡Ya está bueno! ¿Vas a dejar algo de pollo para el mole?”, y tú le harás caso entonces, pero sin muchas ganas. Una vez empiece a hervir, añade el pollo desmenuzado (no todo, dejarás dos o tres pedazos para comerlos más tarde cuando ella se descuide) y revuelve hasta que se incorpore por completo.
Paso 3:
En una sartén pon a dorar el arroz por unos minutos. Al otro lado de la pantalla verás cómo tu mamá también dora su arroz agitando la sartén haciéndolo volar por los aires, una técnica de chef profesional, pero que tú has intentado y siempre terminas haciendo un tiradero por toda la cocina. Es por eso que usarás una cuchara de madera. Cuando esté dorado, ponle el caldo de pollo y la cucharada de consomé. Tápalo y espera por unos minutos. Tendrás tiempo para hablar con tu mamá de tus tíos y primos que extrañas tanto, pero ella no te dará muchos detalles para que no te agarre la nostalgia y no te muerdas más los labios.
Paso 4:
Ya listo el arroz, sírvelo mientras esté caliente con un poco de mole, un agua de Jamaica y prepárate para comer con tu mamá. Le darás tiempo a ella de que también se sirva su mole. Te darás cuenta de que ha sacado su plato y su vaso favorito para comer contigo, como lo hacía cuando vivías con ella. Se ha sentado en la mesa y te ha sonreído al otro lado del teléfono. Aunque sea a distancia, esa compañía la hace la mejor de las comidas. Ese será el mejor mole que te habrás comido desde que llegaste a Estados Unidos. Ese será un momento que estás segura de que nunca olvidarás.
Fernández