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La documentación de Bellido en el Archivo de Villa

La documentación de Bellido en el Archivo de Villa

Irene Sanchidrián

Existen más de 40 proyectos diseñados por Luis Bellido, entre 1900 y 1950, conservados en los fondos del Archivo de Villa. También, un considerable número de expedientes que, sin ser de su autoría, están íntimamente relacionados con su figura de Arquitecto Municipal, ya que supervisaba y autorizaba la construcción de otros muchos edificios.

Si bien se tiene constancia de la salvaguardia de algunos documentos en instituciones como el Archivo General de la Administración o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, así como el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, la información referente a la trayectoria profesional madrileña del logroñés se concentra en el Archivo de Villa.

Su documentación está muy protegida. En la mayoría de las ocasiones, el investigador sólo puede acceder a la digitalización del documento de su interés, o, en otros casos, a su microfilm. Esta política se mantiene para evitar el deterioro del documento a causa de su manipulación. Sin embargo, en nuestro caso, se creía primordial conocer de primera mano el estado de conservación de los documentos que se proponían para la exposición, pues se necesitaba saber si su restauración era necesaria. El Archivo favoreció nuestro acceso a todos los documentos, bien fueran expedientes consultados en sala o planos conservados en sus depósitos.1 No obstante, se mantuvieron las medidas extraordinarias que siguen todos los usuarios: los expedientes se consultan de uno en uno, se recomienda el uso de lápices en sala y se tiene gran control sobre los documentos que pide, consulta y devuelve cada investigador.

De esta forma, se pudieron registrar los datos extraídos de los documentos de Bellido en el Archivo de Villa y se observaron otras variables

1 Debemos agradecer el apoyo y las facilidades prestadas a todo el personal del Archivo de Villa, particularmente a María Luisa Crespo Rodríguez y a José Luis Ramos González.

como su materialidad o las técnicas de ejecución utilizadas por el arquitecto, que, sin este proceder, no hubiese sido posible.

La documentación textual: signaturas y memorias

Los inventarios del Archivo de Villa se ordenan por signaturas en las que se añade una breve referencia a su contenido al igual que su fecha de inicio.2 Éstas se organizan en tres dígitos: un primer número que hace referencia a la caja donde se conserva el documento, un segundo dígito correspondiente al legajo y finalmente, una última cifra concerniente al expediente; ello permite su rápida localización e identificación en el depósito.

En cuanto a su contenido, el trabajo de Bellido en Madrid se puede subdividir entre los encargos del Ayuntamiento (de nueva planta, restauración y supervisión) y algunos ejercicios de obra privada. Todo ello se concibe como la materialidad de una actividad administrativa, bien fuera a su cargo como Arquitecto Municipal o fruto de la tramitación de las licencias urbanísticas correspondientes en la construcción privada.

De esta forma, se conserva material textual y gráfico en hojas unidas mediante grapas o cosidos sencillos. Esto conforma unos expedientes, que, a su vez, se alojan en subcarpetas, legajos y cajas organizados según su información.

Los expedientes responden siempre al mismo patrón. Comienzan con la solicitud de construcción por parte del propietario o el administrador; continúan con los distintos informes, tanto del autor como de la Comisión que lo revisa; y, finalmente, se exponen las licencias de obra una vez que todas las vicisitudes han sido superadas.

Igualmente, a través de hojas y cuartillas cosidas, se registran los trámites necesarios que se han tenido que seguir a fin de poder ejecutar los trabajos pertinentes. Así, no sólo se ha logrado preservar el momento inicial de la construcción sobre papel sino además todas sus modificaciones y porvenires en materia edilicia y administrativa, pues se incluyen licencias, actas de inspección o solicitudes de subasta.

Estos datos quedaron escritos en un tipo de papel muy utilizado en la época: papel continuo, a veces, con marca de agua. Además, si el documento es municipal, aparece en papel timbrado acompañado de los distintos sellos concernientes a la Sección que corresponde. Del mismo

2 El Archivo de Villa posee varios inventarios que quedan subdivididos por clases o asuntos hasta 1899. No existe un inventario referente a la arquitectura del siglo XX. Por ello, el investigador ha de realizar una búsqueda genérica, acudiendo a fuentes secundarias como la Guía del COAM. Otro gran aliado del investigador es el catálogo en línea del Archivo de Villa, en el que se han localizado referencias y algunos expedientes digitalizados: https://catalogoarchivo.madrid.es/ms-opac/.

modo, todas las hojas suelen estar foliadas, lo que permite llevar un control del número de páginas de cada expediente.

Al mismo tiempo, en este tipo de documentación se muestran pliegos de condiciones, mediciones, presupuestos o correspondencia. Se podría leer cada carta, comparecencia o instancia de manera independiente, sin embargo, no se comprendería el contexto en conjunto, ya que no se conocerían todos los hechos. Así, es necesario entender los datos de cada expediente como un cuerpo unitario que abarca parte de la historia de un edificio.

Manuscrito a tinta, mecanografiado o impreso,3 Bellido ofrece relevantes detalles sobre sus obras en los expedientes consultados. En

1. Luis Bellido, «Proyecto de Mercado en la Plaza de

Tirso de Molina (Puente de Segovia) / Fachadas principales», 1921 (tinta s/ papel tela).

3 Las primeras máquinas de escribir se incorporan en la década de 1910.

2. Modelo de fichero toponímico en AVM. muchas ocasiones, los planos de proyecto se mantienen cosidos en ellos, por lo que letra y dibujo se complementan. Estos dibujos suelen tener un buen estado de conservación, a excepción de aquellos que, a causa de distintos pliegues, han perdido parte de la información representada o han acabado desgarrándose por esa zona.

Por otro lado, se ha podido advertir la pérdida de este material gráfico en algunas ocasiones. Una muestra es el Pabellón de Servicios Generales para las Escuelas al Aire Libre de la Dehesa de la Villa,4 pues, si bien en la memoria se indica la existencia de ciertos planos, parece que éstos hayan sido cortados o descosidos del propio documento.

En algunas de las obras atribuidas a Bellido no se habían difundido ni planos ni memorias de su autoría: un ejemplo es el Mercado de Tirso de Molina. Se tenía constancia de su localización en la actual Plaza Huarte de San Juan, antigua Plaza de Tirso de Molina. Tras esta observación, se buscaron signaturas referenciadas a este antiguo nombre, encontrándose la memoria, acta de inauguración y los planos firmados por el arquitecto (fig. 1).

Por el contrario, a pesar de que las fuentes secundarias sostienen que las Tenencias de Alcaldía en el distrito de la Latina y de Universidad son de Bellido, no se ha localizado fuente primaria que nos cerciore de ello. Uno de los métodos que sirven para rastrear documentación en el Archivo de Villa es acudir —normalmente mediante microfilm— a su fichero toponímico. Así pues, se buscó Alberto Aguilera, 20 (fig. 2), en relación con el distrito de Universidad; y Carrera de San Francisco, 8, con el de La Latina. En ambos casos, aparecieron algunas signaturas que se revisaron, pero no contenían plano alguno del edificio construido, sino otros originales de muy diferente índole. Esto se debe a que el número referenciado se ha reutilizado en algún momento de la historia del archivo, habiéndose perdido o traspapelado su contenido inicial.

El material gráfico: originales y copias

El Archivo de Villa conserva abundante documentación textual en referencia a Luis Bellido, así como numerosa producción gráfica.

En ella destaca la «Vista del Proyecto de Matadero General y Mercado de Ganados de Madrid», un dibujo a tinta y acuarela de gran tamaño. Si éste se compara con la gran cantidad de plantas, alzados, secciones y detalles que realiza sobre esta misma edificación, podemos obtener una significativa idea del proceso creativo del proyecto.

De hecho, existen más de 50 planos que consideramos esenciales para conocer la historia y funcionamiento del edificio. Todo ello se

4 Véase: AVM. 24 – 131 – 4.

completa con la memoria, presupuestos y mediciones,5 así como otros legajos que informan puntualmente acerca de la importancia y enorme dedicación que supuso esta construcción en su trayectoria profesional; caso, por ejemplo, de la solicitud formulada por nuestro arquitecto para ausentarse de su puesto de trabajo durante un mes, al objeto de visitar los establecimientos análogos en el extranjero y poder utilizar su experiencia en el proyecto para Madrid.6

Estos planos, que ahora son seleccionados para la exposición, no sólo por su valor documental sino también por su valor formal y gráfico, eran en origen material de trabajo. Un ejemplo de esto se ve en los dibujos a escala natural que realiza Bellido en proyectos como el de la Casa de Cisneros (fig. 3), sirviendo de modelo o plantilla para un elemento concreto de la construcción.

El método de trabajo también se observa en el uso del papel milimetrado. En estos casos, además de realizar el boceto a escala, añadía acotaciones o incluso modificaba sus propias ideas (fig. 4). Después, el dibujo se pasaba a los distintos tipos de papeles translúcidos, como se ve en este mismo ejemplo (fig. 5), aunque no llegara a ser definitivo. Estos soportes eran muy útiles entre arquitectos porque se usaban para el calcado. En ellos, destaca la diferencia entre la cara recta, pulida y ligeramente brillante, frente a un verso mucho más mate.

Bellido también utilizó papel continuo para sus dibujos. Aquí solía manejar tinta y pigmentos con aglutinante graso, sin embargo, la característica principal de este tipo de soporte es su opacidad. Esto significa que podía usarse por ambos lados, como se observa en un ejemplar dedicado a la «planta segunda» de la Casa de Cisneros, donde utiliza la parte trasera para explicar la «Memoria de hierros de la Casa de Cisneros» (fig. 6).

Si bien el grafito y la acuarela son otras de las técnicas de ejecución que empleaba Bellido en soportes opacos, en los translúcidos añadía un proceso de coloración mediante distintas tintas. En la representación gráfica de materiales de construcción como el ladrillo en alzados, o el relleno del grueso de los muros en sus plantas (Fig. 7), el arquitecto sombreaba el pliego verso, para que así se generara un aspecto de sutileza y transparencia al ver la cara recta en esas zonas.

Por otra parte, entre el material gráfico conservado, encontramos dibujos que reflejan trazas del proceso creativo, difíciles de hallar en los planos del proyecto. En uno de sus bocetos para la Casa de Cisneros, por ejemplo (fig. 8), muestra un significativo aprovechamiento del papel: en un sentido, el detalle de la arquería; y girándolo media vuelta, el diseño de la portada.

5 Existe numerosa documentación sobre Matadero. Algunas signaturas del Archivo de Villa al respecto son: AVM. 27 – 456 – 2; AVM. 27 – 457 – 1; AVM. 27 – 456 – 3; AVM. 27 – 462 – 1; AVM. Planos y dibujos. 0,39 – 3 – 1 o AVM. Planos y dibujos. 1,40 – 16 – 1. 6 AVM. 41 – 223 – 12.

3. Luis Bellido, «Perfil de las esquinas de todas las ventanas de fachadas y patios» (Casa de

Cisneros), hacia 1910 (tinta y grafito s/ papel continuo).

6. Luis Bellido: «Casa de Cisneros /

Memoria de hierros», hacia 1910 (grafito s/ papel continuo). 4 y 5. Luis Bellido: Casa de Cisneros, hacia 1910: «Sótanos» (grafito s/ papel milimetrado); y

«Planta de sótanos» (tinta s/ papel vegetal).

7. Luis Bellido: «Casa Calle Peligros nº 9 / Planta 3ª», 1919 (tinta s/ papel tela, observándose en el reverso el proceso de coloración realizado).

8. Luis Bellido: Detalles de ventanas, portadas y arquería de la Casa de Cisneros (en que se observa la utilización del papel en ambos sentidos: en uno, la arquería; girándolo media vuelta, la portada), hacia 1910 (tinta y grafito s/ papel continuo).

9 y 10. Luis Bellido: «Obra “Mercado de Pardiñas”»: «Sección por A», hacia 1928 (diazotipo); y «Sección por A», 1928 (ferroprusiato).

La preservación de la obra gráfica, en general, es tarea muy delicada. El envejecimiento químico, la biodegradación o el desgaste físico son algunas de las consecuencias de la mala conservación, normalmente condicionada por factores como el polvo o la falta de circulación de aire y niveles inadecuados de humedad y temperatura.7

El Archivo de Villa guarda la mayoría del material gráfico en planeros metálicos, donde permanece en posición horizontal, abierto y en carpetillas individuales. Éstos se mantienen en una zona restringida donde las condiciones ambientales y de acceso son extremadamente controladas. Todo ello posibilita que el estado de conservación sea muy bueno (aunque esporádicamente pueda aparecer algún plano de papel vegetal fragmentado debido a los dobleces a los que fue sometido tiempo atrás).

En el caso de Bellido, en ocasiones, no se conserva el ejemplar original, sino su copia al ferroprusiato (es decir, contacto fotográfico obtenido en papel sensibilizado, con una imagen en negativo cuya

7 Sobre material documental véase clavaín, J., Soportes y técnicas documentales: causas de su deterioro, Madrid, 2011 y HermoSín, r., «La cartografía como patrimonio documental: Características de los distintos soportes sobre los que se reproducen planos y esferas», Revista PH (Instituto

Andaluz del Patrimonio Histórico), 77 (febr. 2011), 47-53.

característica principal es un intenso color azul sobre el que destaca el trazo en blanco).8

Se dan también otros tipos de copias como los diazotipos (de marcada línea sepia). Se trata de una técnica surgida en los años 20 que permitió el duplicado de la producción gráfica de una manera más barata y eficiente que los ferroprusiatos, pero éstos se siguieron utilizando. Estas copias, aunque no den la misma información que los originales sobre sus matices gráficos, resultan especialmente útiles en cuanto a la documentación arquitectónica: esto se puede observar en las reproducciones conservadas de la «Sección A del Mercado de Pardiñas» (fig. 9 y 10), de las que, sin embargo, no se tiene el original.

Todos estos planos exponen lo que Bellido ideó. Sin embargo, para saber si sus edificios se construyeron según sus diseños, una fuente fundamental es la que brindan las fotografías históricas. Éstas poseen valor documental indudable en sí mismas, pues atestiguan un momento concreto de la historia de sus edificios. Por ello, no sólo se consultaron ejemplares que expusieran la fisonomía del inmueble una vez fueron erigidos, sino también aquellas que ejemplificaban su funcionamiento y su uso interno. Además del Museo de Historia de Madrid, hay que señalar archivos como el del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, donde, además, se localizaron copias de algunos planos no conocidos, y, sobre todo, el de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, donde pudimos encontrar gran cantidad de representaciones fotográficas de la Casa de Cisneros, la Exposición de Industrias Madrileñas y el Convento de las Reparadoras.

Todos los tipos de material gráfico quedaban así consultados. No obstante, se creen más significativos los dibujos y planos estudiados, por considerarse fuente fundamental de la entrega y trabajo de Bellido, siendo las fotografías su mejor complemento.

La documentación referente a la trayectoria profesional de Luis Bellido en Madrid bien fuera textual o gráfica, sirve de fuente primaria para entender la biografía de sus obras así como su proceso creativo. El Archivo de Villa se convierte así en el máximo expositor y guardián de su producción arquitectónica, pues, además, permite analizar en profundidad —cuando no «descubrir»— obras de arquitectura que han podido desaparecer o ser alteradas o, en fin, que nunca llegaron a ser construidas.

8 En este caso, si dichos planos se incluyen en esta exposición se opta por reproducirlos —ya que no son estrictamente originales— en vinilo.

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