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Amar lo que se hace y percibir que es importante:

En cierta oportunidad, The Saturday Evening Post entrevistó al profesor Basil L. Gildersleeve, de la Universidad Jhons Hopkins. En ese entonces, al anciano profesor lo consideraban el mayor erudito en griego del país y había recibido numerosas menciones por parte de organizaciones y asociaciones mundiales por su labor.

El periodista le preguntó al profesor Gildersleeve cuál consideraba que era el mayor premio o halago recibido. Pensó unos instantes y respondió: “Creo que fue cuando uno de mis alumnos expresó: “Profesor, usted se divierte mucho con su mente”.”

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Los investigadores del comportamiento has descubierto que cuando una persona disfruta de su trabajo y percibe su importancia, es más productivo, está más consciente de la calidad de lo que hace. A medida que los niveles de calidad y productividad aumentan, se convierten en personas más eficientes y comienzan a ganar más dinero (por ascensos, aumentos salariales o más clientes). A medida que el ingreso aumenta, más disfrutan de lo que hacen.

Para que un líder pueda ser eficiente debe disfrutar de su trabajo. Piense en algo que realmente le guste hacer, que le produzca placer llevarlo a cabo, y luego hágalo. Seguramente lo espera el éxito.

“Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien.”

Salmo 128:2

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