Cómo cuidar nuestros bosques

Y salvar al planeta

Hay varias acciones que los humanos podemos tomar para ayudar a salvar los bosques. En ocasiones, por querer ayudar, terminamos perjudicando los ecosistemas. Es por ello que es importante conocer bien el ecosistema del bosque que deseamos salvar. Por ejemplo, en ocasiones plantamos árboles o llevamos fauna que no corresponde con el ecosistema de ese bosque. Esto lejos, de ayudar, crea un caos en el ecosistema existente.

Una manera de ayudar a los bosques es no introducir nuevas especies animales o vegetales que pudieran alterar el ciclo biológico del ecosistema. Cuando visitemos un bosque debemos cuidar de respetar el entorno, no tirar basura y no dejar huella de nuestra presencia en el lugar.

Si hay un arroyo o un estanque no debemos ensuciarlo. Debemos siempre ser respetuosos de la flora y fauna que encontremos en los bosques. Hay que evitar explotar sus recursos y si es necesario, hacerlo de manera sustentable.

Podemos ofrecernos como voluntarios para colaborar en labores de limpieza y reforestación.

Evitar acampar. En ningún aso prender fogatas. Gran parte de los incendios forestales son consecuencia de la actividad humana. Nunca se debe prender fuego en un bosque o selva.

Es importante no entrar al bosque con vehículos motorizados como automóviles o motocicletas, ya que afecta a la flora y fauna de los bosques. Proteger nuestros bosques debe ser la primera prioridad en el combate al calentamiento global. Los bosques son críticos para la vida. Mil seiscientos millones de vidas dependen directamente de ellos para alimentación, refugio, combustible e ingresos.

Una acción de alto impacto es reducir la cantidad de papel que consumimos. Hay que trabajar con libros y documentos digitales tanto como se pueda y pedir estados bancarios en forma digital.

El papel de bambú es una opción sustentable para los productos impresos. Cuando sea posible, hay que optar por los libros impresos en papel de bambú. Otra manera de proteger los bosques de la tala inmoderada es comprar maderas certificadas, es decir que su procedencia sea de la tala legal y moderada.