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Edgar Negret

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NEGRE T LAS PROEZAS DE EDGAR

Si hay quien ha marcado la historia del arte en Colombia, ha sido el escultor Edgar Negret, quien dedicó sus 92 años de vida a aprender, indagar y encontrar formas diferentes de hacer lo que le apasionaba: crear.

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Edgar Negret junto a sus esculturas.

Para Negret eran más importantes sus encuentros con otros artistas (escultores, pintores y escritores) que los premios o reconocimientos que pudiera obtener fruto de su trabajo, esto se debía a que era un hombre con una profunda pasión y amor por el aprendizaje continuo; también admiraba profundamente a otros artistas que tuvo la oportunidad de conocer a lo largo de su vida.

Gracias al escultor (apoyado por otros artistas), se introdujo la escultura abstraccionista y geométrica en Colombia a mediados del siglo XX y se creó la Casa Museo Negret en Popayán, un lugar que hace homenaje a su vida y obra, buscando extender su legado a las actuales y futuras generaciones.

TEXTO Ana Maria Rozo

Artista Edgar Negret. / Mapa, técnica relieve sobre cartón, 1957.

El Artista

Negret es un artista que se halla en plena formación en el momento en que se incorporan al arte del siglo XX nuevas ideas, nuevos materiales y nuevas técnicas sobre la escultura, para desarrollar conceptos que fueron comunes a varias generaciones y que terminaron por convertirse en la impronta característica de este arte a partir de la Segunda Guerra Mundial. Artistas mayores como Costantin Brancusi, Alberto Giacometti, Henry Moore y Alexander Calder persiguieron a través de sus materiales y formas un mismo cometido: abrazar el vacío, conferirle un límite al espacio, alcanzar la parte poética de la geometría. Igual Negret. El principio de construcción de sus esculturas -en el universo de la abstracción- nace a partir de formas planas, silueteadas, pintadas y superpuestas con las que crea sus relieves de los años cincuenta y sesenta, y pasa a convertirse luego en el aprovechamiento de la ductilidad del aluminio para producir sus obras a partir de los años sesenta. Esculturas marcadas por el signo del aire, que en cierto momento se identifican con el universo vegetal. Formas que, como dice el crítico argentino Damián Bayón, estaban contraídas sobre sí mismas y con el tiempo se fueron abriendo gradualmente hacia el espacio.

TEXTO Juan Camilo Sierra

Red Sun / 1985, Sol / 1985, aluminio pintado y Flor Sanky / 1991 / aluminio pintado.

Uno de los principales elementos en sus obras hasta los años ochenta es la apariencia de ingravidez lograda a partir de su sobriedad en la rítmica repetición de elementos, propia de cada escultura y acentuada por el color único, llámese este negro, rojo, blanco o amarillo. Desde su primera exposición en Cali en 1943 hasta la década del ochenta, se aprecia una evolución en su obra dentro de los mismos valores: la mesura, su magia para hacer liviano el metal, el sentido del ritmo para darle movimiento a la quietud absoluta.

Pero en el curso de los últimos diez años, su capacidad para hacer del metal un elemento grácil, se desploma en la construcción de estructuras que han perdido todo movimiento y aparecen aferradas al piso o la pared, estructuras adornadas con elementos geométricos, pintadas de distintos colores, en un barroco lenguaje de signos, como es el caso de la serie de las mariposas y los tejidos o como Bandera inca, Gran soporte o Arco.

Y aunque bien podemos reconocer que hay un acto de valor en un artista que, después de haber recorrido un largo y fructífero camino, resuelve arriesgar rompiendo el

esquema de su trabajo, yéndose al extremo opuesto del sendero por él mismo trazado, muy pronto queda claro que cincuenta años de su coherente trayectoria dan un viraje a favor de la nada. Porque el arte no es cuestión de intenciones, es cuestión de resultados. Y los Negret de los años noventa que dejan de lado el arquetipo con el que el artista ha trabajado por más de cinco décadas, son malos. Sólo se salvan de este periodo sus obras que corresponden al juego anterior: Terrazas, Cascadas, Sol o Maíz, por ejemplo. Porque a Negret no le va la arquitectura de lo rígido, de lo pesado, de lo barroco en esta su última época.

Gran Mariposa. 1998. / aluminio pintado.

1948 – 1950 Nueva York.

Nuevos materiales. Abstraccionismo y constructivismo. Materiales: cerámica y acero.

1940 – 1948 Cali Colombia.

Primeras producciones. El concepto del cuerpo humano y la piel. Materiales: Yeso y cerámica.

1950 – 1954 Francia y España.

Aparatos mágicos

Los Aparatos mágicos, realizados en 1957, ocupan un lugar definitivo en la obra de Negret y en el arte colombiano porque en ellos se afianzan los elementos distintivos del lenguaje de Negret.

Con la alusión al aparato, surge la cuestión maquinal, la máquina como un artefacto que mantiene una relación estrecha con la racionalidad y el lenguaje de la modernidad, realidad que se evidencia en los materiales utilizados por Negret a partir de su encuentro con Nueva York y que cobra plena forma en los Aparatos mágicos con el uso de la lámina de aluminio doblada y policromada con técnicas industriales, con la que se da lugar a configuraciones complejas, orgánicas, en las que, como lo dice Negret, “una forma nace de la otra” siguiendo un orden intrincado, aparentemente caprichoso pero profundamente coherente que se organiza a partir del elemento modular cuidadosamente diseñado. También en estas piezas aparece el tornillo a la vista como una solución constructiva y estética, elemento que desde entonces se inserta como parte esencial de su obra, enfatizando la presencia de lo maquinal. Lo mágico nos remite a la cara opuesta, justamente a aquello que no tiene una explicación racional, a lo desconcertante, a lo que nos sorprende, a lo incomprensible y, por esta vía, tal vez podamos acceder a la presencia de lo religioso, que es el hilo conductor que alienta su obra desde su temprana producción en Popayán, hasta el presente.

TEXTO Marta Rodríguez

Los simétricos y la modulación. Materiales: Yeso, madera y cerámica.

La dimensión mágica que se hace evidente en los Aparatos mágicos implica una transformación de los contenidos religiosos que alentaban sus primeras obras; recordemos por ejemplo El rostro de Cristo, del 49. Respecto de esta transformación comenta Negret: “Yo creo que uno trata de decir la misma cosa de distintas maneras. Va avanzando en la forma de expresión, pero están las grandes obsesiones de siempre [...] Sobre todo en lo religioso, porque empecé en lo más cercano de la religión cristiana y hablé de los Cristos y las Anunciaciones, pero poco a poco me fui ampliando. En esa idea ya entran otros dioses y otras religiones que al final hablan de una religión más amplia”.

Los Aparatos mágicos se producen durante la segunda visita de Negret a Nueva York, ciudad a

1954 – 1956 Palma de Mallorca.

Módulos, simetría y una filosofía mucho más amplia, constructivista y moderna. Materiales: Hierro policromado.

1956 – 1963 Nueva York.

Aparatos mágicos y elementos definitivos de su lenguaje artístico. Materiales: Madera y aluminio policromado.

la que regresa porque sentía la necesidad de establecerse allí para volver a tomar contacto con las voces de información y guía esenciales a la continuada evolución de su trabajo. Nueva York, con su ritmo de vida acelerado, es el prototipo de la ciudad moderna, un lugar difícil, hostil, en el que Negret vio, como escribió el crítico Galaor Carbonell, “el reino de las fuerzas oscuras que se enfrentaban a un hombre incapaz de resolver los conflictos que lo rodeaban, y que tenía que luchar duramente para sobrevivir. Dicha supervivencia era más que económica y tenía que ver con la estabilidad ética y mental del individuo. La obra que Negret hizo en Nueva York pretendía crear un repertorio de recursos mitológicos con los que el hombre pudiera enfrentarse a la agresividad y a los peligros propios. Es preciso aclarar que la mitología en cuestión estaba hecha con los elementos tomados del paisaje físico de Nueva York”.

1963 – 1997 Bogotá Colombia.

Sintaxis del conocimiento. Materiales: Aluminio cromado.

Rostro de Cristo / 1949 / Hierro y madera

Vaso con flor / 1949 / Hierro y madera

Negret con su obra Máscara1956 / Aluminio policromado.

En los Aparatos mágicos, los vo- lúmenes se sintetizan en planos de contornos orgánicos, unos y otros se ensamblan y atornillan dando lugar a una geografías en la que los rojos y azules, luces mecánicas, se fijan en capricho- sas formas que arman el mundo de esos aparatos inútiles, pero mágicos de Negret, que son “la esencia de las imágenes, de las ideas, de los hechos que mueven nuestra época, configurados con sabios elementos geométricos [...] los aparatos así nacidos son lue- go desarrollados con la más ex- clusiva finalidad estética. Libres de toda función mecánica o prác- tica, se vuelven “mágicos” gracias al juego abstracto de las formas puras”, como ya lo dijera enton- ces el crítico Walter Engel.

Doble eclipse / 1962 / Aluminio, madera y plexiglas azul

Aparato mágico 1954 / Aluminio pintado

Eclipse / 1962 / Aluminio, madera y plexiglas

Aparato mágico / 1957 / Aluminio y madera

Aparato mágico / 1954 / Aluminio pintado

Construcción acústica / 1953 / Aluminio pintado

Aparato mágico / 1957 / Aluminio y madera .Aparato mágico y equinoccio / 1957 / Aluminio y madera.

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