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Cayendo en la celada

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En el funeral

En el funeral

ISADORA SE DUCHÓ, SE PERFUMÓ con Kouros, de Yves Saint Laurent, se puso su vestido de flores, se puso lápiz labial rojo en los labios, se puso aretes de aro, pulseras doradas y se puso la sandalia de plataforma marrón.

Salió a la calle a esperar a Leonardo. En quince minutos, el amante llegó en su Audi A3 y la chica se metió en él.

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“Esta Isadora es realmente una idiota. No sabe lo que le espera”, pensó Leonardo.

Leonardo cruzó la Reta da Penha, el Tercer Puente, hasta entrar en la Avenida Champagnat, en el centro de Vila Velha. - Amor, este no es el camino al motel - comentó Isadora. - ¡Cállate, ramera! - gritó Leonardo, abofeteando a Isadora en la cara - ¿Realmente pensaste que dejaría a mi esposa para casarme con una puta como tú? Mantente en tu lugar. Somos de mundos diferentes. Para mí, fuiste una aventura y nada más. - ¿Qué te he hecho? - preguntó Isadora, sin entender la reacción del amante - ¿A dónde vamos?

Leonardo golpeó a Isadora con fuerza y cayó inconsciente.

Leonardo llevó a Isadora inconsciente a la clínica del doctor Gilvan Castanheira. El ginecólogo y obstetra hice

una ecografía, que mostró un feto de 5 semanas. - ¿Estás seguro de lo que estás haciendo con esta mujer? - preguntó doctor Castanheira. - Sí - respondió Leonardo - Es por mi bien. Tengo un nombre que cuidar.

En la mesa, Isadora fue anestesiada y con las piernas abiertas, doctor Castanheira comenzó el aborto por aspiración y legrado. Después del procedimiento, Leonardo llevó a su amante a casa, aún anestesiada. - Por fin, me libré de un problema - dijo Leonardo.

Isadora trató de dormir, pero se dio vuelta en la cama durante la noche y su respiración era difícil. Se despertó tirando de las mantas, gritando: - ¡Mamá, por favor ayúdame!

Viviane entró en la habitación de Isadora y se sorprendió al ver el estado de su hija, a quien miro a su madre. Las lágrimas fluyeron por el rostro de la joven, que apretó su vientre y lloró más. - Mamá, no me siento bien - dijo Isadora.

Viviane se acercó y puso su mano en la frente de Isadora y su mirada fue compasiva. - No te preocupes, vamos al hospital ahora -dijo la madre de Isadora.

Viviane ayudó a Isadora a levantarse, que se apoyó en

ella y las dos salieron de la habitación.

Johnny se dirigió a la puerta de la casa de Isadora. Antes de llegar, Isadora y Viviane se fueron. Se dirigió hacia ellas, apurado. - ¿Qué paso? Preguntó Johnny. - Isadora se siente enferma. Parece que tomó algo, no lo sé. Ella solo balbucea las palabras, el dolor es muy fuerte - respondió Viviane.

Johnny miró a Isadora y dijo: - Todo se quedará bien, encontraremos la manera.

El rostro de Isadora sonrió débilmente y palideció. Johnny la tomó, la levantó y la llevó hacia su auto. Aceleró para llegar al Hospital Santo Amaro. Isadora gimió dentro del auto. - Cálmate, cariño. Vamos a llegar pronto - dijo Viviane, acariciando a Isadora.

La madre de Isadora, con la ayuda de Johnny, la sacó del auto, ya que caminaba con dificultad y sostenía su vientre, la llevó a la sala de emergencias y recibió apoyo de técnicas de enfermería.

El legrado de doctor Castanheira no se hizo correctamente y ella tenía una infección, por lo que tuvo que ser llevada al centro quirúrgico, donde fue sometida a una histerectomía (extirpación total del útero), que la haría estéril por el resto de su vida.

Viviane y Johnny esperaban noticias, sentados en el vestíbulo. El doctor Amarildo, de guardia, fue a ver a la madre de Isadora:

- Doña Viviane, necesito hablar con usted. - ¿Cómo está Isadora? ¡Quiero verla! - dijo Viviane, desesperada. - Tuvo una infección en el útero debido a un aborto. Fue necesario someterla al centro quirúrgico para hacer un legrado y retirar los restos fetales. Sin embargo, la infección persistía, lo que podía llevar a la infección generalizada y ella corría el riesgo de morir. Entonces, nos vimos obligados a realizar una histerectomía, que es la extirpación del útero, que la hará estéril - respondió el Dr. Amarildo. - Pero, ¿se pondrá bien, doctor? - preguntó Viviane. - Sí, está estable ahora - respondió Amarildo. - ¿Ella se ha despertado? - preguntó Viviane. - Sí. Puedes ir a visitarla - respondió Amarildo. Johnny se despidió de Viviane y se fue del hospital.

Viviane fue a su habitación para hablar con Isadora. La madre de la joven preguntó: - Isadora, querida, ¿cómo te sientes? - Terrible, mamá. - Estaba tan preocupada. - Gracias, mamá. Recuerdo haber conocido a Leo. Acordamos reunirnos en el motel. Me di cuenta de que estaba tomando una ruta diferente. Cuando lo interrogué, me dio una bofetada en la cara y me dijo que me callara. Le pregunté a Leonardo de nuevo y me golpeó y me desmayé.

Cuando salía del hospital, sonó el teléfono. Era Juno. Johnny respondió: - ¡Hola Johnny! Soy yo, Juno. - ¡Hey Juno! Buenos días. - Buenos días, cariño. Me dan el alta mañana, al final de la tarde, y mis padres se reunirán en la casa. Me gustaría que vinieras. - Claro, Juno. Te echo de menos. - Yo también, Johnny. Un beso. - Otra, Juno. Hasta mañana.

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