14 minute read

ESPECIAL ARTISTAS PLÁSTICOS

Next Article
Navidalia

Navidalia

Cesar Plascencia Juan Carlos Navarro

Advertisement

Neftali Camacho

ESPECIAL ARTISTAS PLÁSTICOS

César Plascencia Combina tendencias para lograr piezas únicas En su estilo podemos ver gran variedad de vertientes que desarrolló con precisión y técnica.

“Las piezas en las que recurro a la fantasía son un tanto más lúdicas y divertidas. Creo que la imaginación es una facultad que se cultiva, yo procuro desarrollarla con las obras surrealistas e ismoistas”.

Artista plástico que combina varias tendencias en sus obras, César Plascencia revela un poco más de él y sus creaciones a MAXWELL. El emplea varias tendencias en una misma obra porque busca tener un resultado más experimental. “Hay tendencias que requieren una ejecución distinta a la que estoy acostumbrado, y es este proceso el que me mantienen en una constante práctica y aprendizaje”, confiesa.

Inclusive, César tiene una palabra para definir su propio trabajo, nos explica: “‘Ismo’ significa tendencia, doctrina o sistema. ‘ismoismo’ es la palabra que he acuñado como tendencia a las tendencias o tendencia a los ‘ismos’, y hace referencia a las piezas en las que incluyo distintos ismos en una misma obra, esto para resaltar las características entre objetos, personas, animales o paisajes, o bien para diferenciar dos o más elementos en una misma obra”.

El hiperrealismo es la tendencia a la que ha llegado después de practicar mucho el realismo y valerse del uso de la fotografía como modelo; es la tendencia que utiliza para desarrollar obras de carácter simbólico, y así tener piezas que tengan el contenido conceptual e impacto visual propio de la pintura hiperrealista. “Podría decir que he desarrollado mi obra en tres estilos, siendo uno el hiperrealismo simbolista; otro, el surrealismo, donde cambio las cabezas de mis personajes por otros objetos como referencia al pensamiento de dicho personaje; el tercero, es el ‘ismoismo’, siendo en este estilo donde experimento con otras corrientes pictóricas”.

Un tema recurrente en la obra de Plascencia es la contraposición, ideológica, temporal o circunstancial. De acuerdo al artista, esto le permite observar algo desde otros puntos de vista y así tener una percepción más amplia; este tema, explica, lo ha desarrollado a través de la figura humana y el paisaje.

César echa mano de la fantasía, las piezas donde recurre a ella son un tanto más lúdicas y divertidas, cree que la imaginación es una facultad que se cultiva y que procura desarrollar con las obras surrealistas e ismoistas. Actualmente, se encuentra preparando dos proyectos: el primero, su cuarta exposición individual, en la cual representará momentos de la historia de la humanidad, tanto pasados como presentes, serán 20 piezas al óleo de hiperrealismo y surrealismo, desde pequeño a gran formato; el segundo es experimental, con pintura y arte objeto, en colaboración con el artista Francisco Orozco.

El artista plástico Juan Carlos Navarro, desde pequeño, desarrolló las habilidades para el dibujo y la pintura que ahora domina con soltura. Arquitecto de formación, su estilo en el arte se consolidó de manera autodidacta. Hay una reacción común a su trabajo: la agradable sorpresa ante la detallada técnica de sus obras. Para Navarro, la relación entre su carrera formal y el arte se da por la cercanía de ambas disciplinas. “La decisión de estudiar arquitectura se dio por mi contacto con el dibujo. Al dibujar, trabajaba constantemente en los espacios de forma bidimensional, para luego pasarlos a Juan Carlos Navarro Arte con espíritu libre

una forma tridimensional. En la composición es donde yo he encontrado más relación entre una y otra”. Nos compartió que en la composición se hallan las secciones doradas, los puntos dorados y las líneas de fuerza; útiles tanto en el arte como en la arquitectura. Su manera de pintar ha llegado a un estilo reconocible gracias al trabajo de todos los días. “En mi caso, he trabajado con fuerza y con el trabajo constante logré desarrollar diferentes estilos. Desde mi punto de vista es algo que ya traes; se te regala el don y tú lo desarrollas”. A Juan Carlos le apasiona el contacto que tiene con su interior; por ello, los referentes que lo inspiran son ir al fondo y a la consciencia. De su obra se dice: “Demuestra su destreza para combinar la precisión descriptiva de lo real y la audacia de sus asociaciones mediante una fulgurante imaginación”.

Desea hacer más arte experimental, pues de allí provienen sus ideas para realizar grabados, dibujos al carbón y esculpir. Uno de sus proyectos es llevar la obra bidimensional a lo tridimensional. Actualmente, el artista tiene exposiciones en Galería Arte de Oaxaca, Galería Dante de Puerto Vallarta, Expo Arte Galería de Hermosillo (Sonora) y en el Jack Rabbit Gallery de Houston (Texas).

Como dice su sitio de internet: “Juan Carlos Navarro hace hincapié en el poder de la razón para construir la realidad. Las expresiones faciales bien detalladas y la disolución de lo corpóreo en forma de algo volátil nos hablan de la primacía de las ideas y de lo inmaterial. En definitiva, sus creaciones nos llevan a un universo etéreo, onírico e incorpóreo”.

La vocación artística me llevó a expresarme con un estilo propio.

+INFO Página web: www.juancarlosnavarro.com.mx @pintor_juancarlosnavarro

Andrea Navarro Natera Arte tapatío en Nueva Zelanda.

Afincada en Wellington, la artista plástica hace arte con tintes mexicanos que ha sido bien recibido en la zona austral; donde, de a poco, se ha llenado de su obra.

Andrea reside desde 2016 en Nueva Zelanda, país que le abrió las puertas a sus creaciones que hace con diferentes técnicas: desde la cerámica hasta la animación. Su llegada, a este último medio, le descubrió el alcance del arte digital: “Siento que ahora gracias a toda la tecnología podemos utilizar varios medios para crear y utilizar como medio de expresión.

Al descubrir la forma de crear mis dibujos digitalmente, realicé una animación digital con todos ellos: objetos encontrados y objetos que no tenían nada que ver entre sí, pero todos se unían armoniosamente y se creaba una danza que también podía verse como un kaleidoscopio. Este trabajo fue elegido para exhibirse en la Bienal de Roma en Italia, fue de las únicas animaciones que participaron y también se expuso en la Universidad Metropolitana de Londres”.

Desde pequeña sintió atracción por el arte debido a la influencia de su madre, quien impulsaba a Andrea y a sus hermanos a pintar.

Al decidir mudarse a Nueva Zelanda en 2016, Natera pensó que el nuevo inicio, en un país desconocido, sería difícil. Sin embargo, desde allí se ha proyectado muchísimo; no sólo en México, también en Asia. Su trabajo estuvo en Tokio por contactos neozelandeses, también estuvo en el Museo Metropolitano de Tokio, en Miami Art Basel y otros países. “Nueva Zelanda me ha preparado para ser artista internacional”, agregó.

Aunque el camino no ha sido fácil, las invitaciones que recibió para exponer le ayudaron a proyectarse. Estudió diseño industrial en Guadalajara, pero una beca en Saint Martins le reveló que se dedicaría siempre al arte y, desde entonces, se mantiene presente en diferentes exposiciones.

“En España estuve trabajando para Agatha Ruiz de la Prada, conseguí muy buenas oportunidades para exponer en Madrid. Gané un proyecto de arte y mercadotecnia en el Museo de Arte Reina Sofía. También he estado en Nueva York, Miami, Tokio, Wellington y Picton (Nueva Zelanda), Roma, Dublín, muchas partes de México y Estados Unidos”.

La artista tapatía espera gran cantidad de proyectos en 2020: murales de gran formato, un proyecto para pintar todas las aves endémicas del archipiélago neozelandés, arte digital animado y exposiciones en Japón y en la embajada mexicana en Nueva Zelanda.

Natera no olvida su tierra originaria; por ello, viene cada año a Guadalajara. En la galería TSOHO imparte talleres de arte terapia y de técnicas mixtas; además vende sus obras y su línea de cerámica NaNa.

Neftalí Camacho Venciendo las adversidades Por medio de sus trabajos, el artista plástico crea un mundo sensorial que trasciende fronteras.

ESPECIAL ARTISTAS PLÁSTICOS A rtista plástico formado en Guadalajara, con estudios en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) y el Instituto Cabañas, crea arte pese a las limitaciones que su vista le impone. Hace arte sacro, pero desarrolla también otras expresiones. Neftalí nos dice: “No niego que la iconografía religiosa me gusta. El primer contacto que tuve con el arte fue en las iglesias, al admirar su arquitectura, pintura, escultura y en los artículos de culto. A pesar de que he abordado el tema religioso no lo he desarrollado con profundidad”

Pintar vírgenes guadalupanas le ha permitido jugar con los colores, los elementos y la composición; siempre respetando la imagen sacra. Además de las “Lupitas”, como el las llama de cariño, ha pintado uno que otro santo. Con una Dolorosa ganó el Primer Concurso de Arte Sacro Contemporáneo convocado por el Arzobispado de Guadalajara en 2019. Los retratos es una de las motivaciones que siente Neftalí por el arte. “Cada trabajo implica un reto y cada rostro tiene una historia que contar, observarlo es leer e interpretar la vida del otro”, declara.

Neftalí pinta pese a sus limitaciones y lo puede hacer con las técnicas tradicionales hasta cierto punto. Debido a su deficiencia visual −con un ojo no ve y con el otro tiene poca visión− aprendió a plasmar las cosas de una forma particular. Se vale de diferentes tipos de pinceladas: puntillismo, estilo impresionista, manchas gruesas, delgadas o lineales.

Cree que la pintura es una ilusión óptica en la que el artista engaña al espectador, creando en un espacio bidimensional una atmósfera tridimensional. Un conjunto de manchas o líneas aparentemente desordenadas (si se ven de cerca) que, según el artista, consiguen que los ojos de quien contemple sus pinturas armé este rompecabezas visual y consiga ver a la persona que ha retratado.

El artista se basa en su realidad cotidiana para inspirarse y crear. “Seguiré explorando los rostros de las personas. Estoy incursionando en la pintura de las escenas que percibo: la sociedad en la que me tocó vivir con sus momentos brillantes y sombríos; la frivolidad y el dolor, el reto y el compromiso. Lo que verdaderamente me apasiona son los rostros de las personas, ya sea en acrílico sobre tela o piezas intervenidas con materiales que tenga a la mano”, confiesa.

Al preguntarle ¿cuál de los premios que ha recibido lo satisface más?, nos dice: “Todos. Aunque trate de disimularlo, estimulan el ego”.

Adriana Velarca Todo se vale en el arte. El mundo de la artista plástica se compone por trazos que fluyen libremente por el lienzo.

La artista Adriana Velarca asegura: “Tanto la arquitectura como las artes plásticas son pieza clave de mi formación artística. Aunque es cierto que he otorgado más tiempo y dedicación a la pintura, donde me puedo expresar más espontáneamente”. Actualmente, combina las dos actividades, porque considera que ambas tienen encanto propio, aunque siente una inclinación particular por la pintura. “El contacto directo con tu inspiración y creatividad es mucho más íntimo y personal. Realmente es apasionante crear una pieza de arte que al espectador le trasmita lo que de origen quisiste plasmar en el lienzo”, declara.

La creadora prefiere el arte abstracto por ser más libre en su lenguaje: “En él mil cosas fluyen de lleno en tu cabeza y, al mismo tiempo, llegan todas estas ideas que necesitas ir acomodando en el lienzo. Es un ‘todo se vale’, no se sigue ninguna regla. Pero al mismo tiempo, busco que todo se armonice: que exista un balance”.

Velarca piensa que ser autodidacta tiene muchas ventajas. Ser independiente en su trabajo artístico y no seguir un modelo, la ha llevado a lo que llama un aprendizaje de campo. “Tu búsqueda es constante, experimentas día a día algo nuevo, hasta que finalmente desarrollas una técnica que te llena, con la que trabajas más cómodamente y la adoptas como tuya. Entonces es cuando puedes plasmar tu sello en tus piezas, es lo que te identifica como artista y es lo que te hace único”, afirma.

Sus obras se han exhibido en países como Colombia, Austria, España, Canadá, varias ciudades de Estados Unidos y de México. Actualmente tiene piezas en exhibición en Madrid, Miami, San Francisco, CDMX y Guadalajara. “Me llena de orgullo poder trascender las fronteras con el arte. ¡Hay muchísimo talento en nuestro país!”, recalca.

“Es apasionante crear una pieza de arte que al espectador le trasmita lo que de origen quisiste plasmar en el lienzo”.

Entre sus piezas preferidas están dos: la primera que vendió y otra que hizo sobre Frida Kahlo −de quien se dice admiradora− para una exposición en Colombia; esta última, no quería venderla. Sin embargo, el cliente perfecto llegó y se llevó la obra de gran formato al extranjero. Para Adriana Velarca, este año viene cargado de proyectos nuevos que estuvo gestionando y trabajando desde 2019: exposiciones individuales en recintos importantes de la ciudad de Guadalajara y exposiciones en el extranjero.

“El pintor de origen cubano, bien arraigado en nuestro país, tuvo una exitosa exposición en Puerto Vallarta a finales de 2019.

Yoel Díaz es un artista completo que ha hecho vida y carrera en México. Estudió en la Academia Nacional de las Bellas Artes San Alejandro y, desde pequeño, trabajó en el taller Eduardo Abela; en ese espacio lleno de bohemios se nutrió de todo lo que tuviera que ver con el arte, ya que asistían desde artistas plásticos hasta escritores, músicos, actores o realizadores de cine. Comenzó como profesional en 1994, a la edad de 15 años, al iniciar sus estudios en la Academia. Sobre por qué eligió la carrera del arte, Díaz dice: “Así como desde muy joven sabía que quería ser artista plástico, siempre supe de igual manera que el medio idóneo para identificarme era la pintura. Me he considerado siempre un defenYoel Díaz Arte llegado desde el Caribe

sor de la buena pintura, nutriéndome de muchos medios de expresión porque aunque soy un artista de caballete me enriquezco con la asimilación de otros medios visuales dentro del arte contemporáneo”. Esta es, y será por muchos años más, la forma en la que puede plasmar quién es, sus inquietudes y su interioridad. “Disfrutar de la realización de un cuadro o una serie conlleva dedicación emocional y física, desde cocinar el color hasta una pincelada, veladura o cualquier fase de la obra; forman parte del disfrute. Es innegable que la satisfacción y el sacrificio se llevan de la mano”, confiesa. La personalidad de la obra de Yoel se la dan el cuerpo, la migración, la identidad y los milagros; motivos que conforman lo que considera una obra plástica, contemporánea y figurativa. El cuerpo, la migración, la identidad y los milagros son los principales motivos que conforman su obra.

En los últimos años de trabajo, investigación y búsquedas conceptuales y formales, han surgido diferentes series las cuales convergen en un mismo fin, como diferentes caminos que llegan al mismo lugar o al mismo ser.

Desde sus años de estudiante, se convirtió en una obsesión el trabajo con el cuerpo humano. Como alguna vez lo comentó, se apropió de esa facultad del decir de los cuerpos para adentrarse en ellos, como un lector asiduo que los descubre y los muestra. Llegar desde Cuba a México no fue fácil, el año en que comenzó a radicar en México de manera permanente fue 2005.

“Ser un artista consolidado, el apoyo de mi familia y la perseverancia, me ayudaron a romper a corto plazo las ataduras del anonimato. Aún con una obra sólida, mi carrera dio un giro de 180 grados, no faltaron momentos difíciles; muchos han sido los que forjaron mi identidad como artista. Eso es algo que le agradezco a México cada día, el abrirme sus puertas y darme la oportunidad de mostrar y dejar aquí mi legado”.

This article is from: