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Dublín, Irlanda

Pasado y presente de una ciudad cosmopolita.

La capital de Irlanda es una de las ciudades europeas más alegres y amigables, su población disfruta todos los días un ambiente muy festivo, es una ciudad próspera y con un nivel de vida confortable. Irlanda es sin duda uno de los principales atractivos turísticos de Gran Bretaña; aunque, realmente muchos la reconocemos como una nación independiente.

Al ser una isla, casi todos los turistas arriban a Dublín vía aérea, aunque hay ferris que todos los días cruzan desde Inglaterra o cruceros que en su itinerario incluyen esta ciudad. Se trata de una localidad antigua que fue fundada por los vikingos alrededor del año 841, por ello podrás ver edificios que fueron construidos hace varios siglos, principalmente en el casco antiguo de la ciudad.

Dos días son suficientes para conocer los principales atractivos de Dublín, pero si tu visita es con motivo de los festejos del Día de San Patricio (el 17 de marzo), haz tu reservación de hotel con anticipación, ya que es uno de los días más concurridos por turistas de todo el mundo.

Todo Irlanda es famoso por sus pubs, los hay literalmente en cada esquina, por eso es que los irlandeses tienen la fama de pasarla muy bien todos los días. En el Centro de Dublín hallarás algunos con fachadas e interiores pintorescos; además de tomarte una foto, son el lugar ideal para beber la famosa cerveza Guinness. Eso sí, sólo para quien le guste la cerveza pesada y fuerte. De hecho, también en el Centro se encuentra un museo de dicha marca con degustaciones y suvenires exclusivos.

Dublín es también un destino musical, miles de artistas urbanos de todos los niveles viven y trabajan a lo largo de la ciudad. En las calles podrás escucharlos y su talento te dejará boquiabierto. Además, si eres fanático de la banda U2, éste es el lugar al que debes ir para conocer a profundidad a la agrupación, ya que al ser ésta la ciudad donde se originó, encontrarás toda la memorabilia que un fanático debe tener.

A Dublín la divide el Río Liffey y hay varios puentes que lo cruzan, como Samuel Beckett y O’Connell. Por otro lado, es imperdible el Castillo de Dublín, con más de 800 años de antigüedad; asimismo, la estatua de Molly Malone; la antigua librería del Colegio Trinity; la Catedral de San Patricio; y una de las edificaciones más altas de la ciudad: el Spire of Dublin (o Monumento de luz), con una estructura de acero de 119 metros de altura.

Ya sea que visites alguno de estos sitios o simplemente deambules por las calles para apreciar sus edificaciones con puertas coloridas, te la pasarás muy bien. En el Centro y alrededores tendrás a la mano variedad de parques, tiendas de recuerdos, restaurantes, cafés y bares. Esperamos que durante tu viaje goces de buen clima, en Reino Unido suele predominar un clima incómodo a lo largo del año, pero no te preocupes ya que, mientras estés disfrutando el destino, un paraguas o un impermeable te podrá quitar la angustia.

Banff, Canadá

Un respiro de tranquilidad y paisajes majestuosos.

Acontinuación, conocerás uno de los destinos más maravillosos y atractivos de Canadá, nos referimos al Parque Nacional Banff, ubicado en el estado de Alberta. Está situado entre las ciudades de Vancouver y Calgary. Es un destino que se debe recorrer en auto, por cuenta propia, sin presiones de tiempo por parte de algún tour. Calgary es la ciudad más cercana a Banff y a la cual puedes llegar en avión.

Este parque nacional es el más antiguo de Canadá, situado entre montañas rocosas, lagos multicolor, glaciares, ríos, cascadas y pueblos pintorescos. Cualquier época del año es formidable para visitar este lugar al oeste de Canadá, el verano puedes practicar senderismo, incluyendo las orillas de los lagos. En el nevado invierno, algunos lugares permanecen cerrados para evitar accidentes, pero lo que sí es seguro es que podrás practicar patinaje en los lagos congelados. Cuando llega la primavera y el otoño, puedes encontrarte un poco de todo en cuestión de clima; desde días soleados, algunos lluviosos e incluso tormentas invernales repentinas y prematuras.

Al menos quédate tres días para que disfrutes con tiempo los lugares más bonitos de Banff y su parque nacional. El pueblo de Banff es el más grande y popular de la región; allí podrás

pernoctar y es el punto de partida ideal para visitar los lugares más maravillosos del parque. En Banff hay una gran variedad de restaurantes, tiendas de productos para esquiar, souvenirs, chocolates y las famosas palomitas de sabores. A unos cuantos metros del Centro se encuentra la estación de góndolas para subir a la montaña Sulphur, con vistas al pueblo, montañas y lagos.

Si tu itinerario lo permite, visita las Cascadas del Bow, ubicadas en el río que lleva el mismo nombre. Otro atractivo turístico son las peculiares formaciones rocosas (hoodoos), donde puedes hacer recorridos a pie. Pero sin duda, uno de los lugares más visitados en el Parque Nacional de Banff es el Lago Louise, cualquier época del año es espectacular; durante el verano, puedes pasear en kayak y en invierno patinar sobre el hielo. Allí se encuentra uno de los hoteles más famosos de Canadá: el Fairmont Château. Si tienes tiempo de más, te recomiendo hacer una caminata hasta llegar a lo alto de la montaña, con vistas hacia el lago y el glaciar.

Por otro lado, el Cañón Johnston es un atractivo más del parque, podrás hacer caminata hacia las cascadas; aunque se trata de un camino sinuoso, toma tus precauciones. Si dispones de más días, te recomiendo visitar los parques nacionales de Jasper y Yoho, que se encuentran relativamente cerca de Banff, en otra ocasión te platicaré acerca de estos lugares de ensueño en el oeste canadiense. Sí o sí deberías incluir en tu bucket list este destino de paisajes que te quitan el aliento, una experiencia inolvidable que te hará llevarte a Banff en el corazón.