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Qué son los sentimientos?

Las personas a lo largo de nuestra vida experimentamos infinitos sentimientos, que tienden a manifestarse en las polaridades de sentimientos positivos o sentimientos negativos. Los sentimientos nos hacen humanos, nos hacen personas y por ello comprender su significado y los tipos de sentimientos que podemos experimentar nos ayudará a comprendernos mejor a nosotros mismos y a establecer relaciones más próximas y saludables

Los sentimientos son un estado de ánimo que se produce en relación a inputs externos, considerados la expresión mental de la emoción. ¿De dónde vienen los sentimientos? Cuando la emoción se procesa en el cerebro y la persona es consciente de dicha emoción y del estado de ánimo que le produce, da lugar al sentimiento, por ello el origen de los sentimientos son las emociones definidas y valoradas racionalmente que determinarán nuestro estado de ánimo Las personas podemos experimentar muchos sentimientos que nos conducen a distintos estados de ánimo, sin embargo, su división se ha centrado en la polaridad de estos, estableciendo una clasificación en torno a los sentimientos positivos y/o negativos en función de la respuesta que provocan en la persona.

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Tipos de sentimientos positivos Los sentimientos positivos son sentimientos agradables que producen una percepción de bienestar en la persona y comportan sensaciones de agrado. Los sentimientos positivos contribuyen en gran medida a preservar nuestra salud física y psíquica, debido a que ayudan a disminuir las sensaciones de estrés y ansiedad. Por otro lado, ayudan a paliar la aparición de los sentimientos negativos. Tipos de sentimientos negativos Al contrario de los positivos, los sentimientos negativos producen sensaciones de malestar en la persona y al resultar desagradables. Es conveniente no confundir los sentimientos negativos con sentimientos malos. Los sentimientos negativos también son útiles y funciones. A veces, pretendemos librarnos de ellos, aunque son necesarios para nuestro desarrollo y progreso como personas. No obstante, es importante hacer una correcta gestión de los sentimientos negativos, pues al contrario de los positivos pueden ser los precipitantes de elevados niveles de estrés y angustia y con ello, generar problemas de salud física o psíquica, como el desarrollo de un trastorno depresivo y/o ansioso.

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Importancia de controlar y orientar las emociones

Saber controlar las emociones tanto positivas como negativas en nuestro día a día es fundamental, ya que nos permite enfrentarnos a la toma de decisiones difíciles, poco agradables o etapas de cambio con una mente serena. Asimismo, consigue que nuestro estado de concentración sea mayor, para lograr pensar con más claridad, dejando a un lado los sentimientos y emociones exacerbadas. Es importante resaltar que una de las habilidades más reclamadas actualmente en los distintos ámbitos sociales y/o laborales es saber cómo controlar las emociones y los pensamientos que se generan como reacción a una situación. Pues, sabemos que como seres humanos podemos llegar a experimentar un sinfín de emociones, y dentro de este amplio repertorio encontramos emociones positivas tales como la alegría, al igual que emociones negativas como la tristeza o la ira; sin embargo, generalmente pensamos que en el control de las emociones es más importante controlar las negativas, y no es así, ya que también hay que hacerlo con las positivas, pues tampoco es bueno enfrentarse a la vida con una excesiva emoción. Por ejemplo, una persona que esté sintiendo una alegría excesiva debe intentar controlarse a la hora de enfrentar determinados asuntos, de otra forma se dejaría llevar por esta alegría y exaltación tomando decisiones que quizá en un futuro puedan perjudicarlo. Para poder controlar nuestras emociones, es de vital importancia que primero aprendamos a identificarlas y así lograremos comprender su naturaleza. Puesto que, si dejamos que nuestras emociones se apoderen de nuestro ser, nuestra mente dejará de funcionar racionalmente, estaremos a merced de lo que sintamos en cada momento, tomando decisiones completamente impetuosas y nada reflexivas. En razón de lo anterior debemos comprender que las personas que cuentan con una capacidad superior para controlar sus emociones serán mucho más felices, pues podrán satisfacer mejor sus necesidades y dominar los hábitos mentales que pueden conducirle a ese estado de positividad. Pero, aquellas personas que no pueden controlarlas se verán inmersos en una espiral emocional que les impedirá concentrarse y pensar en cada momento con claridad.

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Consecuencias de las emociones negativas en nuestro organismo

La mala salud emocional puede debilitar el sistema inmunitario de su cuerpo. Esto hace que usted sea más propenso a tener resfriados y otras infecciones en los momentos emocionalmente difíciles. Además, cuando se siente estresado, ansioso o molesto, no puede cuidar de su salud tan bien como debería. Es posible que no sienta ganas de hacer ejercicio, comer alimentos nutritivos, o tomar un medicamento que le receta su médico. El abuso de alcohol, tabaco u otras drogas también puede ser un signo de mala salud emocional. Estas podrían ser algunas consecuencias de una mala salud emocional: • Dolor de espalda • Cambios en el apetito • Dolor de pecho • Estreñimiento o diarrea • Dolores de cabeza • Insomnio • Dificultad para respirar • Presión arterial alta • Cansancio extremo • Dolor de estómago • Aumento o pérdida de peso Como estas hay miles de consecuencias, pero estas consecuencias también abarcan lo psicológico, una mala salud emocional puede llevar a traumas o fobias para toda la vida. Pero cada consecuencia dependerá de cada persona, nunca serán las mismas consecuencias las que vive por ejemplo un niño a las que vive un adulto.

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