
1 minute read
La Salve La Salve La Salve
Reina y Madre de misericordia ra; Dios te salve. A ti llamamos lo uspiramos, gimiendo y llorando, es, Señora, abogada nuestra, vuel ordiosos; y, después de este desti ndito de tu vientre. Oh clementísima!, ¡Oh piadosa!, ¡Oh gen María! g p otros, Santa Madre de Dios.

Advertisement












R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
Bendita sea tu pureza y eternamente sea, pues todo un Dios se recrea en t graciosa belleza. A Ti, celestial Princes
Virgen Sagrada María, yo te ofrezco este día alma, vida y corazón. Míram con compasión, no me dejes, Mad mía. Y danos tu santa bendición, tod las horas del día. Amén.
