4 minute read

ANTIGUA GUATEMALA

Don Pedro de Alvarado partió de México, en donde participó en la conquista con Hernán Cortés, acompañado por su ejército para conquistar Guatemala en diciembre de 1523, la cual pudo completarse aprovechando la rivalidad existente entre grupos de indios mayas.

Alvarado estableció la “primera capital” el 25 de julio de 1524, día del Santo Patrón Santiago, en el mismo sitio en donde se encontraba la capital Kakchikel, Iximché. Seguramente esta capital, fundada con el nombre de Santiago de los Caballeros, no era más que un campamento militar.

Advertisement

En 1527 los conquistadores decidieron trasladar la capital al Valle de Almolonga, en las faldas del Volcán de Agua, un 22 de diciembre, Día de Santa Cecilia. Esta vez no se estableció la capital en donde habría existido un asentamiento maya, pero conservó el nombre de Santiago de los Caballeros

Alvarado dedicó poco tiempo a la administración de la capital, delegando en su hermano, Jorge de Alvarado, las responsabilidades administrativas mientras Alvarado se dedicaba a conquistar más tierras. Este personaje trajo a la Orden de Santo Domingo de Guzmán a tierras guatemaltecas y con el Padre Betanzos intentó la formación del primer convento dominico. Fueron finalmente los frailes Bartolomé de las Casas, Pedro de Angulo, Luis Cáncer y Rodrigo de Ladrada los fundadores del Convento Dominico de Almolonga. En 1534 se fundó una diócesis de Guatemala con el Obispo Francisco Marroquín como primer obispo.

Con ello se iniciaron los trabajos de evangelización. Los mayas vivían con sus familias, de una forma dispersa, atendiendo las milpas. Con el fin de evangelizarlos y para que pudieran asistir a misa y escuchar las doctrinas, las órdenes religiosas (franciscanos, dominicos y agustinos), con la ayuda de civiles, iban juntando a los naturales en grupos de 10 o 20 familias concentrándolos en “pueblos de indios”, mucho de ellos son los actuales pueblos aledaños a Santiago de Guatemala.

Sin embargo, los inicios de la capital española en Guatemala, se vieron interrumpidos a los pocos años. Pedro de Alvarado falleció el 29 de junio de 1541 en Nochixtlán, durante la Guerra Chichimeca en Zacatecas, a donde había sido convocado por el Virrey Antonio de Mendoza. Su viuda, Beatriz de la Cueva, al enterarse de la tragedia, mandó pintar el palacio de negro y sufrió por la muerte inesperada de su marido.

El 9 de septiembre de 1941, Beatriz fue nombrada Gobernadora de Guatemala, firmó el acta de nombramiento con el nombre “La Sinventura Doña Beatriz”. Con ese nombre gobernó por un total de cuarenta horas.

Una tormenta se había iniciado y, posiblemente acompañada por un sismo, hizo bajar una corriente de agua y lodo de la ladera del Volcán de Agua, alrededor de la medianoche del 10 de septiembre de 1541, causando la destrucción de la capital y la muerte de Doña Beatriz y sus damas de compañía quienes se habían refugiado en la capilla del Palacio.

Después de la tragedia, se organizó el traslado de los sobrevivientes a lo que corresponde actualmente a Ciudad Vieja, a un terreno que tenían los franciscanos. Lo que quedara del Palacio de Doña Beatriz se encuentra aún bajo varios metros de tierra, en lo que corresponde actualmente a San Miguel Escobar.

Los sobrevivientes seleccionaron el Valle del Panchoy para la ubicación de la nueva capital, conservando el nombre de Santiago de los Caballeros de Guatemala.

Antigua Guatemala 3

Se consideraron varios factores para el traslado: la nueva ubicación se encontraba a mayor distancia de los volcanes, el valle contaba con suficiente abasto de agua, un magnífico clima y tierras fértiles para siembras, así como suficientes bosques para la construcción de la nueva capital.

La Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, conocida desde 1774 como la “Antigua Guatemala”, fue la tercera capital de Guatemala, asentada en el Valle de Panchoy. El primer cabildo se celebró el 10 de marzo de 1543. Durante más de dos siglos fue el centro político, religioso, comercial y cultural más importante de la región. Rodeada por los Volcanes de Agua, Fuego y Acatenango.

Del siglo XVI proviene la traza de la Ciudad, con la Plaza Mayor alrededor de la cual se encuentran los principales edificios gubernamentales y eclesiásticos. A las principales familias se les asignaron terrenos en el centro de la ciudad. Alrededor de noventa familias españolas se establecieron en el Valle en base a los terrenos otorgados.

En 1542 se fundó la Audiencia de los Confines o Capitanía General de Guatemala que tuvo a la Ciudad de Santiago de Guatemala como su capital. Para 1566 el Rey Felipe II le dio el título de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala”.

En el siglo XVI se establecieron conventos de las principales órdenes religiosas en la ciudad, Dominicos. Mercedarios y Franciscanos en lo que se refiere a los varones y un convento, el de la Concepción para monjas. Para el siglo XVII se establecieron también los agustinos, la Compañía de Jesús y los Betlemitas, así como las monjas de Santa Catalina, Santa Teresa y Santa Clara.

La población de Santiago de Guatemala creció durante el siglo XVII, contando con unas 300 casas, por lo que se extendieron los límites de la ciudad. Pronto las órdenes religiosas fundaron colegios y se estableció la Universidad de San Carlos.

Durante el siglo XVIII, Santiago de Guatemala alcanzó su mayor esplendor arquitectónico y artístico, así como su parcial destrucción y traslado. En 1773, la Ciudad de Santiago contaba con más de 50 edificaciones civiles y eclesiásticos cuando sufrió daños por los terremotos de Santa Martha acaecidos el 29 de julio.

La Ciudad de Santiago de Guatemala se conoció como “La Antigua Guatemala” por primera vez en un documento oficial del 24 de julio de 1774. El gobierno, con el afán de lograr el traslado, emitió varias cédulas reales ordenando el abandono de toda propiedad antes del mes de marzo del año siguiente ya que en esa fecha se procedería a demoler las ruinas de la antigua capital, y la ciudad sería trasladada al Valle de la Ermita.

Así, comenzaron a desmantelarse los inmuebles: puertas, vigas, cerradura, tejas, columnas, retablos, obras de arte, fueron trasladados a la nueva capital

La antigua capital nunca fue abandonada totalmente, a pesar del desmantelamiento que sufrió. Aunque no se sabe el número exacto de sus habitantes, estimaciones hablan de aproximadamente 30,000. Al concluir el proceso de traslado de la capital, se considera que permanecían en La Antigua aproximadamente 8,000 personas.

El tiempo, la naturaleza, el abandono y la mano del hombre, se ocuparon de deteriorar los restos de las estructuras monumentales. La Antigua Guatemala se convirtió en una ciudad de grandes ruinas con algunas casas habitadas.

Ya desde el siglo XIX se apreciaba el deseo de restaurar la antigua capital, pero es hasta el siglo XX, en 1944 cuando se declara a la Antigua Guatemala “Monumento Nacional” y con ello se contó con la primera legislación protectora de la ciudad En 1965 se le declaró “Monumento de América” y en 1979 fue incluida en la Lista del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO.

This article is from: