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VALDIVIA Y SUS HUMEDALES URBANOS, UNA RELACIÓN NATURAL

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RESUMEN

RESUMEN

CAPITULO PRIMERO: VALDIVIA Y SUS HUMEDALES URBANOS, UNA RELACIÓN NATURAL.

De la lectura de variadas investigaciones respecto a la ciudad de Valdivia, resulta insoslayable entender que para esta ciudad el paisaje adquiere un lugar preminente en las dinámicas presentes en el territorio (Rodríguez 2018) ya que desde antes de su fundación española las concentraciones de agua poseen un rol activo en la forma de vida de los grupos que han residido en este territorio. Particularmente en el caso de los humedales, la evidencia disponible determina cómo éstos han sido significados y utilizados de diversas formas, en estrecha conjunción con los procesos socio-históricos de la propia ciudad de Valdivia.

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A.- PERÍODO PREHISPÁNICO Y COLONIAL DE LOS HUMEDALES.

En el periodo pre-colonial, encontramos los primeros vestigios de uso de los humedales por parte de grupos humanos, particularmente son las comunidades mapuche-huilliche, quienes dotaron de definiciones y usos a estos ecosistemas acuáticos, siendo varias las denominaciones en mapudungun para las mismas: Gualve, Catrico, Puren, Mallines, Mañis, entre otras2.

En cuanto a los usos de los humedales, Adán, Urbina y Alvarado (2017), aportan un análisis que inicia desde la terminología utilizada en mapudungun y el conocimiento que los mapuche poseen de su territorio, los llevó a hacer distinciones de acuerdo con su propia definición de humedad, topografía y vegetación. Así se enfatiza por ejemplo la diferencia entre menoko, como un pantano de forma redonda solo en su superficie, pero cuya principal característica es que puede tragarse los animales y las personas y kulpad o fotra, como un pantano, pero como un sitio barroso y de humedad extendida. Otras voces mencionadas son padañko mapu para designar terrenos húmedos y en Luis de Valdivia (1684) vna pedu para designar cieno. En el caso de Febres (1765) se identifica pantano con la voz chapad o ciénego como puthayghen, lodazal como pelentu, llod como cosa húmeda. La voz hualhualn o hualgaln se refiere a cómo hace murmullo el agua, o sonar gruñir las tripas, hacer gargarismo, o

2 Rodríguez 2018. Op. Cit.

zangolotear lo líquido, hualihueyco, sonó el ciénego o el charco (Febres 1765). Continúan los autores señalando que, el sustantivo más conocido de todos: Gualve3, que está incluido en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, se formaría a partir de estas voces y su significado como maizal no sería verosímil, por lo que destacan que el término tiene relación con una “cualidad sonora del paisaje y las posibles relaciones que establece con las representaciones zoomorfas”. También, cabe señalar que los humedales eran transitados en canoas de tamaño medio conectando las diferentes zonas de esta cuenca por rutas fluviales y algunos “gualves” eran considerados sitios rituales importantes, tal fue el caso del humedal del río Cruces (Pérez 2014).

Con la llegada de los conquistadores españoles, los humedales devinieron en zonas de disputa intercultural y de objeto de estrategia cívico-militar. Una de las más explícitas es la utilización de los humedales cómo barreras naturales tras la refundación de Valdivia en 1647, cuestión que fue profundizada en 1780 con la construcción del cerco que rodeaba a la ciudad, este hecho se convertiría en la primera intervención arquitectónica de envergadura que buscó modificar el curso del agua e intervenir el paisaje, se señala de la siguiente manera en la crónica: “El cerco pretendía aprovechar las aguas del pantano, desviando las aguas del río Calle-Calle al Valdivia transformando el meandro y la ciudad en una isla inexpugnable” (Adan et al 2017 en Guarda 1990, pg 103-105).

Para los europeos recién avecindados en esta ciudad del nuevo mundo, la terminología hispana para referirse a los humedales, fue la de los “Pantanos” o “Ciénegas” terrenos que eran considerados cómo zonas inhóspitas y de peligro, asociadas directamente a las comunidades indígenas enemigas. De esta forma, la cosmovisión hispana elabora una dicotomía entre el llano asociado a la racionalidad española y la Ciénega a los grupos “salvajes” (Adán et al 2017).

3 Gualve: Del mapuche walwe 'maizal'. 1. m. Chile. Terreno pantanoso. En https://dle.rae.es/gualve?m=form

Figura Nº1: Cartografía de Valdivia y el Guadalafquén (a) Autor desconocido, ca. 1643 (Universitätsbibliothek, Gottingen, gentileza Ricardo Mendoza Rademacher); (b) Dirk Ruyters, ca. 1627 (National Archief, La Haya, tomado de Guarda y Moreno 2010:92); (c) Guillaume Sansson, ca. 1669 (Museo Andino Alto Jahuel, tomado de Guarda y Moreno 2010:116-117); (d) Fray Ignacio Garavito, ca. 1759 (Instituto Geográfico Militar 1952). Fuente: Adán Alfaro, L., Urbina Araya, S., & Alvarado Pérez,M. (2017).

B.-

PERÍODO REPUBLICANO, EL SURGIMIENTO DE LA NECESIDAD DE RELLENAR LOS HUMEDALES.

Desde el año 1850 hasta mediados del siglo XX, comienzan a figurar una serie de preocupaciones por parte de las autoridades respecto a la insalubridad de los humedales en algunos periodos del año en los cuales se aglomeran grandes cantidades de agua estancada que hacían peligrar la salud de quienes vivían en aquellas zonas, de esta manera, se inicia un proceso de alejamiento de la construcción de la ciudad de los humedales y luego al constatar la necesidad de espacio para construir, se pasa al desecamiento y relleno de los mismos (Pérez 2015).

La ciudad se encontraba en una crisis urbana por la notoria necesidad de espacio de construcción que albergara el crecimiento de esta urbe del sur de Chile, en este sentido los gualves y lagunas ubicadas en distintos sectores de la ciudad, conformaban un problema, tal y como se encuentra graficado en el mapa de Enrique Siemsen del año 1855, en donde es posible apreciar grandes concentraciones de agua en el paño urbano de Valdivia.

Figura Nº2: Modelamiento de humedales en torno al Área Fundacional de Valdivia basada en cartografía histórica (1643-1785). Fuente: Adán Alfaro, L., Urbina Araya, S., & Alvarado Pérez,M. (2017).

En este contexto de problemática urbana incipiente, se colocan a remate los terrenos inundados bajo el compromiso de volver aquellas tierras productivas mediante el desecamiento de las lagunas y pantanos, solucionando así los problemas sanitarios y la falta de espacio para una ciudad que crecía rápidamente en términos demográficos. Ya en el primer cuarto siglo XX, en un contexto de auge industrial de Valdivia, se comienzan a rellenar de manera generalizada gran parte de los gualves de la ciudad, principalmente para la construcción de habitaciones para los obreros y sus familias. Según lo consignado por Pérez (2015), será en la primera mitad del siglo XX, cuando se hace efectivo el mayor número de rellenos de lagunas y humedales, la mayoría de ellos existen hasta el día de hoy.

Pero todo este proceso urbanístico y el esfuerzo humano implicado, se ve violentamente paralizado por el terremoto más grande en la historia de la humanidad de 9,6 grados en la escala de Richter, que el 22 de mayo de 1960 azotó la zona sur de Chile; producto de esta catástrofe natural la ciudad de Valdivia y su red urbana sufrió profundas transformaciones, entre las que destaca el renacimiento de los focos acuáticos anteriormente rellenados por el

hombre, junto con el nacimiento de otros nuevos debido a los cambios geológicos en el territorio, destacando aquellos formados en la rivera de los ríos Cruces, Angachilla y Guacamallo (Rojas 2001). Resulta inquietante reflexionar sobre como la potencia de la naturaleza puede cambiar abruptamente los cursos hídricos y consecuencialmente todo el paisaje, pese a la voluntad constructiva del hombre.

Así, la transformación geográfica fue de tal magnitud que el ecosistema completo cambió, iniciándose en los años siguientes un proceso de revalorización de los humedales, que tuvo su expresión más clara en la declaración del humedal del río Cruces cómo Santuario de la Naturaleza en 1981 por parte del Consejo de Monumentos Nacionales y su reconocimiento como sitio protegido por la Convención Ramsar, calidad jurídica que se sustentó en la diversidad de especies presentes y en la singularidad del ecosistema constituido (MuñozPedreros 2004). No obstante, paralelamente a la valorización social que fueron obteniendo algunos humedales principalmente desde una perspectiva conservacionista, otros, principalmente los situados en las periferias urbanas y en los espacios céntricos de la ciudad, continuaron siendo rellenados o sometidos a otros tipos de acciones humanas y al abandono de la protección jurídica.

Posteriormente, la contaminación ambiental por parte de las nuevas industrias instaladas en la región, explotan el año 2004, con el denominado “Desastre del Santuario del río Cruces” o “Caso Celco”, episodio de contaminación industrial ocasionado por Planta de Celulosa Valdivia de la empresa Celulosa Arauco y Constitución S.A (CELCO-ARAUCO). Producto de este episodio de contaminación, el humedal del río Cruces mostró cambios notorios: los cisnes de cuello negro (Cygnus Melanocoryphus), especie migratoria vulnerable, que tenía en el Santuario la colonia más productiva y estable de Sudamérica, disminuyó desde 8 mil individuos en enero de 2004 a menos de 400 en mayo del mismo año, además, su reproducción se detuvo y abandonaron el humedal para instalarse en sus afluentes periféricos.

Estos duros hechos vividos por la comunidad valdiviana, volvieron a evidenciar la indisoluble relación entre los seres humanos y los paisajes del agua de Valdivia, relación que en esta etapa de la historia de la ciudad se ha vuelto en cierto modo más beligerante en torno

al destino de estos espacios. Así varios conflictos socio ambientales que se han presentado en la ciudad, han desnudado un creciente interés ciudadano por la conservación de estos ecosistemas, lo que unido a la complejidad de solución de estos conflictos, a una aparente insuficiencia de las potestades que poseen las autoridades competentes y a ciertas limitaciones de las normas jurídicas de planificación urbana, han impedido otorgar respuestas satisfactorias para finalmente resolver la creciente demanda ciudadana de preservación de estos ecosistemas ante el desarrollo de la huella urbana.

C.- ETAPA CONTEMPORÁNEA, CONFLICTOS SOCIO AMBIENTALES Y LA DEFENSA CIUDADANA DE LOS HUMEDALES.

Como ya se adelantó, el desastre ambiental del río Cruces en el que se vio envuelta la empresa de Celulosa Arauco y Constitución S.A, generó un antes y un después en materia ambiental, causando un alto revuelo en la comunidad científica de la zona, establecida en las diferentes facultades de la Universidad Austral de Chile y también entre la gran mayoría de ciudadanas y ciudadanos de Valdivia, que día a día fueron testigos de la evolución de un conflicto socio ambiental nunca visto en la zona o incluso en el país.

Este proceso de visibilización de la problemática ambiental de los humedales4, fue relevante para iniciar posteriormente la discusión sobre los humedales urbanos, su identificación, su morfología, su relación con la ciudad; problemática que al día de hoy frecuentemente continúa manifestándose en públicas disputas entre intereses privados y ciudadanos motivados por la protección y conservación de estos ecosistemas. La evidencia al respecto es clara señalando los autores, posteriormente al “Caso Celco” por ejemplo que “…Se han ocupado sectores con esas características en la Isla Teja (manzana comprendida entre Los Robles, Los Lingues, Las Encinas y Los Tilos), en la manzana comprendida entre las calles Beauchef, Arauco y García Reyes, en la manzana encerrada por las calles Beauchef,

4 Una definición de humedales que destacamos es la propuesta desde el estudio de Adán et al (2017), quienes citando a Rojas (2015) señalan que los humedales se definen como biotopos de composición y estructura compleja, de delicado equilibrio ecológico, localizados en

zonas de transición entre sistemas acuáticos y terrestres, que sostienen vegetación hidrófita y mantienen substrato saturado de

agua. En Valdivia se han reconocido como humedales aquellos ubicados en las riberas de los ríos asociados al estuario de carácter fluviopluvial e influencia marina, humedales interiores en depresiones de las formaciones de cancagua y de carácter pluvial, y otros en el borde occidental de la formación de piedra laja al NE de la ciudad de carácter freático-fluvial.

Errázuriz, Condell y Avenida Picarte, y en parte importante de la superficie comprendida entre las Avenidas Pedro Montt, Francia, Simpson y la calle Ángel Muñoz” (Rojas 2010).

Pero no todos los humedales urbanos presentes en la ciudad de Valdivia son efectivamente rellenados, las razones han sido investigadas por varios autores, destacando la visión sociológica de Skewes et al (2012) quien distingue entre los diferentes grupos socioeconómicos y el beneficio que la presencia de los humedales reporta: “Los humedales contiguos a sectores de bajos ingresos han sido usados como vertederos clandestinos, escondrijos y habitación eventual. En cambio, aquellos ubicados en sectores de mayor plusvalía urbana han sido rellenados para la construcción de viviendas y, en los últimos decenios, también han sido aprovechados para la habilitación de parques, áreas verdes y de contemplación escénica”.

Ahora bien, junto a la actividad científica analítica del fenómeno, es menester reconocer que existen interesantes iniciativas vecinales de recuperación de humedales desarrolladas en la ciudad en la última década. Esta nueva tendencia tuvo su origen en la necesidad de higienizar, lograr mayor grado de seguridad ciudadana y generar espacios recreativos útiles para los diferentes conjuntos habitacionales que se encuentran cerca de los humedales; finalmente, destaca el afán de lograr una mayor vinculación de los vecinos con el medio natural en el que viven por medio de la habilitación comunitaria de estos espacios públicos.

Ejemplos destacados de estas iniciativas de base comunitaria, son la recuperación del Humedal Angachilla y el Parque Urbano y Deportivo Catrico. La primera iniciativa comunitaria, de acuerdo a Skewes et al (2012), nace de la voluntad de los vecinos de la Villa Claro de Luna, ubicada en el sector sur de la ciudad de Valdivia, quienes se constituyeron en una fuerte organización social para buscar mecanismos de preservación y conservación del humedal Angachilla presente en el sector y así crear un espacio de encuentro e identificación entre sus pobladores. Así el año 2007 el activismo ambiental de la Villa Claro de Luna inicia un trabajo en búsqueda de eliminar una serie de vertederos clandestinos en ese espacio, proceso que en palabras de los autores “no solo generó entre los vecinos una creciente percepción de riesgo en términos de salud pública, sino que los expuso a una situación de

vulnerabilidad ligada al consumo de alcohol, drogas y delincuencia presentes en ese espacio. Desde la perspectiva de los vecinos, el deterioro ambiental proyectaba una imagen negativa hacia el resto de la ciudad, asociada a la marginalidad y abandono, y con ello se socavaba la identidad colectiva y el sentido de pertenencia, proceso que, a su vez, era consistente con la ubicación periférica de la villa”. De esta forma el trabajo comunitario consolidó la protección y generación de un espacio natural público a orillas del Humedal Angachilla y con el paso de los años fue consolidando un trabajo comunitario entorno a este espacio5, así el año 2010 esta organización comunitaria se adjudica un FPA6 del Ministerio del Medio Ambiente de Chile y comenzaron el cercado del Humedal Angachilla para hacer un espacio de conservación en medio de la ciudad de Valdivia. En la actualidad esta organización comunitaria goza de una fuerte influencia en el activismo ambiental valdiviano, destacando por su iniciativa de crear un Santuario de la Naturaleza Urbano en el Humedal Angachilla reconocido y amparado por la institucionalidad pública.

Respecto al Parque Urbano y Deportivo Catrico, de acuerdo a Flores et al (2018), este parque de 24 hectáreas de extensión, nace de una iniciativa de base ciudadana en conjunto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) a fines del año 2004, principalmente por la solicitud de parte de distintos actores sociales de las poblaciones contiguas al Humedal Catrico, presente en la zona sur de la ciudad de Valdivia, quienes se organizaron con el propósito de recuperarlo debido a diferentes problemáticas relacionadas con salubridad e inseguridad que presentaba para los residentes del sector. Señalan los autores que “Este proyecto se enmarca dentro de una Zona de Interés Público del MINVU, que tiene como objetivos: garantizar estándares urbanos, trabajar intersectorialmente, desarrollar coherencia y planificación de las inversiones, y enfocarse en las zonas más vulnerables y segregadas. Esta política pone énfasis en el ámbito cualitativo de intervención, ya que se orienta a la mejora de las condiciones del barrio y la ciudad a través del potenciamiento y desarrollo de intervenciones territoriales que consideren la diversidad de usos y estándares

5 Entrevista a Jaime Rosales, Premio Dr. Roberto Schlatter a la gestión y conservación de los humedales 2019, por Claudia Muñoz, en Diario Austral de Valdivia, domingo 3 de marzo de 2019. 6 El Fondo de Protección Ambiental o FPA, es el primer y único fondo concursable de carácter nacional con que cuenta el Estado de Chile para apoyar iniciativas ambientales presentadas por la ciudadanía. Fue creado por la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para apoyar iniciativas ciudadanas y financiar total o parcialmente proyectos o actividades orientados a la protección o reparación del medio ambiente, el desarrollo sustentable, la preservación de la naturaleza o la conservación del patrimonio ambiental.

urbanos, y la pertinencia del lugar”. Este parque urbano, de aproximadamente 24 hectáreas7, considera superficies de áreas verdes, pavimentos, áreas naturales de totoras y espejos de agua, los cuales contemplan la construcción de pérgolas, pasarelas de madera, mobiliario urbano, iluminación eficiente, baños y camarines, miradores, juegos infantiles, máquinas de ejercicio, multicanchas, canchas de pasto sintético y un centro de interpretación medio ambiental.

El proyecto durante su primera fase de intervención se vio enfrentado a varios obstáculos, tanto institucionales como de organización interna. Finalmente en el año 2009, a través de una licitación pública, se adjudicó la ejecución del Proyecto la Consultora Ivanovic, oficina de diseño ubicada en la región metropolitana de Chile, comenzando el trabajo con la comunidad en base a una propuesta de diseño planteada desde esta empresa. Sin embargo, uno de los requisitos que puso la comunidad a la consultora fue contemplar instancias participativas donde tuvieran voz dentro del proceso de diseño.

Así comenzaron las primeras jornadas de consultas ciudadanas en pos de establecer una imagen objetivo del parque, luego en el año 2011, debido al alto costo que involucró el parque, el Estado chileno indicó que existían dos posibilidades para financiarlo, una por parte de los mismos vecinos del sector, que sería de forma progresiva lo cual conllevaría varios años de trabajo y otra posibilidad era optar por la Ley de Financiamiento Urbano Compartido (FUC). Finalmente se decidió por esta última opción y así este proceso quedó conformado por el Estado, la comunidad involucrada y la empresa privada a cargo de la construcción. El año 2012 las agrupaciones líderes de este proyecto propusieron un modelo que contempla una administración auto gestionada por una corporación que idee, diseñe, elabore y ponga en marcha acciones para sostener al parque de manera económica, medioambiental y social; así nació la Corporación de Desarrollo Catrico. Durante los últimos 6 años la comunidad ha celebrado el Carnaval Catrico, iniciativa pensada para generar sentimiento de comunidad en torno al parque y celebrar el esfuerzo de las organizaciones sociales del sur de Valdivia por

7 Reportaje titulado “Catrico: El parque urbano más grande de Chile está en Los Ríos”, por Consuelo Martínez en www.periodicolosrios.cl, del 10 de agosto de 2018.

la recuperación, restauración y creación del Parque Urbano y Deportivo Catrico, naciendo así una nueva expresión ciudadana en la ciudad de Valdivia.

Finalizando este acápite, en los últimos años destacan los conflictos socio ambientales producidos por rellenos de humedales urbanos presentes principalmente en la zona sur de la ciudad, así por ejemplo, la Municipalidad de Valdivia con fecha 7 de agosto de 2019, ingresa tres demandas por daño ambiental respecto a los humedales Angachilla, Santo Domingo e Isla Teja, daños producidos por rellenos de humedales; estas acciones judiciales se iniciaron por solicitudes ciudadanas que fueron acogidas por la municipalidad iniciándose estos procesos judiciales actualmente en curso8.

Otro ejemplo de la actualidad de estos conflictos, lo podemos apreciar en la denuncia interpuesta por la Junta de Vecinos Parque Krahmer en contra del Servicio de Evaluación Ambiental de Los Ríos ante la Superintendencia del Medio Ambiente con fecha 27 de septiembre de 2019, por no someter a evaluación ambiental el proyecto denominado “Parque de Los Reyes I” proyecto que propone construir seis edificios sobre el humedal urbano Krahmer, que en palabras de la prensa local9 “por esta razón los vecinos se reunieron para adoptar una serie de medidas que buscan, por diversas vías, evitar que la inmobiliaria Sajonia Limitada destruya este humedal urbano, que de acuerdo a antecedentes recopilados por los vecinos este humedal reúne condiciones importantes para su conservación, sirviendo de hábitat para diversas especies de avifauna y anfibios, uno incluso con problemas de conservación, por lo que considerando la biodiversidad, funciones y servicios ecosistémicos, este humedal posee todas las condiciones para su conservación y gestión para uso público”.

8 Reportaje titulado “Valdivia: Comunidad defiende humedales y municipio presentó tres demandas por daño ambiental”, por Carlos Arismendi, en www.cooperativa.cl publicado el domingo 11 de agosto de 2019. 9 Reportaje titulado “Vecinos de Krahmer impugnarán ante Superintendencia de Medio Ambiente Resolución del SEA”, por Soledad Ojeda, en www.diariofutrono.cl publicado el domingo 29 de septiembre de 2019.

Figura 3: Fotografía de práctica de relleno del humedal Angachilla, marzo de 2019. Fuente: Radio Cooperativa.

D.- LA CIUDAD DE VALDIVIA Y SUS HUMEDALES URBANOS, UNA RELACIÓN PROBLEMÁTICA ANALIZADA DESDE UNA PERSPECTIVA URBANÍSTICA Y JURÍDICA INTERDISCIPLINARIA.

Expuesta las dimensiones relacionales existentes entre el paisaje y los habitantes de la ciudad de Valdivia, debemos contextualizar y actualizar estas dinámicas para afinar el análisis, así debemos agregar a lo anterior que el crecimiento de la ciudad de Valdivia en las últimas décadas se ha acelerado10, la necesidad de vivienda, la histórica práctica local de rellenar terrenos sumergidos para ampliar la huella urbana, las características desreguladas y obedientes a los afanes mercantiles inmobiliarios de este crecimiento (Hidalgo et al, 2016), además de una política gubernamental local burocrática y tímida en el ejercicio de sus competencias normativas11, en contradicción a un aumento de la preocupación ciudadana por el medioambiente, han provocado el surgimiento de conflictos socio ambientales entorno a los humedales urbanos materializados en el rechazo público de la ciudadanía valdiviana a la

10 Valdivia pasa a ser capital regional el 16 de marzo del 2007 aumentando la dotación de servicios públicos y recursos presentes en la región. 11 En este aspecto a lo largo de nuestra investigación se expondrá, que las diferentes administraciones municipales han sido renuentes a aplicar las potestades normativas que poseen en materias urbanísticas, lo que se traduce en un lento desarrollo del PRC, escasa corrección de intervenciones de particulares en estos espacios, escasa relevancia práctica en la planificación del crecimiento y la imposibilidad de concretar normativamente los esfuerzos institucionales realizados incluso con apoyo de organismos internacionales tales como el BID, respecto a políticas de desarrollo urbano sostenible. Adicionalmente a lo anterior se descubrió una lenta implementación de la Ordenanza Municipal de Humedales de Valdivia del año 2016 que incluso, al día de hoy se encuentra en trámite en la Contraloría Regional de Los Ríos por problemas de legalidad.

degradación mediante rellenos o contaminación de estos espacios en distintos puntos de la ciudad.

Tal ha sido la relevancia pública de estos conflictos, que las autoridades han planteado públicamente la necesidad de establecer modificaciones, legales o administrativas para enfrentar este problema. Así en el año 2018, el Senador Alfonso De Urresti (PS) mediante un proyecto de ley y la Senadora Ena Von Baer mediante una iniciativa de corte administrativo, han iniciado procedimientos de reforma legal con el fin de lograr una adecuada solución a la pérdida de humedales urbanos, provocados por la acción de intereses inmobiliarios que aparentemente no poseen límites legales para impedir su actuar.

Figura 4: Fotografía de manifestaciones ciudadanas de noviembre de 2015. Fuente Diario Austral de Valdivia.

Como es posible deducir, las aristas de esta indisoluble relación natural de la ciudad de Valdivia con sus humedales otorgan un sinnúmero de interesantes formas de abordaje a la problemática, pero en el presente análisis buscamos exponer primordialmente visiones urbanísticas y jurídicas, actividades que para esta investigación consideramos funcional y conceptualmente unidas desde la predictiva mirada de Jane Jacobs12, quien en el capítulo veintiuno de su obra titulada “The Death And Life Of Great American Cities” identifica al diseño urbano, a la norma jurídica y a las agencias públicas, como los elementos conformadores básicos de una adecuada planificación urbana (Jacobs,1961). Desde este

12 “The historical changes relevant in this case are not only an inmense increase in the size of great cities; but also the inmensely increased responsabilities- for housing, for welfare, for health, for education, for regulatory planning- wich have been taken on by goverments of great municipalities”. Pg 408.

punto de partida podemos señalar que estas disciplinas y actores, en una relación necesariamente dinámica y compleja, deberán coordinar la ocupación de los espacios, los intereses sociales, las finalidades del diseño, las regulaciones espaciales y finalmente los principios del crecimiento que la ciudad seguirá a futuro, para intentar elaborar soluciones pertinentes a estas problemáticas.

Ahora bien, de los tres elementos que Jacobs establece como supuestos básicos de la planificación urbana, será el elemento jurídico de esta triada el foco de interés principal, así el análisis discurrirá sobre como las normas de planificación territorial chilena inciden en el territorio y otorgan un marco de soluciones a las problemáticas provocadas por las dinámicas del crecimiento urbano, en específico abordaremos el análisis del Decreto Nº179 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo norma que aprueba el Plan Regulador Comunal13 de la ciudad de Valdivia, publicado el 3 de noviembre de 1988, para en primer lugar preguntarnos si ¿Posee alguna relevancia práctica y adecuación temporal en la planificación urbana de la ciudad de Valdivia?, luego, esta norma de planificación territorial, cuya modificación sustancial14 ha sido casi imposible durante más de 30 años, ¿Puede considerarse como un factor generador de impactos ambientales15 en los humedales urbanos de la ciudad de

Valdivia? y finalmente ¿El PRC puede considerarse como una norma adecuada de acuerdo a los principios actuales de la sostenibilidad16 y a las necesidades que presenta la ciudad?.

Adelantando y a modo de pre conclusiones podemos señalar desde lo ya expuesto, que no cabe duda que existe una relación natural importante entre los humedales y el desarrollo urbano de la ciudad de Valdivia, esta relación producto de muchos cambios ambientales, culturales e incluso políticos, ha generado una serie de problemáticas de relevancia social, urbana y jurídica que determinan la presente investigación y al enfoque de su metodología. Así desde los antecedentes obtenidos en este punto, ya podemos deducir que la relación entre

13 En adelante PRC. 14 El tipo de modificaciones observado se limita a ampliar el uso de suelo urbano disponible enfocado a desarrollar proyectos inmobiliarios determinados o para expandir la base de servicios sanitarios o de telecomunicaciones disponibles. 15 Para entender la idea de impacto ambiental, nos remitiremos a la definición presente en la Ley 19.300 de Bases Generales del Medio Ambiente que en su artículo 2º letra E, establece como Daño Ambiental: toda pérdida, disminución, detrimento o menoscabo significativo inferido al medio ambiente o a uno o más de sus componentes. 16 Se define el desarrollo sostenible como “la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. (Informe titulado «Nuestro futuro común» de 1987, Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo ONU).

espacio y crecimiento ha generado impactos ambientales en los humedales urbanos, por lo que esta variable resulta determinante en el manejo territorial y en los enfoques que adquieren el desarrollo de proyectos inmobiliarios o industriales en nuestro país, esta constatación legítimamente nos faculta a generar las preguntas expuestas anteriormente, vinculándolas a la forma en que se generan normas de planificación territorial comunal y los impactos que estos procesos legales puedan o no tener en los ecosistemas urbanos llamados a regular. Estas relaciones y reacciones, determinan a la presente investigación a tratar con una problemática de variables complejas, con múltiples enfoques que coinciden en el fenómeno de ocupación del territorio y el impacto en sus elementos ecológicos, a medida que se profundizan los alcances diseñados en la metodología; estimando que si será posible apreciar la existencia de una correlación entre los déficits normativos de planificación territorial y el deterioro de los elementos ecosistémicos presentes en el territorio de Valdivia.

Figura Nº5. Imagen referencial del Plano Regulador de Valdivia al año 2009. Fuente: www.plataformaurbana.cl.

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