3 minute read

DEPROFUNDIS. Medjugorje

boda Medjugorje

una experiencia espiritual única

Advertisement

No sé ni como empezar a escribir sobre Medjugorje. Llevaba muchos años queriendo ir, pero por unas cosas y por otras al fi nal no había podido, “no estaba de Dios que fuera”, no era mi momento.

Miles de personas arrodilladas antes el Santísimo y con un silencio casi total. La presencia de Dios es enorme y la emoción que se vive es muy muy grande.

Por María González-Valerio y de Alós.

fFuimos un grupo de unas 12 personas, amigos entre nosotros y de distinta procedencia; de la carrera, de Emaús y de un grupo cultural con el que hacemos visitas de vez en cuando.

Salimos de Madrid, casi de madrugada y volamos a Split haciendo escala en Munich. Viaje largo, pues una vez llegas a Split aún tienes hora y media de autobús hasta Medjugorje. Pero una vez allí, el tiempo empleado en hacerlo se olvida, ya nada importa. Allí se respira una paz infi nita, una devoción inmensa a nuestra querida Gospa. Gospa es como se llama a la Virgen en Medjugorje y así la llamamos todos los que estamos allí. G de gracia, O de oración, S de santidad, P de paz y A de amor. Subimos por dos veces al monte de las apariciones a saludar a la Virgen. Se sube rezando el Rosario con verdadera devoción; todo el mundo lo hace así y la visión de la gente subiendo entre pedruscos rezando es algo increíble, maravilloso. Personas mayores, incluso algún tullido, que al llegar al pie del monte parece que despega y no encuentra ningún obstáculo para subir. Pero lo más increíble fue subir de noche, alumbrados con las linternas de los móviles para no caernos y rezando. Una vez arriba, nos sentamos a los pies de la Virgen y allí estuvimos casi una hora. Yo me llevé mi cuaderno y allí escribí mi carta personal a la Gospa, fue algo que realmente me llegó al corazón. Luego esta carta la entregué para ser quemada como ofrenda. Si me preguntaran qué es lo que más me ha gustado de Medjugorje, contestaría sin dudarlo que la adoración. Miles de personas arrodilladas antes el Santísimo y con un silencio casi total. La presencia de Dios es enorme y la emoción que se vive es muy muy grande. Otro aspecto que también me maravilló es el de las confesiones. Como se suele decir,

Medjugorje es el confesionario del mundo. Muchísimos sacerdotes confesando en todos los idiomas y grandes colas de personas esperando para hacerlo. Yo me confesé después de un buen rato de espera, y fue una experiencia muy muy positiva. El sacerdote que me confesó se ha convertido en casi un amigo para mí, pues mantengo el contacto. Tuvimos además la gran suerte de poder ir al Santuario de la Divina Misericordia, en el que están expuestas las reliquias de Santa Faustina Kowalska y de San Juan Pablo II. No dejéis de ir a Medjugorje, es una experiencia indescriptible. Nuestra magnífi ca guía, muy espiritual, Macarena Magirena, nos hizo vivir momentos muy especiales desde que llegamos. Además de todo lo anterior, lo que me llevé a casa, fue como la Virgen nos enseña cómo podemos empezar a transformar nuestro interior, a emprender el camino de la santidad y la paz y a llegar a ser invencibles por medio de cinco armas que el padre Jozo, párroco de Medjugorje, denominó “las cinco piedras”: Rosario, Eucaristía, lectura de la Biblia, Ayuno y Confesión.

This article is from: