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Servicio de Promoción de la Autonomía Personal, págs

He creído que era buen momento para recordar a los socios del Centro de Mayores de Monzón, todas las actividades que allí se realizan, y para ello, me he puesto en contacto con la Trabajadora Social, Pilar Morcillo, para que me cuente las novedades y los cursos que tienen más demanda, todo bajo la dirección de Eva Benabarre Liesa.

Pilar me cuenta que hay numerosas actividades, en las que muchas veces, hay más demanda que oferta, y entonces se tiene que realizar un sorteo entre las personas apuntadas, ya que no hay plazas para todos.

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A lo largo del año se realizan diversos talleres, como pueden ser: Muévete bailando, Yoga, Informática, Memoria, Lectura, Habilidades sociales… En Monzón, como en otros muchos centros de Aragón, se lleva a cabo actualmente un programa llamado Servicio de Promoción de la Autonomía Personal, donde se realizan sesiones grupales de Terapia Ocupacional y Rehabilitación Física. Pilar nos explica que es un servicio social especializado, vinculado a la Ley de Dependencia.

Hacerse mayor no quiere decir perder las ganas de divertirse

En este servicio, se trabaja desde el modelo de “atención centrada en la persona”, que se aplica desde el respeto a la dignidad, el apoyo a los proyectos de vida. Poniendo el foco en las capacidades y habilidades, compartiendo las decisiones con la persona usuaria y/o con sus familiares, desarrollando una intervención global.

Va dirigido a personas que han sido valoradas con grado I o II, por el sistema Aragonés de Atención a la Dependencia, y en cuyo Plan Individualizado de Atención, se solicite dicho servicio. O en su caso, a personas mayores que tengan un estado de salud frágil o alto riesgo de dependencia, pero sin padecerla aún.

El objetivo, en ambas situaciones, es de prevención y/o promoción de la autonomía personal para las actividades de la vida diaria. En definitiva, conseguir en la medida de lo posible, la recuperación, mantenimiento, o en su caso, cuando el proceso de deterioro avance rápido, ralentizar la pérdida de facultades físicas y cognitivas, desarrollando al máximo las capacidades existentes para la mayor independencia posible, logrando que mejore su calidad de vida.

El programa está compuesto por dos tipos de sesiones (de rehabilitación funcional y de estimulación cognitiva), repartidas en tres horas a la semana, en función del área con mayor necesidad de intervención por parte del usuario. El servicio tiene una duración continuada en el tiempo, mientras que sea el recurso idóneo para la persona que asiste.

Se puede acceder al Servicio de dos maneras: 1.– Tras la resolución favorable emitida por IASS (Instituto Aragonés de Servicios Sociales) de Plan de Atención Individual, en donde se ha solicitado este servicio y en este caso será gratuito para el usuario. 2.– Cuando no se tenga grado de dependencia reconocido, ya sea porque no se ha solicitado la valoración, porque en el caso de haberse solicitado no se le hubiese reconocido, o bien porque, en el trascurso del tiempo que lleva desde la solicitud hasta la resolución, la persona quiera incorporarse al servicio. En estos casos el acceso será, directamente, a través de la Trabajadora Social del Hogar de Personas Mayores. Aquí existe la posibilidad de un copago en función de la renta de la persona interesada.

También se ofrecen unos servicios complementarios, como son: formación en tecnologías de apoyo y adaptaciones del hogar, formación en cuidados y autocuidados, dirigida a las personas en situación de dependencia y sus cuidadores, atención socioterapéutica, (Programa CUIDARTE), y aquellos servicios propios del Hogar de Mayores, si cumplen la condición de socio del mismo.

La persona que realiza este trabajo se llama Olga Ramos, y me pongo en contacto con ella para que así nos explique en qué consiste su trabajo.

“La terapia ocupacional no sólo es una terapia, es un espacio en el que poder comunicarte y huir del aislamiento que muchas veces trae consigo el envejecimiento. El servicio de terapia ocupacional que realizamos en el hogar de mayores de Monzón está destinado a la recuperación, rehabilitación y mejora de las funciones físicas, cognitivas y emocionales o sociales que se ven afectadas por el proceso natural del envejecimiento”.

Para hacernos una idea, le pregunto a Olga cómo desempeña su trabajo diario.

El aspecto social y emocional está presente en todas las sesiones. Aceptar y respetar la situación social y emocional de la persona es un principio fundamental en dichas sesiones

Me contesta que hay muchas acciones y actividades a desarrollar y que es muy variado. Por ejemplo, un ejercicio que gusta mucho y realiza habitualmente, en las sesiones de estimulación cognitiva, consiste en repartir unas fichas con distintas preguntas a las que las personas contestan, primero de forma individual, y después las ponen en común. Así aprenden unos de otros y se enriquecen mutuamente.

Una vez al mes se plantea una actividad especial, la cual se decide en colaboración con los participantes de las sesiones, y puede ser, desde un paseo, charlas informativas sobre un tema que tengan interés, talleres de manualidades, actividades intergeneracionales en las que sus familiares pueden participar, y muchas otras en las que las personas que participan, a la vez que trabajan y refuerzan sus habilidades, se nutren de un ambiente sano y de aprendizaje.

Si a alguien le interesa, puede pasarse por el centro y preguntarle a la Trabajadora Social, Pilar Morcillo, y ella les explicará con mucho gusto la manera de poder acceder a este Servicio.

Se pueden incorporar en cualquier momento si hay plazas disponibles, así que lo mejor, si hay interés, es acercarse y preguntar.

Me encuentro con varias personas que están inscritas en el programa y les pregunto desde cuándo lo vienen practicando y cuál es su valoración. Hay varias contestaciones; algunas llevan ya 3 años, otras desde hace 2, y otras lo han comenzado este año. La verdad es que transmiten ilusión, y se les nota muy contentos de participar. Les pregunto si han notado alguna mejoría desde que asisten, y me sorprende gratamente una de las personas participantes, que me dice que cuando empezó apenas podía andar, y que ahora no necesitaba ni la gayata. También me dicen que la asistencia les sirve también para obligarse a salir de casa, lo cual les lleva a moverse un rato y además, participan en algo diferente, rompiendo un poco la monotonía del día a día, en un buen ambiente y, es que, en lo que están todas de acuerdo, es en lo bien que se lo pasan. Se trata de un rato muy entretenido en el que se olvidan los problemas (si los tienen), y les sirve para hacer nuevas amistades que a esta edad, si no fuese por estos centros no sería posible. También les gusta hacer manualidades, como papiroflexia y otros, muy bueno para agilizar los dedos, las manos y ejercicios de memoria muy interesantes.

Espero que estas líneas hayan servido para dar a conocer una actividad muy importante que se realiza en el Centro de Mayores de Monzón.

Usuarias del programa junto a Pilar y Olga

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