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Daredevil, entre la filosofía del hombre y superhéroe

Roberto Vega González Alumno Preparatoria 12

Matt Murdock es llamado el hombre sin miedo, abogado de día y justiciero de noche, curiosamente el único héroe hasta hoy que profesa una religión (con peso en la trama) tomando como referencia la lectura: Dios, el diablo y Matt Murdock y la serie de Netflix Daredevil. ¿Por qué Matt tiene fe?, podríamos decir que la fe es la convicción por algo no certero, una creencia o esperanza en un creador, Matt siente que él es un enviado de Dios a impartir justicia y proteger a los débiles y, precisamente su fe, es lo que lo convierte en el hombre sin miedo, le da fortaleza. El traje de demonio es una expresión de esa fortaleza.

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Daredevil, viste un traje que podría simbolizar lo siguiente «En el infierno el diablo es quien juzga, si vas a hacer su trabajo vistes como él». Este simbolismo también devela su lado más humano, su mayor conflicto es hacia consigo mismo y Dios. Cuando Matt es castigado, derrotado y con la fe quebrantada; el mal prevalece por más que se esfuerce y el único que parece sufrir constante es él mismo, siente que su dios le ha dado la espalda, que en realidad él no es un enviado, es solo lo que hace por las noches, él es el demonio. En esta desolación es cuando decide que lo mejor sería asesinar a Wilson Fisk.

Wilson Fisk es una figura que para él representa el mal del mundo. Daredevil considera que el asesinarlo sería solo un pequeño costo para un bien mayor, aunque ello implique dejar atrás sus principios y uno de los mandamientos. ¿Por qué

Dios deja que este mal exista? Hasta este punto pareciera que Dios castiga entonces a sus seguidores y no a sus detractores.

Epicuro de Samos planteó un dilema: Dios no puede ser todopoderoso y toda bondad al mismo tiempo. Pongámoslo de esta manera, si Dios es todopoderoso, ¿por qué no erradicar el mal? Si lo deja existir, entonces ya no es infinita bondad y, por el otro lado, si fuera infinitamente bondadoso, no ha tenido el poder entonces de erradicar aquello que nos daña. Se podría decir que el mal lo causamos los humanos por el libre albedrío, entonces no existe como tal un plan de dios, y no solo eso, también recordemos que el mal natural existe, dios no habría sido capaz o no habría querido crear algo perfecto, por eso nosotros somos imperfectos, y nuestro planeta también lo es. Por lo tanto, el mal es una creación de dios, es un mal natural.

En medio de toda esta crisis, Matt logra superarse gracias a una guía, su madre, quien irónicamente es una monja. Ella ayuda a Matt a retomar el camino, haciéndole entender que es mejor apostar por una vida de fe, y respecto, a lo que él hace, no hay una forma definitiva de saber si es correcto o no, pero en términos simples lo es. Él defiende a los débiles. Su trabajo no es juzgar o castigar, su labor es proteger, mantener viva la esperanza; es entonces cuando el personaje deja atrás el traje de demonio, porque comprende que él es algo más que eso. Su ética es más fuerte que la ira, y no se deja consumir por el mal, haciendo que prevalezcan sus creencias.

En este caso Matt usa su fe como fortaleza, como convicción para mantenerse en sus ideales y en lo que él cree que es correcto. Concluyo que nosotros somos personas comunes en un mundo real, no de fantasía, seguir una religión y tener fe es algo muy personal que no debería afectar a los demás, la fe viene del miedo, el miedo es desesperanza mientras que la fe es precisamente esperanza, como bien decía Voltaire, «si Dios no existiera sería necesario inventarlo».

Al ser yo un ser humano, reconozco mis limitaciones, no puedo afirmar ni negar a dios, para empezar, no tengo certeza de cómo es él.

Protágoras decía que, si los toros y los Leones pudieran pintar, pintarían a sus dioses como toros y leones. Probablemente me incline más por no creer en dios. Sin embargo, creo en las buenas personas, es lo que considero realmente importante. Ser buenas personas no tiene religión ni cultura ni etnia, y en todo caso, aunque no estuviera apostando mi vida por la existencia de dios, tampoco me estaría cerrando las puertas en caso de que existiera «la ilusión vale cuando la realidad la toma de la mano».

A los superhéroes los podemos entender desde varios espectros y dentro de sus complejidades hay una gama de variantes que se deben analizar. El cine hollywoodense está saturado de estos personajes, muchas de esas veces los muestra planos y con tramas o fórmulas simples. Muy pocas veces este cine toca ciertos aspectos de ellos desde su complejidad, en los que los podamos entender desde un enfoque más humano, con sus claroscuros como Daredevil. Lo atractivo de los superhéroes, es que son superiores al hombre en cierta habilidad, pero esas potencialidades en vez de volverse ajeno a la mirada del espectador, atrae, porque son un reflejo de los ideales del hombre y de problemáticas que son comunes del hombre, pero potencializados o maximizados, así como algunos dioses.

El hombre está lleno de miedos. Nietzsche escribió «Dios ha muerto, Dios sigue muerto y nosotros lo hemos matado». Seguramente lo decía con miedo, porque temía que nos convirtiéramos en el último hombre, ese que consume y no crea, o sea, el nihilismo. Por consecuencia, vendría una felicidad falsa con la que el hombre ya no trascendería, ya no se empeñaría en buscar las fallas de su sociedad para destruirlas y convertirse en el Ultrahumano. Contrariamente, hemos estado dando pasos hacia atrás, para muchos sistemas de creencias el único consuelo vida, es la promesa del descanso eterno y la vida terrenal simplemente pierde sentido, por hacer prevalecer un sentido en la vida después de la muerte.

Basado en el texto

Morris, Tom y Morris, Matt. (2015). Los superhéroes y la filosofía. Ed. Blackie Books, 2da. Edición, España.

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