V Centenario de Santa Teresa

Page 1

V Centenario de Santa Teresa de JesĂşs



Instalaci贸n Homenaje a Santa Teresa en su V Centenario


V CENTENARIO SANTA TERESA DE JESÚS


V CENTENARIO SANTA TERESA DE JESÚS

Mi instalación versa sobre el amor que Santa Teresa de Ávila mi

profesaba a la naturaleza a través de sus palomas. Como trabajo

siempre

profundiza

sobre

la

transparencia,

transparencia que la sociedad suele dar a lo que no quiere ver y, parece ser que cada vez más, se quiere ver menos la religiosidad del ser humano; de ahí que haya decidido presentar esta instalación de árboles sobre acetato (material transparente) esquematizando un bosque a través de líneas de dibujo negras para definir los troncos, con ramas que se enroscan sobre los caminos en los que paseaba, rezando y recitando sus poemas, Santa Teresa rodeada de sus palomas. Con este trabajo quiero hacer un homenajea esta Santa, mujer extraordinaria y muy adelantada a su época, que aun hoy en día sigue siendo un ejemplo a seguir.

Linda de Sousa


Adicción a Santa Teresa

Santa Teresa crea adición. La figura, la poesía y la prosa de la Santa de Ávila seducen con la fuerza de un imán. En 1.982 se conmemoró el IV centenario de su muerte y en 1.985 se celebró el V centenario de su nacimiento, pero la santa reformadora no necesita efemérides para regocijo de quienes se acercan a conocerla. El magnetismo de la santa carmelita eleva a escritores, poetas y artistas de todos los campos. Linda de Sousa también fue seducida por Santa Teresa de Jesús, después de leer sus donosos cantares o el Libro de su Vida. La artista portuguesa, residente en España, ha querido hacerle un homenaje con su propio lenguaje plástico, el del arte. La autora optó por crear una vistosa instalación artística en medio del Torreón de los Guzmanes de la capital abulense. No olvidemos que Santa Teresa de Cepeda y Ahumada vivió de niña en la casa-palacio de sus padres en Gotarrendura, de cuyos jardines tomó las metáforas del pozo, la noria, el río y la lluvia para hablar de los pasos en la oración. Linda de Sousa utilizó el dibujo con gruesas líneas negras sobre grandes tiras de acetato transparente, para representar en


silueta a Santa Teresa de Jesús entre los árboles. Un curioso espacio habitable para el espectador, que podía atravesarlo como en un juego de espejos e introducirse en el bosque representado, para saludar a la fundadora abulense. Cuando la brisa soplaba los acetatos le añadía una sensación de movimiento. La instalación es una de las manifestaciones artísticas más recientes en la fecunda historia del arte. Un género que conecta de algún modo con la arquitectura efímera del Barroco. Linda de Sousa la ha elegido para rememorar a Teresa de Jesús, una mujer valiente, una excelente literata del siglo XVI, una monja que alcanzó la santidad. Santa Teresa enriqueció la lengua castellana con su gracioso modo de escribir y, pese a ser mujer, tuvo redaños para reformar el Carmelo hasta hacerlo descalzo. Ella es un personaje histórico que sigue despertando admiración y simpatía en aquellos que se le aproximan y la conocen. Linda de Sousa no ha escapado a su seducción, que le ha inspirado esta representación moderna del arte,

Elisa Sáez de Slöcker Miembro de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte (AMCA)

in memóriam


“Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías.” Santa Teresa de Jesús


Vivo sin vivir en mĂ­ y tan alta vida espero que muero porque no muero.

Santa Teresa de JesĂşs


La luz del alma

1

La luz "Era con tanta luz que no se puede dudar el estar allí Dios vivo y verdadero…” Relaciones, LVI Almacena la luz lo que ha bebido de cada ser su pronta savia dulce, y vuelve al día como vuelve el tiempo al olvido, y se funde en claridades. Enhebra todo paso en lo inseguro. Cercena el agua. Hiende en lo baldío. Se hace fruto en el huerto del silencio y escribe sus palabras en la niebla. Es esa luz callada. Es esa hoguera de firmes trazos, de pequeñas sombras, de soledad, de urdimbre inadvertida. La luz del alma de la fuente bebe, 2 La andariega "Andemos en verdad delante de Dios y de las gentes, de cuantas maneras pudiéramos…” Moradas sextas, cap. X Momentos que así vives y que olvidas son como instantes desgajados siempre de su raíz. Inventas la aventura, la desnudez del mundo, lo inmediato


que nunca reconoces. Subes la cima de lo más imposible, las alturas que asoman al vacío. Saltas luego a la intemperie intensa de las flores. Vamos encarcelándonos y eliges tu propia reja de oro, la promesa de vivir libre entre las cosas, libre en la lenta invasión de la tristeza. Y nada es de la forma que tú quieres, nadie llega hasta ti de esa manera.

José María Muñoz Quirós Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca Catedrático de Lengua y Literatura y Crítico Literario


Se nombró Teresa

De ella nos parece que ya se ha dicho todo, que está en todas las listas “de lo superior” (casi siempre encabezándolas) y que difícilmente podemos encontrar en nuestra historia patria una personalidad más rica, más atractiva y más valiosa, menos puesta en entredicho, por así decirlo, ahora que todo se cuestiona. Pero lleva ya nuestra Santa muchos siglos portando el guión, como alférez de tantos campos, reinos y batallas… y nunca le llamaríamos líder (¡muchos menos lideresa!) porque, a buen seguro, ella preferiría que la tratásemos como “adalid”, y no en virtud de una soberbia que no poseía sino en virtud de su amor a la Lengua de su tierra, tan sagradas ambas que a ella misma la consagraron. Fue mujer, y está entre las primeras, las pioneras, las más brillantes… ¿En qué lista de mujeres célebres no aparece? Fue poeta, y casi nunca se le llama “poetisa”, alguien me explicará el porqué. Yo digo que fue cronista e historiadora, pero puedo estar errada, porque no se la suele reconocer entre las vastas listas de los que relatan e interpretan los aconteceres. Fue mística, y, aunque otras hubo que también lo fueron (amén de las que no nos habrán permitido conocer los tiempos y las muchas mentecateces que arrastraban y que ella soportó y sorteó paciente y estoicamente), brilla su estela con especial intensidad. Fue fundadora –aún más: “refundadora”- y no entendemos cómo se atrevió a tanto, enfrentándose a grandes y a chicos, almas todas ellas para su Verdad.


Era castellana, abulense, por más señas, y eso imprime reciedumbre y austeridad en el carácter. No hay lista en la que no aparezca su nombre. Andariega se le llama siempre. Y no encabeza ese listado porque de andariegos nunca se hizo, que se limitan ellos a andar, caminar, pensar y dirigirse a su Meta. De hacerse, sería la primera. Pero se nombró Teresa y – mujer y alma también andantes - llevó su gracia por las veredas del mundo sin que nunca por ellas se desgastase el cáñamo de sus alpargatas. Si más lejos llegaba, más profundo la hacía sonar y por doquier vibraba su eco. Y así sonaría el bronce de la Santidad en Teresa Margarita Redi, Teresita de Lisieux, Juana Enriqueta Josefina que, en los Andes, quiso llamarse Teresa, Edith Stein, que, en la lejana sordidez de una guerra, y con raíces que igual podría haber nacido en Gotarrendura, quiso llamarse Teresa Benedicta de la Cruz. Y también Agnes, que llevó a los suburbios de Calcuta el nombre de Teresa. Seguro que muchas más, que convoca ese badajo con fuerza inusitada y no siempre alcanza a atentos escuchantes. Ella era Teresa de Cepeda y Ahumada. Las flechas que la hirieron hirieron a muchos en su nombre y viéronse entonces religiosos, místicos, santos, poetas, cronistas, maestros, fundadores y artistas… quizás porque todos ellos tengan algo en común, permítaseme decirlo en tiempos de hartazgo y corrección política, (y sólo porque ella no habría admitido ninguna de las dos cosas). ¿Os habéis parado a pensar? ¿Hay alguien, por ventura, más icónico…? ¿Alguien que haya inspirado más -y más profunda y ampliamente - en todas las facetas derivadas de la creatividad que esta Santa nuestra? Es patrona de tantas cosas que por serlo hasta


lo es de la Intendencia y tropas del Ejército de Tierra. Bien

vendría,

pues,

no

sobrecargarla,

pero

yo

la

sobrecargaría con el patronazgo de todos cuantos crean, de cuantos, iluminados, trillan los caminos, y, simplemente, innovan, generan, producen, originan, hacen el mundo diferente y con sentido, y consiguen traernos y presentarnos, aquí, un algo del Creador, sí, aquí, en las esferas de lo finito. ¿Alguien da más, más Caridad, que es más Amor…?, ¿más poemas, más ensayo, más novela, más hagiografía, más pinturas, más esculturas, más arquitectura… ahora que también instalaciones y acetatos se exponen en su nombre? Pues eso. Y cuanto todavía nos queda por decir.

María Tecla Portela Carreiro Poeta, Lusista, Critica de Arte, Miembro de AECA


Fuiste por amor criada hermosa, bella, y ansí en mis entrañas pintada; si te pierdes, mi amada, alma, buscarte has en Mí. Santa Teresa de Jesús


De Teresa a Teresa (Donde T. de Jesús espera y recibe a T. de C.)

-Sí. Que pase. Que entre. Puede seguir con sus sandalias puestas para andar por el Reino y sus Moradas, por más barro que puedan tener acumulado. Yo, Teresa también, y como tú andariega también por los caminos de la más ancha tierra- mi Castilladejé un día al umbral de mi casa de Avila las mías, pues podían ser precisas a otros caminantes para ir por el mundo. Pero tú ya has cumplido tu amoroso camino repartiendo tu pan escaso y tu caricia. Puedes entrar. Aquí ya saben de tí, ya te conocen. Conserva tus sandalias, tus andrajos tan venidos a más. Y, si, por contra, lo prefieres, descálzate, Teresa. Que el suelo al que ahora llegas es más liviano y menos guijarroso


que aquel tan heridor de mis senderos castellanos, o el otro que tus pies molturaron sacando a su aridez un polvo de astros para el vuelo de tus pies requemados. Aunque yo bien me sé que no te importan las asperezas del camino. Estaba ya impaciente, esperándote, hermana. Y entretenía mi espera viendo desde estas cumbres nubadas de la Gloria tu ajetreo peregrino, tu desasosegado laborar, con tu sayo enfaldado, y tus manos hechas sarmiento vivo del que el amor nacía como jugoso fruto con que saciar la sed y el hambre. Estaba ya impaciente, contemplando a mis hijas allá en sus palomares del Carmelo y viendo a tus hermanas, ay, Teresa, creciendo en sus afanes y en su oficio de amor. Mas parecía que tú, embebida, no querías dejarlas, y remoloneabas para acudir a Aquel que te estaba llamando.


Llegas, al fin. La Gloria sea contigo. Está dispuesta tu Morada. Sosiégate. Descálzate y descansa después de tanto andar por las estrellas. Y ven conmigo, hermana mía Teresa de Calcuta.

Emilio Ruiz Parra Poeta Poesia ganadora del VII Premio Santa Teresa de Jesús


“El amor perfecto tiene esta fuerza: que olvidamos nuestro contento para contentar a quienes amamos.” Santa Teresa de Jesús


Teresa de Jesús y el vuelo de las palomas Es la santa del vuelo místico, Teresa de Cepeda y de Jesús, que hablaba de santidad entre los pucheros y que a la par era arrebatada hasta el éxtasis. Sus arrobos le llevaban hasta Su Divina Majestad. Su escritura, en el mejor estilo castellano, hablaba de palomas, aquellas que vio volar en su palomar de Gotarrendura (Ávila); palomas sobre el pozo, sobre la noria y los cangilones, palomas sobre el río… Una santa andariega, que llevó a cabo diecisiete fundaciones, diecisiete conventos, diecisiete palomares, donde sus monjas y novicias residen entre la oración y la alegría. Una santa andariega, que llevó a cabo diecisiete fundaciones, diecisiete conventos, diecisiete palomares, donde sus monjas y novicias residen entre la oración y la alegría, en un máximo de veintiuna para estrechar la comunidad. Ávila fue la primera fundación; Burgos, la última. Entre medias, fundaciones en Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Duruelo, Toledo, Pastrana, Salamanca,

Alba de Tormes, Segovia, Beas de Segura, Sevilla,

Caravaca de la Cruz, Villanueva de la Jara, Palencia y Soria. Siguiendo la obediencia al jesuita Padre Ripalda, escribió su libro Las Fundaciones. La gloria del Carmelo se multiplicó por todo el mundo. Decenas de palomares místicos, bajo la inspiración de la Gran Paloma, del Espíritu Santo. Teresa de Cepeda y Ahumada, Teresa de Jesús, la artífice santa del Carmelo descalzo. El arte se fijó en la Reformadora. Desde el retrato en vida de la santa por Fray Juan de la Miseria, hasta la instalación de Linda de Sousa en el Torreón de los Guzmanes a base de acetatos que


representan a la santa en un bosque, pasando por Bernini, con su transverberación escultórica en la iglesia romana de las Victorias. También la literatura ha sido prolífica sobre la santa castellana. Citemos tan solo a cuatro autores que han escrito la biografía de Teresa de Jesús con rigor y sabiduría: la francesa Marcelle Auclair, la irlandesa Kate O´ Brian, el carmelita Fray Efrén de la Madre de Dios o el hispanista Joseph Pérez. Teresa de Jesús cristaliza la audacia y el amor de Dios.

Julia Sáez-Angulo Vicepresidente de AMCA, miembro de AICA


La claridad del alma I ¿Dónde la luz? La luz tiene ese cetro, cenit preclaro, que estelar nos llega por los cauces omnímodos del cielo a los ojos del hombre, a las abiertas pupilas que, gozosas en su empeño, disponen arreboles en la entrega. El horizonte es una inmensa tabla que ilumina contrastes y que llena de auroras la retina; que hace gama de su abierto abanico cuando puebla la piel y los paisajes, la membrana extensa y formidable de la tierra. Amamos los colores y las formas, gozamos la razón de la belleza bajo el impulso alado de las horas. El día es su verdad: le da su fuerza con el beso del alba y la corona del véspero, que acuna su grandeza. Su forma es el Camino, un camino que lleva a Las Moradas de la idea a la pasión del alma y al latido por donde la virtud, libre, espolea a los corceles de la entraña, al vivo estado de un amor que recompensa.


I I Brota Cristo en el pecho de quien ama, porque amor es su pulso y su latido; vibra Dios en el centro enriquecido de quien con fe lo busca y lo reclama. La mística se enciende; cauce y llama disponen de la entraña su gemido. Surge un eco de alturas, un tañido de luz que en fundaciones se derrama. La cima es otra luz. ¿Viene del cielo o es cielo lo que busca? Todo anhelo es mística pasión, brasa y pavesa. Claridad busca el alma, no pupila: la entraña es manantial que se deshila llanto a llanto en la fe de sor Teresa. I I I Su fuerza es interior. Se nos proyecta desde un extenso faro, un gran destello capaz de iluminar con sus esencias el amplio corazón del universo. Surge como un torrente; consecuencia de otra luz que impone sus reflejos.


La luz es hoy un labio que se crece por el sublime son de una campana; una oración que en su redoble vierte las nobles inquietudes de la Santa: mientras, la claridad es un presente que conjugan Amado con Amada. I V Amado con Amada. Siempre unidos en su razón de fe y humanidades; salvedad de amorosas salvedades que unifican los reinos divididos. Dos amorosos rayos concebidos: cielo y tierra en amor de claridades. Unidad de dispersas unidades sobre el juego ideal de los sentidos Una luz busca el ojo y otra el alma, que extremos son de amor en arrebato. Dos claridades, desde arriba llegan: espíritu y dolor, pasión y calma. Y en el fuero feliz de su recato el alma y dios a su pasión se entregan.

Nicolas del Hierro Poeta Poema ganador del XIV Concurso de Poesía “Santa Teresa de Jesús”



Santa Teresa en mi vida

Cuando tenía 12 años en el colegio donde estudiaba hicimos unos ejercicios espirituales y para los ratos libres las monjas nos aconsejaron llevar alguna lectura sobre la vida de un santo. Mi madre me compró “Santa Teresa de Jesús”. Lo leí, “me lo tragué” de tal manera que recuerdo inhibirme de los sermones horrendos del infierno, del pecado, de la muerte eterna y encontré una manera de vivir el amor a Dios que no fuera con el temor. Durante toda mi vida he tenido a Santa Teresa en mi corazón sin tener en cuenta sus aniversarios. Ella me ha hecho fuerte, cabal, sincera, auténtica y con su ayuda pienso seguir las etapas restantes de mi vida. Su poema “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa/ Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza,/ quien a Dios tiene nada le falta. Solo Dios basta” ha sido para mí una regla de vida, y en las situaciones que se convirtieron en “mis contratiempos para vivir” he hecho mía ésta oración para pedir su ayuda. Al igual que Linda de Sousa, también yo quiero dejar mi testimonio de lo que Teresa de Ahumada, su modo de ser, su fe, su fuerza vital –no corporal-, su voluntad han significado en mi vida.

Franca López Figueroa Restauradora de arte



La transparencia es la cualidad de la instalación artística de Linda de Sousa. En ella, la naturaleza y la figura de Santa Teresa de Jesús son los cuerpos que dejan pasar la mirada a través de ellos. Pero, ¿qué se ve al final de todo? Este acercamiento conlleva un esfuerzo en la contemplación más allá de los brillos y juegos dibujísticos. Una amalgama de líneas asemejan la espesura de un bosque y, entre ellos, una gran mujer, una santa castellana. Basándome en la trayectoria de la artista, la figura de Santa Teresa conlleva no sólo su honra por su legado espiritual, sino también una alusión en defensa de la mujer. ¡Oh, pobre mariposilla, atada con tantas cadenas que no te dejan volar lo que querrías! exclamaba la Santa, siempre apostando por una pasión libertadora, una mirada puesta en Dios a través de un mundo que lo transparenta todo. Y atendiendo a esta cualidad del mundo, esa parte más espiritual que corporal, debamos percatarnos que la instalación de la artista no se cierra en los perfiles de lo visible y nos permite profundizar en todo un mundo que pone el Arte al servicio de una búsqueda personal, un encuentro con lo no visible del mundo, con lo no aparente, donde Santa Teresa de Jesús es, sin duda, un claro ejemplo de constancia y gozoso descubrimiento interior. De tal manera, las transparencias de Linda de Sousa son una escusa para no ver nada claro, como ocurre en cualquier otra búsqueda y, al mismo tiempo, verlo todo.

Ángel Raposo Artista plástico Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid


Nada te turbe, Nada te espante, Todo se pasa, Dios no se muda, La paciencia

Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta: S贸lo Dios basta. Santa Teresa de Jes煤s


De tus muchos nombres

Santa Teresa portaba, como su bandera y sino un inmenso amor divino que a su costado incendiaba. Ese fuego alimentaba con oración recogida, con entrega bien prendida y con gloriosa pasión, que amar a Dios fue razón de su santidad y vida. Descubrió que ella quería ser Carmelita Descalza, como enseña que se alza al que sólo serviría. La labor implicaría fatigas y pasar penas, desasirse de cadenas surgidas de la opinión, combatir la sinrazón, y servir a manos llenas. Como Sálesman prefiere siempre que alaba tu nombre citarte con sobrenombre, gran resplandor te confiere.


AsĂ­ del griego transfiere llamarte Cultivadora de virtudes; Cazadora de almas para El Amado. ÂĄY yo en justicia aĂąado nominarte: Luchadora !

Julia Gallo Sanz Poeta


Teresa Supo encontrar a Dios en la mirada que contenía la luz en su interior. Caminar más allá de su morada sabiendo siempre quién era su guía. Supo beber el agua de los sueños para apagar la sed en la que ardía. Y aprender que en la muerte está la vida cuando se llega a ella con Amor. Teresa en su castillo impenetrable, Teresa en su osada rebeldía, Teresa en su constancia perdurable, Teresa en su bendita idolatría. Porque amó más allá de las fronteras de la ortodoxia inflexible de los dogmas. Y se enfrentó al Poder y a la riqueza y a las acusaciones de herejía. Nunca tuvo temor. Solo esperanza. Y un pequeño baúl para el viaje. En él estaba todo su equipaje. Cultura, corazón y valentía.

Emilio Porta Escritor y periodista Vicesecretario de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles



Excepto tú Eras excepcional y lo sabían, eternamente Teresa universal. En tu morada hierve el Amor: Dios para ti, tú para Dios. En tu deleite te elevas, libre, abrazas tu sueño, donde la luz resurge, reposa la hierba, se colman los ríos, de claras aguas frescas y un dulce viento se abre en tu pecho. Mueres por tener su corazón contigo. Otra vez desciendes, palma con palma unidas, las manos en oración. Anhelos de crecer te envuelven; en el camino, ecos de engaños. Balanceo de sombras oscurecen el cielo y los jardines, mas el espeso polvo que levanta tu carreta remonta abismos. Alto el sol, tu Amado está contigo,


su voz despierta en tu interior, dulce primicia, con olor a lluvia y a milagro. Inclinas la cabeza y bebes el don del paraíso; en tu entusiasmo, llanuras y montañas sueñan conventos. Eternamente, Teresa universal pulsa las cuerdas de la tierra, oirás tu nombre. Que tus raíces de Ávila a Gotarrendura siembren palomas.

Juana María Herce Poeta


El Cabezal (Convento de San José. Ávila) Teresa, en cuya frente el cielo empieza… Eduardo Carranza

Aquí va reposando tu cabeza su sereno cansancio. En esta esquina desde la que el misterio se adivina, doblegas, noche a noche, tu entereza. Das a tu sueño la delicadeza del leño, la blandura de la espina; y todo por saber donde termina Teresa, en cuya frente el cielo empieza. Mas no termina nunca ni se apaga aquélla en cuya frente empieza el cielo a hacerse el soberano manantial. Teresa de la llama y de la llaga, tendida todavía sobre el suelo, con la nuca en el duro cabezal.

Carlos Murciano Poeta



Camino de Haikus para la Mística Descalza

Teresa: Santa, Éxtasis y camino, siempre llegada. De perfección tu camino se hace verbo y canción. Senda hacia el Cielo nos señala Teresa desde el Carmelo. Donde tú moras el perfume de Dios llena las horas.

Brillan tus huellas, que fueron a encontrarse con las estrellas. Piedra y muralla: Tú las haces testigo de vida y alma. Santa descalza, desde esas tus Moradas, ven a mi casa. Dile a San Juan, cómo goza mi alma con vuestro pan.

Beatriz Villacañas Poeta



Infancia de Teresa En el palomar de Gotarrendura, Ávila

No le teme Teresa ya a la muerte junto a su palomar secreta y pura porque ve sobre el campo la figura del Ave que voló secreta y fuerte. Es la gracia de Dios la que convierte en vino el agua de Gotarrendura, la que cambia en amor la vestidura de la niña que quiere ser y vierte toda su voluntad y su esperanza en no pedir en vida otra mudanza que el aire enamorado de su anhelo. Saldrá Teresa tarde de escapada con una idea sola en la mirada que es cambiarse la tierra por el cielo.

José Félix Olalla Poeta



Arte, Ascética Mística

Arte, Ascética, Mística, tres conceptos que se dan en Santa Teresa de Ávila: su escritura, sus libros, su oración. Una mujer que fue cariátide de la Iglesia, por lo que mereció el título de Doctora, la primera en la historia de la Santa Sede. Una de las grandes, si no la que más, entre las otras doctoras de la Iglesia como Brígida de Suecia, Catalina de Siena, Teresita de Lisieux o Hildegarde de Bingen. La sabiduría es un don del Espíritu Santo y santa Teresa de Jesús la tenía a raudales, para llevar a cabo una gran labor: la obra ascético/mística y la reforma del Carmelo a través de los duros y difíciles caminos de España. La santa andariega la llamaron. Todos estos valores han pesado sobre Linda de Sousa para que la pintora, dibujante, escultora e instalacionista le dedicara un ambicioso proyecto hecho realidad en Ávila, lugar germinal de los 17 monasterios/palomares de carmelitas que fundó la santa abulense. En el palacio del Torreón de los Guzmanes, sede de la Diputación de Ávila, Linda de Sousa elevó una instalación con siluetas de carmelitas, entre las que no podía falta la Santa Madre, como hoy la llaman todas sus hijas del Carmelo. La autora la dotó de presencia cuatro figuras dibujadas a tamaño natural, podían verse desde los cuatros puntos del claustro, en cuyo centro estaba situada la instalación.


Al contemplar la instalación, solo quedaba mirar y desgranar los versos artísticos, ascéticos y místicos de Santa Teresa: Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero. Las palomas de la instalación, embelesadas, miran a la santa, al igual que los espectadores de la instalación artística. Por dentro resuenan más versos que elevan el espíritu: Vuestra soy, para Vos nací, ¿qué mandáis hacer de mí? Soberana Majestad, eterna sabiduría, bondad buena al alma mía; Dios alteza, un ser, bondad… Asombra el amor encendido de Teresa por Cristo. Solo leyendo sus versos, se puede comprender la reverberación de su alma, el éxtasis de la santa… Narra la tradición ese encuentro con Cristo en el que ella le dice que es Teresa de Jesús y Cristo le responde: Yo soy Jesús de Teresa. De santa Teresa de Jesús nunquam satis, nunca se hablará bastante. Por eso el lenguaje plástico de Linda de Sousa se suma al oral y escrito sobre una santa que ha merecido el título de Doctora, y de la que se han publicado numerosas biografías y ensayos para conocer mejor su vida y obra.

Carmen Valero Espinosa Crítica de Arte


De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor.

Santa Teresa de Jesús


Si en medio de las adversidades persevera el coraz贸n con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor. Santa Teresa de Jes煤s


Camino interior en la madrugada

La noche me provoca una fascinación que no puedo explicar fácilmente. Percibo como una suerte de atmósfera especial me envuelve, dentro de la cual todo se desarrolla como en un sueño. Esta madrugada respiro el aire de la noche tratando de saborear la libertad de caminar sin rumbo, perdido en las calles de Madrid, a solas con mis pensamientos. Por momentos, en mi diálogo interior, la comunicación con los más recónditos rincones de mi ser me producen zozobra, e incluso temor. Existe la duda…y el miedo…, me siento mareado. Sumergido en mi espíritu, creo sentir y comenzar a oír las confidencias silentes que brotan de cada rincón. No muy lejos, veo dibujarse en las sombras dos siluetas dispares caminando hacia mí. Pronto distingo a una de ellas. Se trata de Doña Ana de Mendoza y la Cerda, princesa de Éboli, dama de gran belleza, conocida en la Corte del Rey Felipe II por sus intrigas y amoríos.

Con gran

sorpresa reparo en la identidad de su acompañante; Santa Teresa de Jesús camina a su lado escuchando sus confidencias, en dirección al Convento de Nuestra Señora de los Ángeles, donde se aloja en la primavera del año 1.569, en su visita a la Villa de camino a Pastrana. Por lo que puedo escuchar al acercarme, la noble dama agradece con fervor a Santa Teresa, que haya aceptado su petición de fundar un convento, con arreglo a la nueva Regla de los Carmelitas Descalzos en aquella población. Al pasar a mi lado, antes de desaparecer en la niebla de los siglos, Santa Teresa parece reparar en mi presencia. Con su rostro afable, en el que a los 54 años su voluntad se sobrepone a las huellas


de una vida de sufrimientos y penurias, marcada por las secuelas de su temprana enfermedad. Ella me trasmite desde su interior, sin el menor movimiento de sus labios, unas palabras que inundan mi corazón: “Sin un corazón lleno de amor y sin unas manos generosas, es imposible curar a un hombre enfermo de su soledad”. Cuando de la figura de Santa Teresa solo queda el leve perfume de su santidad, noto como el alma se vacía de una inmensa y pesada carga, para sentirme totalmente libre y en paz con el Creador y el infinito Universo que me rodea.

José Luis Pardo Caeiro Escritor, fotógrafo y editor


El almendro en flor Aquél atardecer, nostálgico de Octubre. Los brazos de Ana de San Bartolomé, te cobijaron. Aún en tu desasosiego ¡Había alegría! ¡Y gracia! ¡Y tanto amor! ¡Y tan excelsa entrega al esposo! Pues en pos de Él , Ibas ya por siempre. Hartos sufrimientos del espiritu Recios padecimientos, y aflicciones. Desazones y penas Encontraban su fin en este mundo. Un aroma de ámbar y de almizcle penetró por la humilde celosía de tu celda. Ni antes, ni después, floreció Octubre. Ni de aquel almendro, germinó otra flor, pura, blanca, candorosa y modesta, ¡tan hermosa!


Asemejábase al alma de Teresa. Que desde Alba de Tormes, Ascendia a la Gloria. ¡Tiempo es ya de gozar! !de sólo en Vos deleitarme! "Si Vuesa Majestad, en su infinita misericordia, ya me acoge. Por buenos y merecidos doy, todos los quebrantos de este mundo".

Rosario de la Cueva Poeta, Directora de la Rioja Poética.(C.Riojano de Madrid)


“Lee y conducirás, no leas y serás conducido.” Santa Teresa de Jesús

www.lindadesousa.com Linda de Sousa (Lisboa, 1949) nacionalizada española residente en Madrid, artista multidisciplinar, conferenciante, crítica de arte, comisaria de exposiciones y profesora de artes plásticas. Comenzó su actividad artística en los años 80, primero con la pintura y poco a poco fue expresándose con diferentes

materiales,

así

como

en

diversos

géneros:

escultura,

performance, o instalación, como la de su serie "Transparentes" para La Noche en Blanco en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid. En su trayectoria profesional ha realizado más de un centenar de exposiciones dentro y fuera de España. Como artista ha recibido varios premios, destacando: Primer Premio en Instalación en la Universidad de Chapingo (México); premio Excelencia de la Tertulia Ilustrada de Madrid (España); Primer Premio en Artes Plásticas en Beziers (Francia); Gran Medalla de Oro en Arte Digital del XXVII Salón de Arceburgo, Minas Gerais (Brasil), entre otros. Sus últimos trabajos versan sobre el abuso a los más débiles de la sociedad, como las mujeres, los ancianos o los niños, tema sobre el que ha dado conferencias en diferentes universidades y foros institucionales. Coordinadora de exposiciones del Grupo pro Arte y Cultura. Es miembro de AECA y de AICA.


“Santa Teresa dialoga con la Naturaleza” EXPOSICIÓN del 21 de septiembre al 21 de octubre de 2015 DIRECCIÓN: Diputación Provincial de Ávila Plaza Corral de las Campanas s/n 05001 Ávila - España DISEÑO DE MONTAJE: Linda de Sousa

CATÁLOGO DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Linda de Sousa FOTOS: Juan Jiménez Alicia Alonso ESCRITOS: Santa Teresa de Jesús Elisa Sáez de Slöcker José María Muñoz Quirós María Tecla Portela Carreiro Emilio Ruiz Parra Julia Sáez-Angulo Nicolás del Hierro Franca López Figueroa

Ángel Raposo Juana Maria Herce Emilio Porta Julia Gallo Sanz Carlos Murciano Carmen Valero Espinosa José Félix Olalla Beatriz Villacañas José Luis Pardo Caeiro Rosario de la Cueva IMPRIME: Copyiglesias DEPOSITO LEGAL: M-39463-2015 Link al Video: https://youtu.be/e38PfpgWp44


V CENTENARIO SANTA TERESA DE JESÚS

Torreón de los Guzmanes (Claustro) Del 21 de septiembre al 21 de octubre del 2015 u

Plaza Corral de las Campanas s/n 05001 Ávila Horario Claustro Torreón de los Guzmanes: Lunes a Viernes de 12:00 a 14:00 y de 17:00 a


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.