1 minute read

Animal sobre animal

Arrojo el grito por la ventana, Nadie ha notado el miedo del animal que no sabe huir Me trago la tensión del reloj que sentencia cada hora calcinando mi sueño. El animal intuye lo perverso más nunca lo cuestiona, ataca.

Su odio salpica mi cuerpo casi inerte, El animal ha sido despedazado sin tiempo ni memoria. El hombre al cuadrado de su instinto es otro animal que repite cada tanto la estrofa de su propio miedo.

Advertisement
This article is from: