Poesia va cuento viene

PoesĂ­a va, cuento viene Ivonne Parodi A.U.L.I.

Biblioteca Plan Ceibal

A Isabel y Sylvia que van y vienen con cuentos y poemas.

© Ivonne Parodi iparodi@adinet.com.uy Ilustraciones: María Eugenia Assanelli Ediciones A.U.L.I. - Colección “Tente en el Aire” Juan Bautista Alberdi 6257 - C.P 11500 - Montevideo Colección Palabrapuente I.S.B.N.: 9974 - 552 - 72 - 9 Directora: Dra. Sylvia Puentes de Oyenard

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PRIMER DÍA Tímida, con su túnica blanca y moña azul, se emociona con ese pequeño gran momento.

Un mundo se abre hacia el aprendizaje, al crecimiento.

Su mirada fija en el infinito, por momentos brillante, contiene una lágrima que amaga su encuentro con la mejilla. ¡El primer día de clase!

Su pequeño cuerpo tiembla al ingresar al salón.

Se dirige hacia el asiento que le indican junto a los compañeros. Mira adelante, queda sorprendida al ver un pizarrón que abarca todo el ancho de la pared. ¡Nunca lo hubiera imaginado! y tampoco el borrador y las tizas de varios colores.

La maestra se presenta y comienzan a desfilar los primeros números y letras. Toma el lápiz y escribe en una hoja su nombre. Poco a poco aprende a leer y a soñar con un libro. Al tiempo escribe:

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ODA AL LÁPIZ Pequeño trozo de madera que apenas cabe en mis dedos, contigo aprendí los primeros números y letras.

La niña creció y al recordar distintos momentos, el grafo vuelve a ser uno con su corazón.

Fuiste camino del corazón y de la mente.

Al acercarse tu grafo se hace uno junto a la madera y mi mano.

En tu trazo mi palabra a veces fue pluma subiendo por el aire y en otras ocasiones te pegaste al papel con una lágrima.

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CUENTOS CON C (Tautograma*) Carlos Cáceres cenará con César, comerán calabaza caliente, castañas combinadas con conejo.

Cerca cantarán canarios con camisa colorada, caballos cimarrones consumirán café con cucharita.

Cecilia, conversando con Carla, caminará contenta. ¡Cuidado! Cruza Carlos Cáceres casualmente con César, cae Carla, cae Cecilia, con calidez Carlos Cáceres caza cada compañera. Concluyen comiendo crocantes caramelos. * -Tautograma: frase en la que cada palabra empieza con la misma letra.

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EN EL ZOO (Anadiplosis*) Paseamos por el Zoo, Zoo de animales grandes como la jirafa, y cuello largo como la trompa del gran elefante, que con sus orejas abanican monos, monos que comen bananas.

Juega que te juega, por el Zoo pasean. * -Anadiplosis: verso que termina con la misma palabra que empieza el siguiente.

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LA GUITARRA Era otoño y recuerdo: Una niña tomaba entre sus brazos una guitarra que apenas podía sujetar, ¡era casi tan grande como ella!

La emoción la embargaba cuando afluían los sonidos, que cada día eran más dulces y armónicos.

Sus diminutas manos acariciaban las cuerdas y una melodía emanaba desde el corazón.

La imagen, frágil y tierna, se fue desvaneciendo.

La niña creció, la música quedó relegada por otras prioridades. Su dedicación y gustos cambiaron.

Pero un día se sorprendió al ver la guitarra y escribió: En un rincón estaba oculta su voz desafinada, entre graves y agudos tensa, silenciosa, lastimada.

La miré, tenía luz,

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me llamaba.

Toqué su corazón, apenas un latido. ¿Qué frágil sueño la inquietaba?

Sus diecinueve divisiones me esperaban para abrirse en el hueco de mi mano.

Y al pisar las cuerdas ¡floreció su entraña!

Y se preguntó: ¿Será el momento de continuar? ¿Volverá a ser parte de mi presente?

La tomó entre sus brazos, con emoción y al pisar sus cuerdas... ¡Renació su amor!

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PASEO CON LOS ABUELOS Por fin llegó el día que tanto esperé, ya estoy lista, con vestido y zapatos nuevos y mis trenzas largas que terminan con una rosita.

Llegaron los abuelos contentos, es la primera vez que salimos los tres.

- ¿Dónde vamos? –pregunté.

- Al Parque Rodó -responde abuela- ¿estás contenta?

- ¡Sí, sí, sí….! Vamos rápido, subiré en todos los juegos.

- No te sueltes de mi mano -dice abuelo.

Antes de llegar, colgado en una columna, vi un reloj bien grande, con los brazos brillantes.

Me sorprendió y quedé inmóvil frente a él.

Abuela se acercó y me contó que una amiga sabía una poesía de un reloj.

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- ¿Quieres que te la diga?

- Sí , sí –contesté.

Y abuela comenzó a decir con su dulce voz: Al pasar el tiempo se hace notar con su suave voz haciendo tic, tac.

Con su cuerpo quieto me mira en la esencia, lo miro y siento su dulce presencia.

Que siempre me dice con la luz brillante que sus brazos muestran horas al instante.

- Es linda, me gustó cuando dice que hace tic, tac y que brillan los brazos como en este reloj.

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Ya llegamos, quiero subir a muchos juegos, todos me gustan, tienen muchas luces y giran rápido.

Después de un rato: - Debemos irnos ya es tarde, y tú estás cansada -dice la abuela.

Regresamos, mis trenzas ya no tenían la rosita, pero estaba en mi recuerdo un día maravilloso en que mi corazón también hizo tic, tac.

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DÍA DE CAMPO Un domingo al mes toda la clase iba a pasar el día en el campo. Aire, agua, naturaleza. Lo más importante era jugar, divertirse juntos, desde carreras, saltos, hasta adivinanzas.

Se podían oír desde lejos risas jóvenes como pimpollos del alma, voces que el viento se encargaba de llevar hacia un viaje infinito. En lo alto el sol les sonreía brindando calor, protección, cariño. Se dividieron en grupos para explorar, el primero encontró en la copa de un árbol una colmena a la que sobrevolaban varias abejas. Se quedaron quietos y observaron cómo zumbaban.

Corriendo fueron a contárselo a su maestra.

Otros encontraron una planta con hojas muy grandes que los sorprendió por la similitud con orejas de elefantes, desplegadas. Y más adelante vieron un largo camino de hormigas, unas con alimentos mucho más grandes que su cuerpito, y se preguntaron: ¿Cómo pueden llevar hojas tan grandes?

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¡Cuánta fuerza tienen!

De pronto en la tierra vieron la puerta de la casa de estas pequeñas hormigas que entraban y salían rápidamente, sin agotarse por el peso de su carga. La tarde transcurría rápida y alegremente, y decidieron cantar: Aquí están haciendo rondas corren, vuelan, forman ondas cantando las dices tú,y son: a, e, i, o, u.

En el jardín van zumbando con la a y son.... ¡abejas! a los niños molestando ¡¡¡ay, ay !!! si pican, te quejas.

Con orejas desplegadas se abanican ...¡elefantes!

Navegando en una tina va la i en este instante.

Oso a oso esta la o Abrazada con la u y un fantasma cabezón las asusta buh buh buh.

De regreso, se imaginaban a los osos grandes, blancos, asustados por un fantasma, que los perseguía diciendo buh, buh, buh.

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LLUVIA Y SOL Los días eran cortos, a veces grises, fríos, los árboles se elevaban al cielo con sus ramas desnudas.

Las niñas jugaban adentro, muchas veces se entretenían mirando desde una ventana.

- ¡Cómo llueve! -dice Ana. - Las gotas salpican y rebotan -comenta María.

- Unas tras otras y muchas más, y más, y más…

- ¿Cuándo veremos el sol? -pregunta Ana aburrida -quiero jugar afuera, y no mojarme.

- Mirá, Ana, ¡el sol! -exclama con entusiasmo María.

- Sí, sí, qué bueno, vamos, juguemos en el jardín -dice contentísima Ana. Las dos del brazo salen cantando alegremente:

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El clima cambió llegó primavera, hay rondas y flores brotó la pradera.

Saltaban, giraban, y seguían cantando: Llegan y se van danza que conmueve, corren, vuelan, giran, sin parar se mueven.

Les llamó la atención dos nubes alejándose como pájaros, libres.

El sol vuelve con su tibieza, para que Ana y María giren como los pájaros, tomadas de la mano cantando: El calor volvió las nubes sonríen, cometas al cielo son aves que ríen.

Y de tardecita : - Ana, ya no es hora de jugar, se hace la noche -dice la mamá.

- Ya vamos, ya vamos -responde a viva voz.

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Se sorprenden cuando en la casa la mamá las espera y continúa la canción: Y al fin de la ronda verano se fue dejando en el aire aromas y sed.

Llegan y se van danza que conmueve, corren, vuelan, giran, sin parar se mueven.

Sobre la mesa esperaban las tazas humeantes de leche achocolatada y galletitas recién horneadas.

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JUGAMOS CON HAIKUS* Detrás de la ventana vemos caer la lluvia, danza continua que forman muñequitos. Salpican las gotas.

Cesa esta ráfaga y las nubes corren llamando al sol.

Un sabroso aroma a tierra húmeda refresca el alma.

Frente el horizonte de hermosos matices, escribimos: Cesó la lluvia maravilloso arco siete colores.

Salimos al jardín. ¡Qué cambio! Hay brillo, luz nueva, todo está recién nacido.

Miramos alrededor y nos sorprendimos con: Jardín con flores muchas abejas vuelan buscando miel.

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Pradera y sol multiplica la luz en cada pétalo.

La tarde en fuga en distinto paisaje danza el crepúsculo.

Sí, existe: ¡Lluvia y sol! ¡Sol y flores! ¡Flores y miel!

Son: ¡Ternuras para el corazón!

*El haiku es una forma de poesía japonesa que tiene 17 sílabas distribuidas en tres versos de 5, 7 y 5 sílabas

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ADIVINANZAS I

II

Siempre en el agua y no soy pez, no sé nadar y sí flotar. ¿Adivinarás?

Tengo ojos y no veo llevo nombre, bandera y timón, ordenan mi rumbo, lejos me voy. ¿Quién soy? )ocrab lE(

MAR Y ANGELITOS A Matías Varela Ring, ring, ring, suena el teléfono.

- Hola, ¿quién habla? -pregunta Yanina.

- Soy Matías.

- ¿Cómo estás?

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-Bien, sabes que ayer fui a pasar el día cerca del mar.

-¿Con quién fuiste?-sigue Yanina.

- Con papá y mamá, nos sentamos en las rocas, ¡vi un cangrejo! Iba por la arena y se detuvo cerca. ¿Sabes por qué caminan de costado?

- No, ¿y tú?

- Sí, porque sus patas están curvadas, y de las diez que tienen, dos se convirtieron en pinzas grandes para atrapar alimentos. Papá me dijo que no lo tocara, es peligroso.

- ¿Le hiciste caso?

-Sííí, tuve miedo y mamá nos leyó unos versos que escribió mientras tomaba sol.¿Quieres que te los diga?

Me acuerdo de todos.

- Bueno, te escucho.

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CANGREJO Dos pinzas grandotas y las patas finas se alargan, se achican cangrejo camina.

Los ojos pequeños miran para un lado, busca en las rocas su plato deseado.

Siempre de costado entra por las grietas huye de los peces que buscan su presa.

Dos pinzas grandotas y las patas finas se alargan, se achican cangrejo camina.

-¡Qué lindo!- exclama Yanina-.

Pasaste un día precioso, ¿te gustó?

- Mucho, el agua estaba fría, no pude bañarme.

Ya te conté y chau.

-¡Que sueñes con los angelitos!

–y colgó el teléfono.

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LA COMETA - Papá quiero una cometa –dice Martín.

- Después vamos a comprarla.

- Cuando eras chico, ¿tenías una?

- Sí, recuerdo que la hacíamos con papel y caña y la pegábamos con engrudo.

- ¿Qué es eso?

- Es una mezcla de harina y agua que queda como una pasta. Se le pasa al papel para sujetarlo a la caña.

- ¡Qué fácil!, ¿y dónde venden el engrudo?

- Lo hacíamos nosotros- agregó.

- Buscábamos retazos de tela para hacerle una cola bien larga.

- ¿Para qué?

- Para volar bien alto.

-¿Y no se enredaba?

- A veces sí.

Usábamos mucho hilo, lo íbamos soltando de a poco para que abrazara el cielo.

- Qué lindo, ahora la cometas son de nylon –comenta Martín –pero quiero una de papel de varios colores. ¿Me ayudarás a remontarla?

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- Sí, verás qué alto vuela. ¿Conoces la canción de la cometa?

- No, ¡quiero que la cantes!

De papel y caña surgió la cometa con un hilo largo al cielo se eleva.

Amiga del sol vuela con el viento mostrando el color y su movimiento.

Como barrilete subiendo, bajando riendo, cantando coleando, coleando.

Al pasar la tarde jugando, jugando se bajó del cielo al viento cantando.

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-Es linda, me gustó y es igual a la que hacías con papel y caña.

Como barrilete subiendo, bajando riendo, cantando coleando, coleando.

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LA MANO Había una vez …

Un niño que era muy inquieto, al dar sus primeros pasos, tocaba todo lo que estaba a su alcance. En poco tiempo corría, saltaba, sus manos eran tan rápidas que parecían los brazos de un molino.

Hablaba poco, haciéndose entender con gestos. Los pequeños dedos por momentos acariciaban y otras veces apretaban.

- ¿Podrás portarte bien, y quedarte quieto?

- Mamá está enojada -piensa Luciano.

Por un ratito obedeció, luego se olvidó y empezó a recorrer la casa, bien rapidito para llamar la atención.

Su mamá recordó una poesía que le habían puesto música, pensó que le gustaría escucharla y se quedaría quieto por un rato.

Y empezó: Sus cinco dedos son los que dicen con movimientos que te acaricie.

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Luciano se acercó sorprendido y la mamá con gestos repetía: Muchas palabras y sentimientos que fortalecen conocimientos.

Luciano movía sus manos igual que su mamá y la acariciaba con cariño.

Y nos regalas en muchos gestos, la voz que emiten los pensamientos.

Al finalizar cantaron juntos bien fuerte: Las manos dan, las manos quitan, tú lo decides cuando se agitan. ¡Qué importantes son las manos! –pensó Luciano mientras su mamá afirmaba: -¿Viste? las manos tienen un lenguaje universal.

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