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NUESTRA VOZ
The Kiwi Kit Community Trust: Hablemos de integración
Corría el año 2020 y luego de un extraño y duro período después del Covid (sí ¿se acuerdan del Covid?), Daniela Mercado y Franco
Nobell tuvieron una visión: crear una fundación en beneficio de los inmigrantes.
La tarea no fue nada fácil. Su experiencia en Nueva Zelanda había sido como la de muchos, enfrentando desafíos para encontrar un empleo relacionado con sus profesiones y sintiéndose desconectados de la comunidad.
Incentivados por la integración, fueron voluntarios en la Cruz Roja. Pero luego pegó el Coronavirus y fue ahí cuando se dieron cuenta de que no había ninguna información sobre la realidad de los inmigrantes en esos difíciles momentos.
Desde esa experiencia, y Franco siendo una de las víctimas del desempleo post pandemia, se les ocurrió iniciar una organización de ayuda enfocada no sólo en los latinos, sino que para toda la comunidad inmigrante, y la que lograron legalizar con la cooperación de la emprendedora neoyorkina Kelsey Powell.
En 2020 realizaron el primer evento llamado The Great Migrant Brainstorm, donde se compartieron cientos de historias y organizaciones entendieron cómo cooperar desde la empatía. “Somos complejos, venimos de diferentes países, hablamos distintos idiomas y no era una comunidad fácil de entrar. Así creamos como un puente para conectar esa comunidad migrante con los servicios disponibles”, dice Franco.
Gracias a toda la información recopilada, crearon diversos programas y postularon a fondos para concretarlos.
Estos dos comprometidos amigos estuvieron casi un año sin recibir sueldo. “Nos gastamos todos nuestros ahorros en crear esto, la sufrimos, la pasamos mal por la causa, pero al final del 2021 tuvimos nuestro primer fondo y así hemos ido creciendo”, cuenta Daniela. Con ese soporte financiero, la fundación organizó su primera exitosa feria del voluntariado. A partir de ahí ha recibido numerosos fondos, logrando incluso dar trabajo e impulsar iniciativas como talleres de jardinería comunitaria, construcción, derechos laborales, salud mental, arte y festivales para celebrar la diversidad cultural, entre muchas otras que siguen en planificación.
Daniela estudió Derecho en su país natal México y trabaja como asistente legal en un despacho de abogados. Según su experiencia, “no hubiera llegado a este trabajo si no hubiera ayudado a la comunidad. Todo lo que Franco y yo dimos por la comunidad, se nos regresó de alguna manera”.
Por su parte, Franco, quien está en receso de la entidad, espera que gracias a esta ayuda “los próximos inmigrantes ojalá tengan que golpear mucho menos puertas. Cuando vino el Covid fue tan fácil darse cuenta de todo lo que nos estaba faltando y en todos los lugares donde podíamos progresar. Eso creó una comunidad súper resiliente y dio lugar a que se creen una cantidad de proyectos y organizaciones, y para mí eso es hermoso”, concluye.
The Kiwi Kit Community Trust ha hecho sin duda un trabajo inspirador y nos muestra cómo la colaboración y el compromiso sí puede marcar la diferencia.
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