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MARTÍN CATALÁN n
MARTÍN CATALÁN LERMA
■ “Una prueba son los periodistas muertos; no hay quien se preocupe por hacerles justicia”
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En el marco de la Feria Nacional del Libro Zacatecas 2021, el novelista Elmer Mendoza afirmó que en México es peligroso escribir sobre temas políticos y muestra de ello es la gran cantidad de periodistas que han sido asesinados, motivo por el que ha evadido ese tema en sus obras, aunque lo hace discretamente.
Durante la presentación del libro “Ella entró por la ventana del baño”, manifestó que ha valorado escribir sobre temas políticos, pero “me la tengo que pensar muy bien para meterme a ese universo”.
“Desde que tenía 20 años he huido de la política. Fue muy duro, mis dos mejores amigos los perdí aquí. Era la época en que el Ejército invadía las casas y nos sacaba a uno de los pelos. Entonces (el tema) lo he evitado (en las novelas), pero a veces creo que en todas las novelas algo digo que tiene que ver con eso y aunque lo hago con mucha discreción, siempre hay alguien que lo descubre”, indicó.
Mendoza refirió que en la clase política hay lectores que rápidamente han detectado el contenido en sus novelas que tiene que ver con el universo de la política e incluso ellos mismos se lo han mencionado en encuentros casuales.
“A veces me dan ganas de escribir una novela que tenga mucho que ver con la política, pero no me atrevo a ponerla en nuestro tiempo porque si yo me retiré de la política fue porque era muy peligroso y creo que lo sigue siendo, sobre todo por la cantidad de periodistas muertos y que no han quien los defienda ni quien se preocupe por hacer justicia con ellos”, expresó.
Mencionó el caso de Javier Valdez, quien fue asesinado hace varios años y “lo más seguro es que no lo resuelvan”, al igual que los casos de Ayotzinapa, lo de Tlatlaya o lo de la línea 12 del metro; “son cosas que los políticos siempre están intentando enterrar y a veces nosotros hacemos cosas para que no se les olvide”.
Asimismo, Mendoza comentó que en sus novelas “siempre aparece el universo de los malos porque primero se van a acabar los buenos que los malos, al menos en este país. Siempre están ahí”.
Se refirió a uno de sus personajes, El Zurdo Mendieta, y expuso que éste ha desarrollado en sus historias “una relación muy extraña al trabajar con los malos al haber sido corrompido por ellos, pero tiene ese tipo de relación muy especial y la razón por la que la tiene lo cuento en la novela Hombre de perro”.
En México es peligroso escribir sobre temas políticos, por eso lo evito: Mendoza
■ Afirma que en sus novelas toca el tema de forma discreta pero siempre alguien lo descubre
Elmer Mendoza presentó en la Fenaliz 2021 su libro “Ella entró por la ventana del baño” ■ FOTO: LA JORNADA ZACATECAS

A UNIVERSIDAD DE
MIAMI OTORGA EL GRADO DE DOCTOR “HONORIS CAUSA” A VICENTE FOX. El “Honoris Causa” que la Universidad de Miami recién otorgó al Ex –Presidente Vicente Fox, me hizo recordar el antiguo estribillo que se repetía en la vieja España:
“Quien tiene dura la testa, tonto vive y morirá, lo que natura no da, Salamanca no lo presta”.
Salamanca, recordemos, era la Universidad más reconocida del mundo antiguo.
Por ese motivo el escritor Marco Antonio Campos dice: “Me permito felicitar a la Universidad de Miami por otorgarle el grado de doctor Honoris Causa a Vicente Fox. Tengo entendido que es la primera vez que esa universidad lo otorga a un analfabeto…” “La Jornada” (22 de mayo de 2021).
“PARTIDAS SECRETAS” DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA
Vaya que le ha llovido al Presidente Andrés Manuel López Obrador: Críticas por sus “mañaneras”, porque no asistió al “espectáculo” de la línea 12 del metro accidentada; por sus constantes críticas “directas” a quienes lo atacan en medios, por sus iniciativas de reformas a diversas leyes, sobre todo en materia de hidrocarburos y de energía eléctrica; por no colocarse el cubre bocas recomendado por la Secretaría de Salud y, sobre todo por la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la construcción del “Tren Maya”.
Sin comentarios favorables a “sus mañaneras” que atienden directamente “cualquier planteamiento” de los periodistas, aunque muchas de las veces se trate de preguntas necias, inoportunas y sin dimensionar niveles ni competencia, a un Presidente de la República.
Sin comentarios favorables a las becas con destino “pueblo”, que han impulsado la capacidad de compra del mexicano: a los adultos mayores, a estudiantes, a discapacitados.
Sin comentarios favorables a la recuperación de fuertes cantidades pertenecientes al erario público, respecto de impuestos no pagados oportunamente por grandes empresas. Miles de millones de pesos integrados a la Tesorería de la Federación.
Y, seguramente pasará al catálogo de “sin comentarios favorables”, la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), de la Reforma Constitucional que elimina las partidas secretas y cuyo vigor entrará a partir del día de mañana, martes 25.
La partida “secreta” que enriqueció a varios presidentes en sus períodos respectivos, fue texto constitucional (art. 74) desde 1917 y lo será hasta el próximo martes 25 de mayo de 2021, fecha en que será eliminado.
Dicha partida multimillonaria y variable en cada período presidencial, es de carácter “secreto”, al no publicitarse ni informarse de su existencia legal. Menos sobre su cantidad, dado que su uso es discrecional y sin obligación de “rendición de cuentas” para el beneficiado Presidente de la República en funciones.
Esta “partida secreta”, ha sido fuente de abusos “discrecionales” por parte de las “familias presidenciales”, en mayor o menor medida según el grado de honestidad, de moral y
Miscelánea
¡Cabeza dura galardonada!
aquiles González navarro
de formación social.
Se dice que la partida que disfrutaba Carlos Salinas era por la cantidad de 40 mil millones de pesos y quien más metía mano, era precisamente el hermano incómodo Raúl Salinas. Sin comprobación por la secrecía de la partida, como por la ausencia de rendición de cuentas.
23 DE MAYO: DIA DEL ESTUDIANTE
LA HUELGA ESTUDIANTIL DE 1929:
Las autoridades de la UNAM sustituyeron el sistema de exámenes finales de carácter anual por un sistema semestral. El grueso de estudiantes se opuso. Las autoridades universitarias integradas por el Secretario de Educación Pública (recuérdese que la Universidad Nacional carecía de autonomía) Licenciado Ezequiel Padilla, el rector Licenciado Antonio Castro Leal y el director de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, Licenciado Narciso Bassols, impulsaban la señalada reforma.
Los estudiantes, encabezados por Alejandro Gómez Arias integraron el Comité Central de Huelga. Huelga nacional que debería iniciar el 25 de mayo de ese año de 1929. En cuestión de horas el movimiento alcanzó dimensión nacional.
Por la emotividad de las palabras de Baltazar Dromundo, transcribo la parte del libro de este autor (La Autonomía Universitaria) y que refiere nuestro interés por ese memorable 23 de mayo:
“Al medio día del 23de mayo, se hallaban los estudiantes celebrando un mitin en la esquina que forman las calles de Avenida Argentina y San Ildefonso, en las afueras de la facultad de derecho, frente al edificio de la Secretaría de Educación Pública… Desde el gran ventanal del primer piso, correspondiente al salón de actos de la Facultad, arengaba Dromundo a la masa allí reunida, atacando duramente al Secretario de Educación Ezequiel padilla.
Varios carros de bomberos y otros más de patrullas policiacas, irrumpieron en el sitio y cargaron violentamente sobre los jóvenes. A culatazos y con lujo de fuerza, policía y bomberos pretendieron dispersar a la masa.
Los estudiantes que permanecían dentro de la facultad, salieron a combatir contra las fuerzas del gobierno. En la refriega resultaron heridos Baltazar Dromundo, Aurelio Ballados y Abelardo Ávila.
Eran las 13 horas de aquel día. Los agresores quedaron posesionados de la vía pública.
El día 25 de mayo, a las 17 horas, tenía lugar un grandioso mitin en la Facultad de Derecho. Al grito de “arriba la huelga” y coreado por más de 600 voces, se homenajeo a los heridos del día 23 y se exigió que el día 23 de mayo fuera declarado día del estudiante y que en la Plaza de Santo Domingo fuera colocada una placa con el texto “Plaza 23 de mayo”.
El 22 de julio de 1929 el presidente de la república, licenciado Emilio Portes Gil, sometió al Congreso de la Unión el proyecto de Ley de Autonomía de la Universidad Nacional de México, y el día 31 de julio del 1929, se constituyó el primer Consejo de la Universidad Autónoma, con representantes estudiantiles y maestros”.
n un país polarizado por la narrativa presidencial, el escenario político empieza a estimular una mayor participación ciudadana en el proceso electoral, en el que los mexicanos decidiremos el rumbo del país en los próximos años.
La participación de los mexicanos en las urnas ha ido de menos a más en la historia de la democracia contemporánea, luego de la subcultura del fraude electoral, del robo de urnas y de las prácticas antidemocráticas de compra o condicionamiento del voto que aún prevalecen.
El predominio por más de 70 años de un partido hegemónico alejó a los mexicanos de la participación en la elección de sus gobernantes y representantes populares, pero progresivamente aumenta, afortunadamente.
Las elecciones presidenciales tienen un mayor imán en la participación ciudadana. A Diferencia de las votaciones intermedias, los mexicanos acuden con mayor entusiasmo cuando se trata de elegir al Ejecutivo federal.
De las elecciones de 1988 a las del 2018 la participación promedio en México ha sido del 60 por ciento y la abstención del 40%.
En la elección de 1988 participaron 19 millones 91,843 ciudadanos, lo que correspondió al 50.9% del listado nominal de 38 millones 34 mil 926 electores.
En aquella ocasión la Comisión Federal Electoral (CFE) que dependía del entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, le otorgó el triunfo a Carlos Salinas de Gortari.
Pero los resultados obtenidos en las elecciones federales intermedias de 2009 han sido los que han registrado el mayor abstencionismo con aproximadamente el 44%.
En la elección del año 2000 participaron 37 millones 601 mil 618 ciudadanos inscritos en un listado nominal de 58 millones 782 mil 732 electores que equivalió a una votación de 63.97%. El PRI perdió la elección ante el PAN por primera vez.
El comportamiento electoral fue similar en la jornada electoral del 2012 en la que votó el 63.08 por ciento (50 millones 143 mil 616 electores) de un listado nominal de 79 millones 492 mil 286 ciudadanos. En esta elección Enrique Peña Nieto recuperó la presidencia de la República para el PRI.
Como seguramente lo recordará el lector en el 2018 fueron convocados a las urnas 89.1 millones de mexicanos, de los cuales el 62.65% emitieron su voto.
Sin embargo las elecciones de mayor participación ciudadana en la historia democrática del país se registraron en 1994, cuando votó el 77% del listado nominal. En aquella ocasión el entonces candidato Ernesto Zedillo ganó la elección presidencial, luego de sustituir al candidato priista, Luis Donaldo Colosio Murrieta, asesinado en Lomas Taurinas.
Para las elecciones de este año 2021 faltan solamente 14 días y hemos entrado a la recta final. Las campañas se suspenderán tres días antes del domingo 6 de junio, lapso que se utiliza para la reflexión del voto.
A nivel nacional distintos analistas hablan de una tendencia adversa para los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia, y de una baja en la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El negativo comportamiento de la economía, el pésimo manejo de la estrategia sanitaria para contener la pandemia del Covid 19, los elevados índices de la violencia y de la inseguridad en el país, la proliferación de los asesinatos políticos, los escándalos de carácter sexual de algunos candidatos y el desastre en el manejo del partido Morena, han contribuido al derrumbe de la tendencia morenista en la preferencia electoral.
Pero no todo está escrito porque en la política mexicana cualquier cosa puede suceder.
Empero si observamos la tendencia electoral, si los ciudadanos salen a votar el domingo seis de junio, a pesar de la aún prevaleciente situación sanitaria generada por la pandemia, el resultado podría favorecer a la oposición.
Esta semana que culmina estuvieron en Zacatecas el ex presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos Walther y el ex gobernador de Guanajuato, Carlos Medina Plascencia, quienes se reunieron en un desayuno con los organizadores y participantes en foros empresariales, turísticos, culturales y académicos.
En dicha reunión plantearon el escenario preocupante que vive el país con los signos de autoritarismo y populismo que debilitan sus estructuras.
Ante esa situación el ex líder de la Coparmex admitió que en otros procesos electorales muchos empresarios y ciudadanos se han mantenido en la neutralidad, pero señaló que en este momento no es admisible.
“El momento de la neutralidad se vale en condiciones normales, pero cuando hay un riesgo de este tamaño (como el que vive México en el actual sexenio) la neutralidad se vuelve cómplice y permite validar a los que sabemos, están haciendo un gran daño al país”.
El 6 de junio tenemos que emitir nuestro voto, no masivo e irracional como al que están convocando algunos candidatos, sino razonado y útil para el país.
Al tiempo.
Código Político
La neutralidad, es complicidad
Juan Gómez Director general de Pórtico Online
De sumas y declinaciones
Lucía Medina Suárez deL reaL
untos más, puntos
menos, queda claro que la contienda electoral por la gubernatura del estado se ha cerrado, y que la disputa la protagonizan los candidatos de Juntos Haremos Historia, y Va por Zacatecas.
El resto de los candidatos, entre los cuales se encuentran varios de ellos cuyas ideas, trayectorias y propuestas merecerían mejor destino, verán mermadas las votaciones a su favor debido a que la situación es por demás polarizada.
El candidato de Juntos Haremos Historia concentra sí, por un lado, la simpatía propia, determinado porcentaje, porque otro tanto le viene heredada del liderazgo de su hermano, y otro más, desde mi perspectiva mayoritario, le viene de la marca del momento; “Morena”, sin la cual difícilmente podría ser competitivo.
En el otro lado, la candidata de Va por Zacatecas también tiene repartida su simpatía. El panismo fue el único partido que la arropó rápidamente, porque al principio le costó que el priismo la asumiera como propia y el perredismo le tuvo ligera resistencia hasta que encontró otro destino para su principal perfil.
Ahora, crecidas notoriamente sus probabilidades de triunfo, el ánimo se ve recompuesto, y el respaldo se ve en aumento.
Más allá de la opinión que se tenga sobre ella, o los partidos que la respaldan, parte del apoyo a su alrededor se debe a que es quien tiene posibilidades de vencer a quien se asumió hace ya mucho tiempo como ganador inevitable, convirtiendo la contienda en un asunto de dos, de sí o de no, y no una elección abierta con múltiples opciones.
Naturalmente, lo que está por venir en las próximas dos semanas, es el llamado a voto útil ya sea para vencer “al PRIAN, al PRIAN, al PRIAN”, o bien, para derrotar a quien se le atribuye ser la continuidad de un proyecto que algunos ubican como caciquil.
En la disyuntiva al menos dos candidatas a la gubernatura ya tomaron partido, y se rumorea que podrían hacerlo el resto.
La primera en tomar la decisión fue Bibiana Lizardo del Movimiento Dignidad. Su candidatura era ya de por sí accidentada, llegó a la contienda ya avanzada la campaña luego de que los tribunales le impidieran a Edgar Rivera encabezar el proyecto, y a decir de ellos, luego también de una serie de eventos desafortunados que les impidieron registrar candidatos en todos los distritos y ayuntamientos que ellos hubieran deseado.
Es claro que Lizardo no tenía probabilidad alguna de ganar, y quizá incluso tampoco la tuviera de mantener el registro de su partido. No obstante, ello no refleja el potencial electoral que su candidatura representaba pues basta ver que ya antes habían logrado confirmar el registro del partido en las urnas, para dar cuenta de que su peso electoral, aunque modesto, era real y en un escenario estrecho incluso podría ser definitorio.
Ella misma tiene una innegable trayectoria como operadora política que en algún momento, junto a la de Edgar Rivera, sirvieron a quien hoy es postulado por Juntos Haremos Historia.
La otra candidata en declinar su aspiración en este proceso es Fernanda Salomé Perera de Redes Sociales Progresistas, conocida en particular dentro de la comunidad LGBTI+, al ser parte de la misma.
Hasta donde sé, no tiene en su historia de vida ninguna otra participación política, y al contrario se estrenaba en ese tema con un discurso suficientemente articulado para lidiar dignamente en los dos debates en los que participó.
Aunque la postulaba un partido con registro nacional, no contó con el respaldo del mismo en la decisión de declinar, por lo que no pudiera contarse el apoyo de dicho instituto en la suma que supondría tal determinación.
Quizá esto sea intrascendente si el objetivo del grupo que la recibe era simplemente emparejar el tablero, es decir lograr una declinación en su favor en respuesta de la que había realizado Bibiana Lizardo.
Pero la situación no podría equipararse porque si bien ni una ni otra candidata tenían probabilidad de ganar, los objetivos particulares eran distintos.
Si bien una tenía un registro partidista qué defender que para estas alturas muy probablemente ya estaba perdido, la otra tenía una minoría que visibilizar que aunque pudo haber avanzado, se quedará en la línea (¡qué paradoja!) de hacer historia. Una pena
¿Claudia o Marcelo?
aguStín BaSave
a tragedia de Tláhuac hizo más evidente la disputa por la candidatura presidencial en Morena. Los dos principales aspirantes a suceder desde la 4T a Andrés Manuel López Obrador pisan terreno minado porque uno y otra, en diferentes circunstancias, están vinculados a la tristemente célebre Línea 12 del Metro: Marcelo Ebrard la construyó y Claudia Sheinbaum la ha operado por más de dos años. Si los peritajes concluyen que hubo errores de diseño y construcción o fallas estructurales, Marcelo podría enfrentar la guillotina política; si se dictamina que hubo negligencia y no se le dio el mantenimiento adecuado, Claudia estaría en la picota. Y si el reporte final incluye ambas causas –que la obra y/o los vagones tienen vicios de origen y que además se escatimaron recursos o se obviaron acciones para mantenerlo en buenas condiciones–, las aspiraciones de ambos podrían truncarse.
Se trata, vale precisarlo, de dos precandidaturas muy distintas. Sin restarle méritos, la de Sheinbaum se sustenta primordialmente en el cariño y la confianza que AMLO le tiene por la lealtad que siempre le ha profesado. La de Ebrard, en cambio, se sostiene por la eficacia que ha mostrado en sus encargos –que no en su cargo– y en los puentes que ha tendido con empresarios y grupos críticos de la 4T. Su mayor problema, obviamente, es que carece de la coincidencia doctrinaria y la cercanía afectiva de su rival. Y es que AMLO suele tachar a sus colaboradores o aliados cuando no acatan su voluntad, y creo que a Marcelo Ebrard le puso dos tachas –o medias tachas, si se quiere–, una en 2012, cuando disputaron la candidatura del PRD a la Presidencia, y otra durante su exilio en Francia y Estados Unidos. Cierto, le sirve para sacarle las castañas del fuego, pero me parece que lo ve con cierta desconfianza y que lo incluyó en su gabinete porque se abrió un hueco en la Cancillería, una cartera que al menos entonces era poco relevante para un presidente ensimismado en México y desdeñoso de la globalidad.
De ser válidas mis premisas, pues, la puntera es Claudia Sheinbaum. Si AMLO llega al 2024 con fuerza, si su popularidad no se ve significativamente mermada y sigue teniendo a Morena en un puño, será él y solo él quien tomará la decisión del nombre que irá en la boleta. Y si tuviera que tomarla ahora mismo muy probablemente se inclinaría por ella. Marcelo, a mi juicio, sólo tiene posibilidad de ser el candidato de Morena si una crisis económica debilita a AMLO y lo obliga a hacer concesiones al empresariado. Si decidiera a partir de la lógica del péndulo de que habló Cosío Villegas, la que llevó a varios jefes de Estado mexicanos a escoger a un sucesor centrista porque sabían que habían estirado la cuerda del régimen hacia un extremo y que dejar en su lugar a alguien de su misma tendencia ideológica podría romperla –como hizo Lázaro Cárdenas al optar por Ávila Camacho y no por Múgica–, tal vez AMLO elegiría a Ebrard. Pero en plenitud de facultades, con poder suficiente, dudo muchísimo que AMLO siga el criterio pendular: impulsaría a quien él crea que le da más garantías de fidelidad y continuidad.
Lo ocurrido en Tláhuac no cambia mi análisis. Podría, eso sí, modificar el desenlace. Por ejemplo, si una investigación de peritos extranjeros y sin injerencia de la 4T –si tal cosa fuera factible– señalara inequívocamente a la jefa de Gobierno de CDMX como responsable del desastre. Pero incluso en caso de descartar a Claudia sostengo que un AMLO poderoso recurriría a un caballo negro de su confianza antes que designar a Marcelo Ebrard. Sólo en circunstancias críticas y de debilidad, reitero, podría AMLO inclinarse por él. Y dicho sea de paso, algo similar podría aplicarse a Ricardo Monreal, quien también tiene tacha en el cuaderno del presidente por haberse rebelado precisamente frente a la designación de la candidata a jefa de Gobierno en 2018. Un presidente fuerte tendría que revisar en semejante coyuntura a la caballada parda –para porfiar en la expresión coloquial–, la que le ha demostrado incondicionalidad, en busca de sustitutos(as) a Sheinbaum.
Si descarrilara a Claudia Sheinbaum, o a Marcelo Ebrard, la Línea 12 podría ser fiel de la balanza. Es decir, podría quitarle la primacía a la primera o inhabilitar al segundo para un contexto crítico de dedazo acotado. Si bien hay un tercer escenario –culpar únicamente a Miguel Ángel Mancera de omisiones de corrección de los daños por el sismo de 2017 y salvar a la actual jefa de Gobierno y al secretario de Relaciones Exteriores–, se antoja difícil de sostener tras dos años del nuevo gobierno. No digo que Mancera no tenga cuentas pendientes, pero esta acusación luce endeble. Ahora que, si AMLO se rehúsa a reducir la baraja de opciones, se pueden hacer piruetas para que los dos presuntos implicados en la desgracia del Metro salgan ilesos. Si bien no a los ojos de todos sí a los de su base electoral, que es la que le importa. Pero…
No vislumbro un viraje hacia la moderación en AMLO. Al contrario, lo veo cada vez más radicalizado. Por eso me parece que, si tuviera que tomar la decisión sobre la candidatura de Morena hoy, pondría sus fichas en la casilla de Sheinbaum a fin de salvar a quien representa su proyecto y su agenda. Y aquí retomo el “pero” y pongo sobre la mesa una pregunta: ¿cuál de las dos tentaciones sería más fuerte en AMLO, dejar abiertas las salidas laterales para cualquier contingencia o aprovechar la oportunidad para deshacerse de quien, aunque le es actualmente funcional, en la recta final podría llegar a desafiarlo?





