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/ CULTURA ▲ La mayoría de las víctimas son jóvenes, quienes festejaban Halloween, y algunos extranjeros. Foto Ap AGENCIAS

Muestra en el Cecut reúne la obra de 40 grandes artistas mexicanos del siglo XX

El centro fronterizo celebra así cuatro décadas de existencia

MIREYA CUÉLLAR LA JORNADA BAJA CALIFORNIA TIJUANA, BC

De Manuel Felguérez a Leonora Carrington, pasando por un lienzo en tonos ocre de Chávez Morado o un inconfundible Pedro Friedeberg, el Centro Cultural Tijuana (Cecut) ofrece en esta frontera una probadita del arte moderno mexicano con Tesauro: Seis términos en la pintura del siglo XX en México, colección del BBVA.

Cuarenta maestros de la plástica nacional están por temas en esta muestra que celebra los 40 años del Cecut y que representa una invaluable oportunidad para los mexicanos que viven en la región Tijuana-San Diego para acercarse a obras de Tamayo, Pedro Coronel, Sebastián y una larga lista, en la que también figura David Alfaro Siqueiros con Escultopintura, una piroxilina sobre cartón de 69.5 por 60 centímetros. Hay retrato, paisaje, naturaleza muerta y un grupo de cuatro esculturas que, a decir del curador Daniel Garza Usabiaga, “exploran la creación de una corriente artística

En la imagen, obras de Roberto Montenegro incluidas en Tesauro: Seis términos en la pintura del siglo XX en México, colección del BBVA. Foto Mireya Cuéllar

mexicana fuera de los parámetros europeos; se reconoce la relación entre civilización y naturaleza”.

“Es una exposición muy importante, porque refrenda la vocación original del Cecut: circular la riqueza cultural de México; sin embargo, poco a poco se fue dando también la apropiación de los artistas (del espacio): dejó de ser sólo un sitio para traer el gran arte mexicano y se convirtió en un espacio en el que coinciden las nuevas vertientes de los creadores fronterizos y

Muy raro, esto del Foro

JUAN ARTURO BRENNAN

Lo he escrito aquí varias veces, y lo escribo de nuevo, por convicción: el Foro Internacional de Música Nueva que lleva el nombre de su fundador y principal promotor, Manuel Enríquez (1926-1994), es la más importante serie dedicada a la música de nuestro tiempo en el país. Lo es y lo ha sido desde su fundación hacia el final de la década de 1970. En buena medida por la importancia intrínseca del foro, y otro tanto por mi propio gusto y aprendizaje, he procurado mantenerme cerca de sus actos, en la medida de lo posible, a lo largo de cuatro décadas y pico. En esos cientos de conciertos he visto y escuchado de todo, literalmente, y ha sido una larga y muy enriquecedora experiencia. Y sí, en varias de las ediciones del encuentro he presenciado conciertos realmente raros, que puedo dividir en dos vertientes: raros memorables, y raros olvidables. ¡Cómo me gustaría hacer aquí el recuento anecdótico de algunos de ellos! Sin embargo, creo que ninguno me ha parecido tan raro como el ofrecido el pasado fin de semana por la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ofunam) como parte del foro.

Bajo la batuta de José Areán, uno de los directores mexicanos que se ha involucrado con enjundia y convicción en la música moderna y contemporánea, la orquesta universitaria se inició con una ejecución que nada tuvo de raro, y sí mucho de bienvenido de manera múltiple: un estreno mundial, de una obra mexicana, de una compositora, que estuvo ahí presente. Se trató de la Fantaisie hivernale (Fantasía invernal), de Alejandra Odgers, una partitura breve y concisa, sustentada en el campo armónico inicial creado por las cuerdas en un marco abiertamente tonal. Sobre ese campo, la compositora hace flotar diversos motivos y melodías que por momentos sugieren una atmósfera sutilmente neoimpresionista, todo ello, desarrollado a través de un tempo y un compás muy homogéneo, y coloreado en ciertos momentos con destellos del arpa y la celesta. Resultado de la audición de este estreno de Alejandra Odgers: una muy cálida recepción del público.

Después, el fenomenal violinista inglés Irvine Arditti fue el solista en la compleja y demandante obra Dox-Orkh (1991), de Iannis Xenakis, de cuyo estreno mundial se había encargado hace 31 años. Ante el violín solista, una orquesta de conformación peculiar, empleada por Xenakis mayormente con base en bloques, con una nutrida sección de alientos-madera e, inesperadamente, sin percusión. Alejada de la concepción usual del concierto o la obra concertante más libre, Dox-Orkh exige una concentración extrema del solista y, de la orquesta demanda la difícil alternancia entre bloques sonoros masivos y complejas texturas que por momentos remiten a las de György Ligeti. Clústers, glissandi, desarrollo episódico, ritmos y metros irregulares son algunas de las características de Dox-Orkh. Entre los pocos solos orquestales destaca en esta pieza uno importante de corno que, por cierto, fue bastante bien tocado. Otro elemento central de Dox-Orkh, el contraste extremo de registros (también usual en Ligeti), tanto en el violín como en la orquesta. Irvine Arditti refrendó la calidad de su ejecución de la obra de Xenakis al tocar como bis, y por contraste, una breve pieza de John Cage, de sonido liso, seco y delicado. Hasta aquí, nada raro.

Y para la segunda parte, ahora sí, ¡qué raro!... los Cuadros de una exposición, de Músorgski, robusta y espectacular pieza, muy favorita del público. ¿Qué hace una obra como esta en un concierto del Foro Internacional de Música Nueva? No tengo idea, y no me animé a preguntar, por muchas razones. Pero especulo: o no hubo voluntad de programar un concierto íntegro de música contemporánea, o se programó esta obra para atraer a un público que de otra manera no hubiera puesto un pie, ni por equivocación, en la sala Nezahualcóyotl. Vaya uno a saber. El caso es que, por no dejar, me quedé a escuchar los Cuadros y, ¡oh, sorpresa!, me encontré con una versión que en muchos momentos se alejó de lo usual en este caballito de batalla, debido a que José Areán puso aquí y allá pinceladas de su cosecha, evadiendo la rutina con la que suele ejecutarse esta obra. Sin duda, muy raro esto del foro. del norte”, señaló Vianka Santana, directora del Cecut.

La muestra es para todo público, puntualizó Sinuhé Guevara, gerente de exposiciones de la institución, quien explicó que muestra la evolución del arte mexicano en la segunda mitad del siglo pasado, la cual se apartó del muralismo para derivar en lo que se dimensionó como arte moderno.

Es una probadita del trabajo de 24 hombres y 16 mujeres, 40 autores que generan un amplio abanico para reflexionar sobre lo que es el arte mexicano, además de que son obras de artistas que no llegan frecuentemente. La muestra incluye un magiscopio de Feliciano Béjar y dos esculturas miniatura de Sebastián.

Además de exposiciones, talleres, conferencias y reflexiones, el Cecut organizó un baile con una de las vertientes de la Sonora Santanera para festejar los 40 años de una institución que se ha convertido en un ícono de la frontera.

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ESPECTÁCULOS

Somos actores,no hay que tenerle miedo a nada; hay que entrarle a cualquier género: Blandón

ANA MÓNICA RODRÍGUEZ

Hablar de Roberto Blandón es traer a la memoria 40 años de trabajo continuo, a lo largo del cual ha consolidado su carrera de actor, que continúa ejerciendo con placer en la obra Los guajolotes salvajes.

En su trayectoria, Blandón suma alrededor de 50 puestas en escena profesionales y un sinfín de telenovelas. Otra vertiente en donde se ha desenvuelto es en el teatro musical, en el que ha participado en producciones como la primera versión de José el soñador, que se montó en México en 1984; Nazareth, Perdidos en el espacio, Calle 42, Dulce caridad, El diluvio que viene, La mujer del año, Pinocho, La jaula de las locas y La fierecilla tomada.

En televisión, ha participado en un muchas telenovelas y series, entre las que destacan Un sólo corazón, Yesenia, Amor en silencio, De frente al sol, Mi segunda madre, María Isabel, Bajo un mismo rostro, María la del Barrio, Para toda la vida, La chacala, El candidato, Mariana de la noche, Mujer de madera, Sueños y caramelos y Mi pecado.

Ahora en charla con La Jornada, cuenta sobre esta obra, la cual es “una versión tropicalizada a México”, de la pieza de Antón Chéjov, dirigida por Enrique Singer, donde comparte escenario con Margarita Gralia, Raquel Garza y Beatriz Moreno al frente del elenco.

Los guajolotes salvajes gira en torno a la vida de Vania, Sonia y Masha (tres hermanos bautizados así en honor de los personajes de Chéjov, por unos progenitores

En la obra, los personajes son seres humanos perdedores y densos

que amaban el teatro). Los dos primeros viven en Cholula, donde permanecieron al cuidado de sus padres hasta que fallecieron, y de la casa familiar que es sostenida económicamente por Masha, una refulgente estrella televisiva.

“Los personajes son seres humanos perdedores, densos, con una rutina cotidiana, pues se quedaron a cuidar a los padres ancianos con demencia senil y los hermanos no hicieron su vida, excepto una, quien es una famosa actriz ”, dijo el actor sobre el montaje que se presenta en el Centro Cultural San Ángel.

“También existe esta especie de vínculo tóxico y de las relaciones humanas, pues hay mucha gente que desperdicia su vida; también se hace referencia a las vanidades que se develan en la actriz (Margarita Gralia) y nos burlamos un poco de nuestro medio, lo cual es muy divertido.”

Lo cierto, agregó, “es que el teatro siempre es una incertidumbre, pues dependemos del resultado de la obra y de que asista la gente, aunque está bastante bien hecha. Después de la pandemia queremos recuperar el teatro, pero haciendo obras de calidad”.

El título hace referencia una famosa frase de la obra La gaviota, de Chéjov, donde Sonia –solterona, siempre deprimida y amargada– le dice a su hermano Vania (Blandon) que ella no es una gaviota, ¡sino un guajolote salvaje! Porque, le explica, se cae de la cama mientras duerme, como los guajolotes se caen de su nido.

Para OCESA, Blandón ha dado vida a los personajes protagónicos de musicales como La Bella y la Bestia y El hombre de La Mancha. Asimismo realizó más de 700 representaciones como el malvado tabernero Thenardier de Los miserables, el cual le valió diversos premios de la prensa especializada como el Heraldo, Las Palmas de Oro y otros más como el mejor actor de comedia musical.

Blandón explicó: “El musical es un género muy agradecido para la gente, pues es un divertimento garantizado, pero se tienen que presentar igual como se ven en Londres o en Nueva York. Lo bonito de esta carrera es que te da la oportunidad no sólo en televisión de hacer villanos, sino la faceta de la comercialización dentro del teatro, porque somos actores y no hay que tenerle miedo a nada; hay que entrarle a cualquier género ya sea melodrama, comedia, tragedia y romperte como personaje”.

El actor sobre sus cuatro décadas de profesión comentó que desde niño tuvo la inquietud. “Me ponía atrás de los sillones de la sala hacer títeres o en la grabadoras hacía radionovelas. Siempre me gustó disfrazarme de muchas cosas. Creo que el actor nace, no se hace, pero es importante la preparación”.

Los guajolotes salvajes, de Christopher Ferdinand Durang, es ganadora de una veintena de premios, entre ellos el Tony a mejor obra del año y se presenta por primera vez en español, con

▲ Escenas de Los guajolotes salvajes.

producción de MejorTeatro, Morris Gilbert y Claudio Carrera. Las funciones son en el Centro Cultural San Ángel, los viernes a las 19 y 21:45 horas; sábados a las 18 y 20:45 y domingos a las 16:30 y 19 horas.

El álbum Revolver devuelve a la escena sonora la música de Los Beatles

PRENSA LATINA LONDRES

Como un déjà vu, el álbum Revolver devuelve a la escena sonora la música de Los Beatles, que regresa en una edición de lujo y algunas canciones guardadas, tras el lanzamiento original.

El disco (1966), disponible desde este 28 de octubre, salió al mercado en varios formatos, incluida una versión de lujo para coleccionistas, con los 14 temas originales del fonograma y versiones expandidas de varias canciones y demos inéditos, apunta la revista Rolling Stone.

La nueva entrega contó con el talento experimentado del productor Giles Martin y el ingeniero Sam Okell, al tiempo que da continuidad a las rediciones de los fonogramas Sgt. Pepper’sLonely Hearts Club Band (2017); The Beatles, conocido también como White Album (2018); Abbey Road (2019), y Let It Be (2021).

Acuñada por Apple Corps, en conjunto con los sellos Capitol y UMe, la placa incluye los títulos Taxman; Eleanor Rigby; I’m Only Sleeping; Love You To; Here, There And Everywhere; Yellow Submarine; She Said She Said; Good Day Sunshine; And Your Bird Can Sing; For No One; Doctor Robert; I Want To Tell You; Got To Get You Into My Life; Tomorrow Never Knows, entre otros.

Las ediciones de lujo físicas y digitales de Revolver presentan las 28 primeras tomas de las sesiones de grabación, tres demos caseras, un libro de tapa dura, un EP de cuatro pistas con nuevas mezclas, informa la entidad encargada de la producción.

“Revolver es un álbum en el que puedes escuchar cada canción y decir: Oh, esta es la dirección en la que van a ir a continuación. Y equivocarse cada vez”, apuntó el productor de la nueva edición sobre el disco original.

Asimismo, la placa incluye la portada original (ganadora de un Grammy) creada por el artista alemán Klaus Voorman, mientras el libro incluido en las ediciones súper Deluxe en CD y vinilo cuentan con un prólogo escrito por Paul McCartney; introducción de Giles Martin, un ensayo del músico estadunidense Questlove, capítulos y notas sobre cada canción.

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