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AGENCIAS
by La Jornada
PENULTIMÁTUM La República de Weimar tras la lente de Sander
UNO DE LOS grandes fotógrafos del siglo XX es August Sander (1876-1964), quien dio una visión muy completa de las relaciones sociales y productivas que existían en Alemania en una etapa decisiva: entre la República de Weimar (1920-1933) y el fin del nazismo, en 1945. Esa visión se resume en las mil 461 personas retratadas por él. COMO NO OCULTÓ su oposición al régimen hitleriano fue excluido de la escena intelectual y su hijo murió en prisión en 1944 por militar contra el nazismo. Tarde le llegó el reconocimiento gracias a renombrados intelectuales que se ocuparon de divulgar su obra, entre ellos Kurt Tucholsky, John Berger, Susan Sontag y Adam Kirsch.
POR DESGRACIA, PARTE fundamental de su archivo (unos 60 mil negativos) se perdió durante el salvaje e innecesario bombardeo de los aliados a la ciudad de Dresden. En el Museo Getty de Los Ángeles está el resto de su obra. Su libro El rostro de nuestro tiempo (1929) es un clásico sobre la fotografía.
EL CENTRO POMPIDOU, en París, destacó este año la importancia del llamado padre de la fotografía documentalista por medio de la que ha sido su principal exposición: Alemania / años 20 / nuevas objetividades / August Sander. Gracias a ella, por primera vez se tiene una visión completa de los principales acontecimientos sociales, políticos y culturales ocurridos en los 13 años que duró la República de Weimar.
LA MUESTRA SE logró a través de 900 obras cuyo eje es el trabajo de Sander; incluye pinturas, grabados, afiches, documentos, cine, teatro, literatura y música. También las labores de la famosa escuela de diseño Bauhaus, fundada por Walter Gropius, y en la que se enseñaba a los estudiantes a utilizar materiales modernos e innovadores para crear edificios, muebles y objetos originales y funcionales. En dicha escuela, las mujeres no podían cursar arquitectura, sólo asistir a los talleres de textiles y cerámica. LA EXPOSICIÓN DESTACÓ lo que sucedió entre 1925 y 1929, cuando Alemania tuvo cierta estabilidad económica y una fascinación por la época moderna, alejada del espíritu frío y alienante imperante años atrás en su sociedad. Fue un respiro a los efectos que le dejó su derrota en la Primera Guerra Mundial y las condiciones de sometimiento que le impusieron las potencias triunfadoras en esa carnicería humana. Una exposición que recordó la diferencia que existe entre libertad y fanatismo.
Celebran con mural escultórico una década del proyecto Huerto Roma Verde
La obra es una colaboración entre los artistas Gritón, Héctor Flores, Noé Vázquez Tapia y la artista sonora Adriana Camacho, Loope
ÁNGEL VARGAS
Celebrar a la vida y los 10 años del Huerto Roma Verde como un proyecto que demuestra que “sí son posibles otras formas de relacionarnos con la naturaleza y entre nosotros como seres humanos” es el propósito del mural escultórico Este es el centro del cosmos, inaugurado hace unos días en dicho espacio de la colonia Roma, en la Ciudad de México.
La obra es resultado de la colaboración entre los artistas Antonio Ortiz, Gritón; Héctor Flores Flores, y Noé Vázquez Tapia, a los que se suma la artista sonora Adriana Camacho, Loope, quienes intervinieron la torre captadora de agua pluvial del Huerto Roma Verde a fin de dotarla de un nuevo significado acorde con la filosofía de ese proyecto ecológico-social.
“Es una intervención mural y escultórica que resignifica la estructura central ubicada en ese espacio, el cual, en 10 años, ha venido a mostrar que existen otras formas posibles de vivir en las que nuestro planeta no termine siendo aniquilado por el capitalismo”, comenta Antonio Ortiz, Gritón.
Resultado de 15 días de trabajo, dicha pieza evoca un cazahuate, árbol ritual que para las antiguas culturas mesoamericanas representaba “el centro del universo”, señala el pintor, quien agrega que la idea para esta obra fue retomada de un mural ubicado en un conjunto habitacional de la zona arqueológica de Teotihuacan en el que se representa a Chalchiuhtlicue, deidad del agua.
“Detrás de esa diosa se encuentra uno de esos inmensos árboles rituales de flores blancas del que están naciendo algunas personas, el cual decidimos retomar ahora para aludir al nacimiento de un nuevo tipo de gente que tiene una relación más sana y amorosa con el planeta y entre ella misma, en la que ya no se hacen más daño.”
El mural es abstracto; para su elaboración se usaron los colores rituales de las culturas mesoamericanas: blanco, negro, rojo, amarillo y azul turquesa. Además, se le agregaron a manera de flores blancas una serie de lámparas realizadas con botellas de pet recicladas.
Esta pieza pictórica fue parte de los festejos del décimo aniversario de Huerto Roma Verde (Jalapa esquina Coahuila, colonia Roma).
▲ La propuesta ha demostrado que “son posibles otras formas de relacionarnos con la naturaleza”, refirió Gritón en entrevista. Foto cortesía del artista
El alcoholismo aumenta
JOSÉ CUELI
ómo describiré la verdadera desesperación del alcohólico al verse despojado de su único y verdadero amigo: la botella o las botellas? ¿Cómo describir esa desesperación de duermevela entre llamas de fiebre y voz incoherente en la contemplación sombreada de la pantalla de la mente. Nubes que caminan sobre el cielo cárdeno y caliente, mientras el aire corre con frialdad el cuerpo? ¿Cómo describir esa desesperación de las crudas mañaneras, en que el cristal de las ventanas es un sudario que se tiende? La botella, la única, adorable, no aparece pero se siente, se adivina y los celos enloquecen. ¿Cómo explicar la desesperación del silencio de la tarde sin la botella con forma de mujer que se pierde, no se sabe adonde va y aparecen visiones, voces y alaridos insoportables, delirios al ver la botella hueca por dentro? ¿Cómo dar cuenta de la angustia por encontrar la botella y la onza de bronce líquido que viene brotando los aires para bañar con su líquido rasposo y enmielado a su paso de la boca rumbo al estómago. Coro de ángeles y arcángeles lentos y tibios que despaciosamente se expanden y corren por el cuerpo? ¿Cómo decir de esa desesperación de muerte, de auténtica muerte, sin la caricia saliente, consuelo para el temblor desgarrado de los huesos fríos, que a lo lejos se escuchan los sones de las viejas canciones cantineras que hablan de rincones de amores, abandonos y omnipotencia... (Pero sigo siendo el rey, jijos de...) que fueron y no fueron sensaciones que sólo la botella llena de licor ayuda a descifrar al cantar en el espíritu el líquido espumoso abundante?
Mi amigo Armando Barriguete, en un libro llamado La copa nostra, se aproximó de manera fluida, vívida e intensa a esa descripción de la vida atormentada del enfermo alcohólico, la historia del alcohólico que son todos los alcohólicos con su único amor, la botella y el infierno y el vacío terrorífico, ecos que acompañan al alcohólico durante su tormentosa existencia. Esta temporada navideña, Año Nuevo y Reyes es mi sentir que el alcohol ha aumentado, sobre todo en adolescentes tempranos; desconozco las cifras oficiales.
El dolor y la angustia constituyen la base en la que se fundamenta la necesidad de la medicina que aparentemente la calma, pero que en algunos casos la demanda incontrolable condiciona la compulsión a la repetición de la ingesta alcohólica y los tipos de adicciones, incluidos la variedad de
drogas. Todo con la finalidad de acabar con la sensación C angustiante de que algo nos falta, curiosamente a más alcohol más falta; es decir, más carencia. Imposible describir la sensación de la locura del alcohólico al no encontrar la calle detrás de la ventana, sólo un cristal negro y la botella vacía bajo la cama. Algo más que desesperación cuando surgen apariciones con máscara de botella, anhelo nunca superado de esa madre frustrante antes y hoy. María Elena Medina Mora directora de la Facultad de Sicología de la UNAM, ex directora del Instituto de Siquiatría y miembro del Colegio Nacional, ha sido una destacada estudiosa del tema y de las consecuencias de este terrible mal que la Organización Mundial de la Salud declaró “enfermedad” en los años 50. No es la varita mágica, pero los grupos de Alcohólicos Anónimos han dado esperanzas.
Hallan plato policromo de iconografía compleja que ubica a Xihuacan como un sitio político relevante
Ese y otros descubrimientos importantes en la Costa Grande de Guerrero colocan a la región como crisol cultural, señala el arqueólogo Rodolfo Lobato


La obra representa un cerro escalonado, que asemeja un templo y la montaña sagrada, así como una línea con meandros similar a un río que se conecta con la cima. Las paredes verticales del plato tienen una cenefa con olas marinas, describió el especialista. Fotos cortesía de Rodolfo Lobato
FABIOLA PALAPA QUIJAS
Un plato trípode policromo con una iconografía que identifica a la zona arqueológica de Xihuacan, también llamada Soledad de Maciel, en el estado de Guerrero, como una unidad política importante, es uno de los importantes hallazgos recientes que se han registrado en el sitio gracias a las labores de mantenimiento.
La pieza fue localizada por el custodio Édgar Rivera Mendiola en los terrenos de cultivo inmediatos al río San Jeronimito y a la parte noroeste del centro ceremonial de Xihuacan, informó a La Jornada el arqueólogo Rodolfo Lobato, encargado del lugar.
Detalló que la iconografía policroma pintada en el fondo del plato se relaciona con una representación gráfica de un altépetl (vocablo nahua que significa cerro-agua).
“La obra expresa un cerro escalonado que representa un templo y a su vez a la montaña sagrada, una línea con meandros similar a un río que se conecta con la cima de la pirámide. Las paredes verticales del plato tienen una cenefa con olas marinas, representando así al cerro de los mantenimientos contenido en una isla mítica, metáfora náhuatl que alude al altépetl”, explicó Lobato.
Además, continuó el investigador, el año pasado se integró al acervo del museo de sitio de Xihuacan la colección del profesor Ignacio Mora conformada por 969 piezas prehispánicas que “nos acerca a temas como el culto al agua y la devoción a una de las principales deidades del área que era el dios Xipe-Totec”.
De acuerdo con la clasificación de las piezas, que en conjunto abarcan 3 mil años de ocupación del que fuera uno de los principales centros ceremoniales de la planicie costera durante siglos, “se identificaron figurillas elaboradas en molde con el rostro de la deidad que contienen orificios para usarlos como colguijes”.
El arqueólogo detalló que ese material se exhibe estos días como parte del programa La Pieza del Mes en dicho recinto, que se ubica en el municipio de Petatlán, en la región Costa Grande de Guerrero.
También explicó que actualmente se realizan tareas de mantenimiento para la conservación tanto de las piezas como de la zona arqueológica, que al año recibe alrededor de 17 mil visitantes.
“Los hallazgos en el sitio Soledad de Maciel son una muestra muy significativa del crisol cultural de varios grupos, así como de la complejidad social y cultural del área. Se tienen registros de una producción alfarera con decorados complejos y de alta calidad artística, lo mismo de escultura, donde fueron grabados registros astronómicos, deidades y gobernantes.
“También destaca el sistema constructivo del asentamiento que se caracteriza por una arquitectura en tierra; de esta forma edificaron sus espacios habitacionales y sus templos, donde sobresale una planificación urbana ordenada a partir de complejas lecturas astronómicas. Esto nos abre un panorama nuevo para conocer la dinámica cultural de los grupos humanos que habitaron la Costa Grande de Guerrero en época prehispánica.”

Mantenimiento constante
Soledad de Maciel es uno de los primeros sitios arqueológicos que se excavaron en la Costa Grande de Guerrero. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realiza un trabajo continuo de mantenimiento, ya que el principal objetivo es la preservación del patrimonio mueble e inmueble en puntos como el Juego de Pelota y el Montículo B, ambos espacios abiertos al público.
“Hemos realizado el análisis de materiales procedentes de distintas áreas de la Costa Grande, porque también damos atención a denuncias o acompañamos las visitas con la Comisión Federal de Electricidad para verificar que en sus obras de electrificación no se afecte el patrimonio arqueológico; estas visitas, que se realizan en todos los municipios de la región, nos permiten conocer el patrimonio arqueológico disperso en los municipios”, explicó el arqueólogo.
Para el próximo año, añadió, “intervendremos otras áreas en materia de conservación y trabajaremos en la cuestión operativa del museo, porque recibimos a muchos visitantes tanto nacionales como extranjeros”.
Sobre la importancia de esa región, el arqueólogo explicó que la Costa Grande de Guerrero cubre aproximadamente ocho municipios: “Si los describimos de sureste a suroeste, tenemos el de Coyuca de Benítez, Atoyac de Álvarez, Benito Juárez, Tecpan de Galeana, Zihuatanejo de Azueta, la Unión de Isidoro Montes de Oca y Coahuayutla; en cada municipio tenemos arqueología, en todos hay remanentes del pasado prehispánico, cada registro realizado es parte de un gran rompecabezas de lo que fue el proceso histórico cultural de los grupos étnicos de la Costa Grande de Guerrero”.
También comentó que “en el siglo XVI había 16 grupos étnicos y, si hacemos un mapa de distribución lingüística de éstos, se observa que el grupo con mayor espacio territorial fue el cuitlateca que se asentó en la parte central de la Costa Grande. Los otros grupos con un territorio menor, estaban distribuidos en los extremos fronterizos de la región. Hacia el suroeste se ubica Coyuca de Benítez, que colindaba con Acapulco y con uno de los grupos étnicos importantes en la época prehispánica que eran los yopes; hacia el suroeste colindábamos con Michoacán, con el río Balsas, área de los tarascos”.
Lobato concluyó que el museo de sitio de la zona arqueológica Soledad de Maciel “es un enclave del INAH-Guerrero donde se atiende todo lo relativo al patrimonio arqueológico e histórico de la región”.
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ESPECTÁCULOS

Feroz gestiona “espacios públicos para que la música vaya al encuentro de la gente”
El sello, que promueve proyectos independientes, realizó su primera gira por estaciones del Metro con el lema “El rock a pata”
JUAN IBARRA
Feroz, sello que gestiona, promueve y desarrolla proyectos musicales independientes con la finalidad de que puedan desempeñar plenamente su labor, realizó la primera gira por espacios públicos bajo el título Metro Feroz, con el eslogan de “El rock a pata”, en la que varias bandas hicieron conciertos por diversas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México. Las actividades se efectuaron recientemente y ya se planean las del próximo año.
“Esto viene de la búsqueda de espacios para que las bandas puedan crecer y empezar a generar nuevas audiencias; tratamos de dar la vuelta a la manera en que se presenta la música”, explicó Jimena Colunga, cabeza de Feroz, en entrevista. Tras varios años de gestionar la carrera de todo tipo de bandas de rock, en el sello están convencidos de que uno de los primeros obstáculos de las agrupaciones principiantes es la falta de públicos y espacios.
“Hemos encontrado precisamente que cuando las bandas están en desarrollo es complicado, porque implica, además de muchísimo trabajo, que le piden a un público que no te conoce que lleve a cabo ciertas acciones que parecen simples pero son difíciles”, apuntó Colunga. Aspectos como el simple hecho de salir de casa, gastar dinero en adquirir una entrada o consumir durante un concierto son ya barreras que se deben evitar.
Con base en eso surgió la idea llevar la música a otros lugares.“Queremos ir por la mayor cantidad de espacios públicos que se pueda, tratando de hacer el proceso a la inversa, o sea que la gente no tenga que ir a escuchar la música sino que la música vaya al encuentro de la gente”, señaló la gestora musical. Procurar ese tipo de exposición también tiene sus beneficios. “Vemos a las bandas como empresas culturales, como marcas, que se ponen ahí para que puedan no solamente presentarse, sino aprovechar las fechas y conectar con nuevos fans”.
La primera gira del Metro Feroz tuvo 13 fechas, que comenzaron en septiembre y terminaron el pasado 18 de noviembre. Como primer intento se optó por dicho transporte público debido a las facilidades que otorga para acceder a un espacio dentro de algunas estaciones. Si bien la idea no es novedosa, lo que Feroz hizo fue darle forma. “Que tuviera identidad, que fuera una serie consecutiva de fechas, un poco dándole esta diferencia conceptual al trabajo de las bandas durante la gira, también en cuestiones de programación y de como funciona logísticamente”, explicó Colunga.
Por parte del Sistema de Transporte Colectivo, Feroz y las bandas fueron bien recibidas. Los protocolos ya establecidos para que quien esté interesado pueda gestionar alguna actividad cultural, facilitaron el proyecto. El Metro también apoyó algunas veces: tomó video y fotografías, además de avisar de los conciertos en sus redes sociales. “Pero no tienen otro tipo de recursos, no tienen equipo ni infraestructura, ni dinero para invertir en ello. Y durante años ha sido un tema de que quien se quiera presentar tiene que resolver esa parte de la producción”, señaló Colunga.
Aunque esos costos de producción fueron el único gasto, pues el Metro no requiere de ninguna tarifa de recuperación, el tema no fue resuelto por las bandas, sino por Feroz, encargándose de una parte y buscando proveedores y patrocinadores para que contribuyeran. “La idea también era garantizar la calidad del espectáculo tanto para las bandas como para las audiencias”, indicó la gestora.
“El panorama ideal sería que
La idea es garantizar la calidad del espectáculo: Jimena Colunga
cada banda, del tamaño que fuera, pudiera percibir del trabajo que hacen, pero sabemos que la realidad es otra. Sin embargo, en este caso creemos que dimos un pasito adelante en el sentido de que no costará a las bandas. En gestiones posteriores queremos que incluso sea al revés, poder generar suficientes recursos, no nada más para que las bandas no paguen, sino que además puedan percibir”, destacó Colunga.
Buen recibimiento
La iniciativa se pudo llevar a cabo con éxito y tuvo un buen recibimiento. “Nos parece muy interesante que podamos aportar ese tipo de cosas para la gente que es usuaria del Metro de forma regular, y que podamos darles un poco de esparcimiento, para romper la rutina diaria, con este tipo de cosas”, añadió.
La gira también permitió a Feroz identificar públicos de acuerdo con la estación en que se presentaban las bandas. “Encontramos, por ejemplo, que Cuatro Caminos es un gran escenario para el rock duro; hay otras, como Patriotismo, que funcionan rebien con rock más suave, y donde está bueno siempre son Universidad y Copilco por el ambiente estudiantil”, detalló.
Los conciertos públicos se realizaron casi siempre en viernes, salvo alguno que otro en jueves, con horarios de una a 3 de la tarde. Las agrupaciones y Feroz hicieron promoción en redes sociales, pero la audiencia se formó principalmente por transeúntes. “Tienes un público orgánico que de otra manera no te hubieras podido encontrar, y así es como el fan base va creciendo para las bandas”, resaltó.
▲ The Quiet Brothers, en la estación Universidad. Foto cortesía Feroz
El buen recibimiento de los conciertos también sirvió para derrumbar algunos mitos acerca del público. “Existe la creencia de que la gente es apática, que no participa, que el público no va a conocer bandas nuevas y no es necesariamente eso; es que le estás pidiendo un esfuerzo para ver algo que no conoce. No puedes querer lo que no conoces”, sostuvo la gestora.
Para el próximo año, la gira El rock a pata buscará llevar música a otros espacios públicos como parques, jardines o plazas; “es ahí donde creemos que la música puede ubicarse. Y que debería acercarse antes de que vaya a un lugar en específico”, agregó Colunga. También se tienen planes para que, además de las agrupaciones que ya trabajan con Feroz, las bandas que participen sean seleccionadas mediante una convocatoria y así ampliar las posibilidades.
“Queremos hacer 25 fechas en 10 meses en espacios públicos, contando las del Metro, en una segunda temporada, y buscar espacios en diferentes alcaldías, dependiendo de cómo podamos lograr estas gestiones”, destacó Colunga. Sin embargo, la idea no es depender de los recursos públicos; “no queremos ir a pedirles cosas, queremos trabajar en colaboración. Que ellos nos den la autorización y poder resolver esta producción de otra manera. No queremos depender íntegramente de lo que ellos nos puedan dar, sino que vamos a solucionar nosotros”.