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David Brooks
by La Jornada
De manera deliberada, la industria cultural confunde qué es la historia: Esther Cruces
La directora del Archivo General de Indias participará en el programa conmemorativo del centenario natal del cronista Israel Cavazos Garza
DE LA REDACCIÓN
El trabajo de un historiador no siempre es bien comprendido, pues a veces, “tal vez de manera deliberada, hay confusión entre historia e historietas, o con la novela histórica, o con la ficción que presenta el cine, lo cual puede ser positivo dentro de las industrias culturales, pero todo ello no está sometido a la reflexión que un historiador bien formado puede y debe realizar”, señaló Esther Cruces Blanco, directora del Archivo General de Indias.
La responsable de esta legendaria institución, de 238 años de historia, ubicada en Sevilla, España, se encuentra en México para participar en Monterrey en las actividades conmemorativas del centenario del natalicio del historiador y cronista regio Israel Cavazos Garza (1923-2016). La especialista ofreció ayer una conferencia magistral y este lunes participará en un encuentro con investigadores históricos a las 12 horas en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Cruces Blanco afirmó que el futuro de los archivos históricos está en la adaptación de los procedimientos tradicionales a la producción y administración de documentos electrónicos, así como a su digitalización, “la cual es una herramienta para la conservación y un potente instrumento de difusión y consulta”.
Un acervo único
El Archivo General de Indias, creado en 1785 por el rey Carlos III, es un archivo único, explicó la directora al detallar que la documentación que se conserva en ese recinto “permite el conocimiento y la investigación sobre procesos históricos relacionados con la administración y la gobernación de muy extensos territorios y océanos, tanto del continente americano como de diversas entidades administrativas y geográficas en el océano Pacífico.
“El archivo ha ido adaptándose a los tiempos, progresa día a día en los procesos de descripción de los documentos, en la conservación y restauración de la documentación, al tiempo que desarrolla una intensa digitalización de los fondos documentales, atiende a usuarios de todo el mundo y trabaja arduamente en la difusión del patrimonio documental mediante diversas actividades, entre las que destacan las exposiciones temporales.”
Puntualizó que la investigación histórica “no puede estar sustentada en un documento o en raquíticos datos; el trabajo del historiador es arduo, necesita muchas horas en esos laboratorios que son los archivos, tal como hizo don Israel Cavazos Garza tanto en el Archivo General de Indias como en otros archivos españoles y mexicanos. Por ello es justo evocar el trabajo concienzudo de historiadores, de investigadores, como el de Cavazos Garza”.
Debates y reflexiones
La especialista consideró que “conocer el pasado puede reconfortar, pero no parece evitar los acontecimientos. Son muchas las reflexiones que a lo largo del tiempo han sido planteadas sobre la historia, sobre cómo abordar las hipótesis y las tesis sobre hechos y procesos históricos, y con ello qué conclusiones y qué aprendizajes pueden ser entendidos y aplicados. Estos debates sobre las enseñanzas que nos puede facilitar la historia son tan antiguos como la aparición de la historia misma.
“La documentación, en general, sea de carácter histórico o aquella que se elabora diariamente en instituciones públicas, debe ser custodiada y conservada no sólo para los trámites administrativos, gubernamentales o judiciales, sino también para la transparencia, la rendición de cuentas y, tras todo ello, para conocer el pasado más o menos inmediato”, concluyó.
El programa del centenario de quien fuera cronista de Monterrey, denominado Israel Cavazos Garza: 100 años en 100 días, es organizado por la Fundación Dr. Ildefonso Vázquez Santos, que custodia el acervo histórico, documental y bibliográfico del historiador neoleonés.
Las actividades conmemorativas se iniciaron el 4 de noviembre y concluirán el 12 de febrero con la conferencia magistral de Javier Garciadiego, presidente de la Academia Mexicana de la Historia.
Ayer se rindió homenaje al autor de Fiera infancia en el Munal, por los 100 de su nacimiento
CARLOS PAUL
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) crearán la cátedra de periodismo y literatura Ricardo Garibay, adelantó Lucina Jiménez durante el homenaje que se le rindió este domingo al reconocido escritor por el centenario de su nacimiento en el Museo Nacional de Arte (Munal).
Jiménez explicó a La Jornada que “es importante considerar que la trayectoria de Garibay transita por diversos universos literarios; de ahí que nos interesa mucho fortalecer su lectura mediante distintos ejes temáticos, donde puedan trabajar investigadores y especialistas que conocen su obra, así como personas que trabajaron con él, y que esos trabajos puedan ser compartidos a los jóvenes”.
De la cátedra de periodismo y literatura Ricardo Garibay, destacó la funcionaria, “se irán desprendiendo textos analíticos de sus obras. La idea es articular el proyecto la próxima semana, junto con la UNAM, para establecer los ejes temáticos”.
Con la participación de Josefina Estrada, Socorro Venegas, Armando González Torres, Mary Carmen Sánchez Ambriz, Leticia Luna y la misma Lucina Jimenez, durante el homenaje se destacó el singular talento y personalidad del también guionista, ensayista y cronista, “crítico mordaz, de talante soberbio, pionero de la autoficción literaria, con enorme humor, de franqueza e inteligencia incómodas, cuya obra está llena de emociones fuertes, la cual se caracteriza por su destreza y coherencia narrativas, así como por una extraordinaria técnica y una elevadísima poética”.
Su legado, se dijo, “no envejece y tiene que seguir formando a los jóvenes y a los profesionales de la literatura, ya que fue un escritor multifacético, al que la televisión y la radio no le fueron ajenos”.
Josefina Estrada se refirió a la diversa bibliografía que se ha escrito sobre el autor de Las glorias del gran Púas y publicado por distintos sellos editoriales, así como a los programas radiofónicos que condujo el escritor, “como valiosos documentos y testimonios de la trayectoria de Garibay”. Sin embargo, destacó Estrada, “aún no se le ha estudiado de manera crítica, acorde a su amplia obra, que incluye su periodismo literario”.
Socorro Venegas evocó sus primeros encuentros con Garibay y los aprendizajes que se derivaron de éstos, que la formarían como escritora. Destacó que a Garibay, pionero de la autoficción, hay que leerlo “sin los prejuicios que en su momento aparecieron contra el autor”.
González Torres destacó su humor y franqueza, la maestría de los diálogos en su obra y la forma de crear personajes y tejer tramas. Reseñó y analizó algunos de los trabajos literarios más reconocidos de Garibay como Beber un cáliz, Fiera infancia y Par de reyes.
Obra y vida torrenciales
“La vida y obra de Garibay es torrencial, su literatura está llena de emociones muy fuertes, en su obra los resentimientos son hondos, los amores son locos, los sentimientos filiales, exaltados. Como autor
▲ Desde la izquierda, Mary Carmen Sánchez Ambriz, Josefi na Estrada, Lucina Jiménez, Socorro Venegas, Armando González y Leticia Luna, durante el homenaje al autor de Beber un cáliz. Foto Marco Peláez
conoce el habla de los burdeles, el lenguaje de los gimnasios de box y conoce como pocos el habla de la provincia, llena de arcaísmos y metáforas.”
Su trabajo literario “en su momento tuvo un costo en su recepción en el ámbito literario, ya que en su tiempo lo que primaba era el realismo mágico o bien las grandes construcciones novelísticas o experimentos lingüísticos, incluso la literatura social; que alguien como Garibay se refiriera a su propia biografía, como fue el caso de Beber un cáliz, era visto como una suerte de egocentrismo que causaba desconfianza y prejuicio en todos los espectros político y literario”, explicó González Torres.
“Por fortuna, Garibay no suspendió sus trabajos de introspección tan presente en su literatura”, agregó González Torres.
Para leer a Ricardo Garibay, apuntó González Torres, “hay que reconocer su modernidad, su extraordinaria capacidad de narrador, la riqueza y elegancia de su lenguaje, y su vehemente magisterio, que se resume en lo que él decía: ‘hay que ser soberbio con los demás y humilde con el lenguaje’”.
Para concluir, Sánchez Ambriz, entre otras cuestiones, se refirió al hecho de que “es probable que el carácter y las ácidas críticas de Garibay fueran el motivo por el cual su obra quedara varios años prácticamente en el abandono. Habría que mencionar que siempre que podía denostaba el trabajo literario de Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez y Octavio Paz”.
La danza en México requiere periodistas y críticos, apunta Alberto Dallal
FABIOLA PALAPA QUIJAS
El investigador y periodista Alberto Dallal sostiene que debe abrirse más espacio a la danza mexicana en los medios de comunicación y que se realice “una crítica más profesional” de esa disciplina.
“Necesitamos más periodistas que se dediquen y se concentren en estudiar ese gran arte que tenemos los mexicanos que es la danza popular, así como nuestras danzas moderna y contemporánea, que son de primerísima”, agregó el integrante del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dallal, cuya trayectoria le ha valido el respeto de la comunidad cultural, recibirá este 29 de enero el Reconocimiento Danza UNAM 2022, por la labor que ha desarrollado a lo largo de 60 años y por ser un pionero en mirar, pensar y apreciar esa disciplina como materia de estudio.
En entrevista, el crítico rememoró sus inicios en el periodismo de danza a partir de que su amigo Jorge Alberto Manrique lo invitó al IIE. También comentó que ver a los danzantes indígenas en las calles le impresionó mucho cuando era joven y comenzó a investigar por qué bailaban descalzos y se les daba dinero. “Ellos me comentaron que venían de pueblos cercanos a la capital, y eran verdaderos danzantes”.
Danzantes sin zapatos
El autor de Estudios sobre el arte coreográfico y La danza en México explicó que al ver a los indígenas descalzos realizar sus actividades, decidió imitarlos y empezó a jugar frontón de mano sin zapatos.
“Muchos años después me di cuenta de que había bailarines que no usaban zapatillas; ahí me empezó a interesar la danza moderna y contemporánea; entré por el periodismo a esta disciplina. Me incliné más por la moderna y contemporánea porque era impresionante ver los espectáculos que ya hacían los grupos en el Palacio de Bellas Artes.”
El periodista explicó que con el tiempo se percató de que ese género dancístico es más apegado a la verdad que tiene el mexicano. “Empecé a investigar y a ver que había una técnica, y entré en contacto con grupos de danza”.
Expresó también que por esas cualidades que descubrió en la danza moderna no se especializó en la clásica, y aseguró que al hombre de hoy corresponde hacer más danza contemporánea.
El maestro Dallal ha publicado más de 40 libros, de los cuales 17 son sobre danza. Ha dirigido
▲ El maestro Alberto Dallal recibirá este 29 de enero el Reconocimiento Danza UNAM 2022, por la labor que ha desarrollado a lo largo de 60 años y por ser un pionero en pensar esa disciplina como materia de estudio. Foto cortesía Danza UNAM
numerosas tesis acadé micas de licenciatura, maestrí a y doctorado.
El Reconocimiento Danza UNAM se le entregará al crítico el 29 de enero a las 18 horas en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria).
El comité de selección, conformado por Cecilia Appleton, Irene Martínez, Ricardo Rubio, Marcela Sánchez Mota y Diego Vázquez decidió otorgar el reconocimiento a Dallal porque “su aportación reflexiva, de pensamiento, de cuestionamiento, de investigación, es fundamental en la danza y en las artes escénicas, como una forma de crecer críticamente hacia otros terrenos creativos”.
Cada año, la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM otorga dicha distinción a una persona con larga trayectoria en la danza nacional cuya labor haya logrado impulsar el desarrollo de esta disciplina desde distintos ámbitos de nuestro contexto cultural.
Ha publicado 17 libros sobre danza, y ha dirigido tesis acadé micas

▲ El músico Julian Cope es el autor del libro editado por el sello Contra. El artista relaciona la fértil producción musical del rock en Japón con el auge económico de la posguerra. Fotos Wikimedia Commons y cortesía de la editorial
Japrocksampler cuenta la historia del rock nipón, desde su fase imitativa hasta el eleki
HERNÁN MULEIRO ESPECIAL PARA LA JORNADA
¿Personajes que abandonan la civilización para alejarse de las formas convencionales y reflejarlo en la música? ¿Mariguanos presos en la producción nipona de Hair? ¿Maestros de los riffs satánicos peleando contra yakuzas? ¿El bajista del mejor combo experimental partícipe del secuestro de un avión? Todo esto es parte de Japrocksampler, libro del músico Julian Cope (The Teardrop Explodes), editado en español por el sello Contra, el cual abarca desde los inicios del rock en su fase imitativa hasta los rupturistas heavy, algunos creadores de un estilo tan particular que aún no ha sido igualado.
Una investigación que refleje los detalles sobre cómo el rocanrol llegó a los extremos del universo puede sostenerse en una fe religiosa o científica, lo que no quita detalles que abarcan geografía e historia. Cope relaciona a la música con el auge económico provocado por el requerimiento bélico de Estados Unidos a Japón como proveedor de armas y municiones, acontecimiento no muy alejado de los comienzos de esta historia, cuyo génesis incluye la imposibilidad de pronunciar correctamente el término rocanrol.
En Japón, The Ventures fueron tan influyentes como The Beatles, el sonido surf y su afinación con una relación directa con la música ancestral, hicieron un estilo que tenía un término propio: eleki, con Takeshi Terauchi como uno de los conversos más famosos. Los cuatro de Liverpool, en cambio, fueron recibidos con porcentajes iguales de odio y fanatismo, cuando muchos jóvenes se opusieron a su presentación en un auditorio considerado sagrado. También las producciones del excéntrico Joe Meek tuvieron su eco en Oriente; Telstar fue el mayor éxito de Meek, una celebración surf de la entonces reciente conquista espacial.
Otra parte tiene que ver con el desarrollo de la música electrónica experimental, en los momentos previos a su entrada en la música popular, así es como la musique concrète, además de Stockhausen y otros compositores fuera de lo ordinario, lograron un intercambio conceptual con formas artísticas y filosóficas, cambiando y siendo modificados por una cultura a la que no habían tenido acceso antes. En este capítulo, Yoko Ono juega un papel fundamental, siendo la conexión con John Cage un gran disparador para los compositores locales, y su riqueza conceptual también tuvo un peso específico en una era anterior a Lennon.
En una época en la que la correspondencia marítima era mucho más habitual que la aérea, conseguir discos resultaba un tanto más fácil en una zona portuaria. Más complicado aún fue para los transformados por el rock ver a sus grupos preferidos en vivo, una azarosa tarea para los pocos afortunados que pudieron viajar para ver a sus ídolos, consiguiendo copiar gestos, detalles, movimientos cliché necesarios, detalles del manejo de multitudes profesado por estrellas de rock sólo observables desde cerca, y también lo macro, por ejemplo, esa diferencia fundacional entre un amplificador solitario y una muralla de Marshalls capaces de ametrallar a una audiencia con grandes volúmenes. De esas impresiones instantáneas saldría formado el molde a desarrollar.
La trayectoria del jazz también refleja esas reinterpretaciones singulares: careciendo de los límites rígidos entre estilos; la forma más comercial convivió con su estilo más duro, sumando también una capacidad de explorar periodos específicos de Miles Davis, que el reverenciado trompetista había dejado como pistas, un buen resultado de la incorporación de estos elementos en el contexto de un disco de rock es Amalgamation, de 1971.
Entre los discos mejor ranqueados por Cope en su top 50 se encuentran Eve, de Speed, Glue & Shinki, un elepé que no desentona al lado de los primeros dos discos de The Stooges: si la ruptura entre el rock inocente y el jipismo fue definida por un personaje de historietas llamado Futen, un greñudo itinerante, para 1971 Speed, Glue & Shinki explotaron el rock pesado con una extravagancia que desdibujó los símbolos de paz.
Les Rallizes Désnudes tal vez sea el grupo con historia más llamativa, cuando su bajista formó parte del secuestro del vuelo 351 de Japan Airlines, para desviar el viaje a Cuba, aunque por falta de combustible fue destinado a Corea. El mito de Les Rallizes Dénudes quedó solidificado como uno de los escasos ejemplos en los que un grupo mutó de buscar un extremo estético a uno práctico. Como las mejores grabaciones mencionadas en Japrocksampler otorgan pruebas de cierto éxtasis musical aun antes de beneficiar al lector con su contexto distante.