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Homero Ríos y Carlos Villa, en el relanzamiento de la revista Heavy Metal
by La Jornada
El guionista Homero Ríos, oriundo de Nuevo León, y el dibujante sonorense Carlos Fabián Villa –considerado por la editorial Marvel Comics uno de los más importantes nuevos talentos del cómic internacional–, encabezan el relanzamiento de la revista clásica de ciencia-ficción
Heavy Metal, publicada en Estados Unidos por primera vez en 1977, y que luego de una pausa se volverá a publicar desde este mes.
▲ El escenario de la fiesta fílmica española, donde la viuda y dos hijos de Saura recibieron el premio post mortem. Foto Ap
Carlos Saura habría recogido ayer el Goya de Honor a su trayectoria, que en resumen era el reconocimiento de su gremio –directores, técnicos y actores– a su larga y prolífica carrera, pero el destino lo impidió con una muerte prematura. Por eso la ceremonia de los premios españoles de este año se convirtió en un sentido homenaje luctuoso al creador de algunos de los clásicos indispensables del séptimo arte de su país de los siglos XX y XXI.
Su familia recibió, emocionada, el reconocimiento, así como el aplauso de pie y emocionado de sus colegas al autor de más de 50 largometrajes.
Saura murió de forma más o menos previsible el viernes pasado, en su casa de la sierra madrileña y rodeado de sus familiares y amigos más cercanos. Sabía que iba a recibir el premio de la Academia de Cine por su trayectoria, pero sus fuerzas no le permitieron llegar a la ceremonia, con lo que, al ver que su estado empeoraba, decidieron entregarle en la intimidad y antes de lo previsto la estatuilla.
Con el gremio de luto, la ceremonia de los premios Goya cambió el guion de un día para otro y se decidió a iniciar la gala con una inmensa fotografía de la mirada curiosa de Saura, que iluminó todo el escenario. Fue entonces cuando todos los asistentes al teatro se levantaron de las butacas para aplaudir de forma unánime y con el máximo respeto al último genio del cine español, sólo comparable
Su viuda, Eulalia Ramón, y dos de sus siete hijos, Antonio y Anna, recibieron el reconocimiento. El primero leyó una carta que dejó escrita el propio Saura para la ocasión, en la que profundizó sobre la vida dedicada por completo, hasta el final, al cine.
“Me sentiré satisfecho si todo lo que he hecho ha servido en algo para inspirar a la brillante generación de realizadores actuales. He sido muy afortunado; he hecho más de 50 películas, he tenido seis hijos, una hija, una docena de nietos y una bisnieta”, afirmó en su carta. Además, recordó una de sus máximas: “La imaginación es más rápida que la velocidad de la luz”.
Reclamos de colegas
Antes del inicio de la ceremonia, cuando las actrices, actores, directores y técnicos iban llegando al teatro, en Sevilla, algunos, como Maribel Verdú, se preguntaban “cómo era posible que no le hubieran dado antes este galardón”, cuando Saura, hasta ayer, fue el gran director de cine español vivo, con más de ocho nominaciones a la Palma de Oro del Festival de Cannes, numerosas nominaciones a los Goya, a los Premios del Festival de Berlín y el reconocimiento casi unánime del mundo del séptimo artes, pero la Academia de Cine no se había decidido a rendirle un homenaje así, y cuando lo hizo llegó tarde.
Todos los nominados elogiaron a Saura y a su trayectoria, como la directora Carlota Pereda, creadora de una de las películas triunfadoras de la noche, Cerditas, quien se- ñaló: “Cuando empecé de pequeña con el cine, incluso antes de saber que era español, ya estaba viendo Cría cuervos. Saura fue toda una novedad en cuanto a la manera de contar e interpretar, como manejaba la cámara…”
Fernando Méndez Leite, director de la Academia, dedicó casi íntegro su discurso al realizador fallecido. Dijo que su muerte conmovió y “sacudió” a todo el gremio del cine ibérico, pues “nos deja uno de los más grandes de la historia. Nos deja Carlos, a quien admiraba como maestro y quería como amigo. Se ha despedido de nosotros, sus espectadores, estrenando esta misma semana su penúltimo trabajo. Estoy seguro de que andará ya por esas galaxias en la preproducción de Esa luz, su película sobre la guerra civil, su filme más querido”. Asimismo, se recordó a la figura del cine español Agustín Villaronga, quien murió también de forma prematura en enero pasado, con tan sólo 69 años y después de haber dejado como legado algunas de las cintas más importantes del cine español de las últimas décadas, como Pa negre (Pan negro) y El vientre del mar.
El filme triunfador de la noche fue la obra maestra de Rodrigo Sorogoyen, As bestas, que acaparó los premios en los apartados más codiciados, entre ellos, el de mejor música original, mejor guion original, mejor actor protagonista, mejor dirección y mejor película.
La otra gran triunfadora fue Modelo 77, de Alberto Rodríguez Librero. En el apartado de la mejor película iberoamericana ganó el largometraje Argentina 1985, de Santiago Mitre.
En entrevista, Homero describió a su serie A Darker God (Un dios más oscuro), que encabezará al número uno del nuevo volumen de Heavy Metal, como “una historia de horror y sci-fi en la que Marisa y sus amigos Alan y Zack se encuentran con una casa abandonada en el centro de Coyoacán, barrio tradicional de la Ciudad de México.
“Creen que se han topado con el lugar perfecto para practicar con su banda de rock, pero la realidad es que Marisa se siente atraída hacia la casa de manera misteriosa; imágenes, susurros y constantes pesadillas harán que ella se encuentre con una oscuridad que ha estado llamando su nombre durante siglos. En la casa, una horrible tragedia se repite constantemente a través del sonido, el tiempo y el espacio.”
El diablo me obligó
Se preguntó al también escritor de las historietas mexicanas Mundo diablo (inspirada en la serie de Netflix Diablero, a su vez adaptación de la novela El diablo me obligó, de Francisco Haghenbeck), Dharma y Hotel Mairet, entre otras, qué hace diferente a A Darker God de sus obras anteriores.
“He trabajado en antologías con historias autoconclusivas, no mayores a 48 páginas, pero A Darker God es mi primera serie de seis entregas en la Heavy Metal Magazine”, respondió entusiasmado.
Ríos atribuyó la publicación de A
Darker God a Carlos Fabián. “Tuvimos un clic al instante cuando nos conocimos y quisimos desarrollar una historia no lineal, con recursos no clásicos dentro del género –comentó–. La serie parece tener más en común con la literatura ergódica (que obliga al lector a ‘atravesar el texto’) que con un clásico del género.
“Desafortunadamente, Carlos fue rápidamente absorbido por su trabajo en Marvel, pero la dupla de Andrés Esparza-Oscar Carreño es una cosa sensacional que el lector irá descubriendo a medida que el título avance. A Heavy Metal le gustó la propuesta, espero que al lector ávido de cómic le parezca igual.” Al respecto, Villa expresó: “Cuando conocí a Homero yo tenía una historia, una idea. Le dejé la premisa y le dejé manejar la historia que se le viniera a la mente. Le di una semillita, y él se encargó de ponerle la tierrita, de regarla y convertirla en el relato que ya puede verse”. Agregó que no le fue posible concluir A Darker God, que continuarán desde el número dos los también mexicanos Andrés Esparza y Oscar Carreño, “porque tomé a Marvel como mi principal empleador, se vinieron cosas que hicieron que me quedara con esta editorial”. Una de “esas cosas” es una nueva serie de historietas que Villa no está hoy autorizado a revelar, pero “implicará a los principales personajes de Marvel, y… pues ahí va, no puedo revelar mucho”.

Carlos, junto con la ilustradora chilanga Janet Bazaldúxa, fue considerado por Marvel recientemente integrante de “la nueva generación de artistas de élite de la industria del cómic, personificando al talento crudo y potencial creativo que destrozará los límites de la narrativa gráfica actual”.
Ilustraciones de A Darker God (Un dios más oscuro), serie de ciencia ficción con la que se relanzará en Estados Unidos Heavy Metal. Foto archivo