
1 minute read
Perú y sus fantasmas
by La Jornada
JORGE DURAND
Pasan las semanas, las marchas y los bloqueos siguen. Siguen también los congresistas poniendo a todo un país en la mecedora mientras se apilan los muertos, los que le achacan a la actual presidenta Dina Boluarte y a su primer ministro, en tanto los congresistas se toman su tiempo y discuten si es posible que haya elecciones este año.
El fantasma de Sendero Luminoso ha vuelto a recorrer las calles de Perú. La tragedia del pasado se hizo presente en el lenguaje cotidiano. En los medios, las redes sociales e incluso en el Congreso, califican como “terruco” (terrorista) a cualquiera que protesta o piensa diferente. Si argumentan, opinan o discuten, son “caviares” (izquierda acomodada).
Sirve como mensaje o recordatorio, pero sobre todo como algo premonitorio de lo que podría pasar si la izquierda llega al poder, aunque el gobierno de Castillo y el de la actual presidente Dina Boluarte son de “izquierda” y nunca fueron calificados como terroristas.
El gobierno del profesor Castillo fue un rotundo fracaso en todo sentido y la historia le cobrará la factura a toda la izquierda peruana, desde los senderistas más recalcitrantes hasta los más tibios defensores de los derechos humanos, pasando por encima de partiditos de diferentes nominaciones, caudillos regionales, personas progresistas, intelectuales caviares, etc. Para la derecha en general, no sólo la extrema, todo se resume en que la izquierda es terrorista o filosenderista, incluidos algunos obispos, curas y todas las ONG. Una herencia pesada y di-