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de Echeverría
by La Jornada
ANDREA BECERRIL
La presentación del libro Echeverría visto a través de su tiempo se convirtió ayer en un largo homenaje póstumo de colaboradores cercanos, amigos y funcionarios del gobierno que encabezó el controvertido ex presidente de la República, hace más de 50 años.
Las épocas pasadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se hicieron presentes en esta convocatoria, en la que octogenarios y nonagenarios, como Augusto Gómez Villanueva, Sergio García Ramírez, Alfredo Ríos Camarena, Julio Faesler, Mauro Jiménez Lazcano, e incluso centenarios como Héctor Mayagoitia, expresaron su lealtad y reconocimiento a Luis Echeverría Álvarez, y a lo que consideraron el legado de su sexenio en materia de desarrollo nacional y política exterior.
Participaron también los ex priístas Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez (senadora de Morena), así como integrantes de otras generaciones, que siendo muy jóvenes se formaron en el gobierno echeverrista, como Pedro Joaquín Coldwell, Francisco Javier Alejo y Silvia Hernández.
La presentación del libro, en la casona de San Jerónimo que alberga a Itaca, Escuela de Negocios, fue precedida por la entonación del Himno Nacional, a cargo de una banda militar, y en el presidium estuvo el general José Ángel García Elizalde, representante del secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
Así lo presentó el coronel Jorge
Nuño, quien acompañó a Echeverría desde 1972 y hasta su muerte, y emocionado entonó ayer el Himno Nacional. Hubo un momento de confusión, ya que el presentador oficial pidió a los asistentes no sólo estar de pie, sino colocar su mano en el corazón. Se oyeron algunas voces que decían: “Eso lo hacen los gringos, nosotros no”, pero nadie le prestó atención y la ceremonia siguió con un minuto de silencio en memoria de Echeverría, a casi un año de su fallecimiento, cuando ya sobrepasaba los 100 años de edad.
Luego se trasmitió un video con los momentos estelares de quien gobernó México entre 1970 y 1976: discursos de campaña, reuniones con campesinos, fotografías con Fidel Castro y Salvador Allende, su discurso en la UNAM, entre otros.
José Manuel Colmenares, editor del libro Echeverría visto a través de su tiempo, subrayó que la obra consta del testimonio de 35 personas que trabajaron muy cerca de él y dibujan una sociedad muy distinta a la actual, una época “que muchos no recuerdan y otros ni siquiera conocieron”.
Ante un salón al inicio repleto de políticos, así como de amigos y familiares del ex mandatario (entre ellos sus hijos María Esther y Pablo), Augusto Gómez Villanueva –secretario de la Reforma Agraria durante la mayor parte del sexenio de Echeverría y compilador del libro–, destacó que se relatan hechos reales y puntos de vista ignorados.
El libro, comentó Pedro Joaquín Coldwell, reporta “los momentos más brillantes del sexenio de Echeverría” y contribuirá, dijo, a que los analistas e investigadores del pre-
▲ María Esther Echeverría Zuno durante la presentación del libro sobre su padre Foto María Luisa Severiano sente y el futuro emitan un juicio más informado de ese periodo.
Hablaron también Everardo Moreno Cruz, Celso Humberto Delgado, la senadora Ifigenia Martínez, el economista Francisco Javier Alejo y el cetemista y ex gobernador de Campeche, Abelardo Carrillo Zavala, quienes coincidieron en que Echeverría fue “un constructor de instituciones” que aún perduran, como el Infonavit.
La senadora del PRI Beatriz
Paredes hizo notar que una aportación del ex presidente fue abrir el relevo generacional e impulsar a jóvenes en puestos políticos, en embajadas, en liderazgos estudiantiles. Algunos de esos noveles talentos están aquí, resaltó.
La arista más controversial del gobierno de Echeverría apenas se tocó. Lo hizo primero Porfirio Muñoz Ledo, quien se desempeñó como secretario de Trabajo en su sexenio, y expuso que hay hechos conocidos como la “Plaza de las Tres Culturas” y luego el abogado Juan Velázquez, quien resaltó que la Suprema Corte lo exculpó de la masacre del 2 de octubre.
La presentación del libro duró casi cuatro horas y muchos ya se habían ido y no alcanzaron a escuchar cuando Ríos Camarena, al resaltar el apoyo de Echeverría a la familia de Salvador Allende, dijo que “fue histórica su participación en Chile, cuando el presidente Pinochet (sic) fue asesinado”.
Andrea Becerril
A partir de los señalamientos y críticas surgidas tras recibir a integrantes del Instituto Nacional Electoral (INE) y grupos que están en contra del plan B del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia comicial, que revelaron que coincidió con ellos, el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, debió aclarar ayer que no hay posibilidad alguna de modificar la minuta que les envió la colegisladora, ya que de los 420 artículos que la conforman, 419 están aprobadas por ambas cámaras.
Sólo falta que el Senado ratifique el cambio que la Cámara de Diputados formuló a un solo artículo, el de la llamada “vida eterna”, que permitía a los partidos en coalición mantener el registro aunque no lograran el 3 por ciento de la votación, detalló.
En un mensaje en sus redes sociales, rechazó que los consejeros del INE y organizaciones cívicas y empresariales, que fueron recibi-
“Al respecto, de manera personal y ante mi estricta responsabilidad, afirmo que sobre el caso particular no tenían que convencerme. Tan convencido estoy de sus preocupaciones, que en su momento voté en contra y emití un voto particular”, que es público y se puede consultar en su página electrónica.
Debido a ello, dijo, enfrentó consecuencias y reacciones diversas, pero “nunca he esquivado mi responsabilidad”, ni duda en asumir íntegramente las consecuencias de sus actos. “Por fortuna para la ciudadanía, de acuerdo con el artículo 105 constitucional, la Suprema Corte de Justicia de la Nación es la instancia que conoce sobre los asuntos de constitucionalidad de las normas generales, actos u omisiones que el Poder Legislativo emita” y en el caso de la reforma electoral, “habremos de acatar su resolución”.
Por otra parte, las comisiones de Gobernación y de Estudios Legislativos Segunda, que encabezan los morenistas Mónica Fernández y Rafael Espino de la Peña, aún no convocan a la reunión para dictaminar la minuta de la reforma electoral.
De La Redacci N
Desde Tabasco, el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier Velazco, remarcó que la defensa de la democracia plenamente ciudadana será a través de la reforma electoral, cuyo propósito es que el Instituto Nacional Electoral (INE) “sea un verdadero instrumento de los mexicanos, que vele por sus derechos democráticos y no por los intereses de unos cuantos”.
Son tiempos de definiciones, para México, “para nuestro movimiento”, por lo cual “aún cuando anden zopiloteándonos por ahí los del INE, hay que ser abiertos”, manifestó ayer en un comunicado.
Mier Velazco insistió que la bancada de Morena defenderá la reforma electoral y resaltó que ésta surge del reclamo de los mexicanos “ante el despilfarro de recursos que los consejeros del INE realizan con el dinero de todos”. Subrayó que éste maneja sin elecciones más de 13 mil millones de pesos anuales.
La democracia, agregó el legislador morenista, no puede ser tan costosa, “que sea el pueblo el que decida, que le demos cumplimiento cabal a lo que dice la Constitución en su artículo 39, que el poder emana del pueblo y se deposita originalmente en beneficio del pueblo”.
Mencionó que son los ciudadanos “quienes llevan 30 años construyendo un instituto electoral que realmente garantice un sistema democrático. Es una lucha que se ha emprendido desde la ciudadanía”.
Asimismo, enalteció la solidaridad de los ciudadanos que participan en las jornadas electorales “desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche, y no ganan lo que un consejero (electoral): 450 mil pesos al mes”.
El coordinador guinda en San Lázaro llamó a la población y simpatizantes a mantenerse unidos “y no decaer en la exigencia de una verdadera democracia, porque un país que verdaderamente aspira a vivir en democracia, no puede andar con simulaciones”.
Despertar En La Iv Rep Blica
El racismo en América Latina
JOSÉ AGUSTÍN ORTIZ PINCHETTI
NUESTRO RACISMO ES producto de una larga historia de conquista y del prejuicio de la supremacía de la raza que venció y dominó a los pueblos originarios de América Latina hace más de 500 años. Durante la Colonia se estableció un sistema de castas que dividió a la sociedad, producto de la mezcla de tres razas principales: indios, blancos y negros, modelo similar al existente en la India y que fue aplicado por más de 300 años a las colonias españolas.
A LO LARGO de la existencia de este sistema, los indígenas sufrieron las consecuencias de haber perdido la guerra contra los colonizadores, soportando un duro régimen de dominio legal y explotación de la fuerza de trabajo.
AMÉRICA LATINA CONTINÚA siendo una sociedad racista, y con esto la desigualdad se ha perpetuado. En la última década, el racismo ha sido abordado y denunciado desde diversos medios, en libros, revistas y películas. La más reciente publicación es un reportaje del periódico español El País, titulado “¿Cuál es el problema de no ser blanco?”, en el que cinco exitosos profesionales de Colombia, Chile, Honduras, México y Perú comparten las dolorosas experiencias que han tenido por el color de su piel.
FRENTE A ESTA estructura racista que persiste en la mayoría de los países latinoamericanos, la ONU ha realizado estudios que denuncian cómo este fenómeno obstaculiza el desarrollo en la región, y el Banco Mundial ha señalado que los afrodescendientes representan la mitad de quienes viven en pobreza extrema en países como Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Uruguay. En México, la denuncia de este mal se ha hecho mediante estudios como la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 (Conapred-Inegi) o El color de México, del Colmex.
NO PODEMOS NEGAR que el racismo ha tratado de ocultarse por las evidentes ventajas que tiene para los grupos dominantes que gozan del privilegio de haber nacido blancos. Basta con observar la realidad cotidiana y ver quiénes viven en los barrios más elegantes y quiénes en los más pobres.
EL FUTURO DEL racismo no es prometedor, ha crecido el número de impugnadores, tanto en los grupos blancos como en los de color oscuro, y cada vez son más las denuncias, exhibiendo su irracionalidad y los males que provoca. Se hace evidente que nuestras sociedades no podrán progresar mientras subsista la división muchas veces negada de las castas.