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Diógenes Hernández Chávez

Coyuntura Económica

La amenaza del Covid 19

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Diógenes Hernández Chávez1

El año 2019 cerró con una mala noticia para el mundo: la población de China enfrentaba una situación de confinamiento como consecuencia del surgimiento de un virus parecido a la gripe aviar, o la porcina, que rápidamente se extendió por el país y algunos lugares de Europa y Asia. Se sabe poco sobre el virus y parece enfermar preferentemente a los adultos mayores antes que a los jóvenes. Probablemente por eso es que el impacto ha sido más grave en Europa, pues es un continente con población envejecida, pero aún no se sabe con certeza el impacto que pueda tener en jóvenes y niños. Lo que es un hecho, es que los Gobiernos de los países afectados han empezado a tomar medidas al respecto y han decretado importantes medidas de distanciamiento social que impacta a gran parte de su población. El confinamiento, iniciado en China, ha provocado que el flujo internacional de mercancías se detenga y que el turismo internacional haya tenido una caída estrepitosa. Algunas de las medidas que las autoridades han decretado implicaron que las vacaciones escolares de semana santa se adelantarán y la última semana de marzo no se tendrán actividades en diversas instancias públicas. Está por verse el impacto que el confinamiento tendrá en el país y en el mundo, pero se puede pronosticar que podría ser de dimensiones catastróficas. Al escribir estas líneas (principios de abril del 2020) no queda claro si el calor es un factor determinante en la sobrevivencia y dispersión del virus, pues la mayor parte de los países afectados se encuentran por encima de la línea del Ecuador y son de clima preferentemente frío. Así

1 Profesor de asignatura del Centro Universitario UAEMex Nezaualcóytol.

es que existe la posibilidad de que nuestro clima sea un factor que minimice el impacto del virus, pero esto aún no se sabe. En México vivimos un episodio semejante, de virus y confinamiento, en 2008, en ese entonces por el virus AH1N1 o influencia porcina, que provocó que diversas actividades que implicaban aglomeración de gente fuesen suspendidas durante un par de semanas. A lo anterior se sumó la crisis financiera global, iniciada el mismo año, que trajo consigo una caída en el producto interno bruto (PIB) mayor al que se tuvo durante la crisis de 1994-1995.

El contexto internacional actual podría llevarnos a una situación semejante a la de 2008 pero magnificada. El golpe en términos de producción se vaticina como brutal, indudablemente se perderán empleos formales y, en ausencia de un estado benefactor, lo más probable es que el sector informal de la economía sea el que se encargue de captar a gran parte de la población que pierda su trabajo.

Algunas empresas empezaban ya a realizar trabajo a distancia, por lo menos algunos días de la semana. Ahora, el grueso del sector público y privado tendrán que adoptar estar prácticas dadas las circunstancias. La inmersión en el mundo tecnológico podría tener consecuencias positivas en la economía en el largo plazo: mayor producción utilizando menos insumos, como el papel o dejando de gastar en transporte. Pero esto se verá cuando esta emergencia sanitaria haya concluido y las actividades comerciales vuelvan a su curso. En China duró tres meses y en Europa continúa. Por lo tanto, debemos asumir que en México el confinamiento tendrá, como mínimo, la misma duración.

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