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Reyna Paz Avendaño - Páginas
from 01-07-2021
“Por ejemplo, si en los Estados Unidos de Trump te llamaras Abdul te pondrían sobre la pared para registrarte”, dice a Crónica la ganadora del Premio Reina Sofía de Poesía 2021
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Galardonada
Reyna Paz Avendaño
reynapazavendano@gmail.com
Cuando nacemos no nacemos discriminando al otro y tampoco los niños, cuando abren por primera vez sus ojos, piensan que por su anatomía tienen más poder que las niñas. Ésas son dos ideas que expresa Ana Luísa Amaral (Lisboa, 1956) autora portuguesa ganadora del Premio Reina Sofía de Poesía 2021, galardón de poesía más importante de Iberoamérica y que en años anteriores han recibido autores como Raúl Zurita, Joan Margarit o Ida Vitale.
Crónica presenta una entrevista con la autora del reciente poemario What’s in a Name, obra que recibió el apoyo de los libreros al ser escogido Mejor Libro del Año de Poesía por el Gremio de Librerías de Madrid y misma que ya se encuentra en librerías mexicanas gracias a la editorial Sexto Piso.
¿Cuál es su vínculo con la obra Romeo y Julieta? Shakespeare es el enorme hombre de la poesía, sus piezas de teatro son poemas y aunque Romero y Julieta no es mi preferida es una locura. Mis piezas preferidas son La Tempestad y El rey Lear, pero Romeo y Julieta tiene aquel diálogo que es todo un tratado, que es mucho más importante que un tratado de lingüísti-
Las diferencias
Escritora desde los 17 años
Portada del libro con el que Amaral ganó el Premio Reina Sofía de Poesía 2021
La poeta recuerda el libro que la impulsó a estudiar literatura portuguesa a sus 17 años de edad.
“En ese libro no aparece una mujer escritora ni del siglo XVI, XVII ni XVIII. No pensamos en eso pero si una niña sólo tiene como ejemplo que los hombres son los escritores y los que producen, lo que sucederá es que integrará esos modelos y pensará que es inferior”.
Para Amaral es vital dar autoestima y explicar que las diferencias “son maravillosas”.
“Dos hojas de árbol son diferentes una de la otra, no hay dos hojas iguales, todas son diversas pero no desiguales. Un niño entiende ese lenguaje del árbol y es importante decírselos para que el mundo ser un lugar más justo, menos violento y cruel”. ca o de filosofía del lenguaje.
“En poesía, Shakespeare consigue decir lo que los filósofos del lenguaje no consiguieron decir porque cuando Julieta pregunta ¿qué hay en un nombre si le fuera dado otro nombre a las rosas?, ¿sería menos dulce su perfume?”
Ana Luísa Amaral indica que no hay forma de responderle a Julieta porque si la rosa se llamara gafas quizá no asociaríamos el perfume a la flor. Sin embargo, la poeta advierte que Shakespeare insiste en cuestionar lo que envuelve a un nombre.
“Está el diálogo donde el nombre de Romeo es sinónimo de enemigo. Ella pregunta: Romeo, Romeo, ¿por qué te tendrías que llamar Romeo? Es decir, por qué él lleva el apellido de los enemigos de su familia y eso es maravilloso porque después Romeo le contesta: llámame sólo amor”, detalla.
¿Los nombres estigmatizan? En la sociedad en que vivimos, desafortunadamente, los nombres son muy importantes, quiero decir, los nombres pueden —e incluso los nombres de las personas—, ser equivalentes a discriminación. Los nombres pueden traer una carga muy fuerte de violencia y de discriminación.
“Por ejemplo, si te llamaras Sara en la Alemania de Hitler o si en los Estados Unidos de Donald Trump te llamaras Abdul inmediatamente te pondrían de lado sobre la pared para registrarte. O cuando nosotros en Portugal fuimos discriminados y mirados como los que no hacen nada, los que sólo quieren cerveza, sol y que no trabajan porque es la Europa del Sur contra la Europa del Norte”
La también traductora de la poesía de Shakespeare, Emily Dickinson y John Updike afirma que cuando nacemos no lo hacemos discriminando al otro.
“No nacemos mirando al otro como inferior, eso lo aprendemos. Pienso que la poesía y el arte pueden ser un vehículo fundamental de aprendizaje porque nos puede sensibilizar y alertar para lo que pasa alrededor de nosotros. Toda la gran poesía no es solamente estética, también es ética y con esto me refiero a que no tiene que hablar directamente de política”, señala.
Ana Luísa Amaral lee uno de sus poemas reunidos en What’s in a name: Pregunto: ¿qué hay en un nombre? / ¿Linajes, suelos serviles, / razas domadas por algunas sílabas, / pilares de la historia sobre leyes / que en fuego y llamarada se
forjaron?
“Es un verso muy político y es verdad, hay razas tomadas por algunas sílabas, por nombres, por pilares de la historia sobre leyes que en fuego se forjaron. Las familias de Romeo y Julieta son enemigas pero también son una metáfora para la violencia que va más allá de las familias, que va, por ejemplo, a las naciones y que después arrastra a todo el mundo. El odio no genera nada más que odio”, expresa.
MUNDO SIN VIOLENCIA
El jurado que le otorgó a Ana Luísa Amaral el Premio Reina Sofía de Poesía 2021 definió su obra como poesía que se aleja de cualquier discurso épico o grandilocuente, misma que transfigura los pequeños actos cotidianos en momentos poéticos de gran voltaje, vitalidad y profundidad.
Si alguien entiende así la lengua y está enamorada de ella, entonces la quiere conocer porque eso es lo queremos hacer cuando estamos enamorados de alguien: queremos conocerlo, saber todo de él o ella, cómo era de niño, lo que hacía, cómo vivía, qué le gustaba. Entonces, para mí es perfectamente normal que la lengua sea una especie de cuerpo con el cual es posible hacerse amor. Es un poco loco ¿no?
Ana Luísa Amaral también es profesora en la Universidad de Porto e investigadora en Estudios Feministas, Teoría Queer y Poéticas Comparadas, y por tanto, expresa que es vital la enseñanza de equidad entre niñas y niños.
¿La vida es una fila? Un día, mi hija cuando tenía 4 años me dijo: mami la vida es una fila porque primero viene el abuelo, después mi papá y luego yo. Y sí, es una fila verdaderamente, por eso la muerte de un hijo es algo
El jurado vio en las letras de Ana Luísa Amaral una poesía que se aleja de cualquier discurso épico o grandilocuente
Claro. Tengo poemas en donde el cuerpo del poema es un cuerpo amado y como si fuera posible confluir el cuerpo del poema con un cuerpo humano. Lo que yo siento por el portugués es una pasión muy grande, entre la lengua portuguesa y yo hay una relación de amor, de pasión, de enamoramiento. Estoy enamorada de mi lengua, pienso que es muy bonita. sar. En esa fila tenemos la obligación con quienes están atrás de nosotros y quienes están delante. Una fila no implica escalones ni poder, con una fila se puede hacer una rueda, tomarnos de la mano y danzar.
No tiene que ser una fila esperando y esperando justicia, no tiene que ser eso. Puede ser una fila de alegría en el sentido de Spinoza, es decir, en el sentido de apertura a las cosas y al mundo.
¿Cómo transmitir eso a las niñas? Soy feminista y pienso que la educación de las niñas es tan importante como la de los niños, es fundamental. Los niños no nacen diciendo: porque mi condición anatómica es así tengo más poder que tú; es el papá, el tío, lo que ven en la televisión y es la sociedad quien les imprime esa forma de pensar.
“Nunca he escuchado a un hombre decir: mi novia o mi compañera o mi mujer es maravillosa, me ayuda inmensamente en la casa; pero al contrario, sí oigo muchas veces: mi marido es tan bueno, me ayuda tanto en la casa, pone la mesa, cocina... y eso es visto como una cosa sorprendente. Esa mentalidad la tenemos que cambiar.
“Todos nosotros somos frágiles, hombres y mujeres, niños y niñas, somos vulnerables, todos lloramos ¿por qué un hombre tiene que ser fuerte y no puede llorar? Es fuerte para ellos porque no los deja expresar emociones porque nosotras no tenemos más emociones que los hombres”.
Ana Luísa Amaral también es ganadora de los premios Literario Correntes d’Escritas / Casino da Póvoa, de Poesía Giuseppe Acerbi, el Gran Premio de Poesía de la Asociación Portuguesa de Escritores, el Internazionale Fondazione Roma y el PEN de Narrativa