5 minute read

Página

OPINIÓN

Pepe Grillo pepegrillocronica@gmail.com

Advertisement

Claudia y Mario, con banderas desplegadas

Del Congreso Nacional de Morena salieron con banderas desplegadas Claudia Sheinbaum y Mario Delgado. La jefa de Gobierno de la CDMX refrendó su ventaja, al parecer inalcanzable, para la elección presidencial y el dirigente partidista se metió entre los finalistas para competir por el puesto que ahora ocupa Claudia. Lo de Sheinbaum no sorprendió. Es la única corcholata con ascendencia real en el partido y con acuerdos políticos vigentes con gobernadores emanados de Morena, que cada día serán más decisivos. En cambio, se pensó que Delgado tendría más obstáculos para repetir como dirigente nacional, pero no. Ganó sin despeinarse. Es operador de confianza de Palacio Nacional. La pregunta pertinente, de cara a lo que viene, es cómo manejará Morena a sus cabos sueltos: Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, que al parecer no tienen lugar dentro de la 4T después del 2024.

De alto riesgo

Justo dentro de una semana será el octavo aniversario de la noche triste de Iguala. Serán días de tensión creciente que encierra riesgos para todos, en particular para las actuales autoridades estatales y municipales en Guerrero que tienen una papa caliente en las manos. Otro que camina por el filo de la navaja es Alejandro Encinas. El subsecretario disfrutó poco tiempo del impacto de su versión de los hechos. Un juez consideró que José Luis Abarca no tiene vela en el entierro, lo cual pone en aprietos graves toda la narrativa del gobierno. Si no se pudo sostener la acusación contra el ex alcalde, qué esperanzas tienen otras acusaciones, como la gravísima en contra del ahora general José Rodríguez. Será una semana de sobresaltos.

Redentor fallido

Igual y no se trata de un caso extremo de megalomanía, sino de un gesto de buena fe de un corazón acongojado, pero las ocurrencias pacifistas de Palacio Nacional deben terminar. Los procesos de pacificación de conflictos internacionales, como el que protagonizan Rusia y Ucrania, no responden a las ocurrencias del presidente de un país situado a más de 10 mil kilómetros de distancia Es momento de que el mandatario escuche a los expertos en asuntos internaciones. En México los hay. Ahora en lugar de resolver un conflicto nos metimos a un problema que el país no tenía. Si se trata de un afán incontrolable de pacificar, casi un llamado de poderes celestiales, en México abundan regiones donde podría calmar sus ansias redentoras. Es un bochorno compartido que las propuestas presidenciales se descalifiquen o de plano sean ignoradas por gobiernos extranjeros, pero qué necesidad.

Manejo irresponsable

El comportamiento, las declaraciones, las decisiones del presidente mexicano y su equipo de trabajo durante la pandemia de COVID serán evaluadas dentro y fuera del país. Una evaluación crítica dentro del país supone enfrentar a la maquinaria de propaganda de la 4T, que es gigante y despiadada. La actual correlación de fuerzas políticas es adversa para este tipo ejercicios. Pero en el exterior hay márgenes más amplios de acción. Por eso la revista especializada The Lancet no tuvo reparo en calificar de “muy irresponsable” Declaraciones que ignoraron evidencia científica con lo que se arriesgó a la población. ¿Cuántas víctimas fatales ocasionó este desempeño? No se sabe el dato, pero el momento de rendir cuentas está por comenzar.

OPINIÓN

La falla de los gobiernos en la pandemia por COVID

Gerardo Gamba* gerardo.gambaa@incmnsz.mx

El pasado 15 de septiembre se publicó en la revista Lancet (doi.org/10.1016/ S01406736(22)01585-9) el resultado del análisis de la respuesta a la pandemia de COVID-19 en el mundo por la comisión Lancet, que viene haciendo este ejercicio desde junio de 2020. La comisión está conformada por científicos de varias partes del mundo que se han dado a la tarea de analizar el devenir de la pandemia, con el principal objetivo de determinar que se hizo bien y que se hizo mal, con la idea de preparar al mundo para que en la próxima pandemia (que sabemos que va a ocurrir) tengamos una mejor respuesta. Esta es una de las diferencias entre la ciencia con algunas otras actividades humanas: analizar lo sucedido para aprender de ello, exponerlo y tratar de evitar repetir los errores.

La comisión consta de 28 comisionados en los que hay expertos en políticas públicas de salud, cooperación internacional, epidemiología, vacunología, economía, sistemas financieros, sustentabilidad de la ciencia y salud mental. Se creó con cuatro objetivos: atender la epidemia y reducirla, analizar y hacer frente a las crisis humanitarias resultado de la pandemia, analizar y hacer frente a la crisis financiera resultado de la pandemia y hacer recomendaciones para reconstruir a la sociedad en una forma más justa y sustentable.

El informe es muy extenso y puede llevar varias semanas leerlo con detenimiento, pero tiene un buen resumen al inicio, en el que presenta en un par de páginas los resultados más importantes del análisis realizado hasta el momento. En este y algunos editoriales posteriores podremos analizar lo más importante, porque vale mucho la pena conocerlo.

El reporte de la comisión resalta al inicio que a pesar de que hay 6.9 millones de muertes reportadas por COVID, el exceso de muerte en el mismo período de tiempo en el mundo ascendió a 17.2 millones de muertes. Es decir, que hay 10.3 millones de muertos que no fueron declarados por COVID. Sabemos que la mayoría si fueron por COVID, pero no cumplieron el requerimiento de una prueba positiva, lo que depende en realidad de que tantas pruebas se hacían en su localidad. El resto del exceso de muerte no fueron pacientes COVID, sino enfermos que, sin la emergencia sanitaria y la absurda respuesta a la misma, hubieran sobrevivido al problema médico que presentaron. Pero la ausencia de lugares para hospitalización y de recursos para lo que no fuera COVID jugaron en su contra.

Estos son datos duros que revelan una enorme tragedia ocasionada por el SARSCoV-2, aunado a una falla global masiva en la respuesta a la pandemia. Los gobiernos fallaron en atender de inmediato a la pandemia que se venía encima, en buena medida, por ignorancia científica y oídos sordos a las advertencias de quienes entendían el tema, así como intereses personales o partidarios de popularidad. En la página 24 se resalta la irresponsabilidad de los líderes políticos con influencia que actuaron con intereses ajenos a la salud y dejaron a la humanidad en una situación vulnerable. Es una pena que en relación con este enunciado citen las respuestas tempranas e ineficientes de varios gobiernos, incluyendo el de Estados Unidos, Brasil y México y que resalten el “no pasa nada, hay que abrasarse” y aquello de que para defenderme del SARS-CoV-2 “tengo mi estampita y le digo detente”. Me recordó nuevamente aquella pancarta que sostenía una joven en la marcha por el día de la ciencia y decía: “En todas las películas en que ocurre un desastre, al principio siempre hay un científico que es ignorado”.

Hay 10.3 millones de muertos que no fueron declarados por COVID

This article is from: