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Las exportaciones siguen diversificándose

Ecuador continúa ganando terreno como exportador de frutas. Apenas en este año, el valor de las exportaciones de una decena de frutas no tradicionales aumentó en más del 60%. Se trata de una excelente noticia, en un momento en el que los precios de otros productos han bajado y en que la probable llegada de El Niño amenaza a ciertos productos tradicionales de exportación.

El panorama es alentador. Gran parte de la producción se concentra en zonas tradicionalmente deprimidas y ajenas a la agroexportación tradicional; allí, dinamiza la economía local y genera empleo. Implica aprovechar algunas de nuestras inmensas ventajas, como un suelo rico en nutrientes, abundante sol, grandes recursos hídricos y una gran masa de trabajadores en edad productiva. Ecuador está cosechando grandes éxitos en varios productos en los que se juzgaba imposible competir con potencias locales —aguacate, granadilla, maracuyá, pitahaya, uvas, arándanos, etc.— y es solo cuestión de tiempo antes de que toda esta experiencia se refleje en una vasta generación de conocimiento y tecnología propia, como ya se vio con el banano, el camarón y las flores.

Ante todo, este positivo crecimiento es producto del trabajo de la gente y de la bondad de la geografía. Sin embargo, su potencial sería mayor si contara con una gestión pública pragmática . Esfuerzos como la consolidación de beneficios arancelarios con Estados Unidos, una mayor inversión en seguridad, conectividad o mejoras en infraestructura vial básica harían una inmensa diferencia. La tarea pendiente es para las autoridades que están por llegar.

Acuerdo de granos

Desdeque estalló la guerra de Ucrania, uno de los grandes problemas que se produjo, dado el hecho de que Ucrania es el gran productor de cereales y que Rusia tiene también una enorme producción de granos, además de fertilizantes que se venden al mundo entero, fue el de la provisión de cereales, sobre todo a países de África, que dependen casi en su totalidad de estos productos.

Países que sienten desde antes procesos de hambruna, se vieron angustiados frente a la guerra y a la posibilidad de que estos alimentos escaseen cada vez más.

Los países involucrados, sobre todo con la intervención de Naciones Unidas, consiguieron hace aproximadamente un año, que se firme un ‘Acuerdo de Granos’, que posibilite el mantener precios razonables de los cereales que puedan ser vendidos a través del sistema de Naciones Unidas y puedan llegar a su destino para evitar esa hambruna que mencionamos y que se agrava aún más por los efectos del cambio climático, que alteran los regímenes de lluvias y también producen olas de calor y de frío que destruyen los campos y las cosechas.

Debemos mencionar que también en nuestros países nos hemos visto afectados por cierta escasez de granos, de aceites, de abonos, así como por la subida de precios, lo que afecta a los sectores populares. En estos días Rusia anuncia que se saldrá del Acuerdo de Granos, lo que dejaría en una situación de indefensión por falta de alimentos a muchos países y a millones de personas en todo el mundo, especialmente en regiones del África.

Se anuncia la intermediación de Erdogan, el presidente de Turquía para tratar de convencer al presidente ruso Putin a fin de no salirse de un acuerdo que ha sido la puerta de escape para evitar una crisis mundial de alimentos. Esperemos que la situación no se agrave y, en medio de una guerra absurda, se encuentre al menos la posibilidad de continuar con este acuerdo humanitario.

de una estructura, donde la jerarquía y las figuras autoritarias disponían sus acciones. Quienes han desobedecido viven con miedo; muchos políticos lo saben y lo viven hasta el presente porque perdieron la voluntad de ser libres y responsables de sus propias acciones.

La obediencia enfrenta a la gente a situaciones en las que tienen que decidir si están a favor de la condición que le imponen o hacer valer su autonomía, dignidad y moralidad. La concepción psicológica y el conflicto de someterse a dirigentes, políticos y dictadores que controlan su mente, su conducta y su moral para la consecución de objetivos concretos y absolutistas han cambiado el rumbo sus vidas, convirtiéndoles en prontuariados, prófugos o ‘víctimas’ de sus propios errores. Hoy, viven ocultos, disfrutando de los bienes mal habidos con los que compran a la ‘justicia’ para victimizarse como perseguidos políticos. Las supuestas víctimas, sin criterios ni razonamien- tos, siempre tienen que estar influenciadas por los ‘jefes eternos’ para no caer en la desobediencia, porque las consecuencias de no hacerlo suelen ser devastadoras; y, donde su integridad mental, física y social se encuentra seriamente amenazada. Los valores personales son muy diversos, los rasgos de personalidad, la historia individual, la educación y las experiencias de aprendizaje, permiten desarrollar un sistema de valores que ayudan a pensar en el futuro personal y familiar; pero no todos los políticos tienen desarrollada esa capacidad y son presa fácil de la sumisión a la ‘autoridad’.

Para ser conscientes del mundo donde se vive, las diferencias individuales juegan un papel importante. El análisis de cada persona le ubica en su conciencia. Si alguien desobedece lo hace porque tiene miedo dentro de un régimen autoritario donde las garantías no existen , pues están controladas para hacer lo que se dispone y poder sobrevivir. Su voto decide.

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