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La dolarización necesita cambios para generar empleo

Ni siquiera en la época de más alto crecimiento (2004 a 2014) se logró generar suficiente empleo de calidad. Se necesitan cambios en cómo gastamos e invertimos los recursos.

Desde 2004 a 2014, la economía ecuatoriana vivió una de sus épocas con más crecimiento económico de su historia reciente.

Sin embargo, en el pico de ese crecimiento, el empleo adecuado (con al menos el salario básico y 8 horas de jornada) apenas llegó al 49%. Al año siguiente (2015), ese empleo se comenzó a desplomar cuando se desinflaron los precios del petróleo.

Vicente Albornoz, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de las Américas (UDLA), ha dicho en múltiples ocasiones que ese resultado es malo y apunta a que la economía ecuatoriana tiene problemas estructurales.

El país ni siquiera pudo llegar al 50% de empleo adecuado después de que el régimen de Correa más que duplicó, hasta el 44% del Producto Interno Bruto (PIB), el gasto público y el Estado.

De acuerdo con Saúl Robalino, economista y consultor en temas de desarrollo productivo, la economía dolarizada de Ecuador necesita urgentemente reformas de largo plazo para ser más competitiva y generar empleo.

“La dolarización es un sistema rígido, que le quita el poder de imprimir dinero a los políticos; pero necesita flexibilidad y apertura. Ecuador hizo algunas reformas a inicios de los 2000; pero luego ahí quedó”, puntualizó.

Ahorro e inversión

En primer lugar, se necesita impulsar el ahorro y la inver- sión en el país. Para eso, una de las reformas ineludibles está relacionada con el fondo de pensiones. El sistema actual de reparto significa gastar todo ahora y esperar que haya suficientes trabajadores activos en el futuro.

Este modelo deja en las cuentas del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) un valor correspondiente a menos del 30% del PIB para invertir.

Ecuador necesita, según Robalino, un sistema por lo menos mixto con cuentas individuales y afiliación más simple y flexible.

“En países como Chile, el dinero de las pensiones ha sido una de las principales fuentes de inversión para la creación de empresas, construcción de proyectos de infraestructura, ampliación de los créditos de vivienda y reducción de las tasas de interés”, puntualizó.

A la par de los cambios en pensiones, se debe eliminar el sistema político de tasas máximas de interés; y flexibilizar las leyes para que, como ha explicado Carlos Cobo, director ejecutivo del Instituto de Economía Política, la competencia de la banca extranjera inyecte capital e innovación en el país.

Uno de los más importantes economistas liberales en España, Juan Ramón Rallo, ha explicado que las economías que mejor calidad de vida y desarrollo generan no son las que viven al día (gastándose todo); sino las que más ahorran e invierten.

Menos burocracia Como LA HORA analizó en una nota sobre el costo de la vida en Ecuador, una de las principales trabas al desarrollo es un estado ineficiente que gasta mucho, pero mal.

Entre 2004 y 2022, el gasto público en salud y educación pasó de $1.368,9 millones a

Dinamarca.

$7.270,3 millones anuales. Es decir, más que se quintuplicó; pero la salud y la educación en el país tienen enormes falencias.

Esto quiere decir, como ha repetido Mauricio Pozo, exministro de Economía, que la solución a los problemas del país no pasa por más gasto; sino mejor gasto.

Para que eso sea posible se debe reducir los trámites públicos, por lo menos a la mitad; reestructurar las instituciones y la burocracia; además de simplificar el sistema de contratación pública.

A la par, para que el sector privado se convierta realmente en el motor de la economía, se debe impulsar un paquete de al menos tres reformas: Ley de inversiones, que incluya una simplificación de todo el sistema de impuestos. Desde el lado más liberal, el economista Pablo Lucio Paredes, junto al Foro Libertad y Prosperidad, se ha propuesto un sistema tributario “sensato” que se base en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y un Impuesto a la Renta sencillo y lógico. Los demás tributos deberían ser eliminados.

Otra reforma importante tiene que ver con las zonas francas, la reducción de aranceles y costos de producción.

La tercera arista está relacionada con cambios en la normativa de contratación laboral, en la que se establezcan el marco general, de manera clara y concisa; pero se deje suficiente libertad para que entre empleador y empleado se puedan acordar los términos de la relación laboral. En este sentido, uno de los modelos a tomar en cuenta es el de

“Si existe más sector privado y menos burocracia ineficiente, se pueden destinar más esfuerzos a lo importante. (El presidente Guillermo) Lasso ha hecho cambios valiosos como la eliminación paulatina del Impuesto a la Salida de Divisas y la ley de transformación digital ; y la apertura comercial, pero se ha quedado corto”, añadió Robalino.

Reglas claras y estables

El no tener reglas claras y estables es una de las principales trabas para el desarrollo del Ecuador.

En su libro titulado ‘Cuentos Chinos’, el periodista Andrés Oppenheimer explicó que países como Ecuador no prosperan ni se desarrollan porque las leyes y los compromisos se cumplen o no dependiendo del político de turno.

El ministro de Economía, Pablo Arosemena, ha reconocido que tenemos el lastre de ser de los que más han dejado de pagar deudas (caer en default) en los últimos 80 años.

En el índice de Libertad Económica, Ecuador tiene el puesto 119 a escala mundial y el 24 en América Latina.

La mejor calificación la sacamos en el sistema monetario (dolarización); pero reprobamos en el estado de derecho, la eficacia regulatoria y el tamaño del Gobierno.

Según Andrés Carrera, ingeniero petrolero, las reglas claras comienzan con despolitizar los sectores estratégicos: convertir en una empresa por acciones a Petroecuador y blindar de los políticos a los contratos petroleros y mineros.

“En Colombia y Chile, los inversores privados están buscando la vía de salida. Ecuador podría aprovechar ese escenario; pero el enemigo interno dentro de la burocracia y los intereses de años frenan las reformas que estaban en el decreto 95 firmado por Lasso en julio de 2021”, recalcó. (JS)

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