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Elección del delegado de los Deportistas
MARÍA PAZ JERVIS
• Presidenta Ejecutiva de la Cámara de Industrias y Produccióm
¿Por qué con China?
Con frecuencia tendemos a pensar que celebrar acuerdos comerciales con los grandes países y grandes mercados del mundo puede suponer una desventaja para nuestro pequeño país, pero no necesariamente es así. Si se negocia
de manera inteligente, óptima y técnica, sobreponiendo los inte-
reses del Ecuador, los acuerdos comerciales pueden crear condiciones de intercambio positivo.
La firma de un acuerdo de comercio con China representa una opor-
tunidad para el Ecuador, sobre todo considerando que esta es una economía con una gran demanda
de alimentos. Además, el acuerdo permitiría estrechar las relaciones comerciales con el principal proveedor mundial de insumos para la industria, posibilitando el incremento de la eficiencia en la industria local, abriendo oportunidades
para la integración en cadenas productivas con el Asia y además que productos ecuatorianos ingresen a esa región.
Un acuerdo comercial con China
será positivo si con este se garantiza de manera efectiva el acceso de las exportaciones de los principa-
les productos ecuatorianos como camarón, langostino congelado, rosas y flores, cacao en grano, harina de pescado, pescado congelado, entre otros, por el efecto de una reducción arancelaria. También, existen productos con potencial de exportación que todavía no han logrado ingresar al mercado chino por la demora en la gestión de certificaciones y permisos.
Pero la negociación con China puede ser muy compleja si no se toma en cuenta la defensa de sectores sensibles. Es hora de abrirnos al mundo, en procesos ordenados, estratégicos y progresivos. Sería ideal también que Ecuador consiga abrir otros mercados de importantes socios comerciales.
Por eso el sector privado productivo ecuatoriano ha venido apoyando este proceso a través de la figura de Cuarto Adjunto y las coordinaciones espejo, brindando apoyo técnico durante los procesos de negociación de estos acuerdos comerciales.
EDITORIAL
El mito de la condonación millonaria
El sector más deshonesto de la oposición intenta ahora, con renovado afán desestabilizador, posicionar entre la ciudadanía la mentira de que los últimos gobiernos han condonado miles de millones en impuestos a grandes empresas. De esa forma, se busca deslegitimar todos los esfuerzos del Ejecutivo por ordenar las cuentas del país y su negativa a ceder ante las exigencias de dádivas de diferentes grupos.
Los supuestos miles de millones existen apenas en la mente de los fanáticos que defienden esa versión engañosa. Los presuntos beneficiarios sí pagaron los impuestos que adeudaban y las condonaciones se aplicaron a valores que, en realidad, nunca pasaron de ser meros anhelos de quienes manoseaban la ley tributaria, como multas irracionales, intereses por mora divorciados de la realidad o montos en litigio que jamás se resolverían. En otros casos, esas cifras devienen de grotescos errores de cálculo o confusión de términos básicos de materia tributaria que, en teoría, todo político debería dominar.
A los vendedores de humo de nuestra política les gusta comparar realidades con escenarios utópicos que habitan solo en sus cabezas. El que un gobierno arbitrario del pasado haya decidido caprichosamente que miles de millones del sector privado le pertenecían no implica que esa riqueza haya llegado, en ningún momento, a ser parte del presupuesto del Estado.
Creer que el déficit presupuestario se puede arreglar por medio de
confiscaciones, sin entender el efecto catastrófico que ello tendría en el tejido productivo en su conjunto, es igual de absurdo. De forma irresponsable, la oposición busca pretextos cómodos y consuelos imaginarios, mas no alternativas reales.
FRANKLIN BARRIGA LÓPEZ
f-barri@uio.satnet.net
Riesgos volcánicos
En la Isla Grande de Hawai,
dos volcanes, interconectados entre sí, se encuen-
tran en erupción: el Kilauea y el Mauna Loa, ambos considerados sagrados por los nativos, que siguen prodigándoles ofrendas.
Desde hace mucho tiempo, el Instituto Geofísico de los Estados Unidos, la Agencia de Manejo de Emergencias, junto a otras instituciones afines de ese Estado norteamericano que comprende pintorescas islas en el Pacífico, en acción coordinada trabajan
para mitigar efectos adversos en la población, para lo que oportunamente la preparan e informan de la situación real,
como las alternativas para movilizarse si la principal carretera es invadida por la lava o lo que se tiene que hacer frente al gas, la ceniza o las hebras de vidrio que enrarecerían el aire y producirían potenciales problemas entre la población. No se ha olvidado que, en el 2018, el Kilauea arrasó con setecientas viviendas, obligó a desplazamientos poblacionales y produjo otros daños de magnitud.
Expertos manifiestan que frente a una erupción volcánica de poco sirve construir barreras, cavar trincheras e instalar bloques de hormigón, obras que a más de ser costosas y dispendiosas no son la mejor opción, ya que las acciones del hombre se presentan como pequeñas cosas frente a los fenómenos de la naturaleza. Aseveran, además, que lo más
importante es encontrarse listos con planes de contingencia y evacuación.
Estas consideraciones se vuelven oportunas realizar, en estos días en que el Cotopaxi, uno de los volcanes más altos y peligrosos del planeta, por medio de sus emanaciones de gases, vapor de agua, ceniza y tremores, está
recordando que es activo y que, en cualquier momento, puede expulsar lo que contiene sus
entrañas, como varias veces lo ha hecho y ha quedado registrado en crónicas de caracteres de intenso patetismo, que jamás se las debe olvidar.
MANUEL CASTRO M.
manuelcastromurillo@hotmail.com
¿Quiénes propician la violencia?
El Ecuador está desesperado por la insurgencia de la violencia. Algunas personas piden a gritos que la fuerza sin límites la reprima, exigen gobernantes duros, fuerza pública violenta y sin entrañas, única forma de salvar al país de la inseguridad. Mas
la violencia proviene de los malos gobernantes y de los pésimos jueces. Desde luego sin olvidar las
injusticias sociales, pero que no buscan la violencia por la violencia o por obtener beneficios ilegales, sino igualdad, equidad, trabajo, en fin justicia.
La violencia en sí es un poder nefasto, venga de quien venga. La violencia ilegal en el Ecuador proviene de la narcodelincuencia, de las pandillas organizadas y de los ‘tontos útiles’ y sus políticas desestabilizadoras, salvo que hayan llegado al poder, sin ética y sin resultados positivos como los correístas y otros populistas que
a lo único que aspiran es disfrutar y quedarse en el poder, droga muchas veces más fuerte que los alucinógenos.
Las sugerencias de imponer la fuerza, de ‘aniquilar’ a los delincuentes, de armar a los ciudadanos no solo que tienen sus bemoles sino ineficiencia y lo peor que adolecen de justicia y de derecho. Acabo de ver la película ‘Argentina 1985’, basada en hechos históricos, que narra el juicio y condena al gobierno militar argentino que combatió a terroristas argentinos en esos años pero con espantosos crímenes, con violencia ilimitada, torturas, asesinatos y desapariciones.
Los gobernantes aducían que era una “guerra”, pero olvidaron que primero está la justicia y el derecho de los insurgentes,
así que asesinaban a los presuntos asesinos o los desaparecían. En el fondo no solo había represión sino sadismo, locura moral y falta de respeto a los derechos humanos.
La justicia reglada tiene que provenir de los que quieren un
país sin delincuentes, sin negocios turbios, sin impunidad. Si se procede de ‘facto’, a la vuelta de la esquina surgen los cobardes, los sádicos, de los que matan a los que matan.
La impunidad, los malos gobernantes y jueces son los causantes de la violencia y luego serán las víctimas, posiblemente de una justicia