LA GRAN SORPRESA
Mateo
(Santiago, Chile)
Abro la puerta y pongo mi mochila en el sofá. Saco mi computadora para empezar mi artículo para Somos reporteros, una revista digital internacional. Quiero escribir un artículo sobre Chile, mi país, para la próxima edición, pero todavía no sé de qué voy a escribir. Abro mi computadora, pero entonces oigo voces en la cocina. Son de mi papá, mi mamá y mi abuela Silvia. Mis padres nunca están en casa cuando llego del instituto... algo no es normal. Entro a la cocina, y todos me miran muy serios.
—Mmm… Buenas tardes… Hola, abuela Silvia. ¿Ocurre algo?
—Mateo, tenemos que hablar contigo. Hay algo que tu abuela nos contó hoy. Es un secreto de familia. El secreto tiene
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que ver con tu tía abuela Leti —dice mi padre.
—¿Está bien? —pregunto, un poco preocupado.
—Sí. Está bien —dice mi mamá.
—Mateo, vení —dice mi abuela Silvia.
Me siento al lado de mi abuela Silvia. Ella me toma la mano y me dice:
—Mateo, vos sabés que mi hermana tiene dos hijos, tu tío Fernando y tu tía Claudia.
—Claro, abuela…
—Pues ocurre que tu tía abuela también dio a luz a otro bebé.
—No puedo creerlo. ¿Otro bebé? ¿Tengo otro tío o tía que nunca conocí? ¿Dónde está? ¿Por qué nunca hablaron de esto antes? —pregunto.
—El día de su nacimiento, los médicos le dijeron a mi hermana que el bebé murió, pero Leti nunca lo vio.
—Abuela, es una historia triste, pero no comprendo por qué todo esto es un secreto.
—Mateo, Leti dice que oyó llorar al bebé, que el bebé no murió en el parto —dice mi papá.
Por media hora más, mi abuela me cuenta lo que pasó con Leti. Mi tía abuela dio luz a su bebé durante la dictadura de Augusto Pinochet. La dictadura de Pinochet fue una época brutal en la historia de mi país. Para ganar dinero, el gobierno robó muchos bebés de sus padres y luego algunas familias adoptaron a estos bebés ilegalmente.
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—Mateo, no fueron unos años fáciles —dice mi madre.
—¿Cómo puedo ayudar yo? —pregunto.
Mi papá explica que hay organizaciones que ayudan a conectar a los papás con los hijos desaparecidos. Me preguntan si tengo tiempo para investigarlas. Mis papás saben que, como reportero, me encanta investigar por internet. Además, mi tía abuela Leti es una de mis personas favoritas.
—Claro que voy a ayudar.
—¡Ay, Mateo! Gracias. Le voy a decir a Leti que la vas a ayudar. Vos sos buen chico —dice mi abuela.
Mi abuela me da un beso y luego recibo otro de mi mamá.
Con una sonrisa les digo:
—Ahora, Mateo el reportero tiene trabajo.
Tomo mi mochila y voy a mi cuarto. Investigo por una hora sobre los niños robados durante la dictadura de Pinochet en Chile. Encuentro muchos artículos con títulos como «Cuando desaparecí», «Veinte mil niños robados» o «Adopciones ilegales». Conozco un poco la historia de la dictadura, pero ahora conozco a una persona directamente afectada. Esto es distinto. Me siento parte y quiero saber más.
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Saco mi teléfono y escribo un mensaje a mis amigos Valentina y Hugo, quienes también escriben para Somos reporteros. Valentina es argentina, de Buenos Aires. Hugo es español, de Madrid.
No van a creer el secreto que descubrí hoy...
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LA INVESTIGACIÓN EMPIEZA
Valentina
(Buenos Aires, Argentina)
Oigo mi teléfono. Bzzz. Bzzz. Tengo un mensaje nuevo. Debo empezar a escribir un artículo para Somos reporteros. Necesito pensar en una idea pronto... pero luego veo que el mensaje es de mi amigo Mateo. Es un mensaje muy interesante:
Mateo
No van a creer el secreto que descubrí hoy...
Le respondo inmediatamente:
¡¿Qué pasó?!
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Hugo, nuestro amigo de España, también responde rápidamente, aunque es muy tarde para él:
Hugo
¡¡Necesitamos saber!!
Mateo
Descubrí un secreto familiar. ¿Saben que en Chile había una dictadura brutal bajo Pinochet, sí?
Muchos bebés fueron robados de sus familias.
¡Hoy descubrí que mi tía abuela Leti dio a luz a un bebé que fue robado!
¡Qué horror! Lo siento mucho.
Hugo
¡¿Qué vais a hacer?!
¿Sabéis qué le pasó al bebé?
Mateo
Eso es lo que quiero investigar. Pienso escribir un artículo sobre la dictadura y lo que le pasó a Leti para Somos reporteros.
¡Qué buena idea!
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