ALMA
y 12 años respectivamente, y todavía queda muchísimo por hacer. Aún tenemos TODOS (más todos que todas) el deber moral de fomentar la aplicación de esos artículos a favor de la igualdad. Soñemos, pues, con un campeonato de clubes, tal vez más cercano de lo que parece, en que haya tantos equipos femeninos como masculinos; que las organizaciones y federaciones autonómicas reflexionen, a partir de todo su bagaje, sobre cómo seguir equilibrando el espacio de las mujeres. Creemos, en definitiva, un ambiente donde las mujeres no necesiten decir que se sienten empoderadas, sino simplemente que a gusto. Y que ese «estar a gusto» se contagie. Y por todo eso, nosotras, las mujeres, somos las primeras que tenemos que dar ejemplo, animándonos a participar en carreras, sin miedo a ser las únicas en una categoría, orgullosas tanto cuando somos una entre muchas, como cuando somos una pionera. Sin temores por la edad, inexperiencia o niveles. Aprendiendo de los errores, como todos y todas. Valientes para correr, subir y también para avituallar, acompañar, ayudar, porque todo cuenta, porque todo suma. Garantizar la plena igualdad de acceso, participación y representación de las mujeres, de todas las edades y condición, en todos los ámbitos y a todos los niveles, como practicantes, gestoras, dirigentes, entrenadoras, técnicas, árbitras, juezas, periodistas e investigadoras, es labor de todos y todas. La piedra angular de este edificio es nuestra propia valentía. Historia brillante o anónima del deporte, pero historia que mueve montañas, no éstas tan bellas que se han subido en Borriol, sino
200 KISSTHEMOUNTAIN
REVISTA DE MONTAÑA
las montañas de la torpeza, la ignorancia y la injusticia. ¿Por qué no ser tú la próxima que formes parte de un equipo femenino de carreras por montaña, equipo de aficionadas, de élite, de una selección autonómica o de un grupo de amigas? ¿Por qué no ser tú el próximo que animes a tu hija, hermana, madre, amiga, compañera…, a integrar las filas de un equipo de mujeres y lanzarse a la arena, al barro, al agua y a la montaña de una competición autonómica o nacional? Valentía también, y muy necesaria e importante, la de tantos organizadores y personas que participan en estos deportes y que están ayudándonos a dar visibilidad, con una foto, con un dorsal, con una frase de ánimo. Que no pueden dejar de reflexionar sobre cómo apoyar, desde su carrera —sea emblemática o recién creada— y desde su federación, la participación de las mujeres. Que leen y escuchan con humildad lo que las mujeres están escribiendo sobre la paridad en los sorteos, en las crónicas, en las selecciones. Que no se toman a la ligera sus anécdotas y experiencias personales. Que empatizan de principio a fin. La resaca de esta MABO 2019 es la de la alegría y la esperanza. Queda mucho por hacer, mucho por andar, muchas montañas por mover (¡y subir!), pero los 20 equipos femeninos que han conseguido clasificarse y los 25 que han participado son, a la vez, la cima de todo lo que se ha trabajado en esta dirección y el augurio de una primavera segura. «El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños», dijo Eleanor Roosevelt. Las pioneras creyeron y creen, y la belleza del sueño ya es una realidad.