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LACATON & VASSAL

La arquitectura como punto de partida del planeamiento urbano. Los invernaderos en relación profunda con lo existente.
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El estudio Lacaton & Vassal proviene de Francia, y fue fundado por Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal en el año 1987. Su firma se destaca por su enfoque innovador y su compromiso por la arquitectu ra sostenible y socialmente responsable. "Mejorar en lugar de demoler" se presenta como una de sus filosofías.
PRIMER ACERCAMIENTO
En un contexto urbano donde la densidad poblacional y la escasez de viviendas asequibles son desafíos comunes, Anne Lacaton y Jean Philippe Vassal nos invitan a repensar la relación entre la arquitectura, el entorno construido y la sostenibilidad, nos muestran que la renovación urbana no tiene que ser sinónimo de demolición y gentrificación, sino que puede ser una oportunidad para revitalizar comunidades, preservar el patrimonio arquitectónico y promover prácticas sostenibles. Su enfoque arquitectónico busca crear sitios flexibles que puedan adaptarse a diferentes necesidades y usos a lo largo del tiempo, permitiendo la evolución y la reconfiguración de los espacios mejorando la calidad de vida de los usuarios al incorporar invernaderos en sus diseños, proporcionando espacios saludables y agradables de habitar que funcionan como amortiguadores y reguladores del clima. Sin necesidad de un gran presupuesto, hacen arquitectura pensando en el contexto social, económico y cultural dando como resultado una arquitectura eficiente y preocupada por el consumo y la preservación patrimonial. Se comprometen con la sostenibilidad y buscan soluciones que minimicen el impacto ambiental, aprovechando la luz natural, la ventilación y la utilización de materiales respetuosos con el medio ambiente buscando revitalizar y transformar las áreas urbanas existentes. La arquitectura debía tener un objetivo social dentro de un marco de economía radical demedios y ejercerse con un entendimiento crítico de lo que significaba la sostenibilidad.
LA ARQUITECTURA COMO EXTENSIÓN DEL ENTORNO URBANO Pensando el interior del edificio como un sistema en sí que se extiende al sitio conformando el entorno urbano, viéndolo no como algo estanco sino en constante movimiento podemos entender que la arquitectura debe tener en cuenta las particularidades de cada individuo y está determinada por las personas que lo habitan. Partiendo desde este concepto, Lacaton y Vassal crean espacios flexibles, con la mayor extensión de superficie posible, sin uso prefijado que permite una libertad de uso máxima. No se trata de un recipiente estanco, sino que es posible regular su temperatura y uso. Consideran que la arquitectura debe centrarse en mejorar la vida de las personas aprovechando al máximo las características existentes de un edificio y mejorarlas para que se adecuen a las personas que lo habitan. Esta arquitectura vista como elemento de un todo urbano que no deben ser concebidos como entidades aisladas, sino como parte integral del tejido urbano que establece una conexión armoniosa con su entorno y sensible a la configuración de la ciudad existente. En lugar de buscar generar una ruptura radical con el contexto, se busca crear una continuidad y coherencia entre los edificios y el sitio circundante. Así se puede ver lo existente como una riqueza y una base para el diseño arquitectónico preservando la memoria y la identidad de un lugar, evitando la destrucción innecesaria y el desperdicio de recursos. Abogan por la flexibilidad en el diseño arquitectónico para adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios y mejorar la calidad de vida de las personas a través de intervenciones arquitectónicas cuidadosas que aprovechan y mejoran las características existentes de los edificios como extensión del entorno urbano y continuidad del contexto existente. Para Silvestri, considerando lo escrito en “El paisaje como cifra de armonía”, el paisaje es una cifra de armonía porque representa una síntesis entre la naturaleza y la cultura humana, su belleza y diversidad inspiran a la creatividad y a la reflexión sobre nuestro lugar en el mundo. Podemos entrenar y mejorar nuestra percepción del paisaje, y cómo la percepción del paisaje puede influir en nuestra comprensión y apreciación de otros aspectos. Entonces, la cultura juega un papel importante como elemento integrador, influyendo en la forma en que las personas se relacionan con el entorno natural, y puede tener un impacto significativo en la forma en que se planifican y diseñan los espacios urbanos y rurales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la integración de la cultura en el paisaje debe ser cuidadosa y respetuosa, y debe tener en cuenta las necesidades y preferencias de la comunidad local. Los arquitectos toman muchos de estos conceptos e incorporan la cultura en la planificación y el diseño de los espacios urbanos y rurales, utilizándolos para dar valor agregado a los paisajes. Ambas perspectivas comparten la idea de que el paisaje y la arquitectura pueden estar en armonía, entendiendo esta como una relación equilibrada y coherente entre el entorno construido y el entorno natural. Tanto Silvestri como Lacaton y Vassal abogan por una aproximación que valore la interacción y la integración de los elementos naturales en el diseño arquitectónico. Estos aspectos reflejan una concepción más amplia de la arquitectura y el paisaje como elementos inseparables y en constante interacción, por lo tanto, la arquitectura no solo impacta en el paisaje, sino que también se ve influenciada por él. Esta perspectiva más holística promueve la creación de espacios que se integren armoniosamente en su contexto y promuevan una relación equilibrada entre el ser humano y la naturaleza.
Una Respuesta Sostenible Al Contexto
Cuando lo esencial reside siempre en alejarse del confort normativo, reglamentado y estándar, se pueden definir nuevos criterios. De esta forma, Lacaton y Vassal se han apropiado de una tipología tan particular como los invernaderos, adaptándola a diversas necesidades, sin abandonar su condición como elemento autónomo y funcionalmente coherente. Encontraron en el invernadero un dispositivo eficiente desde un punto de vista climático e idóneo económicamente. Al establecer una relación activa con el contexto, empleando el potencial de lo existente y conjugándolo con materiales de bajo costo, logran ejecutar en poco tiempo obras que se adaptan a escenarios diversos, dando respuesta a programas residenciales y culturales, favoreciendo la flexibilidad y apropiación por parte de los usuarios. Desde el punto de vista del sitio en el que se emplazan, consideran al clima como un elemento más de la composición, es como si los espacios adoptasen el exterior y fuesen flexibles frente al clima local, capaz de interactuar con las personas y proporcionar mejores condiciones para el bienestar humano. Imaginar una aproximación al clima a través de la estructura, de la movilidad y de la transparencia es especialmente interesante. En la obra de los arquitectos franceses es posible observar cómo el empleo consciente de la energía la convierte en un elemento mediador entre lo estético y lo funcional; es decir, entre aquellas dimensiones inseparables que constituyen los aspectos visibles e invisibles de la arquitectura. Los invernaderos son estructuras diseñadas para cultivar plantas en un entorno controlado, proporcionando condiciones óptimas de temperatura, humedad y luz solar. Estos espacios arquitectónicos se integran de manera intrínseca con el paisaje circundante y tienen un impacto directo en la interacción la naturaleza y el ser humano. Con este recurso, los arquitectos franceses aprovechan la luz solar como fuente de energía para el crecimiento de las plantas y diseñan cuidadosamente estos espacios para maximizar la captación de luz natural, permitiendo que las plantas realicen la fotosíntesis de manera eficiente. Esto implica la utilización de materiales transparentes en las paredes y techos, así como la disposición adecuada de las estructuras para evitar sombras innecesarias. Además, los ubican estratégicamente en relación con el entorno natural, aprovechando características como la topografía, el clima local y la orientación solar. Estos factores influyen en la distribución de los invernaderos en un sitio y en la forma en que se relacionan con el paisaje circundante. Para Lacaton y Vassal, los invernaderos ejemplifican la concepción de la arquitectura y el paisaje como elementos inseparables y en constante interacción, demuestran cómo esta puede integrarse armónicamente en el contexto, proporcionando un espacio funcional y estéticamente agradable para el cultivo de plantas y la interacción humana con la naturaleza. Entonces podemos concluir entendiendo que los invernaderos son la respuesta sustentable que Lacaton y Vassal le devuelven al entorno luego de su cuidadoso y pensado análisis del contexto y que esto a su vez genera una armonía en el paisaje porque representa una síntesis entre la naturaleza y la cultura humana.
Renovaci N Urbana
“Para nosotros es extremadamente importante considerar que trabajamos en la ciudad existente y que, por tanto, la tabula rasa no es una alternativa. Incluso el plan urbano ya no es pertinente. Hoy en día, la arquitectura debería ser el punto inicial del planeamiento urbano y no al revés. Más que nunca se hace necesario encontrar respuestas inteligentes a situaciones problemáticas, en vez de comenzar demoliendo una parte de la ciudad simplemente porque no puedes resolver sus problemas y luego proponer algunos arquitectos para redactar distintos proyectos en los nuevos solares vacíos. No creemos en absoluto en este enfoque porque nos parece totalmente disparatado: ni es económico, ni generoso, ni permite alcanzar la máxima calidad por la que nosotros apostamos”. Los desafíos de la sociedad contemporánea parecen orientarse fundamentalmente hacia una cultura de la interpretación y de la transformación de lo existente, aunque para los arquitectos franceses, lo existente se erige como un soporte poderoso de la imaginación. Desde este punto de vista, la ciudad se piensa como un sistema abierto, disponible, capaz de aglomerar y hacer evolucionar mecanismos heterogéneos, de poner en relación situaciones nuevas, de comprender y tratar con las interdependencias. La relación profunda que desarrollan con lo existente y su poder de trascendencia y apertura supone toda una manera de reflejar la ciudad que no concibe la interrupción sino la ampliación. Lo que mejor funciona, para estos arquitectos, en el interior de una ciudad o de una vivienda nunca tiene que ver con lo planificado, sino con una situación hecha posible, con una situación abierta y optimista como para estimular la imaginación donde cada acto de arquitectura es también un acto de urbanismo.

“Creemos más inteligente comenzar por la ciudad existente, por sus problemas y cualidades, que deberían transformarse en oportunidades y situaciones excitantes, y luego estudiar si se puede añadir algo basado en la idea de habitar que pueda apoyar ese desarrollo orgánico de la sociedad. Pensamos que, es más valioso comenzar desde dentro, desde la situación del habitante y luego desarrollar espacio a su alrededor a diferentes escalas. La ciudad se compondría, entonces, de muchos fragmentos conectados y solapados unos con otros. Esta alternativa consiste en desarrollar transformaciones de la ciudad existente, densificando con el máximo de delicadeza, conservando los edificios, los árboles, los jardines; conservando, en definitiva, la vida que ya está ahí, y la memoria de los espacios o de los vecinos que ya no están más allí”. Como arquitectos, tienen sus propios intereses, pero para ellos es importante considerar que el habitante realiza un trabajo después. Es una cuestión de dónde parar, de dónde terminar el proyecto y de cuánta libertad le procuras al habitante. El espacio según ellos no debería imponer un estilo de vida en particular, y no se tiene por qué proyectar todo; solo un espacio potencial para poder ser apropiado y usado. Si se proporcionan suficientes cualidades y un espectro amplio de posibilidades, habrá un máximo de oportunidades y el proyecto asumirá ser cambiado, transformado y reapropiado. Lo que es valioso es la idea de complejidad, porque la ciudad existente es compleja, y alienta a encontrar soluciones y respuestas, y a pensar en cómo podemos ser sostenibles de forma diferente.
ÚLTIMAS IDEAS
¿Es posible hacer arquitectura como extensión de lo urbano?
La arquitectura como punto de partida del planeamiento urbano implica reconocer que los edificios no existen de forma aislada, sino que son parte de un tejido urbano más amplio. Lacaton y Vassal entienden la arquitectura como una contribución a la ciudad, donde cada edificio aporta a la calidad y la funcionalidad del entorno urbano. Al considerar la cultura y el paisaje local, se crea una arquitectura que responde a las características y necesidades específicas de cada lugar. Esto permite la creación de edificios que se integran armoniosamente en su entorno, que respetan la identidad y la historia de la ciudad y que fomentan la conexión con los habitantes donde la integración de diferentes escalas, usos y estilos arquitectónicos crea una diversidad en la ciudad que promueve la vitalidad y la calidad de vida de sus habitantes. Aunque es un desafío lograr una planificación urbana completa basada en estas ideas, cada edificio diseñado con conciencia del entorno es un paso hacia una ciudad más integrada y sostenible. La arquitectura consciente permite establecer conexiones entre los edificios, los espacios públicos y el tejido urbano, generando una ciudad que evoluciona y se adapta a las necesidades cambiantes de sus habitantes. Aunque aún no exista una ciudad construida completamente bajo estas premisas, es posible y necesario seguir haciendo arquitectura a conciencia, teniendo en cuenta la cultura, el paisaje y lo propio de cada sitio, para construir ciudades más humanas y habitables.
BIBLIOGRAFÍA
ALIATA F., SILVESTRI G., “El paisaje como cifra de armonía” (2001), Edición Nueva Visión, Buenos Aires.
LACATON & VASSAL, https://www.lacatonvassal.com/

MÁRQUEZ C., RICHARD L., arquitectos “El Croquis 177-178” (2015), Croquis Editorial, Madrid.
GIMÉNEZ A., LANDROVE G., LANDROVE S., “Anne Lacaton Jean-Philippe Vassal Actitud” (2017), Editorial Gustavo Gili, Barcelona.
Por Ana Escobar
Mvrdv
Adaptaci N
“Con cada nuevo edificio se interviene en una determinada situación histórica. Para la calidad de esta intervención, lo decisivo es si se logra o no dotar a lo nuevo de propiedades que entren en una relación de tensión con lo que ya está allí, y que esta relación cree sentido. Para que lo nuevo pueda encontrar su lugar nos tiene primero que estimular a ver de una forma nueva lo preexistente. Uno arroja una piedra al agua: la arena se arremolina y vuelve a asentarse. La perturbación fue necesaria, y la piedra ha encontrado su sitio. Sin embargo, el estanque ya no es el mismo que antes.”
Es una firma instalada en Países Bajos, que parte del año 1993. Winy Maas, Jacob van Rijs y Nathalie de Vries son sus directores. Su enfoque provocativo e innovador hacia el diseño es lo que hace al espíritu del estudio, ara así llevar a cabo obras icónicas y altamente visuales.
INTRODUCCIÓN
Para la realización de ciertos proyectos con programas generalmente de uso público, el Estudio MVRDV pone en valor la cultura e identidad local, utilizando morfologías presentes en el lugar, para luego replicarlas y plasmarlas en sus propias obras. En la arquitectura contemporánea se presenta el desafío de diseñar no solo de forma impactante y funcionalmente eficiente, sino también que se preserve la identidad única de su entorno. Es por eso que se analiza el caso de MVRDV, quienes con un enfoque innovador dan lugar a nuevas edificaciones sin verse afectado el contexto en el que se encuentren.
Con la premisa de crear lugares “aventureros y felices”, se destaca el enfoque visionario y futurista del Estudio MVRDV, en donde la estética juega un papel fundamental. Sin embargo, esta búsqueda estética plantea la interrogante sobre si la identidad del entorno es realmente considerada en sus diseños o si se trata de un aspecto secundario. Por otra parte, analizaremos si las obras cumplen su función principal, o si, nuevamente, se lo deja de lado para enfatizar más aún el aspecto estético del edificio.
Funci N Y Est Tica
“Analizar la forma de una ciudad es, en cierto modo, como escrutar el rostro de una persona amada. Cuando nos demoramos en el estudio de los lugares que una ciudad encierra o cuando ahondamos en la superposición de sus estratos, lo hacemos movidos por el deseo de arrancarle a la ciudad su secreto, tratando de hallar la clave de nuestra propia fascinación para, así, apaciguarla y liberarnos de ella. Y, tal como nos ocurre con ciertos rostros, también al contemplar la ciudad de un modo inquisitivo y apasionado descubrimos en cada gesto y en cada leve inflexión de su forma el reflejo de un acontecimiento o la huella de un recuerdo.”
Respecto al entorno en el que se presenten las obras, Carlos Martí Arís deja en claro que se le atribuye una visión animista a la ciudad, considerándola como un personaje dotado de identidad y voluntad propia, a la que identifica como “alma de la ciudad”. Si el entorno cuenta con una identidad tan fuerte como para ser considerada un “alma”, ¿debería MVRDV tomarlo como algo meramente estético?
Fundado en 1993, el estudio holandés MVRDV cuenta con más de 400 proyectos en 47 países a los que se auto adjudica como “lugares felices y aventureros”, entre los cuales destaco “Book Mountain”, situado en Spijkenisse, Países Bajos. La obra se trata de una biblioteca que simula ser una montaña de libros envuelta en un monumental cerramiento de vidrio. Es importante destacar cómo se involucra la arquitectura con el ámbito social en el que se desenvuelve, ya que la “montaña” invita a leer a un pueblo con un 10% de analfabetismo y su cerramiento simula ser una granja tradicional holandesa, a modo de recuerdo del pasado agricultor del pueblo que se volvió una ciudad planificada.
Otra referencia cultural al pasado agrícola de la ciudad se encuentra en las estanterías de las bibliotecas, hechas con macetas recicladas para sumar un material más a la paleta de construcción de ladrillos, vidrios y maderas. Por otra parte, el propio estudio justifica la baja utilidad de su diseño, donde los libros se ven expuestos constantemente a la luz del Sol, ya que consideran normal el desgaste de ellos en sus 4 años de vida útil. Analizando la obra y la identidad del entorno, evidentemente MVRDV logró integrar una obra en la que quedó reflejada la historia de la ciudad, pero dejaron de lado la función principal de una biblioteca: proteger libros.
Zumthor hace referencia a que la arquitectura interviene en su contexto de forma tal en la que una obra altera el entorno en el que se encuentra hasta que el propio entorno se acostumbre a ella. Así fue el caso de “Glass Farm”, una obra de MVRDV que definitivamente alteró al entorno. Se trata de un centro multifuncional ubicado en la plaza del mercado de Schijndel, Países Bajos, pueblo que sufrió numerosas ampliaciones y rehabilitaciones luego de quedar destruido tras los bombardeos de las tropas aliadas en la Segunda Guerra Mundial.
En 1980, Winy Maas (MVRDV) envió una carta que fue contestada veinte años después por el ayuntamiento, reconociendo la necesidad de añadir un nuevo edificio en la plaza, entre la iglesia, el ayuntamiento y la calle principal. Desde entonces, MVRDV envió en reiteradas ocasiones distintas opciones que fueron rechazadas por el ayuntamiento, hasta que llegó la séptima propuesta, “La Granja de Vidrio”.
Si bien la ciudad se comprometió con el proyecto, sí se vio alterada la sociedad en acalorados debates, encuestas y polémicas en la prensa local entre partidarios y adversarios del mismo, siendo este el momento en el que se arremolina la arena, según Zumthor.
Para ser integrado al entorno, MVRDV buscó un equilibrio entre la arquitectura contemporánea y la identidad local. El edificio de 1.600 metros cuadrados cuenta con una envolvente de vidrio completamente ajena a la arquitectura local, la cual se asemeja a una granja tradicional de Schijndel, cuya fachada fue realizada en colaboración con el artista Frank van der Salm, quien fotografió todas estas granjas históricas que permanecían en pie y compuso la imagen de una granja típica local, la cual fue impresa en serigrafía para componer la fachada de la obra.
Al igual que Spijkenisse, Schijndel tuvo un crecimiento de pueblo a ciudad, el cual fue representado por MVRDV al proyectar la Granja de Vidrio 1,6 veces más grande que una granja real. Esto hace que los adultos tengan un sentimiento nostálgico al interactuar con la Granja de Vidrio, dando la sensación de volver a ser niños frente a una granja de su infancia.


La arena estuvo arremolinada desde 1944 que fue bombardeada Schijndel hasta incluso luego de que fuera inaugurado
The Glass Farm en 2013, cuando diarios locales publicaron que un ovni había aterrizado en Schijndel y cuando en la reunión del concejo desaprobaran el diseño de MVRDV, pese a la insistencia de los comerciantes. ¿Habrá vuelto a asentarse la arena 10 años después de inaugurada la obra? No se registran noticias al respecto, por lo que podemos concluir que los retractores de la obra cesaron sus reclamos.
AMALGAMA
Diseñados para funcionar como “misteriosas esculturas” cuando no están abiertos al público, Hoenderloo Lodge, Arnhem Lodge y Otterlo Lodge son tres pabellones que funcionan como recepciones del Hoge Veluwe, un Parque Nacional de Países Bajos que cuenta con 5.000 hectáreas de naturaleza. Como otras obras del estudio MVRDV, éstos no son la excepción al diseño en base al análisis del entorno en el que se sitúan.

“Un sistema es un conjunto de elementos heterogéneos (materiales o no), de distintas escalas, que están relacionados entre sí, con una organización interna que intenta estratégicamente adaptarse a la complejidad del contexto y que constituye un todo que no es explicable por la mera suma de sus partes. Cada parte del sistema está en función de otra; no existen elementos aislados. Dentro de los diversos sistemas que se pueden establecer, la arquitectura y el urbanismo son sistemas de tipo funcional, espacial,
constructivo, formal y simbólico.”
A diferencia de otras obras nombradas, en este caso, MVRDV tuvo el desafío de realizar tres diseños que formen parte de un sistema, pese a estar ubicados aproximadamente a 12 kilómetros de distancia entre sí. Como describe Montaner, cada parte de un sistema está en función de otra, y así fue la realización de este proyecto de MVRDV, en el que estas tres recepciones de ingreso al Parque parten de la interpretación de las volumetrías tradicionales de las casas de la región, parecidas, pero no iguales entre sí. La semejanza morfológica se rompe al verse estos pabellones “estirados” en dirección al tráfico de público que visite el parque. Los pabellones no funcionan individualmente, sino que cierran este concepto al analizarlos en conjunto.
“Podemos denominar amalgamas a las formas cuya identidad esencial es amoldarse al contexto mediante la yuxtaposición de piezas que se sueldan o interpenetran y que, a pesar de su identidad fragmentaria, componen un todo unitario. Fue un concepto definido por Sigfried Giedion al tratar de situar la obra arquitectónica en el lugar de dos maneras distintas: por contraste y por amalgama.”
Las tres obras se diferencian entre sí no solo por la morfología, sino también por las materialidades utilizadas para cada una: madera, acero y ladrillos, que representan los tres elementos del parque: la naturaleza, el arte y la arquitectura. El pabellón de la entrada de Rijzenburg fue realizado en madera, recordando los orígenes de naturaleza del parque; el de Hoenderloo, construido en acero, hace referencia al arte moderno del Museo Kröller-Müller ubicado dentro del parque; mientras que el de Otterlo representa la arquitectura del parque en sus termina- ciones en ladrillo visto. Pese a la dificultad de crear un sistema de tres obras distantes entre sí, MVRDV logró unirlas recreando los tres volúmenes con la tipología típica de vivienda holandesa y, por otro lado, transmitiendo los conceptos donde están implantados (la naturaleza, el arte y la arquitectura) utilizando tres elementos que no son propios del parque, pero funcionando en conjunto y, tomando el concepto de Giedion, situándose por amalgama, mimetizan con su entorno.
Conclusi N
En conclusión, teniendo en cuenta lo visto, si bien MVRDV toma la identidad del lugar para proyectar, no lo termina ejecutando de la manera más efectiva, ya que se centra más en cómo va a repercutir visualmente que en la función real del edificio. Efectivamente, el estudio neerlandés MVRDV siempre tiene en cuenta la identidad y el contexto toponímico para realizar sus diseños, pero muchas veces se tratan de meros caprichos estéticos, dejando de lado la identidad. Por ejemplo, representaron granjas típicas holandesas en sus obras “Book Mountain” y “Glass Farm”, en donde podríamos asumir que el estudio intentó preservar la identidad del lugar… ¿Pero hacía falta realizar las obras con fachadas completamente de vidrio, ajenas al entorno y, principalmente, a su función?
Por Karen Franchelli