XV CERTAMEN LITERARIO

XV Certamen

Literario Charles Dickens 1812-2012

Cuentos de Navidad Jumilla, abril 2012

Relación de Ganadores E. Infantil 5 años: AYA EL HADDADI “Una Historia Sencilla” 1er Curso Primaria: MANUEL HERNÁNDEZ LOZANO “Un León Fantástico” 2do Curso Primaria: JUAN DAVID RÍOS TENESACA aliente” “El Conejo Valiente 3er Curso Primaria: MARTA LASTRAS TORTOSA mistad” “El Tesoro de la Amistad 4º Curso Primaria: JUNIOR E. VICENTE FLORES “La Casa Encantada” 5º Curso Primaria: CRISTINA ALARCÓN HERRERO “Un Barrio de Pesadilla” 5º Curso Primaria. Apoyo: HAJAR BENSERYA “El Conejo Blanco y Lolivana” 6º Curso Primaria: MIMOUNA BADI “El Tesoro Escondido” 1º ESO: ELIZABETH FERNÁNDEZ LÓPEZ isma” “Como la Vida Misma 2º ESO: CHRISTIAN ZHINGRI PIEDRA “Problemas Familiares” 3º ESO: SANDRA GARCÍA FERNÁNDEZ “La Pasajera” 3º ESO. Apoyo: MOHAMMED JABBOURI hiflado” “El Inventor Chiflado 4º ESO: JOSÉ VICENTE IBÁÑEZ MONREAL “El Sueño de una Realidad” ------------------------------------------------------ 2 --------------------------------------------------------

Érase

una

vez una niña llamada MOA

que nunca se acordaba de nada, no sabía ni las letras que tenía su nombre, ni como se llamaban sus compañeros.

Nunca encontraba ninguna cosa en su casa, en el cole, en la calle… en ninguna parte.

Los niños se reían de ella y le decían: - ¡TIENE MEMORIA DE PEZ! ¡TIENE MEMORIA DE PEZ! -Le repetían todo el rato.

Un día decidió despertar a sus neuronas:

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- ¡TOC – TOC! Abrió muy fuerte los ojos y escuchó muy bien.

De pronto recordaba las letras, los nombres y no se olvidaba de nada. Se dio cuenta que tenía una gran memoria, MEMORIA DE ELEFANTE y empezó a reírse tan fuerte que se le oía por todo el pueblo.

Y esta historia tan sencilla no la saben ni en Sevilla, porque la escuché en Jumilla.

Autora e Ilustradora: AYA EL HADDADI Educación Infantil 5 años

Érase una vez un león muy bueno, pero

los animales se asustaban cada vez que lo veían.

El león no lo entendía triste.

y se ponía muy

Un día, decidió hacer una fiesta sorpresa para todos los animales de la selva. Los animales se pusieron muy guapos para la fiesta, pero cuando vieron que era del león todos se fueron corriendo de miedo.

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El león se quedó muy triste, ya que no sabía qué hacer. Pero un día, el león vio una cebra que corría peligro porque un tigre se la quería comer. Entonces, el león atacó al tigre y la cebra se consiguió salvar.

El león se quedó malherido, pero los animales de la selva, encabezados por la cebra que había salvado, fueron a ver qué le ocurría. Entre todos lo llevaron a un lugar seguro y lo cuidaron.

Desde entonces, los animales de la selva no le tuvieron miedo al león y ------------------------------------------------------ 5 --------------------------------------------------------

cuando se recuperó hicieron una gran fiesta donde no faltó nadie.

Y colorín, alegrado.

colorado,

el

león

se

ha

Autor e Ilustrador: Manuel Hernández Lozano 1º Curso de Primaria

Érase una vez un conejo blanco con las orejas sonrosadas, pradera muy feliz.

que

vivía

en

la

Un día, dando botes, boing, boing, boing,… de pronto tropezó en una trampa que un cazador muy malo había puesto para tener una buena cena.

El pobre conejito pensó que iba a morir, pero como era muy valiente, buscó la forma de escapar.

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Entonces, fingió que estaba muerto, y cuando aquel malvado cazador soltó la trampa, pegó un gran salto y, del golpe que le dio el cazador, cayó al suelo herido.

El conejo se sintió feliz y orgulloso de haber sido tan valiente y se fue a buscar a su familia.

Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.

Autor e Ilustrador: Juan D. Ríos Tenesaca 2º Curso de Primaria ------------------------------------------------------ 7 --------------------------------------------------------

Había una vez tres buscadores de tesoros que se

llamaban Pedro, Juan y Pablo.

Un día, Juan se enteró que en un lugar lejano había un tesoro, y se lo contó a Pedro y Pablo.

Poco después, los tres emprendieron el viaje en su búsqueda.

Primero, tuvieron que escalar una montaña muy empinada. ¡Por poco se cae Juan!, pero Pedro y Pablo le cogieron de la mano.

A continuación, bajaron y encontraron un gran río que debían cruzar. ¡Era muy profundo!

Buscaron algo que les ayudase a atravesarlo.

Finalmente, Pedro dijo: - Tendremos que pasar nadando.

Los tres estuvieron de acuerdo, así que intentaron nadar hacia la orilla, pero no se dieron cuenta de que había sanguijuelas. El primero en verlas fue Juan y avisó a sus compañeros. Todos se pusieron a nadar lo más rápido que podían. Juan y ------------------------------------------------------ 8 --------------------------------------------------------

Pedro consiguieron alcanzar la orilla, pero Pablo no podía a pesar de sus intentos. Entonces, cogieron un palo muy largo y ayudaron a Pablo a salir del río.

Pasaron la noche en una cueva sin poder pegar ojo, ya que tuvieron que defenderse de una leona.

Pablo y Juan cogieron troncos de madera que encontraron por allí y se los echaron a la leona. Sin embargo, Pedro tenía mucho miedo. Sus compañeros consiguieron animarlo y los tres juntos pudieron vencerla.

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Al día siguiente llegaron al lugar donde tenía que estar el tesoro, pero cavaron y cavaron y no encontraron nada. Juan exclamó: - El tesoro no es oro ni plata, ¡es la Amistad!

Pablo y Pedro se quedaron extrañados. Pablo preguntó: - ¿Cómo dices?

- ¿No os dais cuenta cómo nos hemos ayudado y apoyado en las dificultades? –les preguntaba Juan.

-Sí, tienes razón –contestaron Pedro y Pablo.

Y con estas palabras volvieron felices al pueblo.

Cuando los vieron llegar, unos niños les preguntaron: -¿Qué tesoro habéis encontrado?

Juan contestó: -La Amistad, que es el mayor tesoro.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Autora e Ilustradora: Marta Lastras Tortosa 3º Curso de Primaria ------------------------------------------------------ 10 --------------------------------------------------------

Hace ya mucho tiempo, en 1597, había una casa en un campo. Tenía un dueño que se llamaba Juan José; el dueño murió y la casa se iba haciendo cada vez más vieja.

En 1959 la casa cobró vida gracias a un mago maligno. La casa iba destruyendo pueblos, ciudades…

Un día, el Rey Juan Carlos decidió dar una olla de monedas de oro y plata y una corona para quien pudiera parar la maldad del mago. El rey puso ------------------------------------------------------ 11 --------------------------------------------------------

muchas pruebas para los hombres que querían conseguir su propina, pero solo un apuesto que se llamaba Roberto lo consiguió; aunque antes de recibir la recompensa, tenía que destruir la casa y al mago.

El rey le dio una armadura de acero, una espada y un escudo. Cuando la casa y el mago vieron al joven caballero, sabían que iba a luchar. El mago empezó a atacar con sus poderes, el caballero cogió su espada y se la clavó al mago.

Roberto y la casa empezaron a luchar y de repente, apareció el mago maligno, pero en vez de ser malo, era bueno. ¡Se había convertido en bueno!

El mago concedió poderes a Roberto para que venciera a la casa. Roberto empezó a luchar y la casa también. La casa empezó a tirar bolas de fuego, pero Roberto las desviaba con su escudo, por suerte Roberto la esquivó y tiró un rayo de luz, para que no pudiera ver. Roberto aprovechó para clavarle la espada en el corazón de la casa y consiguió destruirla.

El rey Juan Carlos le dio la recompensa. Roberto decidió dar las monedas de oro y plata a los pueblos y ciudades que estaban destruidas.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Autor e Ilustrador: Junior E. Vicente Flores 4º Curso de Primaria ------------------------------------------------------ 12 --------------------------------------------------------

María era una niña de pelo rizado y moreno, un

poco alta y bastante guapa, pero sobre todo era muy lista y con una gran imaginación.

Vivía en un barrio muy bonito en el que de pronto apareció una casa embrujada habitada por varios seres fantásticos: un monstruo verde con seis ojos rojos y tres patas; un fantasma con cadenas; un zombie con la cara verde y un brazo roto, y un vampiro bajito, con unos colmillos muy largos. Y a las afueras del barrio, también apareció un palacio habitado por una bruja muy fea con los ojos tuertos, una nariz larga, un lunar negro en la cara y muchas arrugas. De momento, vivía en Transilvania.

Una noche, María iba paseando por la calle cuando de repente apareció el monstruo verde con seis ojos rojos y tres patas, y empezó a perseguirla. La niña entró en una casa para esconderse. Iba caminando para atrás, pero se levantó el vampiro y le pegó un susto de muerte. El vampiro le quería morder y María se fue corriendo escaleras arriba. El zombie y el fantasma estaban por los pasillos, y cuando los vio siguió corriendo hacia otro lado y se ------------------------------------------------------ 13 --------------------------------------------------------

escondió en una habitación. La puerta tenía un pestillo y María se encerró. El fantasma, el zombie y el vampiro se pusieron a golpear la puerta con fuerza, hasta que la rompieron y entraron.

María abrió la ventana y se tiró por ella. Cayó encima de la escoba de la bruja, que casualmente estaba escondida debajo de la ventana y la bruja se llevó a la niña volando a su palacio. La encerró en una jaula para darle una poción mágica y envenenarla, pero la niña, que era muy audaz, se escapó y se fue corriendo a su casa. Tuvo mala suerte de nuevo, porque el zombie y el vampiro la encontraron y se la llevaron otra vez a la casa encantada donde la encerraron en un sótano, después de atarle los pies y las manos con unas cuerdas.

La niña intentaba soltarse, pero no podía. Estaba buscando algo con que liberarse de las cuerdas, pero no se le ocurría nada y el monstruo estaba vigilándola sin descanso. Todos los seres fantásticos que habitaban la casa embrujada, se turnaban cada día para vigilarla. Un día que el vampiro estaba de guardia, María pudo soltarse e intentó abrir la puerta del sótano con una horquilla que llevaba puesta en el pelo. Después de varios intentos, finalmente lo consiguió. El vampiro estaba durmiendo en ese momento, pero con el ruido que hizo la niña se despertó. María echó a correr por el pasillo, ------------------------------------------------------ 14 --------------------------------------------------------

intentando escapar, pero el vampiro la seguía y la seguía. Por fin logró esconderse detrás de una puerta que había debajo de una escalera. El vampiro pasó de largo y no la descubrió. Cuando vinieron los amigos del vampiro, la buscaron entre todos, pero no consiguieron encontrar a María, así que finalmente todos los monstruos se rindieron y se retiraron a descansar.

Al hacerse de noche, por fin María pudo escapar de la casa embrujada, y consiguió llegar a su casa ya de madrugada.

La niña contó a sus padres todo lo que había pasado y éstos llamaron a la policía. Cuando la policía llegó, no encontró nada. Todo había ------------------------------------------------------ 15 --------------------------------------------------------

desaparecido: la casa, el palacio, los monstruos y la bruja, y ya nunca más volvieron al barrio. La pesadilla había terminado.

Autora e Ilustradora: Cristina Alarcón Herrero 5º Curso de Primaria

En un pueblo lejano llamado Carliconejo, vivía un conejo blanco. Allí vivía feliz junto a su familia. Un día, se decidió a explorar y sin darse cuenta se alejó demasiado de su pueblo. De pronto, vio a una niña que estaba jugando con su pelota. El conejo no sabía si acercarse a ella por miedo a que le hiciera daño, pero fue valiente y caminó hacia donde estaba la niña.

La saludó, preguntándole su nombre. Ella con cara de sorpresa le dijo que se llamaba Lolivana. Al conejo le pareció que era muy simpática y a partir de ese momento se hicieron inseparables. Cada día, se veían en ------------------------------------------------------ 16 --------------------------------------------------------

el mismo sitio sin que nadie lo supiera, porque el conejo le había contado a Lolivana que un cazador quería descubrir el pueblo de Carliconejo, para cazar a todos los conejos y venderlos en el mercado.

Lolivana convenció al conejo blanco para que sus padres lo supieran y así poder ayudar a todos los habitantes del pueblo.

El conejo confiaba tanto en la niña que le dijo que sí. Los padres de la niña, al principio no la creían, pero al ver al conejo

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y escuchar su historia supieron que decía la verdad. Entonces, se fueron todos a Carliconejo, allí los padres de Lolivana convencieron a todos los conejos que vivían en el pueblo para buscar otro lugar más seguro.

A la mañana siguiente, se marcharon al bosque; ese parecía un buen sito para empezar una nueva vida, lejos de malvados cazadores y lo más importante, el secreto de Carliconejo permanececería a salvo para siempre con Lolivana y su familia.

Autora e Ilustradora: Hajar Benserya 5º Curso de Primaria. Apoyo

Era lunes, tenía que ir al colegio, desayuné, cogí la mochila y salí de casa. Disculpadme, he olvidado presentarme, me llamo Ana una chica de 12 años, rubia, llevo el pelo largo y soy más bien alta. Me dirigí al colegio; en el camino me encontré a Sara, mi mejor amiga. Tenemos la misma edad pero ella ------------------------------------------------------ 18 --------------------------------------------------------

es baja, morena, con el pelo corto y es muy simpática. La mañana se pasó muy rápida; enseguida tocó la sirena para salir al recreo. Sara se quedó en clase para hacer unas actividades y yo le acompañé; al rato oímos un ruido sordo, venía del sótano.

- Vamos a ver que es eso – me dijo Sara - Vale –le dije. Abrí la puerta, salimos de clase y fuimos al sótano. Nunca habíamos bajado ahí, por eso estábamos un poco asustadas. Era un sitio oscuro y parecía muy profundo. Sara se adelantó un paso para abrir la puerta, apoyó la mano y…

-Rin, Rin, Rin…-sonó la sirena.

Volvimos a clase un poco intrigadas por saber lo que había pasado en el sótano. Cuando acabó el colegio, volví a casa. Sara se vino conmigo porque su madre había tenido que irse y ella iba a dormir en mi casa. Esa noche Sara soñó con cosas muy raras que pasaban en aquel sótano, entre libros usados y viejos, diccionarios polvorientos, mapas muy antiguos,…

Al día siguiente volvimos al colegio con la intención de bajar al sótano. A la hora del recreo fuimos a escondidas; todo estaba oscuro y en silencio. Sara abrió la puerta, mientras chirriaban las bisagras, y entramos con un poco de temor.

Dentro no se veía nada, oímos el ruido de la puerta al cerrarse. ¡Ploff!

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Yo me quedé inmóvil, Sara buscó el interruptor a tientas y logró encender la luz. Nuestros ojos se quedaron bien abiertos con lo que veían; todo estaba lleno de cosas de piratas: espadas, sombreros, ropajes, banderas negras con la calavera, enormes cofres, y hasta una pata de palo.

Nos dimos una vuelta para examinar todo lo que había. En un cofre pequeño, que logramos abrir con una pesada llave de hierro, encontramos un bolso de piel que contenía un mapa. ¿Sería el de un tesoro? Había dibujada una línea de costa, se veían pintadas palmeras, una montaña, unos pasos marcados con unos números y una equis. Lo dejamos encima de una mesa grande, con cajones.

Nos probamos algunas de las ropas de piratas que había; debían ser antiguos disfraces. Yo tomé una espada de palo y me puse un parche. Sara cogió el mapa del tesoro y un gran libro de piratas.

En una de las paredes, casi tapada por un armario, había una pequeña puerta, estaba disimulada con un gran dibujo donde aparecían piratas barbudos y feos, grandes barcos con cañones, varias islas, cofres abiertos llenos de monedas de oro y joyas,…

Sara cogió el bolso y abrió aquella extraña puerta.

Lo que encontramos era sorprendente: el agua nos llegaba a los pies, y a lo lejos se veía un pedazo de tierra. Era una isla. Cogimos un pequeño bote y remando nos acercamos a ella. Cuando desembarcamos, Sara abrió el mapa para saber ------------------------------------------------------ 20 --------------------------------------------------------

donde estábamos. Tratamos de reconocer donde estaban las palmeras que veíamos en él. En ese momento oímos una gran risotada que nos dejó helados.

Luego supe que era el pirata Barbarroja; pero no era como el de los cuentos, este parecía fuerte y gruñón, tenía un sombrero verde con una pluma amarilla, un chaleco verde brillante, le faltaba un ojo y una de las piernas era de palo; en el hombro llevaba un loro rojo llamado Charlatán.

- ¿Dónde creéis que vais? ¡Entregadme ese mapa! –nos ordenó- ¿Es que queréis servir de comida para los tiburones?

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- ¿Para qué lo quieres?- dijimos Sara y yo a la vez.

- Ese mapa contiene el tesoro que estamos buscando yo y mi tripulación- nos respondió.

Como no queríamos darle el mapa, Sara le lanzó el grueso libro a la cabeza y salimos corriendo para que no nos lo quitasen. Todos los piratas salieron tras de nosotros y, aunque íbamos todo lo deprisa que podíamos, ellos se acercaban cada vez más.

Finalmente nos cogieron, nos quitaron el mapa y nos ataron.

Todos se pusieron a seguir el mapa para tratar de encontrar el tesoro. Nos llevaron con ellos porque pensaron que podíamos ayudarles a encontrarlo.

En un descuido Sara se desató, me liberó y comenzamos a correr. El loro charlatán no paraba de decir: -¡Se escapan! ¡Se escapan! ¡Se escapan!

Yo tropecé con una rama y caí al suelo. Sara se paró a ayudarme. Mientras tanto los piratas corrieron hacia nosotras y nos volvieron a coger.

- ¡Esta vez no escaparéis! –dijo BarbarrojaCuando volvamos al barco ya pensaré lo que voy a hacer con vosotras.

Volvieron a atarnos, y dos piratas nos siguieron apuntándonos con unas enormes pistolas. Pasamos un río, atravesamos un pequeño bosque, llegamos hasta una gran piedra, dimos veinte pasos hacia el norte y en un sitio llano, tres piratas comenzaron a ------------------------------------------------------ 22 --------------------------------------------------------

cavar. Enseguida apareció un cofre grande y pesado. Lo sacaron y lo llevaron a la playa.

Luego nos subieron al barco junto con el tesoro.

Mientras abrían el cofre y todos querían coger los collares, monedas de oro, piedras preciosas,… una pulsera de perlas saltó, yo la cogí y la guardé.

- Podemos tirar a las niñas a los tiburonespropuso Charlatán.

- ¡Cállate, pollo con plumas!- grité yo.

Barbarroja dio una orden y nos llevaron a una tabla que salía del barco como si fuese un trampolín. Miramos hacia abajo y se veían tiburones nadando.

- Lo siento Ana, yo fui quien te metió en este lío – se disculpó Sara - No digas eso –le contesté. El trampolín se movió, y…

- Ana, ¿cuál es el primer hombre que pisó la luna?- me pregunto la maestra de Conocimiento.

-Barbarroja- respondí. Estaba en la clase y no había ni barco, ni piratas, ni tiburones. Todo había sido un sueño o… no. La pulsera que había cogido la tenía en la mano, ¿cómo era posible?

La maestra me regañó porque no estaba atenta en clase. Yo me guardé la pulsera y no dije nada.

Era mi secreto.

Autora e Ilustradora: Mimouna Badi 6º Curso de Primaria ------------------------------------------------------ 23 --------------------------------------------------------

Érase una vez una niña llamada Maya. Tenía 13

años, era morena con unos grandes ojos verdes y era muy alta.

Vivía en una casa muy lujosa, en una urbanización también de lujo y con varios criados que hacían las tareas de hogar, cuidaban del jardín, la llevaban al colegio en coche, etc.

Su padre era un importante empresario y su madre era diseñadora de moda. Los dos ganaban mucho dinero y podían vivir con todo tipo de caprichos y comodidades.

Maya tenía muchas amigas y todos los fines de semana hacían una fiesta en la que no faltaba de nada: bocadillos, refrescos, palomitas, etc. Después jugaban a la wii o a la play station, a los disfraces, a los pases de moda, etc.

Pero un buen día, o más bien un mal día, todo cambió. El padre de Maya se quedó sin trabajo y sólo con lo que su madre ganaba no podían seguir viviendo igual que antes.

Con el paso del tiempo, Maya y su familia tuvieron que cambiarse a una casa más pequeña, ------------------------------------------------------ 24 --------------------------------------------------------

situada en un barrio más pobre. También tuvieron que prescindir del servicio, puesto que ya no se podían permitir tantos lujos.

Como todos los fines de semana hasta entonces, Maya quiso quedar con sus amigas, pero ellas no contestaban a sus llamadas y, cuando se encontraban en el colegio, le daban de lado y no le dirigían siquiera la palabra.

Un día, al regresar a casa, Maya dijo a su padre:

- Papá ahora entiendo por qué las chicas y los chicos, que no tenían tanto dinero como nosotros, me miraban mal en el cole. Debía de parecerles la niña más estúpida y cruel que existía para ellos.

Lo comprendo ahora que me pasa a mí lo mismo con mis antiguas amigas.

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Un día, mientras patinaba en la calle, Maya conoció a un chico de su barrio que se llamaba Kevin. Kevin tenía su misma edad, era moreno, con unos ojos marrones preciosos, y bastante alto para su edad.

Los dos chicos entablaron una larga conversación, y la madre de Maya, que volvía de hacer la compra, al verlos en la calle, les dijo que entraran a merendar.

Maya y Kevin pasaron toda la tarde juntos y, al despedirse, quedaron en verse de nuevo al día siguiente.

En esta ocasión, Kevin acudió con una bandeja de pasteles que había hecho su madre para que merendasen, así que, después de pasar un rato en la calle, entraron en la casa a dar cuenta de los pasteles.

A partir de entonces, los chicos quedaban todas las tardes para merendar, jugar o, simplemente, conversar, con lo que llegaron a hacerse muy buenos amigos.

Maya le había contado a Kevin cómo era su vida anterior y cómo, las que ella creía que eran sus amigas, le habían dado de lado. Al terminar de hablar, se quedó callada un momento pensando y comparando su anterior vida con lo que ahora tenía.

Al rato dijo: - ¿Sabes lo que estoy pensando, Kevin?

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- No, -contestó el chico.

- Que no hay mal que por bien no venga.

Se refería a que, aunque su padre hubiese perdido el trabajo, algo bueno había pasado: ella había descubierto la verdadera amistad.

Autora e Ilustradora: Elizabeth Fernández López 1º Curso de Secundaria

En un pequeño pueblo de Argentina alejado del

estrés, e incluso de cualquier problema, vive Anthony.

Anthony es un joven de quince años al que le encantan los coches y los videojuegos. Es bastante amable y cariñoso, y la vida con su padre es agradable y cómoda.

Los problemas comenzaron a raíz de la boda de su padre con Jessica; no porque no aceptase la boda de su padre, todo lo contrario, Anthony se llevaba muy bien con Jessica, pero desgraciadamente no con su hija, Ángela, quién vino también a vivir a su casa. Ángela tenía un año más que Anthony, era muy guapa e inteligente, pero con un carácter muy egoísta, curiosa y fisgona. A ello se añadía su continuo enfado por haberse trasladado a vivir, ------------------------------------------------------ 27 --------------------------------------------------------

desde Buenos Aires, a una casa en las afueras de un pequeño pueblo, donde no tenía libertad para moverse como ella quería. El único pasatiempo que parecía haber encontrado en su nuevo hogar era discutir y pelearse con su hermanastro y, de vez en cuando, tocar las cosas de su habitación y cambiarlas de sitio. Anthony la soportaba por el respeto y cariño que tenía a su padre.

Un día, una compañera de Anthony, Isabel, a quien conocía desde que era pequeño, le regaló una pulsera con su nombre como símbolo de su amistad, ya que Isabel se iba dentro de unos días a vivir fuera del país. Era un recuerdo muy preciado para Anthony, pues se lo había regalado su mejor amiga.

Al llegar a casa, Anthony guardó el regalo debajo del colchón de su cama para protegerlo de Ángela.

Al día siguiente, al llegar del instituto, fue a coger la pulsera, pero no la encontró. Con gran enfado, entró en la habitación de su hermanastra y, tras mucho buscar, la encontró en uno de los cajones de la mesita guardada en una caja, partida por la mitad y con los bordes quemados.

Cuando Anthony la vio, sintió una gran rabia en su interior y comenzó a destrozar la habitación de Ángela. Después, empezó a meter sus cosas en la mochila y decidió escapar de casa.

Anduvo sin rumbo por la carretera hasta que pensó que iría a contárselo a Hugo. Caminó varias horas hasta llegar a casa de su amigo. Al llegar, entró por la ventana para no alertar a los padres de Hugo, que dormían. Anthony le explicó lo ocurrido y ------------------------------------------------------ 28 --------------------------------------------------------

le pidió que le permitiera quedarse allí. Finalmente, pasaron la noche hablando y jugando a la consola.

Al día siguiente, determinó que no volvería a su casa y que permanecería oculto en el cobertizo de la casa de su amigo. Hugo le dijo que le ayudaría.

Cuando Hugo regresó del instituto, Anthony le preguntó: - ¿Has oído algo sobre mi desaparición?

- No, Ángela no ha ido a clase y nadie ha comentado nada –dijo Hugo.

Anthony se preguntaba si su familia se preocuparía por él, y empezó a extrañarlos, pero no modificaría su conducta hasta que su hermanastra no le pidiese perdón o le dejara en paz.

Sólo dos días después, la madre de Hugo sospechó que algo pasaba. Finalmente, encontró ropa que no era de su hijo y comenzó a interrogarle. Hugo no

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pudo aguantar más y confesó que su amigo estaba viviendo en el cobertizo. Anthony vio, a través de la ventana, a su amigo y a su madre que estaban manteniendo una acalorada discusión y dedujo que era por él. Sin dudarlo un instante, cogió la mochila y se marchó.

Estaba anocheciendo y Anthony no sabía adonde ir. Siguió caminando varias horas hasta que vio un camino que le era desconocido. Pensó que podría llegar a alguna casa abandonada, pero no fue así.

Sorprendentemente solo veía una espesa vegetación; se estaba adentrando en el bosque.

Al llegar al final del camino, encontró un pozo que parecía muy profundo. Se puso a mirar dentro y, sin darse cuenta, el peso del cuerpo se fue hacia delante y cayó dentro de él, a casi seis metros de profundidad. Anthony sintió un fuerte dolor de espalda y quedó inconsciente.

Cuando se despertó, era de día; había perdido la noción del tiempo y el dolor era más intenso.

Comenzó a pensar que iba a morir; lo único que podía hacer era gritar por si casualmente alguien pudiera oírle.

Inesperadamente, comenzó a escuchar unos ruidos lejanos que más tarde se convirtieron en pasos y poco después, en voces.

Una de las voces le resultó familiar. Era la de Ángela. Anthony se sintió confuso; no se le pasaba por la cabeza que su hermanastra pudiese estar buscándolo y, mucho menos, que estuviese preocupado por él. Junto a la voz de Ángela comenzó a reconocer la de su padre, la de Jessica y ------------------------------------------------------ 30 --------------------------------------------------------

las de algunos de sus compañeros y amigos del instituto. Anthony gritó todo lo que pudo. Ángela lo escuchó y preguntó: - Anthony, ¿estás bien?

- ¡Sí! Estoy aquí, dentro del pozo, aunque creo que me he roto una costilla –gritó Anthony con todas sus fuerzas.

- Vale, no te preocupes, enseguida llamo a los bomberos y a una ambulancia – contestó Ángela muy satisfecha.

En poco tiempo llegaron los bomberos y la policía y lo sacaron del pozo. Una ambulancia lo trasladó al hospital.

Anthony se recuperó en muy poco tiempo e hizo las paces con Ángela, que fue la que más sufrió tras su desaparición.

Después de este incidente, los dos prometieron ser buenos hermanos y no volver a enfadarse nunca más.

Autor e Ilustrador: Christian Zhingri Piedra 2º Curso de Secundaria

Me

llamo Ana, tengo 17 años y vivo en Nueva York. Hace unos 5 meses viví o una auténtica pesadilla, la cual creía ya olvidada, hasta que hace un par de días volvió a suceder. Pero antes de nada, ------------------------------------------------------ 31 --------------------------------------------------------

os contaré cómo comenzó aquella historia que aún hoy, me sigue aterrorizando.

Era jueves y llegaba… ¡tarde de nuevo! Ya era la tercera vez en esa semana... ¡Pff! Y el siguiente autobús tardaría todavía una hora en llegar...

Me senté en la parada y cogí mi libreta para escribir un rato. No me fijé siquiera en que alguien se sentaba a mi lado, hasta que de pronto me faltó la luz.... ¿Cómo podía ser?, si el reloj solo marcaba las seis y media de la tarde. Levanté la vista al cielo, que de repente se había oscurecido bastante… ¿Tormenta?

- <<Ya es la hora>>, dijo una voz profunda y pegajosa, y sin querer sentí cómo mi cuerpo se tensaba... A mi lado, una anciana de pelo blanco, con la mirada como clavada en el vacío, esperaba también.

Apenas había pasado medio minuto cuando apareció el autobús. Me preparé para subir y, al colocarme delante de ella, me di cuenta: sus ojos de color gris pálido daban algo de miedo... ¿Debía de estar ciega? Un escalofrío recorrió mi cuerpo al verla, así que, para intentar calmarme, le dije amablemente: - <<¿Quiere que la ayude a subir?>> ------------------------------------------------------ 32 --------------------------------------------------------

Se quedó en silencio, con sus inquietantes ojos mirando hacia adelante, sin inmutarse siquiera. Me acerqué un poco más para repetir la pregunta por si no me había oído y, cuando estaba a punto de decirlo: ¡ZAS! ¡¡¡La mujer me agarró fuertemente del brazo y giró la cara hasta clavar esos horribles ojos en los míos!!!

Paralizada por el susto y helada a causa del frío que desprendía su mano, no me atreví ni a respirar:

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- <<No, tú no subes>>, -me dijo.

Quise protestar, pero la mujer se había vuelto más ágil de lo que esperaba y ya estaba en el autobús indicándole al conductor que iniciara la marcha, ya que yo no iba a subir...¡Vaya tela!

Eché a andar hacia mi casa pensando en esa extraña mujer... ¿De qué iba? Llegué cansada, furiosa y con ganas de contarle a mi madre lo que me había pasado. Pero nada más entrar por la puerta se lanzó a abrazarme: - <<¡Ana, hija! ¿Estás bien? ¡Qué horror!>> Mi madre estaba llorando y yo no entendía nada.

Hasta que por fin me lo contó: resulta que mi autobús había tenido un accidente. Solo había habido una única superviviente: una mujer ciega, de unos 70 años.

Me fui a dormir con una gran opresión en el pecho y todavía confusa y asustada... ¿Por qué me había salvado? Aquella noche fue un continuo torbellino de pesadillas.

Al día siguiente no pude concentrarme en clase, y decidí volver del instituto andando para que me diera el aire, a ver si conseguía olvidar a esa mujer.

Pero casi fue peor. Estaba a mitad de camino cuando empecé a notar una extraña sensación. Cuando ------------------------------------------------------ 34 --------------------------------------------------------

quise darme cuenta, estaba casi sin respiración, corriendo sin dirección alguna. De pronto, algo me hizo frenar en seco. Justo enfrente de mí unos ojos me miraban desde un taxi que estaba parado en un semáforo; era ella. El taxi pasó por mi lado sin que yo pudiera apartar mi mirada de la suya, hasta que me adelantó y se fue alejando.

No sé cómo, pero lo supe. Me tapé los oídos, pero era demasiado tarde. Un frenazo, el derrapar de unas ruedas y un golpe. El taxi se había estrellado.

Pasé varias semanas durmiendo mal después de aquello, aunque no volví a saber nada de esa mujer.

No, hasta hace unos días.

Era la primera vez, en todo este tiempo, en que iba a volver a coger un autobús. Tenía que superar ese estúpido miedo. Una vez sentada en mi asiento, cogí mi libreta: escribir me distraería. Al abrirla, algo cayó al suelo. ¿Cuándo había puesto yo eso ahí?

Era una imagen de dos angelitos de porcelana, y debajo, una frase que hizo que me estremeciera: <<La compasión te salvó>>. Levanté la vista sin entender nada y mis ojos se detuvieron en una ambulancia parada justo delante de mi autobús.

Unos enfermeros ayudaban a subir a Don Martín, el quiosquero de toda la vida, al que comprábamos la ------------------------------------------------------ 35 --------------------------------------------------------

chuches cuando salíamos del colegio. Sin poder dejar de mirar, algo me llamó la atención dentro de la ambulancia. ¡Esa mujer estaba allí! Nadie parecía verla, sólo yo. Entonces lo entendí.

Bajé del bus rápidamente y abracé con fuerza a Don Martín. En su mirada cansada vi un brillo de agradecimiento. Supongo que él también podía ver a aquella extraña mujer, él también sabía que, después de ese viaje con ella, no volveríamos a vernos jamás...

Autora e Ilustradora: Sandra García Fernández 3º Curso de Secundaria

Érase una vez un inventor, algo chiflado, que vivía en

una ciudad llamada “La Ciudad Perdida”.

El inventor chiflado era soltero, no tenía hijos ni familia. Un día lo citaron a una reunión de grandes inventores. Aquel día, en la reunión, dijo el Tribunal:

- ¡Estamos hoy aquí para votar! ¿Quién quiere que el inventor chiflado siga inventando cosas?

La mayoría de los inventores votaron que no.

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El inventor chiflado contestó: - ¡No, no, no es justo lo que estáis haciendo! ¿Qué he hecho yo para merecerme esto?

- Has roto las reglas. Por eso te prohibimos inventar más objetos- dijo el tribunal.

El inventor chiflado salió de la sala hundido. Se dirigió a su casa por las calles de la ciudad, perdido en la lluvia.

Aquella noche soñó con su padre, que había fallecido cuando él nació. En el sueño le dijo: - ¡Hijo te traigo un mensaje!

- ¿Qué mensaje, padre?

- ¡En el futuro ocurrirá algo aterrador! Debes viajar allí para cambiarlo. ¡Hijo, el mundo está en tus manos!

- Pero, padre, el tribunal me ha prohibido inventar más cosas- contestó el hijo.

- Si no viajas al futuro morirá mucha gente: niños, madres, padres y abuelos. Todos están en tus manos. ¡Sigue a tu corazón, hijo mío!

- De acuerdo padre, voy a hacer una máquina para viajar al futuro.

- Así me gusta, hijo.

Al día siguiente, el inventor recordó el sueño y se puso a buscar algún sitio donde construir la máquina.

Encontró una nave fuera de “Ciudad Perdida”.

Fue a comprar el material que necesitaba y, cuando creía que lo tenía todo, se encontró con un problema: ------------------------------------------------------ 37 --------------------------------------------------------

necesitaba un mecanismo que solo podía encontrar en otro país.

Tardó tres meses en construir la máquina que, por fin, estaba lista para viajar al futuro.

Recogió sus cosas y, al darle al botón, se dijo: - Espero que funcione y que todo salga bien.

Le dio al botón e iluminó la noche una luz anaranjada, azul y una mezcla de colores. En el centro, había un agujero negro. Puso el pie en el primer escalón del artilugio, dio otro paso y saltó en medio del agujero negro, y en un plis-plas se encontró en el futuro.

- ¡Sí, sí, sí!- exclamó- ¡He llegado al futuro!

Apareció en una casa abandonada que se vendía.

Buscó al dueño y la compró, y se convirtió en su guarida. La barrió, instaló sus ordenadores y todos sus mecanismos y, tras hacer todo esto, salió a dar una vuelta por los barrios de “Ciudad Perdida”, que en el futuro se llamaba “La Ciudad del Maestro”.

Pasaron seis meses y supo lo que iba a pasar, y entonces dijo: - La Tierra va a ser atacada por extraterrestres, pero, ¿qué tengo que hacer yo?

Se puso a pensar y dijo: - ¡Voy a construir una pistola que dispare hielo y lo congele todo!

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Se puso a construir la pistola y también un coche increíble con cristales blindados. Cuando terminó, habían pasado ocho meses.

Tres meses después empezó lo más terrorífico. Una mañana, mientras desayunaba, el cielo se llenó de naves y naves; escuchó gritos; se levantó y se dirigió a los ordenadores. Pulsó una tecla y vio imágenes de cómo la gente salía corriendo por las calles. Las naves eran grandísimas. Pulsó otra tecla y apareció una especie de cohete; al tocar un botón rojo, el cohete salió disparado hacia una de las naves, chocó con ella y explotó. Bajó una palanca y aparecieron unas pantallas gigantes por toda la ciudad, en las que salía el profesor diciendo: - ¡Hola ciudadanos! ¡Si estoy saliendo en esta grabación es porque nos están atacando! ¡Dirigíos a la gran casa que está en el barrio Diadora. Ahí estaréis seguros, haced el favor de dirigíos allí! ¡Gracias por vuestra atención!

Todos los ciudadanos fueron hacia la gran casa.

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El profesor abrió las puertas y la casa se llenó de gente.

- ¿Quién se ofrece voluntario para enfrentarse a los extraterrestres?- dijo el inventor.

Todos se callaron y entonces el profesor dijo: - ¡Ya me lo imaginaba!

Cogió sus armas y salió a las calles de la ciudad en busca de los enemigos.

Uno de los que estaba en la casa se levantó y dijo: - ¡Lo que estamos haciendo está mal! Tenemos que salir ahí y enfrentarnos a ellos como acaba de hacer este señor.- Y salió tras él.

A los dos minutos salió otro y otro más…Y así fueron uno tras otro.

El inventor chiflado se encontró con los extraterrestres y cuando estaba hablando con ellos llegaron los demás habitantes de la ciudad. Pidió a todos los extraterrestres que dejasen de atacar y dijo que quería hablar con su jefe.

El jefe salió y el inventor dijo: - ¿Se puede saber qué queréis de nosotros?

- Hemos venido porque en mi planeta nos hemos quedado sin comida- contestó el extraterrestre. No queremos hacer daño a nadie.

Así que los habitantes de la ciudad les llenaron la nave de comida y los extraterrestres se marcharon.

El inventor chiflado les dijo a los ciudadanos: ------------------------------------------------------ 40 --------------------------------------------------------

- Mi misión ha terminado, ahora tengo que regresar a mi casa.

Se despidió de todos y volvió donde estaba la máquina del futuro. Se montó en ella e hizo el viaje de regreso al pasado, es decir, a su vida real.

A partir de aquel día, el Tribunal le dejó inventar más cosas y seguir con su ritmo de vida.

Y colorín, colorado, este cuento ha terminado.

Autor e Ilustrador: Mohammed Jabbouri 3º Curso de Secundaria. Apoyo

Había

una vez una familia de buena clase social, que estaba formada por el padre, la madre y un único hijo.

El padre se llamaba Gonzalo, era un señor bastante serio, de unos 50 años de edad, con una carrera de empresario que se había ganado con mucho esfuerzo y estudio.

La madre se llamaba Lucía, su carácter era todo lo contrario al de su marido, ya que era muy alegre. Tenía 45 años y era abogada.

El hijo, de 16 años, se llamaba Pablo. Como era hijo único, estaba bastante consentido.

Tenía todos los caprichos que se le antojaban: ordenadores, videoconsolas… Sin embargo, pasaba de los estudios, sacaba pésimas notas, ------------------------------------------------------ 41 --------------------------------------------------------

sólo pensaba en fiestas y discutía mucho con sus padres. Y es que Pablo no valoraba las comodidades de las que disfrutaba en su casa y él pensaba que sus padres estaban obligados a darle todo lo que pidiese.

Pablo tenía problemas con su padre, porque exigía que le comprasen mucha ropa y videojuegos todas las semanas. No tenía ninguna responsabilidad en ayudar a sus padres en las tareas de casa.

Una noche salió con los amigos de fiesta, y volvió muy tarde, casi de madrugada. Sus padres estaban preocupados, pues no sabían dónde estaba. Al llegar a casa, tuvo una fuerte discusión con ellos, y él les dijo que si le seguían prohibiendo hacer lo que él quisiese, se iba de casa. Su padre, muy enfadado, lo mandó a su habitación y le dijo que ya hablarían por la mañana.

Pablo se despertó porque tenía mucho frío, y cuando abrió los ojos para coger una manta, se dio cuenta de que estaba durmiendo bajo cartones en un parque. Se levantó y miró que tenía los zapatos y los pantalones rotos, la camiseta sucia, y olía muy mal. Como no entendía por qué estaba allí, intentó dirigirse a su casa, pero le abrió una señora mayor que le dijo que el matrimonio que vivía allí sufrió un grave accidente y murieron y que del hijo no se sabía nada.

Al no tener adónde ir, volvió al parque, pero tenía hambre y necesitaba lavarse y cambiarse ------------------------------------------------------ 42 --------------------------------------------------------

de ropa. Un hombre, que estaba cerca de él, le ofreció un poco de pan. Pablo le preguntó que cómo había llegado a estar en esa situación, y el hombre le explicó que antes tenía una buena vida, un trabajo aceptable, pero que el vicio por el alcohol le destruyó la vida por completo. También le dijo que si pudiese volver atrás, intentaría valorar más su trabajo y la vida que tenía.

Pablo volvió a sus cartones, y recordó que lo último que le dijo a sus padres fue que se iría de casa, y no era lo mismo decirlo, que vivirlo. Pensó que él no podría vivir así y se puso muy triste por no poder ver más a sus padres.

Pablo volvió a dormirse pensando en que quería volver a casa.

Al despertar, sintió una comodidad muy agradable, y estaba de nuevo en su cama. Había recuperado su vida, y haría lo posible por no perderla jamás.

Autor e Ilustrador: José Vicente Ibáñez Monreal 4º Curso de Secundaria ------------------------------------------------------ 43 --------------------------------------------------------

200 ANIVERSARIO DE DICKENS Charles John Huffam Dickens (Portsmouth, Inglaterra, 7 de febrero de 1812 – Gadshill Place, Inglaterra, 9 de junio de 1870) fue un famoso novelista inglés, uno de los más conocidos de la literatura universal, y el principal de la era victoriana.

Supo manejar con maestría el género narrativo, con humor e ironía, y una aguda y álgida crítica social.

Utilizó en ocasiones el pseudónimo Boz. Dickens pensaba que enriquecer la vida de las personas mediante el conocimiento y el disfrute de las artes era la llave para construir una sociedad justa y crear oportunidades.

Algunos de sus libros más conocidos son: · David Copperfield, donde denuncia el abandono, la soledad, la humillación y el trabajo de los niños. · Oliver Twist, critica el mundo de la delincuencia. · Grandes Esperanzas, recrimina la desigualdad, la ambición y el dinero. · Cuento de Navidad es quizás la obra más conocida por los niños debido a las numerosas adaptaciones en dibujos animados que se han hecho de ella.

200 años después de su nacimiento, Dickens sigue siendo uno de los escritores universales más leídos.